Todos hemos cometido errores en este
proceso de enfrentamiento que ha sufrido el PSOE, unos a escala colectiva, como
los sectores enfrentados, o por motivos personalistas y de prestigio personal,
o por ansias de poder, aplicando tácticas incorrectas y excesos en los
comportamientos poco democráticos y compañeros, por lo que se impone la
necesidad de una autocrítica urgente, pedir disculpas a los militantes y
votantes e iniciar un proceso de rectificaciones, si es verdad como todos
declaramos que queremos reconstruir el Partido.
Las cabezas visibles de esta terrible
crisis de controversia que hemos sufrido son, por un lado Pedro Sánchez, que ha
sido forzado a dimitir siendo el representante del sector socialdemócrata, que
contaba con la legitimidad del voto de la militancia elegido por las bases. Ese
es uno de los motivos de una cierta rebelión de los afiliados que fueron a la
puerta de Ferraz a protestar en la que se expresaba que la tensión era
palpable. La otra cabeza visible era
Susana Díaz, que ha sido vista en el conflicto como la representante del sector
más liberal del grupo de los 17 dimisionarios, cuyas dimisiones eran entendidas
como un chantaje para derrocar al Secretario General mediante presión externa,
en vez de haber esperado a presentar la crítica en el Comité Federal, una vez
éste hubiese estado constituido estatutariamente.
Esa anomalía desató un debate previo
sobre el procedimiento que agravó mucho más las tensiones entre las tres
corrientes, porque Izquierda Socialista también está representada en el C.F. y
Pérez Tapias que intervino intentando conciliar e intermediar para encauzar el
debate que estaba muy enconado, ante el desprecio a sus posiciones, optó por salir de la reunión. En una
entrevista ofrecida a “eldiario.es 1-10-16” y respondiendo a la pregunta final,
“¿Quién cree que es el responsable de esta situación?”, declaró: “Se han ido
acumulando situaciones no acertadas por un lado y por otro. Yo creo que lo que
hemos vivido estos días, la dimisión de los 17 compañeros tratando de provocar
la dimisión del Secretario General, pues no ha sido un juego leal, democrático
ni limpio. Había cauces democráticos para resolver esto sin llegar a esta
situación, incluso estando en desacuerdo con el Secretario General, esos
desacuerdo se podrían haber discutido sin problemas de procedimiento porque las
reglas estaban claras. Pero ahora se ha tensado todo y bueno, el S.G. ha hecho
bien defendiendo su propuesta de Congreso Extraordinario, pero se ha equivocado
iniciando una votación que no estaba aclarada”.
El PSOE ha sufrido un desgaste terrible
por la precipitación del sector liberal de intentar defenestrar a Pedro Sánchez
sin aguardar el momento del Comité Federal que estaba convocado, para debatir
todo lo necesario y someterse democráticamente al veredicto de los votos. El
Partido ha expresado a través de ese sector que estaba encabezado por las
baronías, en esa desgarradora controversia con el sector socialdemócrata de Pedro
Sánchez, elegido democráticamente por los votos de los militantes, que al mismo
tiempo que aquella corriente que se ha comportado con métodos erróneos y
burocráticos, en realidad, el Partido es mucho más que su dirección y las bases
se han rebelado demostrando su carácter como clase trabajadora y ha protestado
espontáneamente ante lo que ha interpretado como un intento de doblarle el
pulso al Comité Federal, que venía sosteniendo la posición del NO a Rajoy, por activa y por pasiva.
El debate se ha desmadrado tanto en el
seno del Partido como en toda la sociedad y está siendo un clamor de la
militancia, sobre todo de nuestra corriente Izquierda Socialista, que como
oposición de izquierdas reconocida estatutariamente, ha mantenido un
comportamiento correcto a la vez que ha venido reclamando que esos
comportamientos de lucha interna entre camarillas, sin aparente contenido
ideológico, es otro error más de los que se vienen cometiendo por la dirección
y las baronías del Partido.
