Índice:
INTRODUCCIÓN.
CONTEXTO
INTERNACIONAL:
El cambio global y las perspectivas de
futuro.
EUROPA
Y ESPAÑA:
Cambiar
el actual rumbo de la UE:
Propuestas políticas.
Propuestas económicas.
Propuestas sociales,
Un
nuevo impulso regenerador de España:
1.-
Más política económica y laboral:
La
política económica.
Modelo de relaciones laborales.
Construir un sistema de políticas de empleo eficiente.
Un nuevo modelo productivo más eficiente y
sostenible.
2.-
Reformar la fiscalidad
3.-
Construir un potente sistema de servicios y prestaciones público.
4.-
Reforzar la democracia, los derechos y la participación de la ciudadanía.
5.-
Abrirse a la Sociedad:
Transparencia.
6.-
Gobierno abierto y comunicación.
7.-
Hacia la III República.
8.-
La cuestión territorial.
9.-
Memoria.
10.-
Laicismo.
11.-
Nueva Ley electoral.
12.-
Revisar la posición sobre el Sahara.
UN NUEVO CONTRATO SOCIAL
PARA ESPAÑA:
1.- Otra fiscalidad.
2.- Renta Básica.
3.- Política migratoria.
4.- Vivienda.
5.- Sanidad.
6.- Educación. Ciencia. Cultura
7.- Justicia
8.- Pensiones.
9.- IV Pilar: Dependencia y bienestar.
10.- Negociación colectiva y diálogo social.
11.- Gobernanza económica para el crecimiento y
el empleo sostenible.
12.- Justicia económica y social.
13.- Cambio climático, ecología y medio
ambiente.
14.- Feminismo es socialismo.
-
REFORMAS PARA UN PSOE ABIERTO A LA
PARTICIPACIÓN CIUDADANA, A LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA MILITANCIA Y AL
DEBATE POLÍTICO
INTRODUCCIÓN
La crisis del sistema
capitalista, la descomposición de las bases materiales sobre las que se
cimentaban la estabilidad capitalista y el cuestionamiento de las instituciones
democráticas a su servicio siguen en aumento. La experiencia de una política
antisocial marcada por los mercados ha puesto de manifiesto la debilidad de la
socialdemocracia y de la propia izquierda en el conjunto de la UE y muy
particularmente en España, donde nos encontramos en un momento crucial para
decidir el cambio de rumbo de la intensa
crisis económica, política e institucional que padecemos y, de los casi cuatro
“largos” años de sufrimiento de una agenda de políticas de austeridad extrema
emanada desde ámbitos internacionales, pero aplicada con indulgencia por los
gobiernos del PP en todo el territorio del Estado.
Los problemas que pesan hoy
sobre la sociedad española están interrelacionados entre si y con la crisis han
aflorado dando como resultado, , un devastador impacto sobre la ciudadanía, sus
derechos sociales y laborales y sobre el modelo de Estado de Bienestar
conquistado, lo que ha generado un enorme desafecto hacia la política, las
instituciones y hasta el propio modelo de Estado produciendo una verdadera
regresión de la calidad de vida y en las libertades que son inasumibles e
inadmisibles, que convierten a España en el país de la UE que lidera la
desigualdad económica y que observa como el deterioro laboral y social se sigue
produciendo, asociado a fenómenos como el aumento de la precariedad laboral, la
emigración forzosa, los desahucios, la exclusión financiera o el apagón
energético de muchas familias, o como la pobreza infantil cobra fuerza al haber
mermado las principales redes de solidaridad social y mecanismos públicos de
transferencias de rentas. y, que hemos
de ser capaces de articular desde las bases de ciudadanía y de las clases
trabajadoras, sin cuyo concurso no pueden asentarse las instituciones políticas
y democráticas.
IS-PSOE Andalucía reprueba y
condena las políticas neoliberales en general y muy particularmente las
aplicadas bajo la excusa de la crisis capitalista, que lamentablemente
iniciaron su desarrollo bajo gobierno del PSOE de J.L.R. Zapatero porque
conducen al empobrecimiento y a un continuo sufrimiento de la mayoría de la
ciudadanía y que han erosionado fuertemente el apoyo tradicional al PSOE, algo
que no podemos aceptar y que hay que
cambiar desde las vertientes: social, vertebrando una sociedad democrática,
libre y crítica desde el socialismo como instrumento cívico y de transformación
teniendo en cuenta que el poder del socialismo no puede venir de la benevolencia
de las élites económicas y estamentales, ya que sólo el fortalecimiento de la
soberanía popular legitima
el poder político de los
socialistas y lo sostiene. Económica, democratizando la economía
progresivamente hacia la justicia social y Ejemplificadora, dotando a toda la
acción política socialista de los ideales éticos, moral y de total
transparencia. Por lo que se hace necesario, una profunda revisión estratégica
e ideológica de nuestro Partido que combatan las políticas regresivas, que
recupere los derechos perdidos derivados de la crisis, que estructure un Plan
de Reformas que garantice una amplia carta de derechos esenciales para la
autonomía económica y la dignidad humana y sitúen a España en la senda del
progreso y del desarrollo socioeconómico.
