El gobierno de Rajoy, azuzado por sus cachorros de C’s promovieron el UNO
de Octubre en Cataluña una represión despiadada con la intención de aplastar y
acabar con el movimiento independentista. Aquellas imágenes emitidas por las
televisiones de Europa y el resto del mundo, alarmaron a importantes sectores
de los capitalistas, que ante el temor al agravamiento del conflicto, entraron
en pánico y desencadenaron una estampida provocando una crisis general con un
atropellado abandono de empresas, facilitada por una legislación a medida del
gobierno PP.
Esa respuesta represiva demostró la composición reaccionaria de la
maquinaria del Estado español, que con el Art.155 de la C.E. (sin desarrollar y
aplicado por tanto arbitraria y “alegalmente”), ha expresado el poderoso legado
de tradición franquista que dejó todo “atado y bien atado”, pues existen tras
40 años de Transición, sectores que nunca fueron debidamente desactivados y
mantienen comportamientos propios del antiguo régimen, como el caso concreto del
grupúsculo fascista de los Policías Municipales de Madrid, donde se investiga
un reducto que podría tener conexiones con redes nazis, dentro del propio
aparato armado del Estado.
Esto demuestra que existen elementos extremadamente represivos y
bonapartistas, lo que ha estallado, en
combinación con un miedo a las consecuencias que podría tener la independencia
catalana. Cataluña representa más del
20% del PIB y conectado estrechamente a las exportaciones españolas, si ésta se separa, entonces tanto Euskadi y
otras zonas podrían seguir el ejemplo, por ello los sectores ultraderechistas
están desatando una potente campaña que demuestra y alimentan tensiones
terribles.
El “Govern catalá” ha demostrado su temor a la represión, pero sobre todo,
a la movilización de las masas que habían comenzado una lucha real contra el PP
y se tomaron en serio lo de la independencia. Ese “Govern” era de composición
mayoritaria pequeño-burguesa y ha demostrado la incapacidad de su política para
liderar un combate efectivo y jugarse el tipo por la independencia, como habían
prometido a sus bases.
Parte del “Govern” huyó a Bélgica, encabezado por Puigdemont, buscando
publicidad y apoyo en el corazón de Europa, pero el núcleo duro de la Unión Europea encabezado
por Merkel, Macron, se opusieron con firmeza a la independencia, respaldando a
Rajoy al declarar el referéndum “alegal o ilegal” y apoyaron el 155, olvidando
la contradicción entre Democracia y Represión. Al mismo tiempo, otros
representantes del “Govern” así como dirigentes de la sociedad civil, fueron
encarcelados por el Estado español, que tomó el control de la Autonomía
Catalana, reemplazando a sus dirigentes elegidos democráticamente.
La clase dominante del Estado, no teme a esos políticos burgueses
catalanes, timoratos y cobardes, sino que tienen un miedo atroz a la
perspectiva de un movimiento independentista republicano de la clase obrera,
que podría contagiarse al resto del Estado y sería suficiente para vencer la
represión aplicada por el PP y poner en peligro la Corona.
Algunos miembros de la oposición acusan a Rajoy de “ignorancia sincera o
una estupidez concienzuda”, sin que quede claro quién llevará más razón, pero
las medidas que ha venido tomando son un peligro para la clase trabajadora y en
realidad ha sido una potente fábrica de independentistas. No entienden el
cambio de ciclo. La represión del PP y el arresto de algunos miembros del
gobierno catalán, podrían aumentar las posiciones radicales más temprano o más
tarde. El Estado español, debido a su represión, ha perdido toda legitimidad a
los ojos de millones de catalanes, especialmente jóvenes. En luchas venideras
podría haber un repunte del republicanismo en todo el Estado que tendrá graves
consecuencias para la clase dominante en el próximo período.
Los conflictos nacionalistas son
de vital importancia para el movimiento socialista. El socialismo marxistas defienden
el derecho a la autodeterminación (*) y también la unidad de todos los sectores
de la clase trabajadora, pero rechazamos el nacionalismo burgués y lo
combatimos, porque es importante reconocer que dentro del movimiento
independentista catalán seguro que existen muchos trabajadores indignados con
los recortes y los saqueos de la Gurtel,
el Pujolismo y demás desfalcos.
Nadie puede dudar
que la pasividad de Rajoy en los últimos 5 años junto a la respuesta represiva
del gobierno del PP, indudablemente son
la causa del incremento del apoyo a la independencia en Cataluña. No obstante,
no es seguro que una mayoría apoyaría la independencia en esta nueva etapa. Algunas encuestas, ante la convocatoria
electoral del 21-D que todos asumen, indican que los partidos a favor de la
independencia ahora también ganarían una mayoría en las elecciones, pero
canalizando el proceso hacia la legalidad.
La coalición Junts
per Si ha saltado por los aires y se presenta fracturada. Se beneficia de ello
el ERC que se reclama de la "izquierda”, que parece ser el que más ganancias electorales
obtendría y la derecha “catalanista” de JxCAT, pues la CUP queda en último puesto en las dos encuestas
de la semana pasada. El PSC quiere acaparar el centro izquierda; la izquierda
“transversal” del CeC y en la derecha españolista se presentan PP y C`s.