Muchos de los que han estado en primera
línea de fuego de la escaramuza, siendo protagonistas del espectáculo
bochornoso que se ha dado a la clase trabajadora, están muy molestos porque los
medios de comunicación han mostrado el espectáculo con toda su crudeza, viendo
en la puerta de Ferraz, como se les llamaba golpista y se coreaban consignas
con absoluta libertad, contra los considerados como “amotinados dimisionarios”,
que les parecía que eran los máximos responsables de la división y del
enfrentamiento.
Nuestra corriente Izquierda Socialista
viene defendiendo desde hace años, la necesidad de mantener los métodos
compañeros y democráticos en los debates, defiende los ideales y el programa
basado en el materialismo dialéctico y la lucha constante contra la corrupción,
la impunidad y la escasez de democracia que nos ha dejado la derecha de Rajoy
en estos cinco años de legislatura agónica de un capitalismo decadente. A su
vez hemos venido criticando la falta de contundencia en la crítica contra la
burguesía y la necesidad de girar a la izquierda, para propiciar un gobierno de
los trabajadores entre PSOE y Unidos Podemos, que ha tenido muchas dificultades
desde el error de la dirección de querer pactar con la derecha de C’s que es
vista por todos como la fotocopia del PP.
Habíamos plasmado
en algunos de los documentos aprobados en la Asamblea de Izquierda Socialista
de Andalucía celebrada en Huelva nuestra posición con estas palabras: “Es
necesario hacer autocrítica, pues el amplio Pacto de nuestra dirección entre socio-liberales
y socialdemócratas mantenido en la larga deriva hacia el neoliberalismo desde
hace decenas de años, se ha quebrado, al
romperse por el surgimiento de un ala todavía más cercana al liberalismo por un
grupo de compañeros a los que la prensa ha bautizado como “barones y
baronesas”, que retan a la dirección encabezada por Pedro Sánchez, que ha
recibido presiones a través de una potente campaña de prensa, radio y TV, (e
incluso en el Comité Federal), para
forzar un pacto con la derecha (tanto extrema, como moderada), que impida la
salida por la izquierda por la que las bases y nuestra corriente vienen
apostando, orientado a favorecer el giro a la izquierda mediante el rechazo a
las derechas.” Tal cual lo estábamos
viendo venir, así ha ocurrido, pero con mucha más virulencia de lo esperado y
con métodos muy dañinos para la marcha del Partido.
Igualmente
habíamos trazado unas perspectivas en uno de los acuerdos adoptados diciendo
que “La crisis económica, con su prolongada recesión, ha desatado esta
profundización de la crisis política, al quedarse el capitalismo sin paradigma
válido para ofrecer una salida digna para la clase trabajadora y los sectores
más empobrecidos de la sociedad. Recordemos
que cuando se produjo el colapso de la URSS, tanto los defensores del
capitalismo, como incluso la mayoría de los sectores socialdemócratas entonaron
una marcha triunfal, tragando el anzuelo del fin de la historia y de las
bondades del “liberalismo”, con la entrada en la Unión Europea de los Mercaderes,
el crecimiento económico continuo y la posibilidad de llevar a todo el planeta
hacia un horizonte de prosperidad y paz, habiendo resultado todo ello un
fracaso o una enorme estafa para la mayoría social pues ha ocurrido todo lo
contrario, pero los grandes estrategas del desaguisado nunca lo reconocerán”.