Construir una sociedad más
democrática, participativa, honesta, justa e igualitaria, un sistema económico
más eficiente y sostenible y una acción política impregnada de la ética como
principio y de la transparencia como buen gobierno deben ser las prioridades en
la acción política futura del PSOE, cuyo objetivo será lograr una sociedad
avanzada con menos diferencias y desigualdades sociales, donde la pobreza no
tenga cabida gracias al reconocimiento de derechos de ciudadanía que atiendan a
las situaciones de necesidad perentorias de todo ser humano, y donde no tenga
lugar privilegio alguno en el acceso a los recursos sociales de todo tipo y
nadie sufra discriminación por cualquier circunstancia que informe su condición
personal.
Somos conscientes de que la
puesta en práctica del cambio necesario se enfrenta en el corto plazo con
importantes y variadas dificultades, como la desmoralización que se ha
instalado entre buena parte de la sociedad; la ausencia en el sistema
productivo de actividades motoras relevantes para impulsar la actividad
económica y la creación de empleo, una vez derrumbado el modelo basado en la
burbuja especulativa de la construcción; la primacía política en Europa de
partidos conservadores; la exultante influencia de las élites económicas y
financieras sin pudor alguno que atempere la dimensión de su poder; o el
descrédito de las principales instituciones democráticas y del Estado. Pero sin
embargo, aprovechar la sinergia del cambio de tendencia política que parece
atisbarse en Europa y España debe ser un revulsivo para que el PSOE, desde una
agenda programática alternativa de progreso y de izquierdas, que establezca y
contenga las propuestas concretas, se convierta en el verdadero motor del
cambio en España y la UE.
La agenda alternativa
socialista debe ser la base fundamental sobre la que construir un nuevo y
amplio consenso social y político con el que podamos defender los intereses de
nuestro país, una estrategia global, con reformas y actuaciones ineludibles en
todos los ámbitos: económico y productivo, público e institucional o político
que abandone la sensación de una amplia capa social de encontrarnos ante un
Estado fallido que solo puede componer una sociedad también fallida, incapaz de
sobreponerse ala decadencia que le es impuesta y para ello, el PSOE debe
comenzar por reconocer que se encuentra en un delicado momento de credibilidad,
afecto social y de reconocimiento de sus bases y militancia, por lo que
conviene reflexionar, aprender del pasado y orientar bien los pasos a
seguir, ya que la historia
nos enseña que los procesos sociales en los que se abraza al adversario en
lugar de combatirlo y el distanciamiento
con su base social nos llevan al fracaso.
No podemos permitirnos
nuevos y viejos errores. El PSOE es un partido socialista y democrático e
históricamente de obreros para la clase trabajadora y para el pueblo, es y debe
seguir siendo un partido de cambio, de transformación social, que abandone la
deriva socio-liberal hacia una izquierda sociedad socialista democrática y
participativa atacando con honradez y firmeza ética la corrupción, en la que
desaparezca la explotación de la minoría sobre la mayoría, la diferencia entre
clases y muestre capacidad de reorganizar la unidad de acción de la ciudadanía
para que deje de ser una utopía inalcanzable la dicotomía : “cada uno según su
capacidad, por cada uno según sus necesidad.”
La construcción de una nueva
sociedad y de un nuevo individuo que niegan la representación democrática
tradicional, no sin razón, deben ser argumentos suficientes para el rearme
ideológico y político del PSOE y del socialismo democrático. Reconocer esa
nueva conciencia social es acercarse a la realidad que no debe ser anulada por
el peso de la gestión cotidiana de las instituciones sino todo lo contrario,
debe fortalecerse y servir de estímulo para un enriquecimiento mutuo. La
estructura y organización socialista no
deben burocratizarse bajo el peso de unos aparatos internos que aíslan al
Partido de la sociedad, en lugar de facilitar la simbiosis perfecta entre
nuestra organización y su base social de apoyo.
