ENMIENDA DE
ADICIÓN APROBADA POR MAYORÍA ABSOLUTA EN
LA ASAMBLEA PROVINCIAL DE MÁLAGA DE LA CORRIENTE I.S.PSOE CELEBRADA EL DÍA 13-2-15.
Fue debatida
y aprobada junto a la Ponencia Marco de IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA, para la III
Conferencia a celebrar en Montilla (Córdoba) el 28 de Febrero próximo. (Añadir al final del texto del documento
fusionado).
“(…)
Este programa descrito a favor del
pueblo y de las familias trabajadoras, es evidente que no lo van a aplicar los
empresarios y la burguesía por las buenas. Solamente con la lucha, la organización y la
movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas. Para que sean efectivas y llevadas a la
práctica es preciso constituir un
gobierno de los trabajadores, que después de ganar las elecciones debiera estar
formado por una Coalición del mayor número de partidos de izquierdas que junto
a las organizaciones sociales, responda
de verdad a satisfacer las necesidades
de las bases sociales, con alianzas y en colaboración plena de las organizaciones
sindicales, asociaciones progresistas, los autónomos, las cooperativas, la economía social, de consumidores y usuarios, de la ciencia, la cultura y el progreso.
Para
ello es preciso un reagrupamiento de toda la izquierda, que movilice
a los ciudadanos, que organice las asambleas de barrios, al sindicalismo de
clase, a la juventud, al feminismo, al
ecologismo y otras fuerzas progresistas a las que les pedimos que participen,
apoyen y exijan la aplicación y la gestión de este plan de acción. Un
movimiento que haga realidad la exigencia de una democracia limpia y verdadera,
que combata y sea implacable contra la corrupción, la especulación y los
despilfarros, que confluya con las fuerzas que se vienen movilizando a través de una acción sostenida de masas que
abra el camino del cambio del modelo social,
porque la derecha nos ha llevado a la catástrofe y hará todo lo posible
por no perder sus privilegios.
Para
ganar a la mayoría de la juventud, clase
trabajadora y clases populares, debemos
explicar, defender y desarrollar este programa auténticamente socialista, a esas organizaciones sociales en su conjunto,
debemos confluir para unificar las luchas
y reivindicaciones, combatiendo a la derecha reaccionaria, como vienen
haciendo insistentemente los
trabajadores, consumidores, movimientos vecinales, mareas y otros colectivos en
lucha.
Es preciso
hacer un esfuerzo por caminar hacia la unidad del movimiento de los
trabajadores y las capas populares por
la defensa de un programa de acción que
recoja nuestras reivindicaciones políticas enumeradas anteriormente,
manteniendo plena libertad cada organización y colectivo para defender de una
forma seria y compañera, cada planteamiento y propuesta que se someta a la
consideración de las bases con el fin de que las decisiones se tomen
democráticamente.
Los
militantes de la izquierda debemos seguir desarrollando un trabajo sistemático,
de concienciación y encuadramiento, para dar a conocer nuestro programa entre
la mayoría de la ciudadanía, principalmente en el seno de las organizaciones
sindicales y en defensa de unas propuestas sociales para un sindicalismo combativo,
democrático y de clase. Mientras que
tengamos el derecho a opinar y quejarnos pero sean otros, como los banqueros y
empresas multinacionales los que decidan en contra de nuestros intereses, nunca
podremos avanzar hacia una auténtica democracia ni podremos dar los pasos que
hemos trazado anteriormente hacia la superación del capitalismo.
Por
ello debemos entender que bajo la aparente “democracia burguesa del capital” se
encuentra la “dictadura financiera”, que
debemos superar mediante una democracia verdadera, una democracia socialista,
que no puede basarse en la burocracia actual, sino en el control y gestión
directa y democrática de la mayoría de la población en las tareas de la
administración de las finanzas públicas, en todos los aspectos, no solo de la
economía, sino de la cultura, la ciencia y de toda la sociedad.
Necesitamos
una democracia de los trabajadores basada en la participación activa y el
control social, donde cualquier representante político o funcionario pueda ser elegido
y revocado en un plano de igualdad y que los salarios sean controlados por las
propias bases, donde las tareas de gestión y administración no estén confiadas
solo a especialistas separados del pueblo, sino que sean ejercidas y controladas
democráticamente por el conjunto de la
población.
Con
la participación activa y democrática de la mayoría de la ciudadanía en la
lucha por el programa que hemos desarrollado, estaríamos en condiciones de
avanzar hacia la construcción de un nuevo modelo de sociedad, verdaderamente
democrática. Para ello necesitamos
dotar al Estado de una Banca Pública, nacionalizando el sector financiero, los
latifundios ociosos y los monopolios, renacionalizando las grandes empresas que
fueron privatizadas, con indemnización a los pequeños accionistas y ahorradores
en caso de necesidad comprobada. De esta forma se pondrían las principales
palancas de la economía y los recursos productivos bajo el control democrático
de la población en su conjunto al servicio de la producción para crear puestos
de trabajo y para luchar contra los despilfarros, la corrupción y los saqueos
de las cuentas, eliminando el secreto bancario.
Con
este nuevo modelo provisto de recursos, se
podría planificar científica y democráticamente la producción poniendo la
economía al servicio de la sociedad y avanzar en el cumplimiento del programa
socialista avanzado que hemos presentado, en caso de que, una vez ganada democráticamente la
batalla contra la reacción y siendo mayoritarias las fuerzas vencedoras en las
urnas, quieran ser boicoteadas e impedidas por los poderes fácticos, las propuestas
y programas planteados por el gobierno de las fuerzas organizadas de la izquierda.
Como
representantes legítimos de la clase trabajadoras y nuestras familias el nuevo
gobierno de las izquierdas debe llamar a la participación del pueblo en una
lucha pacífica pero permanente, pues tendríamos
la legitimidad y la necesidad de participar y gestionar conscientemente todas las decisiones políticas, económicas,
sociales y culturales de una sociedad basada en la ética, poniendo al ser
humano en el fundamento de la economía y las fuerzas productivas al servicio de
la humanidad.
Con
la participación activa y democrática del pueblo en las tareas de la
administración del Estado demostraremos que, verdaderamente, SI existe una
alternativa válida y realizable para el cambio, conjuntando los medios humanos y materiales
necesarios para ser utilizados en el desarrollo de la creatividad maravillosa de la que somos
capaces los seres humanos, “cambiando el modelo de producción para satisfacer
las necesidades humanas, y no para el lucro privado de una minoría de banqueros
que no ha sido elegida por nadie”. Esa
alternativa será posible con democracia participativa, libertad y socialismo”.
NOTA:
Más
Información en
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario