17 de febrero de 2017

IDEALISMO + MATERIALISMO = FILOSOFÍA.


Resultado de imagen de materialismo dialectico.Federico Engels.
Hace unos días, en un debate con el amigo Jes Rhycard en Facebook, después de unos comentarios sobre idealismo y materialismo, me planteó la siguiente pregunta: “Estoy intrigado: ¿ Puedo preguntarte que entiendes exactamente por idealismo metafísico – que has citado varias veces – y cómo lo diferencias del materialismo histórico y dialéctico?.  MI respuesta, aunque un poco tardía por motivos de un pequeño percance, ha sido ésta:

“Disculpa que no te respondiese antes, pero como te comenté, he tenido un percance en el ojo derecho del que me encuentro mejor.   La pregunta que planteas sobre filosofía, en concreto entre el idealismo metafísico y el materialismo dialéctico es una de las cuestiones más complicadas de responder,  incluso para los filósofos. Mucho más difícil para una persona como yo, que no tengo ninguna carrera y soy autodidacta, aunque he leído bastante sobre todo lo que me ha interesado, incluido en ello la filosofía.  Entiendo que todos tenemos una filosofía, incluso aquellos que dicen que no la tienen. Lo normal es que los que dicen no tener ninguna filosofía es porque asumen la de la clase dominante,  que ha calado en su pensamiento de forma imperceptible desde la infancia.

Permíteme que haga las siguientes reflexiones para iniciar el debate que planteas: La mayoría de la población vive sin tener que definirse si tienen o no una filosofía, pero cuando algunas personas aspiran a conseguir una comprensión racional del mundo en que vivimos y entender por qué tenemos una forma de pensar y no otra, entonces la cuestión se complica.  Aunque algunas personas sigan diciendo que  no tienen ninguna filosofía, ni ideología concreta, en realidad todo ser humano la tenemos.  Si le preguntas a cualquiera si sabe distinguir el bien del mal, te dirán que Si,  porque esa es una manera de interpretar el mundo, eso es en sí una filosofía.  Pero existen infinidad de modelos de interpretar el mundo.  No obstante, una de las cuestiones más complicadas que han preocupado y ocupado a los grandes pensadores y filósofos, sobre todo cuando nos vemos obligados a enfrentarnos a hechos concretos y difíciles, como catástrofes, guerras, el paro, la miseria, las masacres y otras adversidades, la mayoría dirán que no entienden el por qué ocurren esas cosas y cuando se les pregunta a los “sabios que no saben nada” y que quieren dar una respuesta, recurren a vagas referencias y al final a la “naturaleza humana”, a los designios de los dioses y demás ocurrencias.

La pregunta es entonces el querer descifrar en qué consiste eso de la “naturaleza humana”, siendo este asunto una de las cuestiones más fundamentales de la vida del ser pensante. Esa es una cuestión clave que pocos filósofos se atreverían a contestar con certeza, y menos yo,  a no ser que se basasen en alguna de las religiones existentes o que hayan existido, en  cuyo caso echarán manos de sus socorridos dioses para salir del paso.  Para los que interpretan que “el hombre hizo a dios a su imagen y semejanza” y no al revés como afirman la mayoría de las religiones, la cuestión no es nada fácil, sobre todo si nos preguntamos el por qué a la humanidad se les ha ocurrido rendir pleitesía y adoración a un dios que crea a los hombres para que suframos tantas adversidades.

Los seres humanos que somos bastante ignorantes, incluyendo este que te escribe, pasan de filosofías e ideologías, pero algunos la buscamos porque consideramos que la naturaleza aborrece el vacío y las cosas tienen una causa y cuando el ser humano niega la filosofía, tanto la metafísica como la materialista, significa que sus mentes están vacías o quizás saturadas de ideas que absorbe de los medios de comunicación, del púlpito, las academias y demás medios de información, las cuales, bajo el dominio del capitalismo, reflejan indudablemente los intereses y la moral impuesta por la clase burguesa dominante.

La clase trabajadora que es muy práctica, que tiene que trabajar duro o sufrir la ansiedad del paro, logra ir tirando hasta que algún acontecimiento le obliga a analizar profundamente las ideas y los valores que ha asimilado desde la infancia, porque empiezan a comprender que existe una contradicción entre el capitalista y el asalariado.  Las crisis del capitalismo nos obligan a cuestionarnos muchas cosas, haciéndonos recapacitar y cuestionar muchas “verdades” que dábamos por supuestas y verídicas. Pero como dijo el filósofo: “Todo cambia, todo fluye, nada permanece”.   Cualquier persona que pretenda entender la vida, no solo como una serie de accidentes y problemas sin sentido, empieza a cavilar y acelera la necesidad de una filosofía, si quiere elevar su pensamiento a un nivel más alto, que los que aparecen en la vida cotidiana.  Así es cómo nos empezamos a elevar a una cierta altura de miras, desde la cual iniciamos a desarrollar nuestro potencial como seres humanos conscientes, capaces y predispuestos a tomar las riendas de nuestros destinos, entendiendo el idealismo metafísico, como una etapa más en nuestras vidas e intentando utilizar otro método mucho más moderno y científico como es el materialismo dialéctico, que interpreta la historia con el método llamado materialismo histórico.