Estamos a tiempo y es el
deber de todo socialista democrático, contribuir y exigir la regeneración
política y democrática del Partido, del socialismo y de las Instituciones. La
ciudadanía nos lo demanda para darnos su apoyo y confianza, y nosotros lo
exigimos para impedir el aletargamiento del Partido y propiciar su dinamización
y el pleno cumplimiento de sus fines.
A este objetivo estamos en
IS-PSOE y llamamos a todas las
socialistas y a todos los socialistas estén dentro o fuera del Partido, para
que nos acompañen en el propósito de contribuir en lo que podamos para que la
libertad, la justicia, la igualdad de oportunidades, la paz y la fraternidad se
instalen en nuestro país bajo los principios de la justicia social, de
republicanismo y de laicismo.
CONTEXTO
INTERNACIONAL.
El
cambio global y las perspectivas del futuro
La idea del socialismo se ha
arraigado en la imaginación colectiva de personas de todo el mundo, ha
impulsado con éxito movimientos políticos, ha mejorado decisivamente las vidas
de las clases trabajadoras y ha contribuido a configurar el siglo XX. Sin
embargo, la justificada satisfacción ante los logros alcanzados no debe
impedirnos reconocer con claridad los déficits, peligros y problemas del
presente y del futuro.
En los meses anteriores a la
crisis financiera que estalló en EEUU en
el verano de 2007, el PIB mundial, en números redondos, estaba en torno a los
60 Billones de dólares. La capitalización
bursátil oscilaba alrededor de los 500 Billones de dólares. Con el colapso del
sistema financiero, la clase dominante puso en marcha los planes de salvamento
para trasvasar las pérdidas privadas bancarias a las clases trabajadoras,
utilizando al sector público para el rescate del derrumbe bursátil y bancario
del sistema financiero internacional que se había desplomado.
La realidad nos viene a
demostrar que la estrategia de rescate bursátil y financiero, ha supuesto
“socializar la deuda para seguir privatizando los beneficios”. La inyección de
billones de dólares en los primeros años de la crisis han tenido resultados
contrarios a los esperados, pues en vez resolverla el mundo sigue caminando
hacia una nueva recesión que puede arrasar al sistema a una terrible depresión.
El estrepitoso fracaso de
las políticas ultra-liberales dictadas por Milton Friedman, han supuesto una
estrepitosa derrota del modelo capitalista que han impuesto. Y, en la búsqueda
de soluciones que los justifiquen, ponen en marcha un plan global donde queda anulada
la “democracia burguesa” e instalan por la fuerza del poder del dinero, una
“dictadura financiera” como vamos a demostrar a continuación.
Todos los ministros de
economía de los últimos presidentes de EEUU durante más de cuarenta años, eran
miembros del clan dedicado a la especulación financiera con conexiones con el
complejo militar industrial. Ese clan
decide y ordena desde sus despachos ocultos, como el Club Bildelberg y la
Trilateral, a quién financiar para hacer
llegar a Presidente de los EEUU y luego exigen contrapartidas colocando a sus
“mercenarios financieros” en los puestos claves para controlar en su provecho
la economía mundial, quitando y poniendo gobiernos a su conveniencia.
Los siete secretarios del
Tesoro de EEUU, en los cuarenta años últimos, procedían de ese clan, entre
ellos Henry Paulson y Fischer Black.
Hasta que les estalló la crisis, esas maniobras la consiguieron ocultar,
pero recientemente ya se han quitado la careta de “demócratas burgueses” y
aparecen con el claro rostro de “dictadores financieros”, como podemos
comprobar examinando sus comportamientos en Europa, donde imponen su
hoja de ruta a través de la
Canciller Merkel y el Banco Central Europeo, sucursales europeos del Fondo Monetario Internacional y la Banca Mundial.
Basta recordar lo que
ocurrió en Grecia, cuando el antiguo Primer Ministro Papandreu, ante las
dificultades de la crisis y el chantaje del poder financiero que le exigía
reformas contra las clases trabajadoras propuso realizar un referéndum para que
el pueblo decidiera si asumían, o no, las exigencias de pagar la deuda
contraída principalmente por la banca. Inmediatamente Merkel y Sarcozy, por
indicación y a través de la Troika, se opusieron rotundamente, organizando un golpe de Estado financiero,
relevando a Papandreu y colocando a Lukas Papaditos, especulador financiero a
las órdenes de Goldman Sachs, como primer ministro y sin pasar por las urnas.
