30 de septiembre de 2016

PSOE EN CRISIS: GOLPE BUROCRÁTICO CONTRA PEDRO SÁNCHEZ.


Resultado de imagen de Pedro Sánchez y Susana Diaz 

La campaña virulenta desde todos los frentes contra Pedro Sánchez y el sector que les apoya ha sido  brutal.  La burguesía, a través de Rajoy,  señalaron  al Secretario General del PSOE como el enemigo a batir, acusándole de todo, de extremista, de querer pactar con los independentistas, de torpedear la gobernabilidad del Estado y responsabilizándole del hundimiento de la economía, si no accedía a permitir un gobierno de la pandilla de corruptos del PP.  Al responder con firmeza con el “NO, es NO”, avalado por el Comité Federal y gran parte de la militancia,  arreció la campaña insidiosa contra el que antes era visto como un dirigente sensato y moderado, que era invitado a colaborar en un gobierno de derechas para la “buena gobernanza” del capitalismo corrupto y decadente, asumiendo esa “necesidad” las baronías que apostaban por la abstención.

El estallido de la crisis, que tiene al parecer su causa en cuestiones de enfrentamientos burocráticos entre la corriente “liberal” y la “socialdemócrata”, que han roto con virulencia el pacto tácito que mantenían durante años,  responde asimismo a una cuestión política, por lo que es preciso plantear algunas interrogantes, como por ejemplo, la causa de por qué Pedro Sánchez ha desafiado a Felipe González y a las baronías que le respaldan y si este enfrentamiento puede conducir al Partido hacia una escisión o podrán reconducir la crisis hacia el diálogo.

Para derrotar el golpe burocrático que el sector liberal,  en complot con algunos barones socialdemócratas,  han perpetrado contra la dirección del PSOE encabezada por Pedro Sánchez, debe movilizar a la militancia levantando un programa genuinamente socialista y basarse en la más estricta democracia interna desde las bases, marcando el camino para una alianza con Unidos Podemos a la vez que ofrecer el Federalismo y la democracia como alternativa a los conflictos territoriales,  que desde Izquierda Socialista hemos aportado al debate del próximo Comité Federal, que ha  querido abortar las baronías, sin querer admitir que bajo el modelo centralista del capitalismo españolista, no tienen soluciones viables ni las cuestiones sociales ni el derecho a decidir.

La posición firme de Pedro Sánchez al rechazar la dimisión que le piden las baronías, fuera de los cauces normales  que se han comportado con una virulencia política brutal, es un sentimiento que comparten miles de militantes de base, que están sufriendo en sus carnes los recortes y concesiones a la derecha, hartos de maniobras de algunos “personajes” que se consideran amos de sus respectivos cortijos, tan ensoberbecidos y con tal desprecio a la militancia que parecen a veces más cercanos al PP que a la izquierda y nuestros votantes, viendo con estupor, que la lucha fratricida de la burocracia “permanente” se está convirtiendo en un lastre para las izquierdas, que es rechazada por millones de trabajadores y jóvenes que nos ven como parte de esa maquinaria caduca del sistema, que tendríamos que combatir y no apuntalar. 

El deterioro de la credibilidad del PSOE demostrado por su pérdida de apoyos electorales y de militancia, en las cuatro últimas elecciones, incluyendo las celebradas en Euskadi y las Gallegas,   que acusan el desgaste y el posible hundimiento al que se enfrenta el Partido,  tienen sus causas en la deriva hacia una fusión de la Dirección del partido hacia posiciones convergentes con los intereses de los capitalistas y contrarias a la defensa firme de la clase trabajadora, inclinación hacia el neoliberalismo que ha ido demasiado lejos en los períodos anteriores.  Se producía la paradoja de prometer políticas de izquierdas, en lo interno para luego ceder ante las presiones del capitalismo, incumpliendo cuestiones sociales básicas, como por ejemplo, cuando Zapatero prometió dejar el salario mínimo interprofesional en 800 euros al mes y lo dejó en poco más de 600 euros.  Otro de los incumplimientos del programa fue el pacto “relámpago” del articulo 135 de la C.E. con la burguesía, anteponiendo los intereses del capitalismo mafioso a los Derechos de los trabajadores, lo que ha sido visto por los votantes con gran rechazo porque la población  está harta de engaños, mentiras y sufrimientos, sobre todo,  de los cinco años últimos de Gobierno del PP, que no ha sido respondido con la firmeza que las masas esperaban, ni por el PSOE ni por los Sindicatos.

