Todo
en la naturaleza tiene una causa y un efecto y a veces, el efecto se convierte
en causa y viceversa. Si analizamos los procesos, vemos que la naturaleza y la
sociedad funcionan de forma dialéctica. En
la actual época de degeneración senil del capitalismo, los procesos de
crecimiento anteriores a la crisis de 2007, vemos como se han convertido en su
contrario, en una recesión que nos han sumido en el paro, la miseria y la
desesperación que afectan a millones de trabajadores y familias.
El
aumento masivo de los parados y pobres, de desahuciados y marginados, de
decadencia generalizada, representa una
amenaza explosiva potencial para el propio orden burgués capitalista, cuyos
principales defensores han entrado en pánico y han perdido la confianza en el
“liberalismo” que, consecuente con su “dejar hacer”, “dejar pasar”, tiene la
maquinaria económica completamente paralizada porque ni hacen nada ni pasa nada,
ni invierten en el sector privado ni en el público.
Los
300.000 licenciados en paro, muchos de
ellos científicos altamente cualificados, junto con el resto de desempleados que llegan
ya a cerca de los 6 millones, están cada vez más insatisfechos con la
situación, no solo con el retroceso que representa el ataque a los presupuestos
dedicados a ciencia e investigación, sino que la abrumadora mayoría de la sociedad
está contra las políticas llevadas a cabo por el Gobierno del PP como estamos
comprobando con el voto de los pies tomando las calles día tras día.
La
ciencia y la investigación parecía que podrían mantenerla al margen del declive
general del capitalismo, pero no ha sido así y el gobierno del PP, haciendo
gala de su conservadurismo y su miopía más retrógrada, le ha metido también al I+D+i, un recorte brutal que representará retrotraer los
adelantos que se habían alcanzado en ese campo a un retrocedo de decenas de
años.
En
cuanto a la política económica, el PP mantiene la descabellada teoría de que
los bancos tienen demasiado "poco" dinero y los pobres tienen demasiado,
por lo que han optado por la injusta
decisión de robar a los pobres para
dárselo a los ricos.
Con
esa política miope, los liberales-conservadores,
como defensores del “mercado” no reconocen en éste sus contradicciones, su
irracionalidad y su colapso, que condena a
millones de personas al paro y la miseria. A pesar de la demagogia barata de los
liberales, salvadores de bancos con dinero público, la riqueza se concentra
cada vez en menos manos, produciendo un desequilibrio peligroso entre las
clases sociales.
Preciso
es comprender las razones por las que las cosas están como están. No basta con
padecer los problemas, sino que la política debe estar para solucionarlos, no para agravarlos, e incluso en última
instancia, si lo que no funciona es este modelo, debe estudiarse la posibilidad
de transformar la sociedad, tarea que recae fundamentalmente en la oposición de
izquierdas, porque el capitalismo será incapaz de darse él mismo una
alternativa válida para las masas.
El
problema estriba en la falta de credibilidad y confianza, no solo en la
política del PP, que es hasta cierto punto lógico, sino en esa misma falta de
confianza por parte de muchos trabajadores,
que se cuestionan si es necesario o no preocuparse de complicadas
cuestiones políticas, económicas, científicas, culturales y económicas.
La carga de la respuesta a ese problema debe venir de las Direcciones de
las organizaciones del movimiento obrero, es decir, desde las mismas
Izquierdas.
Los
errores y fraudes cometidos por la mayoría de los partidos del arco parlamentario son la causa de la despolitización y el
rechazo que causa en la ciudadanía la
“casta política”, que produce una animadversión ante el importante cometido que
debiera tener como ser humano, en participar “democráticamente” en la vida
política, pero en principio, es inevitable reconocer que los cauces para una
participación en el seno de las organizaciones están cegados. La urgencia del
cambio de la Semi-franquista Ley Electoral no tiene espera. Asimismo la corrupción y la falta de
“democracia interna” para poder corregir esas aberraciones y disfunciones, son las dos causas fundamentales del desapego,
por lo que muchos jóvenes y trabajadores dicen que no son “políticos”, que les
asquea la política. Los individuos que
dice no ser político carecen de un punto de vista elaborado y coherente pero
son los más proclives a reflejar las ideas y prejuicios de la clase dominante,
asumiendo, debido al proceso de “alienación mental” al que son sometidos por la
propaganda burguesa, la cultura e ideología de la clase dominante por regla
general.
