1 de noviembre de 2017

REPÚBLICA CATALANA.


Resultado de imagen de Gran Manifestacion en Cataluña Octubre 2017
 “Constituimos la República catalana, como Estado Independiente y Soberano, de Derecho, Democrático y Social” (…) Con esta frase de Carme Forcadell, que presidía el Parlament de Catalunya, (el 27-10-17), quedaba proclamado el nuevo Estado, que en torno a la mitad de los ciudadanos saludaron con alegría y la otra mitad con tristeza y temor, ante la amenaza de la aplicación del todavía incierto artículo 155 que ha sido esgrimido con el beneplácito de la mayoría del Senado, otorgando la concentración del monopolio de la violencia de ese Estado Centralista del 78 que está saltando por los aires, sobre todo, si el ejercicio de esa violencia se pone en práctica contra un pueblo pacífico que viene reclamando durante años el derecho a decidir su propio destino.

La tensa situación vivida se podría prolongar porque podrían continuar las protestas. El ambiente es de lucha como ocurría en las Huelgas del  25 y 26/10,  cuando decenas de miles  de estudiantes y trabajadores protagonizaban una potente movilización en la que expresaban un NO rotundo a la violencia policial y a la aplicación del artículo 155, con el que luego quedó anulada la Autonomía Catalana.  Algo no funciona bien en el modelo del 78 para que se encarcelen a dirigentes civiles que llaman a la movilización pacífica reivindicando legítimamente la república y el derecho a votar.

El pueblo lucha exigiendo la libertad de los “Jordis” y otros detenidos porque algunos lo interpretan como un ataque a la libertad de opinión. Se oyeron gritos en las manifestaciones que exigían un cese de la represión y poner fin a la declaración de guerra que contra los derechos de reunión, expresión y manifestación que esas detenciones representan, impuestas por las medidas de un Gobierno heredero del franquismo, que las está  llevando a cabo, al haber repudiado la negociación política.

Algunos medios de comunicación críticos con el Gobierno de Rajoy denuncian que las leyes no se están utilizando con la misma celeridad,  para encarcelar a los corruptos y corruptores de las tramas de la Gürtel, del Pujolismo y otras, ni aquí dimite nadie de este Gobierno condenado por financiarse con la caja B del PP procedente de las mordidas empresariales, de cuyos manejos, algunos banqueros son colabores necesarios de ese tráfico ilegal de recursos y nadie de ellos va a la cárcel cuando han estado robando a manos llenas.  

Izquierda Socialista ha venido combatiendo y denunciando la utilización de esas leyes injustas que ocultan o defienden intereses de la oligarquía de la clase dominante. El Gobierno del PP bombardea las mentes del público, diciendo que el Derecho de Autodeterminación NO es legal, NO es democrático, que NO se puede aplicar, etc.  Necesario es recordarles a esa burguesía retrógrada, que no hace tanto  que las mujeres no podían votar, que no era legal el derecho al divorcio, al aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo y demás derechos como los de reunión, asociación, libre sindicalización, petición, manifestación y huelga, que el pueblo conquistó con sus luchas y  que estaban totalmente prohibidos por el régimen del cual muchos de esos ministros son herederos ideológicos.  

El Gobierno del PP, al judicializar la política,  ha comenzado la destitución de representantes legítimos del pueblo;  muchos de ellos están bajo la amenaza o el hecho de encarcelamiento que laminan derechos fundamentales de la población catalana, por lo que existen protestas fundadas,  avaladas por prestigiosos juristas,  de que se pueden estar cometiendo delitos al meter en la cárcel a presos por sus opiniones políticas, es decir que vuelva a haber “presos políticos”.  Si se llegara al caso de extender los mecanismos de represión, podrían ser aplicados en cualquier otra parte del territorio,  recortando libertades a cualquier sindicato u organización  declare una huelga del movimiento obrero, una protesta o ejerza un derecho que moleste al Gobierno, lo cual sería muy peligroso porque significaría que se está violando y negando el “Estado de Derecho y la Democracia”. 

