FRANCIA, LA CUNA DE LA COMUNA EN LUCHA.

La cuestionada Ley de las Jubilaciones ha sido aprobada en Francia por 177 votos a favor y 153 en contra. El gobierno de Sarkozy quiere dar la impresión de haber obtenido una victoria contra la clase trabajadora y la oposición, pero se equivoca. Los sindicatos tienen convocada otra huelga para el 28 de Octubre y más movilizaciones. Puede que la lucha continúe y fuerce al gobierno a rectificar o puede que no, pero la rabia, la frustración y el sentimiento de injusticia que está desencadenando esa Ley por el desprecio de la derecha a las movilizaciones del pueblo, va a ser una pesada carga en las próximas elecciones del 2012 para la Derecha francesa gobernante.

La oleada de huelgas y luchas obreras en Francia, con un movimiento de la clase trabajadora espectacular contra los ataques de Sarkozy alcanzan cotas similares al Mayo del 68, según algunos analistas. Las fuertes jornadas de acción son el centro de gravedad de las protestas que se están dando en toda Europa, como vimos en Grecia, Italia, España y Portugal (donde hay convocada huelga general para el próximo día 24), con movilizaciones masivas no vistas desde hace años. El eje de la lucha de la clase obrera francesa se ha desplazado al terreno de las huelgas indefinidas, con diferentes operaciones de bloqueo de la economía, sobre todo de los combustibles.

Aunque la huelga representa para muchos franceses un inconveniente a la hora de continuar el cotidiano desenvolvimiento de la vida, más del 70 % según las encuestas están a favor de la lucha y exigen al Gobierno la retirada de las medidas de ataques aplicadas. El Gobierno de la derecha está en caída libre con las espectativas de apoyo más baja de la historia en ese país. La solidaridad entre los distintos sectores de los huelguistas es muy fuerte e incluso empiezan a llegar ofrecimientos de solidaridad a escala internacional. Los sindicatos de Bélgica han llamado a sus afiliados a que se boicotee el suministro de carburantes a Francia, en señal de solidaridad con sus compañeros franceses en huelga.

Los sindicatos declaran abiertamente que la mejor forma de solidaridad es en primer lugar, apoyar la asistencia y la amplitud de los huelguistas en todos los sectores profesionales y demás ramas de la economía. Todos unidos es la única forma que se podrá hacer retroceder y rectificar al gobierno que se mantiene en sus treces. Pero la intersindical, compuesta por siete sindicatos, ha anunciado la convocatoria de más movilizaciones con huelga general el 28 de octubre y otra nueva jornada de manifestaciones masivas para el 6 de noviembre.

Al igual que vienen haciendo otros gobiernos de Europa, Sarkozy anunció en el mes de junio su proyecto de reforma de las pensiones. En Francia la Ley actual contempla la edad mínima de jubilación a los 60 años, si se tienen 41 años de cotización a la seguridad social. La edad de jubilación con todos los derechos es de 65 años, pero con la nueva ley, la edad de jubilación sería de 62 y 67 años respectivamente, y serían necesarios 42 años de cotización.

Los sindicatos respondieron a ese ataque con la convocatoria de una jornada de movilización general de 24 horas el pasado 24 de junio. Al inicio pensaban que bastaría con hacer una demostración de fuerza que obligara al gobierno Sarkozy a negociar. La actitud de lucha de las masas francesas, que siempre ha sido la cuna de la revolución, ha sobrepasado las expectativas, tanto de los sindicatos como del Gobierno, demostrando toda la furia acumulada tras años de ataques y deterioro de las condiciones de vida. Recordemos los levantamientos masivos de la juventud en los conflictos de "las barriadas marginales", con quemas masivas de coches que duraron meses. También ese profundo descontento se pudo ver en 2006 en la lucha contra el llamado Contrato del Primer Empleo (CPE), considerados por los jóvenes y los sindicatos como contratos "basura" en prácticas, que permitía despedir a los jóvenes sin aviso ni indemnización en los primeros dos años. La firme lucha juvenil obligó al gobierno a retirar sus planes.

Los paros, las concentraciones y las manifestaciones siguen siendo masivos en los sectores claves de la economía, como en las refinerias, metalúrgicos, química, puertos, transportes, correos y también muy significativos en educación. Es llamativo que incluso la Torre Eiffel quedó cerrada al público, algo que hasta ahora no había sucedido nunca. La fuerte incidencia de la huelga, por la ocupación de refinerías y depósitos de combustible ha agravado la situación. Podemos considerar el origen de la escasez de combustible en la huelga de estibadores y trabajadores del Puerto de Marsella, esa es la razón por la que 60 barcos (incluidos 35 buques cisterna) llevan varias semanas en el Mediterráneo sin poder descargar.

