Las guerras y el terrorismo son una expresión contundente del callejón
sin salida en el que ha quedado anclado este modelo neoliberal capitalista a
escala planetaria y de la imposibilidad de las burguesías de encontrar una
salida que no sea la guerra, con la que podrían provocar el exterminio de la
población de los países que sus políticas arruinan y llevan a la miseria, sacándoles
abusivamente las plusvalías que genera el asalariado o/y el campesinado
empobrecidos.
También se ha abierto un largo y violento período de luchas entre el
capitalismo y el terrorismo yihadista que EEUU creó, obligando a la clase
trabajadora y los pobres del mundo a luchar contra esos dos modelos asesinos
que se retroalimentan en sus acciones bélicas que están esquilmando a la
humanidad y haciendo volver a la barbarie a millones de personas, incluso han destruido
el incipiente Estado de Bienestar que se empezó a construir en los países más
desarrollados.
Las escaramuzas que viven Corea del Norte y EEUU, el creciente escenario
bélico en otros lugares del planeta, marcan el declive del imperialismo por un
lado, cuyo método de guerra de rapiña se les muestra ahora antieconómico por su
elevado coste que ya no compensa los ingresos y saqueos de materias primas y
con el despliegue de tropas por todo el mundo, y por el otro lado, la
improbabilidad de que EEUU y los otros tres bloques imperialistas que se
disputan la hegemonía mundial, puedan resolver los problemas sociales y
fronterizos, cuando no encuentran ya lugares para abrir nuevos mercados por
haber alcanzado el límite con la “globalización” y porque la curva de crecimiento económico
mundial sigue siendo descendente.
La FBCF (Formación Bruta de Capital Fijo) que es el INDICADOR macroeconómico utilizado estadísticamente para
medir el valor de las inversiones en bienes de equipo de los activos fijos para
crear puestos de trabajo del futuro, que
representaría una verdadera recuperación de la economía si fuese POSITIVO,
sigue siendo extremadamente NEGATIVO,
ya que el 95 % de las inversiones
globales se dedican a la especulación y solo un raquítico 5 % va dedicado a
inversión productiva, confirmando esas cifras macroeconómicas el estancamiento
y la lenta agonía que mencionamos
anteriormente. (FBCF Mundial: año 2007 =
25.696 Billones. Año 2015 24,192 Billones $. Desplome 1.474 Billones $).
Fuente: https://datos.bancomundial.org/indicador/NE.GDI.TOTL.ZS?
A pesar de la propaganda contra la “agresión terrorista” y las
fanfarronas amenazas de Corea del Norte que continúa con su carrera nuclear, no
existen los requisitos políticos previos para una destrucción nuclear de dicho
país por EEUU, como quieren hacernos creer y se desprende del discurso del otro fanfarrón, el Presidente Trump, por
lo que ambos están aplicando la manida y recurrente “política del miedo” que es
el método empleado y la razón por la que
el sistema capitalista se mantiene vivo y es utilizada por la clase dominante para
mejor controlar a las masas inmovilizándolas por el terror.
Eso demuestra que son los estrategas de la clase dominante los que tienen un gran temor a la potente
clase trabajadora de Europa y del bloque occidental que no ha sido derrotada,
sino que se encuentra en un proceso ascendente de las luchas reivindicativas
disponiendo de un enorme potencial de movilización cuando se ponen en marcha de
forma masiva y solidaria, rechazando la
violencia bélica y exigiendo la PAZ, que como recuerda la historia, fue la causa de la derrota de EEUU, la primera potencia mundial, ante un pueblo
pobre y descalzo como el de Viet-Nam, cuando las masas norteamericanas y de
otros países, se levantaron unánimes exigiendo el fin de aquella sangrienta y
desigual guerra.
