Escrito por Fernando
Setién.
El gobierno del PP, quiere
llevar adelante y de manera inminente, un decreto ley por el cual la actividad
de la estiba (carga y descarga de mercancía en los puertos) se liberalizará
totalmente en los próximos cuatro años.
La excusa que utiliza para
llevar adelante dicho decreto, es el cumplimiento de la sentencia del Tribunal
de Justicia de la Unión Europea (TJUE) del 11 de diciembre de 2014 que condena
a España por no respetar la normativa comunitaria en lo referente a la libertad
de establecimiento y contratación en los puertos.
Sin embargo, y a pesar de
la imagen de responsabilidad que quiere trasladar el gobierno utilizando los
grandes medios de comunicación y argumentando que el país se expone a sanciones
económicas por el incumplimiento de la condena, detrás de este decreto se
esconde un ataque salvaje a los trabajadores y por supuesto, una enorme
oportunidad de negocio para muchas empresas, fundamentalmente para las empresas
de trabajo temporal.
Nuevo ataque salvaje a la clase trabajadora
El gobierno del PP,
envalentonado y sin ningún tipo de oposición, se ha sentido lo suficientemente
fuerte como para lanzarse a este brutal ataque que entre otras cosas supondría
para los trabajadores lo siguiente:
-
Despidos con indemnizaciones que correrían hasta 2014, a cargo del estado
pagando 20 días por año. A partir de 2014 dichas indemnizaciones correrían a
cuenta de las empresas del puerto.
-
Una vez liberalizada la contratación y establecimiento, se plantea que en el
primer año, se contraten en las condiciones actuales, al 75% de los
trabajadores del puerto.
-
En el segundo año al 50%.
-
En el tercer al 25%.
Es decir un ERE de
extinción encubierto que correría fundamentalmente a cargo del estado.
Tal y como plantea Albert
Gil (miembro del comité de empresa del puerto de Barcelona) esto supondría que
en el cuarto año partir de la aplicación del decreto ley, no quedará ningún
trabajador de los que estén en las actuales condiciones laborales. Sólo
existirán trabajadores en precario. Según este decreto, las empresas que operen
en el puerto, podrán contratar a trabajadores que acrediten 100 jornadas en el
puesto de trabajo, lo cual supone, no sólo una brutal precarización, sino
también un enorme riesgo de la seguridad de una actividad altamente
cualificada, como explican los propios trabajadores.
Es importante destacar que
este nuevo decreto, no sólo acabará totalmente con las condiciones laborales de
los estibadores, sino que abre unas enormes posibilidades de negocios para
muchas empresas de trabajo temporal, que estarían amparadas tanto por el propio
decreto, como por la propia sentencia de le TJUE.
La patronal del sector ya
ha declarado que entiende la situación y que apoya el texto. No es para menos,
las empresas tienen garantizados sus negocios y sin duda verán aumentados sus
beneficios gracias a la salvaje precarización de la mano de obra.
Este ataque no pretende
acabar con el monopolio de las empresas que operan en el puerto, tal y como
explica insistentemente la prensa, sino que pretende eliminar de manera
fulminante las condiciones laborales, forjadas en años a través de la lucha, de
un sector que engloba a casi 6.500 trabajadores
El gobierno y la burda campaña pública de
desprestigio
Sin duda, la estrategia del
gobierno cuenta con grandes aliados como viene siendo habitual.
Loa grandes medios de
comunicación insisten una y otra vez en las condiciones de privilegio de los
trabajadores del puerto, no dejan de publicar su media salarial anual haciendo
mucho hincapié en el supuesto mundo hermético y corporativo de los trabajadores
del puerto. En definitiva, que una revisión de sus condiciones laborales y su
funcionamiento interno, unida a la inapelable sentencia de la Unión Europea,
justificaría, sin ningún tipo de dudas, un decreto de estas características. Es
decir la prensa prepara el terreno para justificar semejante ataque.
El objetivo está muy claro,
quieren poner a la gente en contra de los estibadores, argumentando que son
unos privilegiados que viven en unas condiciones muy por encima de la media. La
maniobra es transparente, pretenden aislar a los trabajadores intentando poner
a la opinión pública en contra y con la doble pinza entre patronal y gobierno,
quebrar su resistencia.
Contundente respuesta de los trabajadores
Ante semejante ataque la
respuesta de los trabajadores no se hizo esperar. Inmediatamente se convocaron
asambleas que resultaron ser masivas y con un ambiente explosivo.
Los trabajadores aprobaron
un calendario de lucha que consistía en hacer huelga los días 20, 22 y 24 de
este mismo mes.
El pasado martes 14 de
febrero el gobierno se reunió con los sindicatos para transmitirles
básicamente, que no están dispuestos a modificar el decreto y que se tendrá que
abordar en su totalidad.
