La campaña virulenta desde todos los frentes contra Pedro Sánchez y el
sector que les apoya ha sido
brutal. La burguesía, a través de
Rajoy, señalaron al Secretario General del PSOE como el enemigo
a batir, acusándole de todo, de extremista, de querer pactar con los
independentistas, de torpedear la gobernabilidad del Estado y
responsabilizándole del hundimiento de la economía, si no accedía a permitir un
gobierno de la pandilla de corruptos del PP.
Al responder con firmeza con el “NO, es NO”, avalado por el Comité
Federal y gran parte de la militancia, arreció la campaña insidiosa contra el que
antes era visto como un dirigente sensato y moderado, que era invitado a
colaborar en un gobierno de derechas para la “buena gobernanza” del capitalismo
corrupto y decadente, asumiendo esa “necesidad” las baronías que apostaban por
la abstención.
El estallido de la crisis, que tiene al parecer su causa en cuestiones de
enfrentamientos burocráticos entre la corriente “liberal” y la
“socialdemócrata”, que han roto con virulencia el pacto tácito que mantenían
durante años, responde asimismo a una
cuestión política, por lo que es preciso plantear algunas interrogantes, como
por ejemplo, la causa de por qué Pedro Sánchez ha desafiado a Felipe González y
a las baronías que le respaldan y si este enfrentamiento puede conducir al
Partido hacia una escisión o podrán reconducir la crisis hacia el diálogo.
Para derrotar el golpe burocrático que el sector liberal, en complot con algunos barones
socialdemócratas, han perpetrado contra
la dirección del PSOE encabezada por Pedro Sánchez, debe movilizar a la
militancia levantando un programa genuinamente socialista y basarse en la más
estricta democracia interna desde las bases, marcando el camino para una
alianza con Unidos Podemos a la vez que ofrecer el Federalismo y la democracia
como alternativa a los conflictos territoriales, que desde Izquierda Socialista hemos aportado
al debate del próximo Comité Federal, que ha
querido abortar las baronías, sin querer admitir que bajo el modelo
centralista del capitalismo españolista, no tienen soluciones viables ni las
cuestiones sociales ni el derecho a decidir.
La posición firme de Pedro Sánchez al rechazar la dimisión que le piden
las baronías, fuera de los cauces normales que se han comportado con una virulencia
política brutal, es un sentimiento que comparten miles de militantes de base,
que están sufriendo en sus carnes los recortes y concesiones a la derecha, hartos
de maniobras de algunos “personajes” que se consideran amos de sus respectivos
cortijos, tan ensoberbecidos y con tal desprecio a la militancia que parecen a
veces más cercanos al PP que a la izquierda y nuestros votantes, viendo con
estupor, que la lucha fratricida de la burocracia “permanente” se está
convirtiendo en un lastre para las izquierdas, que es rechazada por millones de
trabajadores y jóvenes que nos ven como parte de esa maquinaria caduca del
sistema, que tendríamos que combatir y no apuntalar.
El deterioro de la credibilidad del PSOE demostrado por su pérdida de
apoyos electorales y de militancia, en las cuatro últimas elecciones,
incluyendo las celebradas en Euskadi y las Gallegas, que acusan el desgaste y el posible
hundimiento al que se enfrenta el Partido, tienen sus causas en la deriva hacia una
fusión de la Dirección del partido hacia posiciones convergentes con los
intereses de los capitalistas y contrarias a la defensa firme de la clase
trabajadora, inclinación hacia el neoliberalismo que ha ido demasiado lejos en
los períodos anteriores. Se producía la
paradoja de prometer políticas de izquierdas, en lo interno para luego ceder
ante las presiones del capitalismo, incumpliendo cuestiones sociales básicas,
como por ejemplo, cuando Zapatero prometió dejar el salario mínimo
interprofesional en 800 euros al mes y lo dejó en poco más de 600 euros. Otro de los incumplimientos del programa fue
el pacto “relámpago” del articulo 135 de la C.E. con la burguesía, anteponiendo
los intereses del capitalismo mafioso a los Derechos de los trabajadores, lo
que ha sido visto por los votantes con gran rechazo porque la población está harta de engaños, mentiras y
sufrimientos, sobre todo, de los cinco
años últimos de Gobierno del PP, que no ha sido respondido con la firmeza que
las masas esperaban, ni por el PSOE ni por los Sindicatos.