Goldman Sachs, el principal
grupo de banca financiera del mundo que en 2006, año anterior a la crisis,
declara unos beneficios de 54.000 millones de dólares y tenía 26.500 agentes
especuladores por todo el mundo. Esa maniobra dictatorial terminó por llevar a
las clases trabajadoras griegas a la completa ruina. A los pocos días se produjo otro “golpe de
estado financiero”, esta vez en Italia, quitando al neofascista Berlusconi e
instalando por la fuerza del “dólar” a Mario Monti, que igualmente había estado
trabajando como agente especulador al servicio de Goldman Sachs.
A las pocas semanas, dimitió
un importante responsable del F.M.I., así como un alto cargo de dirección de la
Banca Goldman Sachs declarando este último que,
“me marcho; no resisto la continuidad de estafas, de negocios sucios, de
malas informaciones, de especulaciones anómalas, que este grupo bancario lleva
adelante constantemente”.
También hay que tener en
consideración a Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, del que
decía una crónica que “debe ser un personaje altamente peligroso, dado que
cuando visitó Barcelona, la Generalitat le puso 8.000 mossos d’ escuadra a
vigilarle, quizás para que este hombre no cometiera ninguna tropelía”. La
función principal de Draghi entonces era la de agente especulativo al servicio de
la Banca Goldman Sachs, otra rara coincidencia.
Todas estas coincidencias y
constancias y otras muchas por relatar, ponen de manifiesto que estamos ante
una organización con ideología e intereses económicos de una clase concreta que
impone un orden financiero mundial y altera el normal funcionamiento de la
economía y del propio modelo liberal que dicen defender, para atacar los
derechos sociales y laborales de las clases trabajadoras, subvertir la
democracia de los Estados para poner en valor una hoja de ruta que saquea a las
capas medias de la sociedad, explota a las clase trabajadoras y reducen el
Estado del Bienestar, mostrando con ello su desprecio hacia el desarrollo de
una vida digna y la expresión libre de la democracia ciudadana porque, su único
objetivo es un lucro avaricioso y egoísta aunque sea a costa de la salud, la
educación, y el bienestar de los pueblos.
La crisis sin embargo, no ha
sido óbvice para el impresionante avance y despliegue del militarismo y la mal
llamada seguridad como derecho fundamental, para la lucha contra el terrorismo.
La amenaza bélica y el chantaje de las grandes potencias contra los paises más
débiles y la irrupción programada del radicalismo religioso, provocan que la
vida de millones de personas carezca de valor, solo para seguir generando
beneficios de los grandes monopolios.
Las guerras se hacen
permanentes como en Irak, o amenazan la estabilidad en la Unión Europea por la
pugna inter-imperialista en Ucrania, la
gravedad de la situación con el surgimiento del Estado Islámico, o incluso el
conflicto latente de Oriente Medio,
donde el gobierno sionista de Israel, con el inestimable apoyo de USA,
sigue hostigando y oprimiendo al pueblo palestino y representa la expresión
cruel de la cara asesina de un sistema que antepone el lucro privado a los
Derechos Humanos y al bienestar de la humanidad.
La conocida como primavera árabe que se inició con
levantamientos de protesta social pacífica en Túnez, pronto se propagaron a Egipto donde las
huelga obreras y la lucha decidida de la juventud desempleada fueron la
puntilla para el derrocamiento del dictador Mubarak. La lucha de masas se
propagó por toda la zona, pasando a Libia y demás países y luego vimos el
horror en Siria con una matanza terrible,
donde los dictadores se resisten y se producen masacres contra sus
pueblos víctimas también de la injerencia militar de las potencias
imperialistas occidentales.
Todas esas luchas expresan
un aliento de desesperación que se concretan en revoluciones pacíficas con un
alto precio humano por la represión de las tiranías gobernantes, mantenidas y
apoyadas por las potencias occidentales tras la máscara del supuesto “orden
mundial”, pero que en realidad no hacen más que saquear las riquezas de los
pueblos.
IS-PSOE ha reivindicado
históricamente y reivindica una acción conjunta del socialismo democrática
internacional como la única opción capaz de afrontar los problemas de las
clases trabajadoras y del conjunto de la ciudadanía y observa con preocupación,
que lejos de alcanzar la internacionalización de los objetivos nos enfrentamos
a la unificación del capitalismo social, económico y político en un solo cuerpo
internacional. La salida de la barbarie global a la que nos está llevando el
actual sistema de intereses comerciales, no puede ser otra que desde un
proyecto internacional socialista, uniendo a las clases trabajadoras y a todas
las capas sociales por encima de cualquier diferencia de origen, raza o
religión.