Hasta ahora, la respuesta que los ciudadanos de Cataluña han dado a la violencia represiva estatal que se ha vivido, ha sido ejemplar y pacífica, a pesar de que el día 1-0 más de dos millones de personas acudieron a votar en un auténtico Estado de Excepción ordenado por el Gobierno PP.   Miles y miles de ciudadanos colaboraron de forma valiente, solidaria y desinteresadamente en la organización de un referéndum, o una consulta popular, defendiendo pacíficamente los colegios electorales y las urnas, y pese a las amenazas, el fracaso de Rajoy fue estrepitoso. El pueblo estuvo activo y presente, sin caer en la provocación de la violencia, evitando los enfrentamientos con unos cuerpos de policías y guardias civiles, armados hasta los dientes, que eran azuzados por decisiones de los politicastros del Gobierno Rajoy  contra la población pacífica, recibiendo porrazos y golpes, con heridos y contusionados cuyas fotos dieron la vuelta al mundo, que observaba  horrorizado lo que estaba ocurriendo.
 
Esos acontecimientos vividos indican que el Gobierno PP lo que pretendía era dar una lección ejemplar  y humillar al pueblo catalán, aplicando la política del terror, el leñazo y el “tentetieso”, buscando que hubiese una respuesta popular violenta, pero les ha fallado,  ya que los jóvenes, los trabajadores y la ciudadanía en general,  han sido llamados y  han asistido a  luchas pacíficas y continúan en la batalla para derrotar la estrategia autoritaria desarrollada por Rajoy. Han demostrado con una unidad impecable,  la voluntad de rechazar la represión y seguir apostando por la conquista de una República Catalana, que se vea libre de una clase dominante carpetovetónica y cerril.

Por desgracia, se han formado dos bloques contrapuestos ambos encabezados por sendos reaccionarios, como son Rajoy y Puigdemont,  con lo cual la situación puede continuar en el medio plazo.  Esos dos bloques son:
 Por un lado, se ha formado una alianza “nacionalista centralista” que defiende el modelo inmovilista y reaccionario del PP, sin querer entender que ese modelo estaba herido y ha entrado en agonía con la declaración de la República Catalana, que puede triunfar o podría ser derrotada, pero que en el fondo, esa coalición representa el pasado, el inmovilismo al que se ha sumado el PSOE creando gran confusión entre la militancia, agudizando la controversia  entre los que defendieron con su voto el ¡NO es NO¡ a Rajoy y los que habían permitido su investidura.  Los potenciales votantes del nuevo rumbo que anunció el PSOE,  sintetizado en “Somos la Izquierda” puede que no vean como un acierto el  voto en el Senado junto a la derecha, sino que podría interpretarse como otro nuevo error,  si Rajoy insiste en  recurrir con todo su arsenal represivo a aplastar la voluntad democrática de todo un pueblo, negando una salida política.

Por otro lado, se vino fortaleciendo el “grupo nacionalista independentista” que con la Declaración Unilateral de la República Catalana, que ha venido buscando el camino del voto, ahora se está enfrentando a amenazas de encarcelamientos y represiones  que podrían ser duras.  De esos colectivos en lucha podría fortalecerse y surgir una dirección en líneas de clase, que conecte con el movimiento obrero, asumiendo un programa de transformación social,  que cuestione a la burguesía centralista con firmeza y que rompa igualmente con la burguesía catalana denunciando el modelo represivo en el que se basan,  de  querer volver hacia atrás el reloj de la historia, soñando algunos “peperos y falangitos” con aquella  “España, Una, Grande y Libre”, de terribles recuerdos.

No solo va a luchar  la clase trabajadora catalana  por las libertades democráticas,  sino que debe conectar  y buscar  la solidaridad del resto de la clase trabajadora del Estado para marchar unidos por un mundo mejor.  La respuesta a esos dos bloques debiera ser defender la Alternativa Federal (*) como propuesta  del PSOE, invitando al resto de las demás izquierdas a marchar unidos en pro del programa socialista de transición para ganar la confianza de la clase trabajadora y la ciudadanía y formar cuanto antes un gobierno de los trabajadores.  
    