Esas son algunas causas que explican el colapso electoral del PSOE y el
desapego de las masas, situación que podría profundizarse bastante, en el caso
de que, como salida a esta brutal crisis, el grupo parlamentario permita con su
abstención que se favorezca la
investidura de Rajoy y abra las puertas a las derechas para formar un gobierno
que sería de más recortes y ataques a los intereses del movimiento obrero.
Preciso es resaltar que la evolución del apoyo electoral al PSOE a partir de
2011 ha sido descendente y si continuase con el compromiso de permitir la
aplicación del programa de austeridad de la derecha, que hunde las condiciones
laborales y de vida de millones de personas, castigando a la juventud
asalariada y estudiantil, que ha llevado al país a las mayores tasas de
desigualdad y paro de la historia, apareciendo ante la población un PSOE
colaboracionista con el PP, el desprestigio sería fulminante.
La burguesía con su potente aparato de propaganda y con una cierta
colaboración del ala más liberal del Partido, lo que pretenden es profundizar
en esos planes, hablando falsamente del “bien de España”, cuando en realidad lo que conseguirían con la
continuidad de los programas de austeridad
de la derecha sería seguir robándonos
a los trabajadores para beneficio de banqueros y capitalistas, pero para
la izquierda debemos anteponer los intereses de los sectores más empobrecidos a
que continúen amasando fortunas un puñado de adinerados que no han sido
elegidos democráticamente. Una
abstención ante Rajoy sería abrir la puerta a nuevas concesiones a la manoseada
“gobernabilidad” pero permitirán ataques muy fuertes a la clase trabajadora,
que acelerarían la caída del PSOE.
Desde Izquierda Socialista debemos seguir siendo críticos al programa
actual y en el próximo Congreso luchar por nuestras propuestas alternativas,
pero ante la resistencia de Pedro Sánchez, a ese brutal asalto llevado a cabo
más bien por motivos burocráticos, dado que el sector “liberal” no presenta
ninguna propuesta programática alternativa a la actual, lo que esconde esta brutal controversia son
motivaciones de supervivencia política de dos camarillas enfrentadas. Tanto Pedro Sánchez como Susana Días,
“presuntos aspirantes a mandamás, tienen
un expediente amplio de apoyos a medidas neoliberales y nunca han hablado de
“un programa socialista para acabar con el capitalismo” contando ambos como
asesor personal con Felipe, hasta hace
cuatro días, en que González se ha sentido “engañado” por Pedro, pagándole con
el apoyo al asalto a Ferraz para defenestrar al Comité Federal.
Esa batalla por controlar el Partido, por hacerse con el “Poder Máximo”
como han explicado los analistas, expresa a su vez las presiones de la clase
dominante, aunque se expresa de una forma distorsionada. Han sido brutales las presiones de la
burguesía, utilizando y movilizando todos sus recursos desde fuera y desde
dentro del PSOE, aglutinando las presiones de un fuerte sector de la
militancia, orquestado incluso por unas presuntas “Red de bots”, que exigimos
sean investigadas, ya que han circulado acusaciones por las redes sociales que
la militancia necesitamos que se
esclarezca su veracidad o calumnia.
Ninguno de los tres sectores actuales del PSOE ha dicho claramente que
quiere permitir un Gobierno del PP, ni tampoco que debe girar a la izquierda,
haciendo autocrítica, exigiendo regeneración democrática y abrir el debate
desde las bases para que podamos conectar con las aspiraciones de los votantes.
Solamente nuestra corriente ha venido y viene trabajando en ese sentido
planteando en cada encuentro interno nuestras propuestas en esa dirección. Esa debe ser la nueva orientación que nos permita
transformarnos profundamente como partido al servicio de la clase trabajadora
si en verdad queremos protagonizar las luchas por el Cambio Social que la
sociedad está demandando. Para ello
precisamos romper con la subordinación al sistema burgués y recuperar el
“genuino programa socialista y la democracia social plena” de las que las
Direcciones del Partido nos han ido apartando, volviendo a los clásicos, como
Pablo Iglesias, Largo Caballero y demás socialistas que se jugaban la vida por
un mundo mejor para los más pobres.
Las bases estamos muy alarmados porque todavía no vemos el verdadero
alcance de la lucha fratricida desatada y hasta dónde podría llegar. Pedro ha
reclamado en los procesos electorales recientes la necesidad de que “el PSOE sea una fuerza real de la izquierda”,
que no esté subordinada a la derecha para recuperar los principios
ideológicos. Aunque Izquierda Socialista
no lo votamos porque defendimos nuestro programa con nuestro propio candidato, el compañero Pérez Tapias, el procedimiento
democrático en su elección directa,
mediante un militante un voto, con cerca de un 80 % de votos frente a un 20 %
de I.S. se merece un respeto por
nuestra parte, aunque otros han perdido los papeles y ahora hay acusaciones
mutuas de quién es más responsable del desaguisado y el espectáculo dramático
en el que nos han metido.