En la actualidad, está calando cada vez más profundamente en la
conciencia de los pueblos, que una guerra nuclear significaría casi
inevitablemente, incluso si es de baja intensidad en esa zona de Corea del
Norte, el colapso y la bancarrota de la economía con la posibilidad de que
China, Rusia y sus zonas de influencias, se unieran para protestar y responder
contra ese nuevo intento de dominio absoluto que representa el bloque
imperialista de EEUU y la Unión Europea, que marchan mancomunados en esta
espiral bélica.
Una guerra nuclear sin fin, con las 15.000 cabezas nucleares acumuladas
en manos de los dos bandos enfrentados, se presenta como una perspectiva de tal
calibre que impediría que ninguna de las dos partes podría ganar, sino que
significaría el exterminio de la especie humana sobre el planeta Tierra, por lo
que existe una altísima probabilidad de que esa situación no se contemple en el
corto plazo.
Un conflicto bélico de tal envergadura supondría el colapso inmediato de
toda la economía mundial, la ruina total y el fin de la civilización actual, en
el caso de que se desarrollase de forma acelerada el proceso de hostilidades y
utilización del armamento nuclear, por lo que, en principio, incluso siendo de
baja intensidad como han estado barajando algunos belicosos generales, esos
estrategas del militarismo de la muerte hacen cálculos y por ahora descartan ese
modelo de conflagración porque significaría una guerra total en la que no
habría ni vencedores ni vencidos.
El tipo de guerra al que nos están sometiendo es un proceso bélico de desgaste,
que si no luchamos como clase trabajadora organizándonos y uniéndonos solidaria
e internacionalmente para frenarlos, podría prolongarse algunas décadas. Desde
un punto de vista militar, este proceso
provocaría más temprano o más tarde, convulsiones, protestas y levantamientos
populares de las masas contra las carnicerías y masacres inhumanas que esos
elementos asesinos, con su lógica del
lucro privado del Complejo Militar Industrial, están llevando a cabo.
Esa época turbulenta y belicosa que dañan y perjudican gravemente las
condiciones de vida de las masas, durante un periodo no muy largo, podría ser
visto como un camino difícil en la evolución o revolución de la clase
trabajadora, que se vería forzada a luchar reanudando con fuerza el resurgir
del movimiento obrero y la lucha por una Democracia sana y el Socialismo
genuino, como alternativa natural al capitalismo.
El futuro de la humanidad solo se podrá ganar por las luchas y acciones
de los movimiento sociales defendiendo un programa de clase y democrático(*), que ofrezca con claridad y hechos prácticos,
cómo la unidad, la organización y la solidaridad se pueden convertir en hechos
concretos para avanzar hacia la emancipación de la humanidad en su conjunto,
siendo esto posible con una lucha consecuente, consciente e internacionalista de las masas
oprimidas hasta frenar y derrotar al capitalismo, como causa de todos los males
que padece la clase obrera y los pobres del mundo.
Esa es la premisa para empezar la
construcción de una nueva sociedad socialista, de “seres humanos libres,
iguales, honrados e inteligentes”, como plantearon los fundadores del
socialismo, siendo este nuevo modelo con
el que se podría conseguir la verdadera alternativa al caos al que nos lleva
este podrido sistema capitalista, corrupto y agónico, porque como los clásicos
de la izquierda han repetido siempre, “la emancipación de la clase trabajadora
será obra de la propia clase o no será”.
¡¡ORGANÍZATE Y LUCHA POR UN MUNDO MEJOR¡¡
¡¡ SI QUIERES LA PAZ, LUCHA POR EL SOCIALISMO ¡¡
José Martín Rodríguez.
Coordinador de
Comunicación.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE.A
(*) La persona que
quiera conocer el programa alternativo que defiende nuestra corriente, puede solicítarlo al correo de abajo poniendo
en asunto las palabras: “Memoria Conferencia”. Te invitamos a que te unas a la
lucha para avanzar hacia la transformación socialista de la sociedad, porque
otro mundo es posible y necesario, pero con el Socialismo genuino y la
verdadera Democracia social.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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