9 de marzo de 2011

Reflexiones sobre la Mujer Trabajadora.

Hola compañeras y compañeros:

En el día de ayer, a través de Facebook, accedí al blog de Izquierda Socialista de Málaga, interesada por leer el artículo sobre el “Dia de la Mujer Trabajadora”, al igual que hago asiduamente al seguir los escritos que edita esa corriente,
que me parecen cada vez más acertados. Con intención de participar en el debate, tengo a bien solicitar la publicación, a ser posible, de las siguientes reflexiones que me han suscitado dicho trabajo, el cual me ha parecido bastante interesante.

En primer lugar, desde mi punto de vista, el Gobierno dirigido por Zapatero, se aparta cada vez más del programa socialdemócrata pues viene siendo en la práctica un Gobierno de coalición del PSOE (con los liberales y algunos socialdemócratas lo que representa una alianza tácita con los intereses de la burguesía), que ha hecho algunos esfuerzos para intentar superar las concepciones atrasadas del varón y la mujer, pero que todavía arrastran una pesada carga psicológica imbuida por la cultura burguesa de la clase dominante en la mente de nuestra sociedad. Los rasgos de machismo y de superioridad predominante del varón, que se considera el “dueño” de la mujer, permanecen incrustados en el cerebro, siendo, a mi entender, una de las causas fundamentales de la violencia de género que no se ha podido erradicar.

Es importante resaltar que se ha efectuado un gran esfuerzo en la lucha por la plena igualdad de derechos del hombre y la mujer en la legislación, a la vez que se observa, en las esferas del Partido y de ciertos cargos, sobre todo femeninos de las propias Administraciones Públicas, un deseo sincero de llevar a la práctica esta igualdad, pero esa tarea se convierte en imposible, si las desigualdades económicas entre los sexos, que reproduce la sociedad de clases del capitalismo, sigue permaneciendo.

Se ha hecho un importante esfuerzo para incorporar a la mujer al trabajo, a las tareas políticas, sindicales y laborales, creciendo numéricamente en los organismos administrativos, educativos, sanitarios e incluso en las fuerzas armadas. Se nos han abierto las puertas en los cursos y centros docentes elevando a toda la sociedad, sobre todo a la mujer, su preparación social y profesional, pero sigue siendo insuficiente.

Se nos ha potenciado la red de diversos establecimientos públicos: comedores escolares, talleres de formación, guarderías, escuelas, institutos, universidades y demás avances en cuestiones sociales, durante los últimos lustros, pero ahora empieza un enorme problema de falta de financiación para acabar esos proyectos., debido al colapso de la economía que se produjo con la crisis que empezó en 2007 y cuyo lucecita al final del túnel todavía no se divisa.

El Partido ha venido aplicando con una lentitud insufrible la reivindicación del programa reformista, más bien en el plano enunciativo y cosmético intentando transmitir las funciones económicas y educativas de la vida individual a la vida social, pero no ha ido acompañada con la formación ideológica socialista. Se ha quedado más bien en reformas “democrático-burguesas” y se ha eludido por parte de la corriente oficial cualquier profundización de la filosofía materialista dialéctica que es la que corresponde a la clase trabajadora y ha venido reproduciendo el método metafísico que corresponde a la reproducción de la cultura de la clase burguesa dominante.

De esa forma, las mujeres no hemos visto la necesidad de luchar masivamente para liberarnos de la vieja esclavitud doméstica y de la dependencia de los maridos, porque ha faltado lo fundamental, como es la oferta de un puesto de trabajo digno y bien remunerado, y a su vez, la oferta de los servicios globales necesarios para tener cubierta las necesidades domésticas, con servicios sociales alternativos, como comedores comunitarios, lavanderías, lugares de ocio para la infancia, una vivienda, etc…

No se nos ha facilitado ni brindado la plena posibilidad de actuar en la sociedad, de acuerdo con nuestras plenas capacidades, inclinaciones y necesidades vitales, ofreciéndonos para nuestros hijos condiciones las más favorables para su desarrollo integral, que pudiesen permitirnos, como mujer, compatibilizar el trabajo asalariado y atender a la familia, en caso de que así lo decidamos, sobre todo en casos de divorcio y/o “terrorismo doméstico”.