El llamamiento de Pedro para resolver la controversia devolviendo la voz
a las bases en un Congreso para que sea la militancia la que decida la
política, que se pronuncie sobre la posición del NO o la Abstención ante Rajoy,
posicionándose éste claramente por el NO, ha
propiciado que posiblemente la mayoría de militantes estén contra el
golpe fraudulento que atenta contra la democracia interna, que sigue siendo
escasa. Una gran mayoría de trabajadores
y jóvenes han reflejado en las redes
sociales un alto grado de simpatía y apoyos a un gobierno PSOE+Unidos Podemos e
incluso están dispuestos a pelear por unas movilizaciones que desalojen a la
derecha corrupta del Gobierno.
Todavía es prematuro para conocer los factores que han influido en las
decisiones de Pedro Sánchez, pero si observamos la situación que sufre la
izquierda en toda Europa, vemos con claridad divisiones en toda la
socialdemocracia e incluso en el Partido Laborista de Gran Bretaña y el Partido
Demócrata en EEUU. Los movimientos
internos y luchas de corrientes aparecen en todas partes, pero si Pedro quiere
derrotar este golpe de mano y recuperar al PSOE como la fuerza real que fue
para la izquierda en lucha, tiene que optar por movilizar y basarse en la
fuerza de la militancia, ofreciendo un programa político de izquierda genuina,
declarando sin tapujos que vamos a luchar por la Unidad de las Izquierdas, que
vamos a dialogar para ver como avanzamos hacia la resolución del conflicto
territorial, por el derecho a Decidir incluso reformando la Constitución, rechazando las presiones de la burguesía negándose también a aceptar ningún tipo de
chantaje, vengan de las baronías, vengan de los Capitalistas o de la prensa
internacional.
La crisis en la que hemos entrado va a ser dura y puede dejar girones por
el camino pero todas las posibilidades están abiertas, aunque podrían surgir
algún tipo de abandonos masivos o escisiones.
Es una realidad que esta ruptura interna, que se ha iniciado más bien
por motivos burocráticos, se expresará también con claros motivos políticos,
porque unos sectores empujan hacia la derecha y otros hacia la izquierda, como
es normal en estos procesos históricamente.
Si Rajoy impone su pauta como nuevo Presidente de
Gobierno, aunque sea con una parte de los parlamentarios socialistas, la
burguesía se tirará a la yugular para precipitar la escisión y la ruptura, que
les favorece para sus planes, pero un gobierno así será débil y visto como
elegido por métodos fraudulentos e ilegítimos, máxime cuando está “investigado
y rodeado por el lodazal de la corrupción, como un “segundo tamayazo” y podría precipitar
la escisión, por lo que estemos atento a impedir esa angustiosa situación para
los votantes de izquierdas.
Si Pedro Sánchez y sus partidarios consiguen imponerse
democráticamente al sector liberal y se orienta hacia el desarrollo de un ala
izquierda dentro del PSOE, se llame como
se llame, pero en las líneas que hemos venido planteando, sería visto como una
gran noticia para las bases y la clase trabajadora en su conjunto, pero es
precipitado todavía asegurar que tal proceso se vaya a dar de inmediato, o
pudiese ser que sí. De una u otra forma, los acontecimientos que
estamos viviendo ponen sobre el tapete, que necesitamos organizarnos y
formarnos mejor para la unidad y la lucha, con el objetivo de reconstruir el
Partido de masas de izquierdas para defender los intereses de la clase trabajadora
y la juventud, pero armados son los ideales del socialismo marxista que nos
enseñara Pablo Iglesias, tomando el camino de la movilización para transformar
la sociedad y acabar con la dictadura del capital, poniendo en práctica que el
“ideal del PSOE , es la completa emancipación de la clase trabajadora; es
decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión
en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres,
iguales, honrados e inteligentes”.
COORDINADORA
PROVINCIAL.
IZQUIERDA SOCIALISTA
MÁLAGA-PSOE. A
Málaga, 29 de septiembre de 2016.
Nota: Si quieres
recibir los textos del documento aprobado en la reunión del 22-9-16, remitidos al Comité Federal,
solicítalo al correo de abajo poniendo en asunto “Acuerdos Coordinadora”:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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