Esas son algunas causas que explican el colapso electoral del PSOE y el desapego de las masas, situación que podría profundizarse bastante, en el caso de que, como salida a esta brutal crisis, el grupo parlamentario permita con su abstención  que se favorezca la investidura de Rajoy y abra las puertas a las derechas para formar un gobierno que sería de más recortes y ataques a los intereses del movimiento obrero. Preciso es resaltar que la evolución del apoyo electoral al PSOE a partir de 2011 ha sido descendente y si continuase con el compromiso de permitir la aplicación del programa de austeridad de la derecha, que hunde las condiciones laborales y de vida de millones de personas, castigando a la juventud asalariada y estudiantil, que ha llevado al país a las mayores tasas de desigualdad y paro de la historia, apareciendo ante la población un PSOE colaboracionista con el PP, el desprestigio sería fulminante.

La burguesía con su potente aparato de propaganda y con una cierta colaboración del ala más liberal del Partido, lo que pretenden es profundizar en esos planes, hablando falsamente del “bien de España”,  cuando en realidad lo que conseguirían con la continuidad de los programas de austeridad  de la derecha sería seguir robándonos  a los trabajadores para beneficio de banqueros y capitalistas, pero para la izquierda debemos anteponer los intereses de los sectores más empobrecidos a que continúen amasando fortunas un puñado de adinerados que no han sido elegidos democráticamente.  Una abstención ante Rajoy sería abrir la puerta a nuevas concesiones a la manoseada “gobernabilidad” pero permitirán ataques muy fuertes a la clase trabajadora, que acelerarían la caída del PSOE.

Desde Izquierda Socialista debemos seguir siendo críticos al programa actual y en el próximo Congreso luchar por nuestras propuestas alternativas, pero ante la resistencia de Pedro Sánchez, a ese brutal asalto llevado a cabo más bien por motivos burocráticos, dado que el sector “liberal” no presenta ninguna propuesta programática alternativa a la actual,  lo que esconde esta brutal controversia son motivaciones de supervivencia política de dos camarillas enfrentadas.  Tanto Pedro Sánchez como Susana Días, “presuntos aspirantes a mandamás,  tienen un expediente amplio de apoyos a medidas neoliberales y nunca han hablado de “un programa socialista para acabar con el capitalismo” contando ambos como asesor personal con Felipe,  hasta hace cuatro días, en que González se ha sentido “engañado” por Pedro, pagándole con el apoyo al asalto a Ferraz para defenestrar al Comité Federal.

Esa batalla por controlar el Partido, por hacerse con el “Poder Máximo” como han explicado los analistas, expresa a su vez las presiones de la clase dominante, aunque se expresa de una forma distorsionada.  Han sido brutales las presiones de la burguesía, utilizando y movilizando todos sus recursos desde fuera y desde dentro del PSOE, aglutinando las presiones de un fuerte sector de la militancia, orquestado incluso por unas presuntas “Red de bots”, que exigimos sean investigadas, ya que han circulado acusaciones por las redes sociales que la militancia necesitamos que se  esclarezca su veracidad o calumnia.

Ninguno de los tres sectores actuales del PSOE ha dicho claramente que quiere permitir un Gobierno del PP, ni tampoco que debe girar a la izquierda, haciendo autocrítica, exigiendo regeneración democrática y abrir el debate desde las bases para que podamos conectar con las aspiraciones de los votantes. Solamente nuestra corriente ha venido y viene trabajando en ese sentido planteando en cada encuentro interno nuestras propuestas en esa dirección.  Esa debe ser la nueva orientación que nos permita transformarnos profundamente como partido al servicio de la clase trabajadora si en verdad queremos protagonizar las luchas por el Cambio Social que la sociedad está demandando.  Para ello precisamos romper con la subordinación al sistema burgués y recuperar el “genuino programa socialista y la democracia social plena” de las que las Direcciones del Partido nos han ido apartando, volviendo a los clásicos, como Pablo Iglesias, Largo Caballero y demás socialistas que se jugaban la vida por un mundo mejor para los más pobres.