También los estudiantes han entrado en acción con mucha fuerza y valentía, al entender que si se prolonga dos años la edad de jubilación, serán dos años más que tendrán que esperar de media, para encontrar los escasos puestos de trabajo que queden libres por el retraso de esas jubilaciones. En una movilización impresionante, con asambleas masivas y debates abiertos en los Institutos y Facultades Universitarias. Centenares de miles de jóvenes han participado tanto en las manifestaciones sindicales como en otras convocadas en solitario por las organizaciones estudiantiles.

Masivamente los centros han ido saltando a la huelga, han participado y discutido en asambleas las medidas tomadas por el Gobierno rechazándolas de plano y han bloqueado institutos y facultades con enormes piquetes. Los datos que ofrecen las organizaciones estudiantiles y sindicaltes son que 1.200 de los 4.302 institutos están en huelga, 850 están bloqueados. Se han celebrado asambleas generales en 10 universidades donde se ha acordado por mayoría bloquear las facultades. Y los trabajadores movilizados en huelgas, paros y manifestaciones superan los 10 millones.

La burguesía francesa está preocupada ante el dilema que se presenta porque Sarkozy ha dicho que no está dispuesto a dar marcha atrás. Saben de las implicaciones que tendría una retirada que no sólo se dejarían sentir en Francia sino en el resto de Europa. Las medidas de ataques y la "reforma" de las pensiones en Francia es sólo el primero de toda una serie de recortes a la clase obrera que todos los gobiernos, sean de derechas como el de Sarkozy, como el resto de gobiernos europeos,aunque sean socialdemócratas, tienen previstos para el próximo período, al haberse sometido a la hoja de ruta que les han marcado lo que eufemísticamente llaman "los mercados", que en realidad es la Dictadura impuesta por el Gran Capital. Ahora no saben qué hacer porque si dan marcha atrás, eso no sólo daría confianza a los trabajadores franceses, también daría confianza al resto de trabajadores europeos que sufren la misma situación y la lucha en los demás países se vería reforzada. Pero si la lucha continúa, podría desatarse un proceso similar al Mayo del 68, pero a escala continental, lo que les tiene preocupados.

Llegada a esta tesitura, es fundamental el papel que jueguen las direcciones sindicales, si realmente quieren que el movimiento obrero derrote a la derecha. La intersindical, cuyos máximos dirigentes son la cúpula de la CGT y CFDT, en unidad de acción con el resto de centrales sindicales, pero también los partidos políticos de izquierdas, cuya máxima responsabilidad recae sobre las direcciones del Partido Socialista Francés y el PCF, asi como el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) que salen muy fortalecidos de la lucha, están apoyando a los trabajadores y deben colaborar en extender la huelga general hasta convertirla en indefinida a la vez que están obligados a ofrecer una salida política para ganar la lucha.

Llegados a estas alturas, si los trabajadores triunfan, que es completamente posible si se mantienen firmes en la Unidad y se ofrece una salida, es imprescindible vincularlo con una alternativa de izquierdas. Para ello tienen que dotarse de un programa de gobierno auténticamente socialista que saque a Francia y al conjunto de Europa de la crisis capitalista. Deben exigir de imediato elecciones anticipadas ya, para consultar a los ciudadanos y someterse al veredicto de las urnas con un programa de izquierdas apoyados por la clase trabajadora, que seguramente ganarían por goleada.

Un programa que plantee, entre sus demandas irrenunciables, la retirada de la reforma de las pensiones y de los planes de ajuste, el subsidio indefinido para todos los parados, la nacionalización de todas las empresas en crisis bajo control obrero, y la nacionalización de la banca y el sector financiero, a la vez que proponen un programa de inversiones para la creación de puestos de trabajo que hagan salir de la crisis a la economía. El objetivo tiene que ser trabajar todos, para producir más y repartir mejor, acabando con la corrupciòn y la explotación.

Los dirigentes tienen que sacar las pertinentes conclusiones y comprender que es absolutamente necesario que, frente a la política antiobrera de los gobiernos que aceptan la lógica del capitalismo y que entregan millones de euros a la gran banca, a los capitalistas y especuladores corruptos, los sindicatos de clase y las organizaciones de masas de la izquierda tienen que defender una política auténticamente socialista. Entre otras medidas urgentes, ese programa tiene que poner por delante la capacidad de financiarlo para lo que es imprescindible la nacionalización del sector financiero y la gran industria, para poner la economía democráticamente bajo control obrero, a la vez que se contemple un proyecto para planificar democráticamente el desarrollo de las fuerzas productivas y el reforzamiento del Estado del Bienestar. La lucha contra el capitalismo en Francia es parte de una lucha más amplia; por una Federación Socialista de Europa como paso hacia la transformación socialista de la sociedad en todo el mundo.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
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