La cruda realidad material nos hace comprender que cualquier meta que pretendamos alcanzar requiere un esfuerzo mental y material.  La propia naturaleza de cualquier método filosófico implica dificultades para su estudio y comprensión, porque a veces se trata de cuestiones bastante alejadas del mundo de la experiencia normal a la que la mayoría de los seres humanos estamos acostumbrados.  Los métodos y términos utilizados tanto por la ciencia materialista como por la metafísica idealista, presentan dificultades y profundas controversias entre unos y otros, porque sus significados pueden incluso ser distintos al común, aunque ocurre algo similar para el estudio de cualquier materia especializada, desde el psicoanálisis, como tú bien sabes, hasta la mecánica cuántica.

Pero existe otro obstáculo mucho más grave, que se puso a debate cuando Marx y Engels hablaron por primera vez sobre materialismo dialéctico, que podría entenderse que muchos de sus lectores tenían conocimientos, aunque fuesen básicos, de filosofía clásica hasta entonces desarrollada desde Platón hasta Hegel, por el método idealista.  El deseo de conocimiento de la población, en los momentos actuales con la socialización de la información a través de las redes sociales, crece a medida que un sector de la ciencia, que intenta evadirse del control dirigista de la investigación impuesto por el mundo financiero, pero es frenado por los recortes y la austeridad de los gobiernos, porque toca los enormes intereses materiales contradictorios que domina la vida de la gente, donde la brecha entre ricos y pobres, entre capital y trabajo, entre burguesía y asalariados, no para de crecer.

Los enormes avances para su tiempo que realizaron Marx y Engels en el campo de la economía y de la sociología, siguen siendo combatidos por los Poderes Fácticos de forma maliciosa, porque representan un peligro para el mantenimiento de sus privilegios, basados en la lógica del beneficio privado para unos pocos y la miseria, la opresión y la explotación de la mayoría de la población mundial, cuestión que es imposible resolver con la filosofía idealista metafísica que impregna el liberalismo y el militarismo capitalista.  La lucha de clases, que no la inventó Marx ni Engels, como dice la burguesía, sino que pusieron al descubierto sus causas, que es “la explotación del hombre por el hombre”, está arreciando con el paso del tiempo, ante los nubarrones que traen los nuevos “Trumps”, que encabezan los grupos más reaccionarios en Estados Unidos, Europa y el resto del planeta.

La especia humana permanece todavía sobre el planeta porque en momentos de enormes dificultades tuvo la inteligencia de abandonar el “individualismo” y utilizar la “cooperación social” para salvarse ante los depredadores y adversidades atmosféricas. El desarrollo del conocimiento científico que siempre ha estado vinculado al de las fuerzas productivas, no había conseguido alcanzar en otras épocas el nivel suficiente para permitir que los seres humanos de forma generalizada pudiesen entender el mundo en que vivían, pero en los momentos actuales, las crisis ya no son de “escasez”, sino de “super-abundancia”.  En la actualidad, con la utilización del conocimiento científico, la robótica, las nuevas tecnologías, con los medios materiales y la capacidad productiva existente, luchando por un nuevo modelo de sociedad,  con democracia, libertad, igualdad y ética, la humanidad podría alcanzar una fase superior de sociedad más avanzada, haciéndose dueño por métodos pacíficos de sus propios destinos, de elevar los instintos primarios que todavía permanecen, a la altura de lo consciente y poder dominar con inteligencia el mundo del oscurantismo y de lo inconsciente, alcanzando un  desarrollo social y biológico más perfecto.  Este es uno de los objetivos a alcanzar por el que seguimos luchando los que nos consideramos socialistas y utilizamos el materialismo dialéctico como la filosofía más apropiada para la clase trabajadora.  Salud, socialismo y república”.

José Martín Rodriguez.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCIA.

ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

(*) El idealismo es un sistema filosófico que considera la idea como principio del ser y del conocer, desarrollado por Platón, Kant, Hegel y otros.   El materialismo es  una concepción del mundo, que afirma que no existe otra realidad más que la material, mientras que el pensamiento y sus modos de expresión, no son más que manifestaciones de la materia y de su evolución en el tiempo. El Materialismo Dialéctico es una parte de la filosofía marxista que, frente a una teoría estática de la materia, sostiene que lo real en su totalidad está regido por enfrentamientos, oposiciones y contradicciones que determinan esa realidad material. Y el Materialismo Histórico formulado por el filósofo alemán Federico Engels, explica que no es la consciencia del hombre lo que determina su ser, sino que, por el contrario, son la realidad social y las tensiones y poderes que la constituyen, los que crean y condicionan la realidad humana.



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