Las bases estamos muy alarmados porque todavía no vemos el verdadero alcance de la lucha fratricida desatada y hasta dónde podría llegar. Pedro ha reclamado en los procesos electorales recientes la necesidad de que  “el PSOE sea una fuerza real de la izquierda”, que no esté subordinada a la derecha para recuperar los principios ideológicos.  Aunque Izquierda Socialista no lo votamos porque defendimos nuestro programa con nuestro propio candidato,  el compañero Pérez Tapias, el procedimiento democrático en su elección  directa, mediante un militante un voto, con cerca de un 80 % de votos frente a un 20 % de I.S.   se merece un respeto por nuestra parte, aunque otros han perdido los papeles y ahora hay acusaciones mutuas de quién es más responsable del desaguisado y el espectáculo dramático en el que nos han metido.

El llamamiento de Pedro para resolver la controversia devolviendo la voz a las bases en un Congreso para que sea la militancia la que decida la política, que se pronuncie sobre la posición del NO o la Abstención ante Rajoy, posicionándose éste claramente por el NO, ha  propiciado que posiblemente la mayoría de militantes estén contra el golpe fraudulento que atenta contra la democracia interna, que sigue siendo escasa.  Una gran mayoría de trabajadores y jóvenes  han reflejado en las redes sociales un alto grado de simpatía y apoyos a un gobierno PSOE+Unidos Podemos e incluso están dispuestos a pelear por unas movilizaciones que desalojen a la derecha corrupta del Gobierno.

Todavía es prematuro para conocer los factores que han influido en las decisiones de Pedro Sánchez, pero si observamos la situación que sufre la izquierda en toda Europa, vemos con claridad divisiones en toda la socialdemocracia e incluso en el Partido Laborista de Gran Bretaña y el Partido Demócrata en EEUU.  Los movimientos internos y luchas de corrientes aparecen en todas partes, pero si Pedro quiere derrotar este golpe de mano y recuperar al PSOE como la fuerza real que fue para la izquierda en lucha, tiene que optar por movilizar y basarse en la fuerza de la militancia, ofreciendo un programa político de izquierda genuina, declarando sin tapujos que vamos a luchar por la Unidad de las Izquierdas, que vamos a dialogar para ver como avanzamos hacia la resolución del conflicto territorial, por el derecho a Decidir incluso reformando la Constitución,  rechazando las presiones de la burguesía  negándose también a aceptar ningún tipo de chantaje, vengan de las baronías, vengan de los Capitalistas o de la prensa internacional.

La crisis en la que hemos entrado va a ser dura y puede dejar girones por el camino pero todas las posibilidades están abiertas, aunque podrían surgir algún tipo de abandonos masivos o escisiones.  Es una realidad que esta ruptura interna, que se ha iniciado más bien por motivos burocráticos, se expresará también con claros motivos políticos, porque unos sectores empujan hacia la derecha y otros hacia la izquierda, como es normal en estos procesos históricamente.

            Si Rajoy impone su pauta como nuevo Presidente de Gobierno, aunque sea con una parte de los parlamentarios socialistas, la burguesía se tirará a la yugular para precipitar la escisión y la ruptura, que les favorece para sus planes, pero un gobierno así será débil y visto como elegido por métodos fraudulentos e ilegítimos, máxime cuando está “investigado y rodeado por el lodazal de la corrupción,  como un “segundo tamayazo” y podría precipitar la escisión, por lo que estemos atento a impedir esa angustiosa situación para los votantes de izquierdas.

            Si Pedro Sánchez y sus partidarios consiguen imponerse democráticamente al sector liberal y se orienta hacia el desarrollo de un ala izquierda dentro del PSOE, se llame  como se llame, pero en las líneas que hemos venido planteando, sería visto como una gran noticia para las bases y la clase trabajadora en su conjunto, pero es precipitado todavía asegurar que tal proceso se vaya a dar de inmediato, o pudiese ser que sí.   De una u otra forma, los acontecimientos que estamos viviendo ponen sobre el tapete, que necesitamos organizarnos y formarnos mejor para la unidad y la lucha, con el objetivo de reconstruir el Partido de masas de izquierdas para defender los intereses de la clase trabajadora y la juventud, pero armados son los ideales del socialismo marxista que nos enseñara Pablo Iglesias, tomando el camino de la movilización para transformar la sociedad y acabar con la dictadura del capital, poniendo en práctica que el “ideal del PSOE , es la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”.

COORDINADORA PROVINCIAL.  
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE. A
Málaga, 29  de septiembre de 2016.

Nota: Si quieres recibir los textos del documento aprobado en la reunión del  22-9-16, remitidos al Comité Federal, solicítalo al correo de abajo poniendo en asunto “Acuerdos Coordinadora”:

ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

           


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