Esta actitud prepotente
encendió aún más los ánimos de los estibadores que se reafirmaron en el
calendario de huelgas aprobado, despertando una enorme ola de solidaridad
reflejada de forma masiva en las redes sociales y que incluso, ha traspasado
las fronteras.
Ante la determinación de
los trabajadores, el gobierno del PP ha puesto en marcha una clara maniobra. Ha
retrasado una semana la aprobación del decreto en el consejo de ministros,
prevista para el viernes 17 e insta a sindicatos y patronal a la negociación.
De esta manera, intentará
ganar tiempo para negociar con el resto de fuerzas en el congreso (básicamente
Ciudadanos y PSOE) la obligatoria aprobación del decreto, al mismo tiempo que
intentará incrementar la presión hacia los dirigentes de la Coordinadora de
estibadores y proseguirá con la campaña pública de desprestigio.
Este llamamiento a la
negociación, ha hecho que los sindicatos desconvocaran las huelgas previstas, tal
y como se habían comprometido en el caso que el gobierno llamara a negociar.
Sin embargo, esta
desconvocatoria no significa en ningún caso que la lucha se haya apagado. Los
trabajadores del puerto no están dispuestos a ceder ante el gobierno y la patronal.
Como muchos de ellos han
explicado, no tienen ninguna confianza en que esas negociaciones terminen en un
acuerdo satisfactorio y mucho menos confían en el papel de PSOE y Ciudadanos
como aliados en el conflicto. El gobierno ya ha reiterado que no se va a mover
ni una coma de este decreto y que las condiciones laborales de los trabajadores
se deben negociar en los convenios colectivos empresa por empresa. ¡Toda una
declaración de guerra a los trabajadores!
La moral entre los
trabajadores es muy alta y la disposición a la lucha es total.
La lucha, el único camino
Los estibadores, que ya han
demostrado su determinación y que tienen una larga tradición de protagonizar
luchas duras y largas en el tiempo, se enfrentarán a una enorme campaña de
desprestigio y calumnias que sólo podrán contrarrestar, pasando a la ofensiva.
Será imprescindible sacar
la lucha hacia afuera y ganar el apoyo entre el resto de la clase trabajadora,
con una campaña de difusión del conflicto inundando de panfletos los barrios,
polígonos, centros de enseñanza, mercados, etc… haciendo llamamientos a otros
comités de empresa de todos los sectores para que se solidaricen con la lucha,
porque tal y como explican los propios estibadores, este ataque no es sólo a
ellos, es un ataque al conjunto de la clase trabajadora. Todos los trabajadores
debemos apoyar esta lucha por la defensa de los derechos conquistados y
participar con ellos además, con el objetivo de recuperar los que al resto se
nos ha arrebatado. Sólo así los trabajadores, podremos hacer frente a los
ataques y pasar a la ofensiva.
¡LA LUCHA SIGUE, LA LUCHA
SIRVE!
¡VIVA LA LUCHA DE LOS
ESTIBADORES!
¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE
OBRERA!
Fernando Setién:
(ENTREVISTA A
VARIOS ESTIBADORES:
"Lo que voy a
decir parece una chulería, pero no lo es. A nosotros nos tendrán que matar para
echarnos del puerto. Hace 30 años nadie quería ser estibador y ahora dicen que
tenemos muchos privilegios. Pero ninguno se acuerda de la peligrosidad, de la
nocturnidad, de la disponibilidad continua, de los barcos ruinosos que tenemos
que cargar o descargar en medio del temporal o a 40 grados de temperatura; del
accidente que mató a Manolo Gallego o de la grúa que se llevó por delante la
pierna del pobre Dani. La gente llama privilegios a lo que nosotros llamamos
lucha. Que se olvide el Gobierno de intentar convertir la estiba en otro
trabajo basura. Escríbalo con letras grandes: no daremos un paso atrás".
