Una
semana más las redes sociales han sido un hervidero sobre el debate de
controversia creado en el PSOE. Una de
las preguntas que más han circulado entre la familia socialista ha sido: ¿Puede
la Gestora defender la democracia para el pueblo y negarla internamente a la
militancia? Las voces de “Primarias y
Congreso ya” son un clamor de las diversas plataformas. Estamos viendo en la
actualidad, tras el tumultuoso Comité Federal del 1/O, inicio de la formación de la Gestora,
elementos de doble poder en el seno del Partido.
El
control del ala más cercana a la derecha, que podríamos entender como
socioliberales que gestionan ahora el Partido, son los que con su abstención
demostraron ser más favorables a pactar y sostener un gobierno de Rajoy, con el
intento de reconstruir el equilibrio roto del modelo de bipartidismo anterior,
pero la militancia de base se ha rebelado contra lo que entiende que es un giro
más en la deriva hacia la derecha que viene experimentando el PSOE y que se
agudizó con el golpe burocrático que defenestró al Secretario General Pedro
Sánchez con un método poco elegante. El poder de la militancia de base está
retando con una movilización nunca vista anteriormente, a la burocracia que
representan las “baronías” y sus gestores.
Algunos
elementos que apoyaron al “comando dimisionario” se están dando cuenta del
error táctico que ha representado ese aventurerismo político y lo perjudicial
que está siendo para las aspiraciones de las “Fuerzas del Sur”, como asimismo
para el “Comando del Norte” que encabezó la controversia contra la Comisión
Ejecutiva Federal anterior, corriendo el rumor de que están preocupados ambos
líderes por la merma de apoyos que está teniendo en sus feudos respectivos.
El
ala derecha que surgió a la superficie en esta batalla ha demostrado que no
tenían, ni tiene un plan acabado, para batir democráticamente a la corriente
socialdemócrata que representa Pedro Sánchez, que junto a sus partidarios y a
la militancia de base, se acercan cada vez más a las posiciones de Izquierda
Socialista, que venía apostando por confluir con Unidos Podemos para frenar al
PP ofreciendo una alternativa por la izquierda, junto a los movimientos
sociales y los sindicatos, cuestión que alarmó a la burguesía que presionó al
sector interno decidiendo apartar al Secretario General que había sido elegido
en primarias por mayoría de las bases.
El
intento de sancionar a los que legítimamente defendieron el NO a Rajoy, de
producir expulsiones y eliminar burocráticamente al ala izquierda agravó la
controversia y aceleró la rebelión de la militancia de base, surgiendo
Plataformas críticas en casi todas las provincias, lo que les ha hecho abortar
por ahora ese intento de frenar el debate por métodos represivos. El ala de izquierda socialdemócrata que se
siente presionada por las bases que se empiezan a radicalizar y empujan hacia
posiciones más a la izquierda, sobrepasando las reivindicaciones de lo que el
equipo de Pedro Sánchez estaba dispuesto a defender, ha producido que algunos
elementos de dicho equipo hayan desertado hacia la deriva más derechista. Posiblemente ese debate interno por los
realineamientos, junto con la lentitud de los gestores en marcar el calendario
de las Primarias y el Congreso, y dado que el programa nuevo no aparece por
ninguna parte, hayan puesto en duda y
ralentizado la campaña que el “presunto candidato” había iniciado, al
considerar que la carrera va a ser larga y que las presiones para que no se
celebren las primarias ha empezado ya, aunque sería una locura suprimirlas o
abortarlas sin un procedimiento limpio y democrático como exigen y esperan,
tanto los militantes como los votantes socialistas.
La
carencia de tácticas definidas, estrategias correctas, métodos democráticos y
compañeros, así como la apariencia que esto es solo una lucha personal por el
Poder, aunque en el fondo es eminentemente política, está haciendo mucho daño
al PSOE y da la impresión como si existieran ya dos partidos con derivas incompatibles,
dado que un sector ha orientado sus pasos hacia la derecha y el otro sector se
encamina hacia la izquierda. Esa batalla
interna que siempre se viene dando en el seno de los partidos y que se debieran
canalizar siempre de forma democrática y compañera, se canalizó con mucha
tensión desde el golpe burocrático y ahora está tomando unos derroteros
peligrosos para la unidad del Partido, que si no son capaces de reorientar los
gestores, podría derivar hacia una escisión, que equivaldría a consolidar a la
derecha en el Gobierno más tiempo del deseado.
Durante
años, nuestra corriente Izquierda Socialista ha venido siendo crítica con los
errores de las direcciones anteriores en su permanente deriva hacia la derecha,
desde que Felipe ganó la batalla para abandonar el socialismo marxista del
XXVII Congreso, pero los errores del último periodo, desde que el compañero
Zapatero sucumbió ante el liberalismo económico y los errores del compañero
Sánchez, que quiso jugar a dos barajas, pero apostando primero por C’s para
luego rectificar tarde y mal al buscar el pacto con las izquierdas (cambio
táctico que fue respondido burdamente por el ala socioliberal), han
conseguido abrir el PSOE en canal y ahora se encuentran con que, aquellas y aquellos que “pretendían coser el Partido se han quedado
sin hilo” y apuestan cada cual por un vestido nuevo a su propia medida, lo cual
podría ser una catástrofe, si no devuelven la voz a la militancia y se someten
limpiamente al veredicto de las bases, haciendo autocrítica y pidiendo excusas.
El
ala socioliberal sigue su deriva contraria al genuino socialismo. El ala
socialdemócrata de izquierda que ocupa ahora el centro, tiene que optar entre
restaurar el pacto tácito que venían manteniendo hasta ahora con los liberales
o buscar confluencias con Izquierda Socialista y otras corrientes de
izquierdas, porque la Democracia y el Socialismo, sabemos que es un ideal que
se mantiene en la imaginación colectiva de la clase trabajadora y la juventud,
pero que solo a base de un programa coherente y firme, con democracia, unidad y
organización podremos aglutinar las fuerzas suficientes para recuperarnos
marchando hacia la confluencia de las organizaciones sociales, sindicales y
políticas, porque bajo el capitalismo nunca encontraremos ninguna salida digna
para la clase trabajadora y los pobres.
José
Martín Rodriguez.
Área
de Comunicación.
Izquierda
Socialista de Málaga-PSOE. A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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