3 de octubre de 2016

REFLEXIONES CRÍTICAS TRAS EL GOLPE BUROCRÁTICO.

Resultado de imagen de Bronca en el Comité Federal del PSOE
Todos hemos cometido errores en este proceso de enfrentamiento que ha sufrido el PSOE, unos a escala colectiva, como los sectores enfrentados, o por motivos personalistas y de prestigio personal, o por ansias de poder, aplicando tácticas incorrectas y excesos en los comportamientos poco democráticos y compañeros, por lo que se impone la necesidad de una autocrítica urgente, pedir disculpas a los militantes y votantes e iniciar un proceso de rectificaciones, si es verdad como todos declaramos que queremos reconstruir el Partido.


Las cabezas visibles de esta terrible crisis de controversia que hemos sufrido son, por un lado Pedro Sánchez, que ha sido forzado a dimitir siendo el representante del sector socialdemócrata, que contaba con la legitimidad del voto de la militancia elegido por las bases. Ese es uno de los motivos de una cierta rebelión de los afiliados que fueron a la puerta de Ferraz a protestar en la que se expresaba que la tensión era palpable.  La otra cabeza visible era Susana Díaz, que ha sido vista en el conflicto como la representante del sector más liberal del grupo de los 17 dimisionarios, cuyas dimisiones eran entendidas como un chantaje para derrocar al Secretario General mediante presión externa, en vez de haber esperado a presentar la crítica en el Comité Federal, una vez éste hubiese estado constituido estatutariamente.


Esa anomalía desató un debate previo sobre el procedimiento que agravó mucho más las tensiones entre las tres corrientes, porque Izquierda Socialista también está representada en el C.F. y Pérez Tapias que intervino intentando conciliar e intermediar para encauzar el debate que estaba muy enconado, ante el desprecio a sus posiciones,  optó por salir de la reunión. En una entrevista ofrecida a “eldiario.es 1-10-16” y respondiendo a la pregunta final, “¿Quién cree que es el responsable de esta situación?”, declaró: “Se han ido acumulando situaciones no acertadas por un lado y por otro. Yo creo que lo que hemos vivido estos días, la dimisión de los 17 compañeros tratando de provocar la dimisión del Secretario General, pues no ha sido un juego leal, democrático ni limpio. Había cauces democráticos para resolver esto sin llegar a esta situación, incluso estando en desacuerdo con el Secretario General, esos desacuerdo se podrían haber discutido sin problemas de procedimiento porque las reglas estaban claras. Pero ahora se ha tensado todo y bueno, el S.G. ha hecho bien defendiendo su propuesta de Congreso Extraordinario, pero se ha equivocado iniciando una votación que no estaba aclarada”.


El PSOE ha sufrido un desgaste terrible por la precipitación del sector liberal de intentar defenestrar a Pedro Sánchez sin aguardar el momento del Comité Federal que estaba convocado, para debatir todo lo necesario y someterse democráticamente al veredicto de los votos. El Partido ha expresado a través de ese sector que estaba encabezado por las baronías, en esa desgarradora controversia con el sector socialdemócrata de Pedro Sánchez, elegido democráticamente por los votos de los militantes, que al mismo tiempo que aquella corriente que se ha comportado con métodos erróneos y burocráticos, en realidad, el Partido es mucho más que su dirección y las bases se han rebelado demostrando su carácter como clase trabajadora y ha protestado espontáneamente ante lo que ha interpretado como un intento de doblarle el pulso al Comité Federal, que venía sosteniendo la posición del NO a Rajoy,  por activa y por pasiva.


El debate se ha desmadrado tanto en el seno del Partido como en toda la sociedad y está siendo un clamor de la militancia, sobre todo de nuestra corriente Izquierda Socialista, que como oposición de izquierdas reconocida estatutariamente, ha mantenido un comportamiento correcto a la vez que ha venido reclamando que esos comportamientos de lucha interna entre camarillas, sin aparente contenido ideológico, es otro error más de los que se vienen cometiendo por la dirección y las baronías del Partido.


Muchos de los que han estado en primera línea de fuego de la escaramuza, siendo protagonistas del espectáculo bochornoso que se ha dado a la clase trabajadora, están muy molestos porque los medios de comunicación han mostrado el espectáculo con toda su crudeza, viendo en la puerta de Ferraz, como se les llamaba golpista y se coreaban consignas con absoluta libertad, contra los considerados como “amotinados dimisionarios”, que les parecía que eran los máximos responsables de la división y del enfrentamiento. 


Nuestra corriente Izquierda Socialista viene defendiendo desde hace años, la necesidad de mantener los métodos compañeros y democráticos en los debates, defiende los ideales y el programa basado en el materialismo dialéctico y la lucha constante contra la corrupción, la impunidad y la escasez de democracia que nos ha dejado la derecha de Rajoy en estos cinco años de legislatura agónica de un capitalismo decadente. A su vez hemos venido criticando la falta de contundencia en la crítica contra la burguesía y la necesidad de girar a la izquierda, para propiciar un gobierno de los trabajadores entre PSOE y Unidos Podemos, que ha tenido muchas dificultades desde el error de la dirección de querer pactar con la derecha de C’s que es vista por todos como la fotocopia del PP.