Los cambios económicos,
tecnológicos, políticos y sociales que vivimos en un modelo de globalización
económica sin contrapunto social, no solo representa una verdadera
transformación de nuestro mundo, sino una amenaza para la construcción social
que los
socialistas hemos sido
capaces de generar, máxime cuando la dirección política global la ejerce el
neoliberalismo al servicio de una minoritaria élite capitalista.
La respuesta socialista no
puede ser abrazar el pacto con las élites económicas para minimizar las
consecuencias de su acción, sino que
debe ser terminante. Corresponde al pueblo en todo el mundo ejercer dicho
control, mediante una democracia más avanzada en todas las esferas de la vida:
la política, la social y la económica. La democracia política es para los
socialistas el marco indispensable y la condición previa para la ampliación de
los derechos y de las libertades en los demás ámbitos de la sociedad.
Una actitud socialista
alejada de la conciencia transformadora de los modelos de desarrollo, han
precipitado tratados y acuerdos comerciales que eliminan barreras al libre
comercio, es decir, a las garantías de los beneficios económicos de las grandes
empresas multinacionales, para lo que los Estados miembros de los Tratados
asumen cambios legislativos que perjudican en primer término, a su propio
tejido empresarial y con carácter general, al conjunto de la ciudadanía y de
las clases trabajadoras al transferir soberanía y democracia a los mercados.
En la actualidad está en
proceso de negociación el Tratado de Libre Comercio e Inversión entre EE. UU. y
la UE (TTIP) que negocian desde hace dos años en una opacidad casi absoluta,
hasta el punto de que el negociador principal de la parte europea reconoció en
una carta pública que todos los documentos relacionados con las negociaciones
estarían cerrados al público durante al menos treinta años. Concretamente
aseguró que esta negociación sería una excepción a la Regla 1049/2001 que
establece que todos los documentos de las instituciones europeas han de ser
públicos, y ante lo escasamente publicado - que pretenden eliminar las barreras
reguladoras que limitan los beneficios potenciales de las multinacionales a
ambos lados del Atlántico – “lo que ya es temible”, a “Izquierda Socialista” no
solo le inquieta la opacidad y sigilo con que se están llevando a cabo las
negociaciones del Tratado, máxime cuando el 92% de las reuniones mantenidas se
están llevando a cabo con lobbys que representan los intereses de las
multinacionales dejando al margen a los Parlamentos Nacionales, quienes no
participan en la negociación ni en el debate sobre la idoneidad del mismo, sino
que de llegar a cumplirse, las multinacionales tendrían derecho a cuestionar
las decisiones que tomen Estados Soberanos y a ser indemnizadas cuando éstas
les perjudiquen.
El TTIP significaría una
gran pérdida de derechos laborales, sociales y políticos conseguidos en Europa
y habrá consecuencias en todos los ámbitos que afectan la vida cotidiana de
cualquier individuo o sociedad y muy particularmente en España como Estado
periférico. Especialmente, significará una pérdida de soberanía y de poder de
decisión de cualquier gobierno ante las grandes empresas transnacionales
europeas y de los Estados Unidos. La aprobación de este tratado, prevé la creación
de un mecanismo de arbitraje de diferencias inversor-sido (ISDS) de carácter privado
y que será el encargado de solucionar
conflictos jurídicos entre
las empresas inversoras y los Estados. Es decir, las grandes multinacionales
podrían denunciar a los gobiernos de los
Estados en estos tribunales de arbitraje porque una ley concreta que han
aprobado perjudica los beneficios actuales o futuros de la empresa. Esto,
obligaría a los Estados a pagar indemnizaciones compensatorias de centenares de
millones de dólares. A partir de ahí, la soberanía democrática quedará vacía y
sometida a los poderes económicos.
Con el TTIP, las empresas
multinacionales ganan cada vez más poder en detrimento de la ciudadanía y de
los Estados. Ya no se trata sólo del poder judicial que obtendrían, sino
también de la enorme influencia en el ámbito legislativo. Gracias al mecanismo
del ISDS, los Estados se lo pensarán dos veces a la hora de aprobar leyes que
se enfrenten a los poderes de las grandes empresas, por miedo a tener que pagar
sumas multimillonarias. El TTIP es el culmen de la estrategia que se está imponiendo
desde el poder económico y político, cierra el ciclo neoliberal y, está ganando
la batalla del discurso y de las ideas al interiorizarse conceptos como
“crecimiento, austeridad, gobernanza en
vez del gobierno, etc.” pretendiendo otorgar un rol pasivo como ciudadanía,
como sociedad y como Estado.