Es inseparable del discurso la capacidad de
manejar pensamientos e ideas que interactúan los unos y los otros, porque todo
en este mundo, todo lo que relaciona a los ciudadanos los unos con los otros, todo es política, lo
relacionado con el trabajo tiene como base la política laboral, lo que se
relaciona con sanidad depende de la política sanitaria, la educación depende de
la política educativa, el mal o buen gobierno depende directamente de la
política que éste realice, de la buena elección o del modelo que lo
impide, el funcionamiento de la
oposición tiene asimismo una potente carga política. Etc.etc.
Desde
que los pueblos primitivos estaban en la barbarie, pasando por el esclavismo,
la sociedad feudal y el propio capitalismo, todo el proceso histórico recorrido
con avances y retrocesos en los modelos sociales que se han desarrollado, toda
la historia se ha hecho a través de la política, que es “economía concentrada”.
La ciencia resurgió triunfante en el
Renacimiento pero en los momentos actuales otra vez está sometida por la
Religión y la propia crisis económica, con sus modelos reaccionarios, empujan
hacia atrás incluso al mundo de la cultura, la investigación, la tecnología y la ciencia,
porque la lógica del capitalismo, de
obtener beneficios para unos pocos a costa del bienestar de la mayoría, se ha
convertido en un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas, junto con
la competencia entre las diversas burguesías o polos financieros.
Cada vez más
economistas llegan a la conclusión de que los avances científicos abrirían un
nuevo horizonte de desarrollo humano si eliminásemos la lógica capitalista y
aplicamos la lógica de los ideales socialistas,
de planificar científica y democráticamente las fuerzas productivas, hasta ahora creadas, para que actuasen en
beneficio de la mayoría del conjunto de la sociedad y no de ese 10 % que
atenaza y atesora el 90 % de las riquezas, frenando la producción y el reparto
justo de los bienes creados por el trabajo intelectual y manual.
Una
economía armoniosamente planificada y democrática, que combinase los recursos
financieros y el potencial industrial, comercial y de servicios, liberando la
economía para ponerla al servicio de los seres humanos, , abriría una
perspectiva de desarrollo más justa y humana, produciendo un salto en el
bienestar que es incluso incalculable.
Pero
ese salto histórico no puede ser producido con el mismo modelo y la misma
lógica que ha sido la causa de la crisis por lo que una política de clase correcta, desde el punto de
vista de los trabajadores, es la
fundamental premisa para que exista y se desarrolle la democracia partidaria
sana que permita la igualdad, que es una parte del cambio. Si eso no se produce
en un plazo relativamente corto, la
clase trabajadora está legitimada para buscar los cauces que el potencial de
lucha vaya produciendo y la responsabilidad de todo lo que ocurra recaerá de la
parte del inmovilismo de los que quieren poner puertas injustas al campo de la
lucha entre las clases.
Nuestra
corriente viene luchando desde el XXVIII Congreso por ofrecer una alternativa, tanto al
modelo capitalista como a la utopía de la Socialdemocracia en la que siguen teniendo confianza los
compañeros que defienden la corriente oficialista. Pero lo decimos claro y alto desde el
principio, que nuestro modelo, es el SOCIALISMO, porque el genuino socialismo es democrático por su propia naturaleza, o es un engaño o un sucedáneo, pero entonces
no es "genuino" porque le falta el control democrático y la
participación consciente de los trabajadores. Esos sucedáneos pertenecerán a una
de las dos variantes históricas que ambas han fracasado, como es el estalinismo
(que le faltaba democracia y le sobraba planificación) y la socialdemocracia (que le faltaba
planificación y le sobraba capitalismo).
El
socialismo verdadero no es en la actualidad una utopía, sino que se ha
convertido en una necesidad para la humanidad.
Pero por ello, nuestras principales tareas son, dotar al Partido de un
nuevo programa socialista que represente una verdadera alternativa de modelo
democrático, participativo y válido para la clase trabajadora y elegir también
una dirección firme para llevar a cabo la tarea histórica de transformar la
sociedad. Pero con inteligencia, porque la acción sin teoría es aventurerismo y
la teoría sin acción es estéril, aunque lo peor es No hacer hada.
Nuestra
corriente Izquierda Socialista de Málaga-PSOE.A seguimos luchando por el giro a
la izquierda que la clase trabajadora nos está reclamando en la calle y en las
urnas. Animamos a las trabajadoras y trabajadores, a la juventud y a toda la ciudadanía a
participar y colaborar en el debate y, sobre todo en la lucha por el genuino
socialismo, bien desde dentro o fuera del partido, del sindicato, o de la
asociación que cada trabajador encuentre como la más útil para defender
nuestros intereses y nuestros derechos que nos están siendo arrebatados
impunemente por el Gobierno del PP.
¡¡La
lucha es lo único que sirve…La lucha continúa… ¡¡
¡¡Organízate
y lucha por un mundo mejor¡¡
ÁREA
DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.
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