La rica burguesía catalana, la de los oligarcas y políticos que medraron a la sombra del “pujolismo”, sus banqueros “patrioteros” y demás agentes de la clase dominante, en connivencia con los otros  burgueses “centralistas”, lanzaron un mensaje chantajista al pueblo movilizado para destrozar y hundir la economía catalana; Exigieron a Rajoy una Ley que aprobó  de inmediato, para cambiar las sedes de las empresas con máxima urgencia.  En torno a 1800 han trasladado su sede en el momento de escribir este artículo.  Eso demostró que los banqueros y grandes empresarios se alinean siempre con los capitalistas españoles y las multinacionales financieras, pues el capitalismo NO tiene patria.

La clase dominante quiere dar un escarmiento y una seria advertencia empezando a cumplir esa amenaza que continuarán,  si el pueblo sigue con el empeño de exigir sus derechos, porque están dispuestos de hundirlos en el caos y en la miseria, como le hicieron al pueblo de Grecia, cuando ganando un referéndum, pusieron a su Gobierno de rodillas aplicando la política de la Troika.  Rajoy pretende la humillación del pueblo catalán y eso podría ser muy peligroso.  ¿De qué democracia nos están hablando? ¿O quieren volver otra vez  a la violencia “de los puños y las pistolas”?  

La realidad es que por la incompetencia de la clase política burguesa de ambos bandos,  su “NO” política han fracasado estrepitosamente y, por tanto,  se merecen ambos dirigentes, tanto Rajoy  como Puigdemont, ser enviados al basurero de la historia porque han propiciado que se produzca el temido choque de trenes, por mor de ambos “nacionalismos intransigentes”, aunque todavía es pronto para conocer cuántas víctimas podríamos encontrarnos por el camino.

El nacionalismo es una ideología que desarrollan los burgueses  de cada nación, que les sirve a ellos y la utilizan para proteger sus intereses capitalistas privados,  con el objetivo de mejor seguir oprimiendo y explotando a sus asalariados respectivos, no dudando incluso en enfrentarlos unos a otros en sangrientas confrontaciones bélicas, pues el nacionalismo llevado a su último extremo significa guerra. Como dijo Einstein: “El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la Humanidad”. Con todos nuestros respetos a cualquier ideología democrática, reconocemos que cuando el asalariado asume la ideología de la clase dominante se dice que “está alienado mentalmente”.  

El debate para buscar una salida a este laberinto en el que nos han metido sigue abierto. Llamamos a la participación de la clase trabajadora y la juventud, en una lucha masiva de todas las izquierdas políticas sindicales y sociales por nuestros derechos.  Hoy más que nunca es necesario retomar este desafío para un Cambio,  defendiendo un “Estado Federal, Laico, Republicano, Socialista, Plurinacional, Democrático y Cooperativo para cambiar la sociedad  y caminar al unísono hacia la nueva sociedad que tenemos que construir entre todos,  porque nuestra alternativa debe ser una Federación Socialista de Cataluña, Euskadi, Galicia, Andalucía y el resto de pueblos que democrática y voluntariamente se constituyan en Federaciones para unirnos todos juntos y luchar por la Federación Socialista de Europa, que forme parte de una Confederación Socialista Mundial de los pueblos libres, a la que aspiramos y por la que luchamos” (*)
 ¡¡ Viva el Internacionalismo Socialista y la Solidaridad entre los pueblos¡¡

José Martín Rodríguez.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IS PSOE MÁLAGA.
(*) Si quieres conocer la posición que sobre el conflicto territorial ha venido manteniendo I.S. y participar en este debate, te podemos enviar el documento completo con el cual termina ese párrafo, solicitándolo al correo de abajo poniendo en asunto la palabra “Alternativa Federal”.

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