Algunos nos decían
que éramos demasiado duros y que nos anticipábamos a los acontecimiento, cuando
describíamos la realidad concreta con estas palabras: “Todos los crímenes de
capitalismo, con sus guerras, desfalcos, corrupciones, ataques al nivel de vida
de las masas y otras barbaridades han querido ser ocultadas tras las bambalinas
y no pocos intelectuales, economistas y estrategas a las órdenes de la
burguesía entre los que destacan algunos con históricas credenciales de líderes
de izquierdas en su juventud, siguen contribuyendo con entusiasmo a la causa a
favor de la “Patria”, la “Civilización occidental” y el “pensamiento único”,
empujando hacia un gobierno de Concentración Nacional, (tome el nombre que le
quieran aplicar), anteponiendo una vez más los intereses del capital a los del
trabajo”. Juzguen ustedes si no es precisamente eso lo que se esconde
detrás de esa denigrante maniobra que ha sido perpetrada por las presiones del
aparato de propaganda burgués, atrapando en sus redes mediáticas a algunos
sectores del Partido.
Cuando
analizábamos la situación, anticipándonos a la crisis interna larvada, que para
muchos era imperceptible, pero para nuestra corriente la estábamos ya detectando y avisando, los
compañeros de otras sensibilidades internas hacían caso omiso a nuestras
posiciones, sobre todo cuando advertíamos que
“Las corrientes socialdemócratas y socio-liberales sucumbieron a las
presiones del capitalismo, asumiendo la hoja de ruta que les marcaba la Troika
y fueron mayoría los que aceptaron desde la izquierda, de forma acrítica, el
discurso liberal, pensando que la lucha de clases ya no existía, pero las movilizaciones del 15-M y su
posterior cristalización en las fuerzas emergentes, lo han refutado a través
del voto el 20-D, trastocando el mapa bipartidista derrotando sus teorías.
Incluso algunos líderes de la “izquierda emergente”, con la osadía propia, tal vez debido a ímpetus juveniles, tal vez
por ignorancia, tal vez por oportunismo, no han dudado en enterrar una vez más
el programa inicial del cambio, negándose a reconocerse como de izquierdas o de
derechas, confundiendo a la gente con
los eufemismos de “arriba y abajo” y el inter-clasismo, lanzando contra las
ideas de la izquierda acusaciones que entorpecen el necesario diálogo para
avanzar en el entendimiento de un programa común que dificulta el panorama para
formar gobierno”.
También hacíamos
una crítica contundente a la situación económica, que pusimos a disposición de
la Dirección, que nos parecía demasiado blanda y con poca concreción a la hora
de confrontar contra el PP, que daba a veces la impresión que eran ellos nuestra oposición y que nos criticaban
como si el PSOE estuviese gobernando el país. Esa situación la describíamos con las
siguientes palabras: “Pese a toda la propaganda de los medios de comunicación,
insistiendo en que “España es la locomotora económica de Europa” y otras
entelequias, las masas y el número de parados y pobres creados por la política
de Rajoy, niega que el capitalismo sea el mejor de los mundos posibles, sino
que cada vez más gentes está llegando a la conclusión que este sistema corrupto
y degenerado tiene que ser sustituido por otro, si queremos conquistar para la
humanidad una vida para los trabajadores, que merezca la pena ser vivida con
dignidad, porque en realidad, el sueño utópico de los “reformistas sin
reformas” sobre el avance hacia el Estado de Bienestar dentro de un capitalismo
de rostro humano, se ha convertido en
una cruel pesadilla, ante la situación de desigualdad alcanzada y la cantidad
de migrantes y refugiados que huyen del terrorismo y las guerras
inter-imperialistas que causan millones de muertos, en esa confrontación bélica
por la hegemonía mundial de los imperialistas”.