Pensamos que todos los
pueblos del planeta deben de participar en el proceso de cambiar las sociedades
y ofrecer esperanza, y reivindicamos la unidad Internacional Socialista para
hacer un llamamiento a los hombres y mujeres comprometidos en el mundo por la
paz, la justicia y el progreso sostenido para trabajar juntos de forma que esa
esperanza se haga realidad. Y por ello, reclamamos el derecho de los pueblos en
la toma de decisiones en los asuntos que cambiarán radicalmente los hábitos y
costumbres de vida, la libertad, el derecho público y la propia democracia que
se ha alcanzado y que el TTIP pone a su servicio,
El reto del cambio global,
“que ha posibilitado un importante crecimiento económico en los últimos veinte
años”, ha pasado de ser una oportunidad, a convertirse en el principal azote
para la humanidad. Ha supuesto para la gran mayoría de la población que la
renta disponible haya permanecido estancada, mientras que la riqueza se ha ido
concentrando en una facción del 1% de la población. La internacionalización de
la economía y el acceso generalizado a fuentes de información y nuevas
tecnologías, han caído en manos del poder económico sin que se hayan sometido a
un control democrático, incumpliendo los protocolos internacionales de pobreza,
medioambientales y bienestar.
Solo construyendo unas
estructuras democráticas adecuadas y un proyecto socialista global,
alcanzaremos los objetivos de un desarrollo humano en libertad, en igualdad, en
seguridad y en prosperidad en el marco de una sociedad mundial democrática, que
destierre el terror que inspira las tecnologías de la destrucción, la
desregulación del mercado laboral mundial, la desprotección de los más
vulnerables, la explotación irracional de los recursos naturales, la pobreza,
el hambre.
Hoy tanto como siempre,
reivindicar los principios que inspiraron el nacimiento de la Internacional
Socialista es de absoluta actualidad y urgencia, porque siendo cierto los
progresos reales alcanzados desde la Segunda Guerra Mundial, no lo es menos, la
permanencia de las viejas injusticias. Sigue habiendo violaciones de los
derechos humanos, discriminaciones por la raza y el sexo, y, para la mayoría de
las personas, la clase y la región en las que nacieron siguen determinando sus
oportunidades de vida. Y el riesgo a la regresión social, laboral y
democrática.
La irrupción a nivel mundial
de las economía emergentes, especialmente la China y el hecho de que "Estados Unidos esté en declive"
parece producir un cambio en las relaciones de poder a nivel global: hay un
desplazamiento del poder del pueblo trabajador de las distintas partes del
mundo hacia una enorme concentración de poder y riqueza, apreciándose una
división en dos bloques: la burguesía plutocrática, un grupo muy selecto con
enormes riquezas y que dirigen el consumo de los recursos, y el resto, la
enorme mayoría, la fuerza laboral que vive de manera precaria, entre la que se
incluye mil millones de personas que casi no alcanzan a sobrevivir.
Este modelo de desarrollo no
se debe a leyes de la naturaleza o a leyes económicas o a otras fuerzas
impersonales, sino al resultado de decisiones específicas dentro de estructuras
institucionales que los favorecen. Esto continuará, a no ser que estas
decisiones y planes se reviertan mediante la acción política, con compromisos
dedicados a programas que abarquen desde remedios factibles a corto plazo hasta
otras propuestas a más largo plazo que cuestionen la autoridad ilegítima y las
instituciones opresivas entre las que reside el poder. Es importante, por lo
tanto, acentuar que hay alternativas, sustentadas en la voluntad de hacer
política para el desarrollo equitativo de los recursos. (...)
NOTAS:
Mañana día 10 publicaremos la parte II: EUROPA
Y ESPAÑA.
Dia 11 publicaremos la parte III: LA POLÍTICA ECONÓMICA
Dia 12 publicaremos la parte IV: REFORZAR LA DEMOCRACIA, LOS DERECHOS Y LA PARTICIPACIÒN.
* La Asamblea de Málaga se celebrará el dia 13-2-15, a las 19 horas en Casa del Pueblo de Agrupación Carretera de Cádiz Sur, Avenida de Velázquez nº 8 MÁLAGA.
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