         Habíamos plasmado en algunos de los documentos aprobados en la Asamblea de Izquierda Socialista de Andalucía celebrada en Huelva nuestra posición con estas palabras: “Es necesario hacer autocrítica, pues el amplio Pacto de nuestra dirección entre socio-liberales y socialdemócratas mantenido en la larga deriva hacia el neoliberalismo desde hace decenas de años, se ha quebrado,  al romperse por el surgimiento de un ala todavía más cercana al liberalismo por un grupo de compañeros a los que la prensa ha bautizado como “barones y baronesas”, que retan a la dirección encabezada por Pedro Sánchez, que ha recibido presiones a través de una potente campaña de prensa, radio y TV, (e incluso en el Comité Federal),  para forzar un pacto con la derecha (tanto extrema, como moderada), que impida la salida por la izquierda por la que las bases y nuestra corriente vienen apostando, orientado a favorecer el giro a la izquierda mediante el rechazo a las derechas.”  Tal cual lo estábamos viendo venir, así ha ocurrido, pero con mucha más virulencia de lo esperado y con métodos muy dañinos para la marcha del Partido.


         Igualmente habíamos trazado unas perspectivas en uno de los acuerdos adoptados diciendo que “La crisis económica, con su prolongada recesión, ha desatado esta profundización de la crisis política, al quedarse el capitalismo sin paradigma válido para ofrecer una salida digna para la clase trabajadora y los sectores más empobrecidos de la sociedad.  Recordemos que cuando se produjo el colapso de la URSS, tanto los defensores del capitalismo, como incluso la mayoría de los sectores socialdemócratas entonaron una marcha triunfal, tragando el anzuelo del fin de la historia y de las bondades del “liberalismo”, con la entrada en la Unión Europea de los Mercaderes, el crecimiento económico continuo y la posibilidad de llevar a todo el planeta hacia un horizonte de prosperidad y paz, habiendo resultado todo ello un fracaso o una enorme estafa para la mayoría social pues ha ocurrido todo lo contrario, pero los grandes estrategas del desaguisado nunca lo reconocerán”.


         Algunos nos decían que éramos demasiado duros y que nos anticipábamos a los acontecimiento, cuando describíamos la realidad concreta con estas palabras: “Todos los crímenes de capitalismo, con sus guerras, desfalcos, corrupciones, ataques al nivel de vida de las masas y otras barbaridades han querido ser ocultadas tras las bambalinas y no pocos intelectuales, economistas y estrategas a las órdenes de la burguesía entre los que destacan algunos con históricas credenciales de líderes de izquierdas en su juventud, siguen contribuyendo con entusiasmo a la causa a favor de la “Patria”, la “Civilización occidental” y el “pensamiento único”, empujando hacia un gobierno de Concentración Nacional, (tome el nombre que le quieran aplicar), anteponiendo una vez más los intereses del capital a los del trabajo”.  Juzguen ustedes  si no es precisamente eso lo que se esconde detrás de esa denigrante maniobra que ha sido perpetrada por las presiones del aparato de propaganda burgués, atrapando en sus redes mediáticas a algunos sectores del Partido.


         Cuando analizábamos la situación, anticipándonos a la crisis interna larvada, que para muchos era imperceptible, pero para nuestra corriente la  estábamos ya detectando y avisando, los compañeros de otras sensibilidades internas hacían caso omiso a nuestras posiciones, sobre todo cuando advertíamos que  “Las corrientes socialdemócratas y socio-liberales sucumbieron a las presiones del capitalismo, asumiendo la hoja de ruta que les marcaba la Troika y fueron mayoría los que aceptaron desde la izquierda, de forma acrítica, el discurso liberal, pensando que la lucha de clases ya no existía,  pero las movilizaciones del 15-M y su posterior cristalización en las fuerzas emergentes, lo han refutado a través del voto el 20-D, trastocando el mapa bipartidista derrotando sus teorías. Incluso algunos líderes de la “izquierda emergente”, con la osadía propia,  tal vez debido a ímpetus juveniles, tal vez por ignorancia, tal vez por oportunismo, no han dudado en enterrar una vez más el programa inicial del cambio, negándose a reconocerse como de izquierdas o de derechas,  confundiendo a la gente con los eufemismos de “arriba y abajo” y el inter-clasismo, lanzando contra las ideas de la izquierda acusaciones que entorpecen el necesario diálogo para avanzar en el entendimiento de un programa común que dificulta el panorama para formar gobierno”.