Los partidos
claramente “catalanistas” obtendrían entre el 40 y 46%, que con la abstención o el apoyo de algunos de
los dos partidos bisagras, PSC y CeC, formarían un “Govern Catalá”. Pese a los
intentos desesperados de Rajoy y sus voceros de pacificación, la situación se
presenta muy complicada para las derechas, pues se quedarían en el caso mejor
de la encuesta anterior en el 27,5%. La situación es extremadamente
cambiante, explosiva y muy fluida. Aunque
la situación puede cambiar en la medida que nos acerquemos a las elecciones del
21-D, con una campaña electoral contundente.
En Cataluña estamos
viendo cómo la juventud más combativa, así como amplias capas del movimiento
obrero están apoyando al independentismo, porque son las capas más afectadas
por la crisis capitalista, causa de todos estos procesos. Esas capas más luchadoras, indican en líneas
generales la predisposición a seguir adelante con sus reivindicaciones, por lo
que es preciso reconocer que tras el 22-D tendremos que acostumbrarnos a ver
cambios bruscos y repentinos en la situación, con los flujos y reflujos del
movimiento de masas que acompañarán los procesos, buscando una salida hacia un
Referéndum pactado y la situación se prolongará.
Existen varias
salidas al conflicto: La más reaccionaria es el nacionalismo españolista que
tiende a la recentralización, que tiene el apoyo claro del PP y C’s. El
nacionalismo catalanista, que está escindido en dos bandos: Uno quiere la
República al contado. El otro sector está dispuesto a conquistarla a
plazos. La tercera opción es el
Federalismo, que si plantea una propuesta concreta para reformar la C.E. y se
expresa por una alianza de las izquierdas para poder ganar la mayoría de las masas de la clase obrera
que permita formar un gobierno de los trabajadores en el Estado español, podría
ofrecer una salida viable intermedia a las dos alas del independentismo y al
españolismo rancio, lo que solo puede hacerse sobre la base de
explicar una clara oposición a la austeridad y la necesidad de un Estado, bien
Federal, bien Confederal, bien Estado Libre Asociado o cualquier otra propuesta
que asuman una mayoría de fuerzas parlamentarias, cuyo consenso tendría que ser
sometido a referéndum colectivo general, abriendo el camino Democrático que resuelva
el conflicto tras el 21 de diciembre.
No es nada extraño que los acontecimientos de
controversia entre Cataluña y Estado español continúen evolucionando con muchas
contradicciones derivadas principalmente
del lamentable papel de las izquierdas y sus divisiones cainitas históricas,
que tendremos que superar, si en realidad comprendemos la necesidad de derrotar
con urgencia a las derechas en las próximas elecciones, pues el 21-D no
solucionará el conflicto, quizás lo aplazará. Tendrán que ser las fuerzas de
alianzas políticas y sindicales, con el PSOE, UP y sus confluencias, los
sindicatos CCOO, UGT, CGT, SE y otras fuerzas sociales en lucha, las que,
adoptando una posición favorable a la Unidad de un Gobierno de izquierdas,
pongamos proa al PP y C`s, para derrotarles a escala Estatal.
Los poderes fácticos han lanzado una feroz
campaña nacionalista española que las organizaciones de izquierdas de mayor
tamaño, tanto en el estado español como en Cataluña, no están contrarrestando,
sin ser entendido por parte de esas direcciones de izquierdas, del peligro
grave y el riesgo para la clase trabajadora, que se podría ver obligada a
enfrentarse a esos energúmenos que reclaman posiciones autoritarias propias del
antiguo régimen. Todos esos procesos se podrán desarrollar, más
temprano o más tarde y significarán un punto de inflexión en el estado español
con repercusiones ampliadas en toda la Unión Europea. Tales problemas
pueden ser un campo importante de lucha especialmente para la juventud
revolucionaria, que está sacando sus propias conclusiones y que rechazan el
modelo actual de capitalismo mafioso que les está negando un futuro.
COORDINADORA
PROVINCIAL.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
Miguel
Manzanares Salcedo.
(Portavoz y
Coordinador General).
Rosario
Conde Sánchez.
(Comisión
Permanente I.S. Andalucía y Coordinadora Provincial).
Javier Yuste
Hijano.
(Coordinador
de Juventud).
María José
Castilla García.
(Coordinadora
de Formación e Igualdad y C. Permanente I.S. Andalucía)
Antonio
Hijano Recio.
(Coordinador
Provincial).
Francisco
Cordón Lara.
(Coordinador
Provincial).
José Martín
Rodríguez.
(Coordinador
Área Comunicación).
(1)
(1)
Encuestas: El País. El Confidencial.
ERC............. 24,9 % 16,7%
C`S……………20,1 % 18,3 %
PSC………… 15,8 % 14,0 %
JxCAT……….15,0 % 2,2 %
CeC…………… 8,5 % 8,9 %
PP…………….. 7,4 % 7,9 %
CUP………….. 6,0 % 8,2 %
(*) Ver
artículo complementario “Democracia sana, o corruptiva” publicado el 24-11-17
en el blog de I.S.Málaga o pedir más información a:
isposoeandalucia.malaga@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario