En el dueto de
parámetros: materia e idea, lo primero es la una y lo segundo es la otra. Para
hablar de ideas fue precisa la existencia de un ser vivo inteligente que las
tuviera. Antes de su aparición en la escala biológica del planeta tierra este
llevaba decenas de millones de años en los que no hubo animales terrestres y
mucho menos mamíferos. El reconocimiento de este orden cronológico nos
convierte a todos en materialistas y en marxistas desde el momento en que
reconocemos que son las contradicciones materiales de la vida las que obligan a
evolucionar independientemente de los credos y comunidades de opiniones en las
que participamos.
Eso no está en oposición
a la fuerza de la idea sobre la materia en cuanto hay sujetos vivos capaces de
imponer la una sobre la otra. Desde la perspectiva filosófica y del pensamiento
del siglo XIX aun se creía que fuera del ser humano no existia nada más que
pudiera ser sujeto vivo de consciencia. Ni se hablaba de vida inteligente
extraterrestre ni se reconocía la sensibilidad, sentimentalidad y conciencia en
animales no-humanos. De lo uno se reconoce una afluencia de indicios de otras
formas de navegación espacial, presumiblemente extraterrestres, tras el
fogonazo visto desde la percepción cósmica producida con las dos bombas de los
genocidas estadounidenses en Japón; de lo otro, los códigos legales de varios
países está reconociendo atributos que eran reservados exclusivamente para los
humanos a otros animales y se instrumentan penas adjuntas severas contra el
maltrato animal. Valga citar las dos referencias para entender que el mismo
concepto de idea ya no queda limitado a lo humano sino a todo lo inteligente,
cuya vastedad puede dejar a los humanos en una minima proporción.
La llamada Idea tiene
que distinguir entre el afuera y el adentro de cada sujeto pensante o
consciente. La idea no existe independientemente del substrato de materia (en
este caso orgánica u organísmica) pero se antepone a la materia tal como viene
organizada. En términos absolutos la Idea es ulterior a la Materia, en términos
relativos es y puede ser anterior, Cada sujeto consciente conciencia su lugar
en el mundo a partir de la herencia de conceptos que le llegan sobre la
materia. No tiene porque trasegar con ella en las misma medida que lo hayan
hecho sus antepasados, por eso ya lo hicieron éstos. La ciencia y la filosofía
pueden actuar desde una cierta distancia de compromiso con la materia en sí,
aunque esto sea literalmente imposible ya que el sujeto pensante, tanto si es
muy o poco actuante, actúa para sobrevivir (inspira, expira, ingiere,
metaboliza, percibe, se mueve, interactúa,...). Literalmente en tanto que
cuerpo vivo nadie puede dejar de ser materialista mientras no quede reducido a
unos cuantos gigabites resuidos en un pendrive que le permitieran recomponerse
en otra parte del cosmos, y aun asi ese soporte de dígitos continuaría siendo
materia.
Trato de cuestionar esa
oposición radical entre materialismo e idealismo que la historia de las ideas
nos ha presentado como visiones completamente opuestas. Ni el pensamiento
materialista carece de ideas ni de ideales, ni el pensamiento idealista carece
de materia ni de reconocimiento en superarla.
Lo que está en discusion a efectos de juzgar la sociedad humana y de
tener bograrias virtuosas en ella es de que factores dependen los cambios de
las cosas, si de las ideas o de los hechos, Pues bien, no hay/habra hechos de
nuevo talante pafa una nueva vida humana sin ideas muy precisas sobre ello. No
hay edificio que se aguante solo por el mero hecho de añadir hormigón
masivamente y estructura ferrea sin cálculos que garanticen su estabilidad y
aseguren que su centro de gravedad este bajo control. El plan precede a la
construcción. La idea precedente al futuro. Sin una noción de persona nueva el
futuro de los humanos tiene mas probabilidades de seguirse repitiendo en lo
obsoleto.
En cuanto la metafísica
establece propiedades recurrentes en el ser humano en un más allá de la física
y de sus circunstancias. El mundo no se limita al mundo percibido. Los humanos
somos mucho mas de lo que nos reconocemos y de lo que llegamos a demostrar y
mucho menos de lo que hacemos o logramos a lo largo de nuestras precarias
existencias. El idealismo ha sido capturado por las religiones poniendo en el
mas allá los beneficios o liberaciones no alcanzadas en el más acá. Es una
palabra controvertida ya que es tambien vinculante de toda actividad y
mentalidad que apuesta por el potencial humano para gestar una sociedad mejor.
En este sentido el ideal
social no se opone a las contradicciones de la materia empujando por síntesis
mejores lo que pone en cuesstión es que su sujeto historico para la
transformación, el del siglo XXI, pueda ser el que pudo ser en siglos
anteriores. La clase obrera a pesar de sus cuantiosas movilizaciones de
protestas noo es la más consecuentemente revolcionaria sino la más materialista
en el sentido burgués del concepto, mas preocupada por la propiedad de sus
ingresos que por superar el capitalismo. (los obreros de la construccion
lanzando piedras a los ecologistas oponiéndose a que se levantara la central de
Asco o los trabajadores de la central de Garoña opuestos igualmente ante la
alarma ecologista por prolongarle sus años de vida útil, demuestran con generación
y pico de por medio que las fuerzas del trabajo muy lejos de estar en contra de
las del Capital son sus aliadas, además demuestra la repetición de los ciclos
históricos por unos mismos temas).
El futuro no surgirá por
generación espontanea, entendiendo por futuro alternativa social al presente.
Sin una idea muy definida que lo planifique noo se hará. Por otra parte el
futuro no es una sola cosa como tampoco lo es en el presente. Somos habitantes
de realidades hasta tal punto que disgtintos sujetos compartiendo las mismas
coordenadas las viven/vivimos de maneras distintas según nuestras
interpretaciones. Eso afecta directamente al cuantum de victimidad o de
excelencia de cada cual. La inerpretación, por tanto la idea, es lo que nos
separa los unos a los otros haciéndonos mas o menos adaptativos a nuestro mundo
y mas o menos protagonistas de nuestras circunstancias. La incidencia que
tengamos en la configufacion del futuro depende mas de la extensión de la idea
e ideal de ese futuro que no de su vindicación ya que no hay poder terrenal que
lo pueda ofrecer a la carta. En cuanto al poder civil es una teoría muy
atractiva, teoria posterior y superadora de la del poder obrero. Teniendo en
cuenta la multitud de asociaciones de lucha y los millones de militantes y
voluntearios implicados el factor subjetivo para experimentar un nuevo modelo
de sociedad deberia estar mas que listo para hacerlo. ¿Por que noo se
experimenta? Sencillamene porque casi nadie esta dispuesto a derrotar al
pequeño burgués que habita en su cerebro. Ain una idea sólida de como
trasnformar la materia y materiales sociales estos tenderán a perpetuarse. El
supuesto sociodetereminismo histórico según el que las contradicciones del
sistema capitalista alumbrarán el socialista es una quimera mientras el factor
subjetivo del combate quede derrotado constantemente Job tanto por la represión
como por su gremialismo.
Hola Jes:
(Respuesta de José
Martin)
En la
frase inicial de tu escrito resumes una realidad que el materialismo dialéctico
comparte, cuando dices: “En el dueto de
parámetros: materia e idea, lo primero es la una y lo segundo es la otra. Para
hablar de ideas fue precisa la existencia de un ser vivo inteligente que las
tuviera”(…) Cierto que el ser humano es el único animal
conocido que ha aprendido a filosofar, pero en la parte final del escrito,
encuentro una contradicción con la inicial, cuando interpreto un tono pesimista, cuando sacas la conclusión
que niega la dialéctica, al decir: “El
supuesto sociodetereminismo histórico según el que las contradicciones del
sistema capitalista alumbrarán el socialista es una quimera mientras el factor
subjetivo del combate quede derrotado constantemente Job tanto por la represión
como por su gremialismo”. Si es cierto
cuando considero sobre lo que afirmas, que el cambio social hacia el socialismo es
una “quimera”, tenemos entre tú y yo una profunda controversia, e incluso tu
pensamiento, según mi punto de vista, es
contrario a la dialéctica materialista, que al principio pareces defender. Otra cosa es cierta y concordamos, pues “mientras
el factor subjetivo del combate quede derrotado”(…) es difícil el cambio
social que la humanidad necesita. Pero
en caso de que esa sea una de tus preocupaciones, lo correcto sería apostar por
la construcción de ese factor subjetivo, que solo puede venir de forma “colectiva”,
mediante un partido alternativo al capitalismo, que defienda un objetivo,
reflejado en el programa social para la transición, con una táctica, una
estrategia y un método lo más avanzado posible, para intentar reorganizar el
“colectivo” que representa la clase trabajadora y los sectores empobrecidos de