Continuando con la
explicación de los acuerdos adoptados por nuestra corriente, denunciábamos la
renuncia a la ideología socialista que la deriva hacia el neoliberalismo
continuaba marcándose por el Partido, empujados por la aplicación de programas,
ni siquiera socialdemócratas, sino más bien seguidistas del liberalismo, en
las CCAA donde gobernaban nuestras “baronías”, difuminándose el contenido
ideológico que crea una confusión y rechazo entre nuestros votantes. Este punto lo remarcábamos
con estas palabras: “ Más que nunca es importante una vez más que las ideas del
genuino socialismo, de la democracia obrera, de la autogestión, sean asumidas
por una capa nueva de jóvenes y trabajadores para luchar por una vida mejor. El
arsenal teórico del materialismo dialéctico de diferentes grupos de la
izquierda, entre los que nos incluimos algunos sectores de la corriente
Izquierda Socialista, a pesar de las mentiras, distorsiones y calumnias del
aparato de propaganda de la burguesía, queriendo confundirnos con aquella caricatura
que supuso el estalinismo, nos hace luchar por el socialismo pues mantiene su
vigencia y necesita ser defendido por los trabajadores que luchan por el cambio
social”.
Nuestra corriente Izquierda Socialista ha hecho posible la
continuación de la lucha por un mundo mejor, sin apenas recursos económicos,
con una militancia entusiasta y abnegada, con tenacidad propia de los que
mantenemos intactos los ideales de los fundadores del PSOE y UGT, con “honradez
y firmeza”, como nos enseñara el Abuelo Pablo, e incluso a veces pagando los
viajes y gastos para ir a las Agrupaciones a extender nuestras ideas,
reorganizando nuevos grupos de adheridos y alentando a la clase trabajadora a
que se organice en la lucha por el Socialismo Obrero, pero mientras tanto,
otros se han preocupado más de los puesto y de destejer lo que construíamos
desde la base, por lo que es preciso hacer autocrítica ante los errores
cometidos, porque han existido demasiadas fugas de militantes y votantes de
izquierdas a la vez que han puesto en peligro al propio Partido. Pero una vez más ha llegado la hora de pasar
a la acción e intentar recuperar el PSOE
para que funcione democráticamente al servicio de la clase trabajadora, pues el
momento lo exige, dado el debate entre las tres corrientes internas que se han
perfilado, los liberales, los socialdemócratas e izquierda socialista.
Por lo tanto, desde la corriente Izquierda Socialista, una vez
más hacemos un llamamiento a la movilización general y al encuadramiento de la
clase trabajadora pidiendo la adhesión para militar en nuestras filas,
ayudándonos a colaborar en nuestras actividades y en nuestras luchas, con el
objetivo de fortalecer un ala izquierda para dar la batalla en el próximo Congreso,
defendiendo los ideales y el programa genuino para la transformación socialista
de la sociedad.
En momentos
cruciales por los que atravesamos, como decía Pablo Iglesias Posse, “hay que
optar: o con los unos o con los otros. O con la burguesía o con los
trabajadores, porque no se pueden servir a dos amos a la vez”. Por tanto, nuestras posiciones están claras. Seguimos
defendiendo el programa socialista genuino para el giro a la izquierda y la
democracia social plena(*) porque la lucha por el socialismo no puede ser tarea
solo de los dirigentes, sino que requiere la participación activa y crítica de
los trabajadores como clase. La lucha social es lo único que sirve para
garantizar que nos seguimos debiendo a la causa de los trabajadores y luchamos
codo a codo con nuestra clase y la juventud, contra los horrores del
capitalismo. Debemos contribuir cada vez más en las luchas y en los debates,
para que se produzca el rearme ideológico del Partido Socialista que nos
permita avanzar hacia la unidad de las izquierdas, tanto política, social,
económica, cultural, defendiendo también el ecologismo y el feminismo que nos
haga avanzar hacia la igualdad plena como seres humanos porque otro mundo no
solo es posible, sino más necesario que nunca. ¡¡ Únete a la lucha por un mundo
mejor¡¡
JOSÉ MARTIN RODRIGUEZ.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE.
(*) Si quieres conocer el análisis y el programa que hemos
propuesto a debate para el próximo de Congreso, puedes solicitarlo gratuitamente
al correo de abajo, poniendo en asunto las palabras: “Por un Estado Socialista
y Federal”.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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