En teoría se da la paradoja de que existe en nuestro país una de las legislaciones sociales más avanzadas del mundo en lo que atañe a la protección social y en concreto de la mujer, pero en la práctica es donde menos de cumple de entre los países avanzados de nuestro entorno. El problema surge cuando de lo que se trata es de “aplicar la Ley” y no solo de “Legislar”, cuyo ejemplo es la financiación de la Ley de Dependencia, pues los recursos empleados en bienestar social con relación al PIB, están muy lejos de los países punteros de Europa, hacia los que nos prometieron íbamos a converger.

No se han dedicado los recursos necesarios para hacer los mayores esfuerzos que se necesitan para satisfacer las necesidades de atención a las mujeres, cuando se les pide una y otra vez, que denuncien los malos tratos y luego nos encontramos que la situación de escasez y problemas en mantenimiento, atención constante, cuidado psicológico y un trabajo digno no está totalmente asegurados por los Poderes Públicos, como demuestra la situación tan dramática de paro forzoso femenino que se padece.

La dirección de nuestro Partido tiene que ser mucho más autocrítica, porque sabemos bien que todo lo que se ha venido haciendo es todavía muy poco en comparación con las necesidades de las masas trabajadoras femeninas, que el camino recorrido es completamente insuficiente para su efectiva emancipación, por lo que no podemos caer en la complacencia de hacer una propaganda tan positiva y tan desproporciona a los ojos de los ciudadanos, que en vez de hacer ganar votos para el Partido, lo que crea es un rechazo mayor y una apatía ante las mujeres de la clase trabajadora que observa cómo no se corresponde la realidad de lo que vive, con lo que les pregonan que se ha realizado por el Gobierno.

Es cierto que los avances sociales son comparativamente mucho mejores de la situación de abandono que sufría la clase trabajadora bajo el antiguo régimen, pero es que llevamos ya más de 30 años de “democracia burguesa”, pero, aunque el rumbo haya sido acertado en los primeros años de gobiernos socialdemócratas, al final, se produce la incapacidad de continuar, por la debilidad del programa socialdemócrata, de ir más allá del capitalismo cuando las necesidades de las masas así lo exigen, retrocediendo hacia contra-reformas sociales que es como aplicar el” socialismo del cangrejo”, debido a que el Gobierno ha asumido la hoja de ruta marcada por el imperialismo, que exigen planes de austeridad para la clase trabajadora a la vez que concede favores y mejores beneficios para la banca y el gran capital, demostrándose así que el capitalismo ejerce su dominio absoluto, exigiendo un comportamiento antidemocrático al Gobierno y al Parlamento que accede a ello legislando a favor de los más ricos, perjudicando a las clases más desfavorecidas.

La cultura del pelotazo, del individualismo, del egoísmo personal, ha calado incluso en muchos cargos públicos, (también en nuestro Partido), difuminando la solidaridad fraternal del sentido socialista de la filosofía fundacional de Pablo Iglesias y demás líderes históricos del Partido. Ha calado hasta los tuétanos en muchos militantes, un “liberalismo social” que han venido predicando los reformistas, que no llega siquiera a socialdemócrata, cuyo entusiasmo socialista de los primeros tiempos se ha evaporado como un perfume barato.

La solidaridad fraternal debe manifestarse en las iniciativas personales de los socialistas, que deben reflejarse y transformarse en la actividad colectiva y fundirse con ella, eliminando las camarillas, los arribismos, los enchufismos y los compadreos, de los que tanto se está acusando ahora al Partido, incluso con algún que otro caso de comportamientos faltos de ética, que han sido llevados a los tribunales, lo que es un desprestigio inadmisible para el ideario socialista.

En líneas generales, comparto el artículo que apareció ayer en el blog de la izquierda socialista de Málaga, sobre la cuestión de la mujer, que creo más aproximado a la realidad que los discursos que están llevando a cabo los portavoces del Partido en estas preliminares de precampaña en las que ya estamos inmersos, aunque con matices, pero pienso que si no se ofrece un programa más a la izquierda de forma clara, para convencer a los votantes en las próximas municipales, la situación se presenta difícil.

Reciban todas y todos mis sinceros saludos socialistas.

María F.G.
Afiliada al PSOE y a UGT.
Simpatizante de Izquierda Socialista.
MÁLAGA.

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