         También hacíamos una crítica contundente a la situación económica, que pusimos a disposición de la Dirección, que nos parecía demasiado blanda y con poca concreción a la hora de confrontar contra el PP, que daba a veces la impresión que eran  ellos nuestra oposición y que nos criticaban como si el PSOE estuviese gobernando el país.  Esa situación la describíamos con las siguientes palabras: “Pese a toda la propaganda de los medios de comunicación, insistiendo en que “España es la locomotora económica de Europa” y otras entelequias, las masas y el número de parados y pobres creados por la política de Rajoy, niega que el capitalismo sea el mejor de los mundos posibles, sino que cada vez más gentes está llegando a la conclusión que este sistema corrupto y degenerado tiene que ser sustituido por otro, si queremos conquistar para la humanidad una vida para los trabajadores, que merezca la pena ser vivida con dignidad, porque en realidad, el sueño utópico de los “reformistas sin reformas” sobre el avance hacia el Estado de Bienestar dentro de un capitalismo de rostro humano,  se ha convertido en una cruel pesadilla, ante la situación de desigualdad alcanzada y la cantidad de migrantes y refugiados que huyen del terrorismo y las guerras inter-imperialistas que causan millones de muertos, en esa confrontación bélica por la hegemonía mundial de los imperialistas”.


         Continuando con la explicación de los acuerdos adoptados por nuestra corriente, denunciábamos la renuncia a la ideología socialista que la deriva hacia el neoliberalismo continuaba marcándose por el Partido, empujados por la aplicación de programas,  ni siquiera socialdemócratas,  sino más bien seguidistas del liberalismo, en las CCAA donde gobernaban nuestras “baronías”, difuminándose el contenido ideológico que crea una confusión y rechazo entre  nuestros votantes. Este punto lo remarcábamos con estas palabras: “ Más que nunca es importante una vez más que las ideas del genuino socialismo, de la democracia obrera, de la autogestión, sean asumidas por una capa nueva de jóvenes y trabajadores para luchar por una vida mejor. El arsenal teórico del materialismo dialéctico de diferentes grupos de la izquierda, entre los que nos incluimos algunos sectores de la corriente Izquierda Socialista, a pesar de las mentiras, distorsiones y calumnias del aparato de propaganda de la burguesía, queriendo confundirnos con aquella caricatura que supuso el estalinismo, nos hace luchar por el socialismo pues mantiene su vigencia y necesita ser defendido por los trabajadores que luchan por el cambio social”. 


Nuestra corriente Izquierda Socialista ha hecho posible la continuación de la lucha por un mundo mejor, sin apenas recursos económicos, con una militancia entusiasta y abnegada, con tenacidad propia de los que mantenemos intactos los ideales de los fundadores del PSOE y UGT, con “honradez y firmeza”, como nos enseñara el Abuelo Pablo, e incluso a veces pagando los viajes y gastos para ir a las Agrupaciones a extender nuestras ideas, reorganizando nuevos grupos de adheridos y alentando a la clase trabajadora a que se organice en la lucha por el Socialismo Obrero, pero mientras tanto, otros se han preocupado más de los puesto y de destejer lo que construíamos desde la base, por lo que es preciso hacer autocrítica ante los errores cometidos, porque han existido demasiadas fugas de militantes y votantes de izquierdas a la vez que han puesto en peligro al propio Partido.  Pero una vez más ha llegado la hora de pasar a la acción  e intentar recuperar el PSOE para que funcione democráticamente al servicio de la clase trabajadora, pues el momento lo exige, dado el debate entre las tres corrientes internas que se han perfilado, los liberales, los socialdemócratas e izquierda socialista.

        
Por lo tanto, desde la corriente Izquierda Socialista, una vez más hacemos un llamamiento a la movilización general y al encuadramiento de la clase trabajadora pidiendo la adhesión para militar en nuestras filas, ayudándonos a colaborar en nuestras actividades y en nuestras luchas, con el objetivo de fortalecer un ala izquierda para dar  la batalla en el próximo Congreso, defendiendo los ideales y el programa genuino para la transformación socialista de la sociedad.


         En momentos cruciales por los que atravesamos, como decía Pablo Iglesias Posse, “hay que optar: o con los unos o con los otros. O con la burguesía o con los trabajadores, porque no se pueden servir a dos amos a la vez”.  Por tanto, nuestras posiciones están claras. Seguimos defendiendo el programa socialista genuino para el giro a la izquierda y la democracia social plena(*) porque la lucha por el socialismo no puede ser tarea solo de los dirigentes, sino que requiere la participación activa y crítica de los trabajadores como clase. La lucha social es lo único que sirve para garantizar que nos seguimos debiendo a la causa de los trabajadores y luchamos codo a codo con nuestra clase y la juventud, contra los horrores del capitalismo. Debemos contribuir cada vez más en las luchas y en los debates, para que se produzca el rearme ideológico del Partido Socialista que nos permita avanzar hacia la unidad de las izquierdas, tanto política, social, económica, cultural, defendiendo también el ecologismo y el feminismo que nos haga avanzar hacia la igualdad plena como seres humanos porque otro mundo no solo es posible, sino más necesario que nunca. ¡¡ Únete a la lucha por un mundo mejor¡¡

JOSÉ MARTIN RODRIGUEZ.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE.

(*) Si quieres conocer el análisis y el programa que hemos propuesto a debate para el próximo de Congreso, puedes solicitarlo gratuitamente al correo de abajo, poniendo en asunto las palabras: “Por un Estado Socialista y Federal”.

ispsoeandalucia.malaga@gmail.com



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