(…) (Declaraciones de José Fernández,
“El Negro”, a El País 12-2-17). Los estibadores están en guerra. Los 6.000 de
toda España —1.800 en Algeciras— esperan una señal del secretario general de la
Coordinadora Estatal de los Trabajadores del Mar (CETM), para utilizar su
inmenso poder de paralizar las exportaciones e importaciones y frenar la
reforma.(…)
Daniel
Heredia no quería ser estibador. Demasiados años escuchando hablar a su padre
de compañeros muertos y de graves accidentes en los muelles. (…) "Hablan de
privilegios, pero espero que nadie sienta lo que tuvo que sentir mi padre
cuando lo llamaron para decirle que yo acababa de tener un accidente y que
estaba muy grave". Los traumatismos
y lesiones en espalda y extremidades son comunes, pero no solo. Durante 2016,
en España murieron cuatro estibadores mientras trabajaban y, de los 1.800
estibadores de Algeciras, 489 (un 27% del total) sufrieron accidentes que
provocaron 11.100 jornadas de trabajo perdidas. Los peor parados fueron los
encargados de fijar la carga en los buques. Sufrieron 197 accidentes. (…)
Explica José Fernández,
"si el problema fuese que en España no hay trabajo de estibador, todos lo
entenderíamos y nos iríamos al paro con la cabeza agachada. Pero la situación
es justo la contraria. Cada día hay más trabajo, gracias a que hemos convertido
este puerto en algo muy rentable. Y lo que quiere el ministro y quién sabe qué
oscuros intereses es que el trabajo lo hagan los chinos y filipinos que vienen
en los barcos y a los que pagan un plato de arroz y poco más". (…)
Miguel Ángel Mejías dice: "Esto era un trabajo que antes nadie
quería, pero ha ido mejorando y empezamos a especializarnos. Trabajamos con
maquinaria pesada y peligrosa, eso condiciona nuestro salario. Es importante
tener en cuenta que lo que se nos paga está bajo convenio, pactado con la
empresa. Nosotros no le hemos puesto una pistola en la cabeza a la patronal
para tener estos sueldos. Lo que hemos ido ganando no nos lo pueden quitar de
golpe. Me siento bien pagado si miro a la gente de la calle, pero si busco un
equilibrio entre el salario y la calidad de vida te diría que no. Nos critican
porque nos compramos un buen coche, pero, si yo tengo este trabajo tan duro y
gano mi dinero dignamente, ¿por qué me tengo que esconder?" (…) Andrés
Tovar no se esconde: "Aquí hay gente que entra por familia y gente que no.
Mi abuelo y mi padre se dedicaban a esto. Yo trabajaba en otra empresa y,
finalmente, acabé aquí. Se nos critica por el acceso, pero no somos ni mucho
menos el único colectivo donde los puestos van de padres a hijos. Además,
también aquí hay políticos que han metido a sus hijos". (…)
“José Heredia y su hijo
Daniel: El padre, un estibador ya
jubilado, habla de los tiempos tan duros de los sacos de harina y de carbón,
del cemento a granel, de los fardos de corcho y de las toneladas de caolín.
También del "salario ridículo" que, los días de suerte, el patrón
completaba con un cartucho de pescado. A su lado está Daniel, su hijo, quien no quería seguir la senda del padre
—"lo vi sufrir mucho"— pero a última hora cambió la promesa de un
trabajo en Inglaterra y decidió probar suerte. Tres años después, una grúa le
arrancó una pierna y aún sigue luchando por no perder la otra. Está aquí para
pedir que el colectivo siga adelante: "No podemos permitir que el Gobierno
convierta esto en otro trabajo basura. Tengo amigas que trabajan de camareras
de piso en un hotel y cobran dos euros por habitación y cuando sufren una baja
o se quedan embarazadas son despedidas sin ayuda ninguna. El Gobierno quiere
que la miseria sea algo normal en nuestras vidas y eso no hay que permitirlo.
Me llama la atención que el Gobierno siga diciendo que tiene que hacer la
reforma porque lo manda Europa y que ellos no pueden hacer nada. Si esto es así
y está legislando Europa, ¿para qué queremos un Gobierno? (…)
(Extracto de la entrevista a los estibadores para El País 12-2-17, de Pablo Ordaz y
Jesús A. Cañas)
Es de una irresponsabilidad enorme y una total insensatez que el PSOE no apoye la aprobación del RD. La NO aprobación de la reforma de la estiba va a suponer una sangría económica para todos los españoles. Es de sentido común, es de responsabilidad política. O es que ustedes se van a hacer cargo de pagar los 134000 euros diarios a los ya acumulados 21 millones de euros? Si es así, cuenten con mi beneplácito, de lo contrario, aprueben el real decreto YA!
ResponderEliminarMenos mal que hasta ellos mismos reconocen el enchufismo" Aquí hay gente que entra por familia.." El 99% le ha faltado decir.. En fin... Dice que se les "critica por el sueldo.." Mira, sin entrar en debate sobre si ganan mucho o poco, hay muchas otras cosas que el sueldo criticables. No vamos de liberales? Pues desde cuando un partido politico que se siente liberal apoya una estiba con un sistema arcaico y monopolístico!
ResponderEliminarCon todo mi respeto, no comparto en absoluto la opinión de este artículo. Me considero social-demócrata, y orgulloso de formar parte de sus votantes, pero va en contra de mis principios (y creo que de cualquier trabajador que se precie) defender esta causa. No puedo estar más en desacuerdo y somos muchos muchísimos (me atrevería a decir que la mayor parte de la opinión publica y no tan pública) los que opinamos igual. Las sentencias están para cumplirlas y ya era hora que esta tuviera lugar. Fuera monopolios. Liberal democracia
ResponderEliminarVergüenza que votéis en contra del Decreto. Mi voto ya lo habéis perdido, el mio y el de mucha gente, pero preferís asegurar el voto de los estibadores, pues adelante y suerte. Se me ha caido un mito.
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