clases medias y marginadas, y no de
individualidades personalistas por muy inteligentes y sabias que se consideren
algunas castas
Tú que eres una persona
instruida sabes que la dialéctica es un método de pensamiento y de
interpretación de la realidad, tanto de la sociedad como de la naturaleza como
del pensamiento humano. Lo podemos considerar como la forma más acabada y
cientifica de analizar el universo, partiendo de un axioma que dice: “Todo fluye, nada permanece”
(Heráclito). También explica la
dialéctica que los cambios y los movimientos implican contradicciones
permanentes. De esta forma, podemos comprender que a través de esa línea suave
y constante del progreso, también existe una línea que se ve interrumpida a
veces abruptamente, por periodos explosivos, por crisis violentas, en los que cambios lentos se acumulan y
surgen cambios cualitativos, provocando
una rápida aceleración de los procesos sociales, económicos y culturales,
transformándose la cantidad en calidad, o viceversa. Esa es la explicación a la frase de Engels,
que en mi análisis anterior, sobre que “Lo que no ocurre en 20 años puede
ocurrir en 20 meses o en 20 días”, que aunque puede parecer una exageración, y
no es recomendable tomar al pie de la letra, a veces aunque de tarde en tarde ocurren, por
ejemplo en reformas y cambios de gobiernos, golpes de Estado, revoluciones o saltos bruscos y repentinos en
los movimientos sociales, así como cambios geológicos, como terremotos, catástrofes o un cambio violento del eje de
la Tierra, etc.
De todo el debate que
llevamos ambos, he llegado a una
conclusión que quizás no sea correcta y te la planteo por si tú me la puedes
resolver, ya que tu análisis sobre la dialéctica lo considero más bien
“hegeliano”, o sea idealista y no “engelsiano”, o sea materialista, pero si es
una percepción errónea, te ruego me la aclares, si quieres. La historia ha informado que la dialéctica de
Hegel estaba formulada sobre leyes que se sostenían sobre el idealismo y la
mística. Luego, Engels y Marx dieron una
base científica, es decir, materialista, al modelo dialéctico mantenido desde
los clásicos de Roma y anteriores. Esos
dialécticos idealistas operaban con sombras ideológicas como realidad
final. El materialismo dialéctico
demostró que el movimiento de esas sombras ideológicas no reflejan otra cosa
más que el movimiento de cuerpos materiales; las ideas no se reflejan en
sombras, pero la materia si las produce.
Para que el análisis
dialéctico de Hegel encajase con la IDEA ABSOLUTA, éste se valió de imponer un
esquema a la naturaleza y a la sociedad, que entraban en contradicción con el
método dialéctico que se quería defender, pues nos exige deducir las leyes de
un fenómeno determinado a partir de un estudio profundo del sujeto, cuestión
que realizó Marx analizando “El Capital”, la historia, la sociología y otras
materias y como en su crítica al idealismo la explicaba con estas palabras: “Mi método dialéctico no sólo difiere en su
base del hegeliano, sino que además, es todo lo contrario de éste. Para Hegel,
el movimiento del pensamiento, que él encarna con el nombre de IDEA, es el
demiurgo de la realidad, que no es más que la forma fenoménica de la IDEA. Para
mi, en cambio, el movimiento del pensamiento es el reflejo del movimiento real,
transportado y traspuesto en el cerebro del hombre”.
La materia y la energía,
según confirmó Einstein, son la misma cosa, dos maneras de expresar la misma
idea, que confirmó brillantemente explicando la equivalencia de masa y energía,
como luego lo explicaba Engels con este razonamiento: “El movimiento, en su sentido más general,
concebido como modo de existencia, atributo inherente a la materia, abarca
todos los cambios y procesos que se producen en el universo, desde el simple
cambio de lugar hasta el pensamiento. La investigación de la naturaleza del
movimiento, es claro, debía comenzar por las formas inferiores, más simples, y
aprender a entenderlas antes de llegar a una explicación de las formas más elevadas
y complicadas”.
Amigo Jes, no sé si queda resumida en este breve comentario de menos de mil
palabras, parte de la controversia que he visto en tu escrito, que espero
analices por si quieres continuar este interesante debate, pero por motivos de
salud y otras tareas, que ya te comenté, tendríamos que aplazar al menos un par de semanas o
tres. Fraternales abrazos.
José Martín Rodríguez.
Área de Comunicación.
IS PSOE MÁLAGA.
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