“No soy
independentista, ni catalana ni española. ¿Independentista española? – Estoy
por superar las fronteras porque sólo existe para gente pobre”. Estas
declaraciones de ADA COLAU, alcaldesa de Barcelona, efectuadas en 2009, siguen
hoy recorriendo las redes sociales como la pólvora, cuando Catalunya celebra la
“Diada”.
Los que
nos consideramos socialistas
internacionalistas y somos miembros de la corriente Izquierda Socialista,
defendemos un modelo Federal, como alternativa concreta y democrática a las
aspiraciones más bien utópicas, aunque completamente legítimas de la compañera
Ada. Igualmente consideramos democrática
y legítima cualquier otra posición política que al respecto pueda mantener cualquier persona. En un debate de hace unos
meses entre miembros pertenecientes a nuestra corriente crítica de las distintos
zonas del Estado, cuyos territorios y pueblos, pueden ser considerados nación,
comunidad autónoma, región, etc, hemos elaborado un documento para debate, con
la propuesta de someterlo a la consideración del Partido y de la ciudadanía
para su crítica y/o enmienda, que aborda la “Cuestión de las Nacionalidades” en los siguientes términos:
“““El debate sobre la cuestión
nacional, afecta al Estado español y a los territorios de Cataluña, Euskadi,
Galicia, Andalucía y al resto de CCAA y para tener una posición sobre tan
delicado asunto es fundamental que nos basemos también en el estudio de los
procesos históricos y la teoría marxista, para intentar conocer las diversas
posiciones defendidas por los acuerdos del movimiento obrero a través de sus
Internacionales e intentar canalizar la resolución de estos conflictos con
métodos democráticos, es decir, a través del ejercicio del voto, como el método
más civilizado, evitando el tan referido “choque de trenes”, sobre todo en
pleno túnel negro de la crisis que amenaza con una recaída de la recesión.
Ante las consideraciones de algunos
compañeros de partido, que actualmente se acogen al argumento de que
supuestamente no existe un marco legal que lo ampare para refutar con firmeza
la existencia de un derecho de autodeterminación de los pueblos, conviene
insistir en el hecho de que en lo único
en que podemos y debemos basarnos a la hora de analizar el derecho de
autodeterminación, es en el estudio histórico, económico y social de los
movimientos nacionales. No encontraremos ninguna respuesta adecuada a nuestras necesidades en definiciones
jurídicas deducidas de toda clase de "conceptos generales" de
derecho, ni en tratados internacionales vigentes, que no obedecen sino a intereses ajenos a los
de nuestra clase
Nos proponemos continuar el debate y
nos remontamos a los acuerdos del
Congreso Internacional de Londres celebrado en 1896, donde podemos leer: “El Congreso declara que está a favor del derecho completo a la
autodeterminación de todas las naciones[i] y
expresa sus simpatías a los obreros de todo país que sufra actualmente bajo el
yugo de un absolutismo militar, nacional o de otro género; el congreso exhorta
a los obreros de todos los países a ingresar en las filas de los obreros
conscientes de todo el mundo, a fin de luchar al lado de ellos para vencer al
capitalismo internacional y alcanzar los objetivos de la socialdemocracia
internacional”.
Como ocurre a veces, una cosa es la
letra y otra su interpretación, ya que incluso anterior a esa fecha, el debate
y las posiciones eran diversas, aunque los teóricos del socialismo, basándose
en el método materialista dialéctico, exigían que, para analizar cualquier
problema social, debe encuadrarse en un momento histórico concreto, y luego, si
se trata de un país donde se estudie el planteamiento de un programa nacional
determinado, se tengan en cuenta las particularidades concretas que distinguen
a cada país de otro. Una cosa es el Derecho a la Autodeterminación de los
pueblos y otra distinta es, si conviene
o no para la clase trabajadora, apoyar en un momento dado la “Independencia” o
el “Federalismo” u otra variante dentro de un mismo Estado. A las derechas les interesa mezclarlo todo y
quieren dar a entender que el “derecho a decidir”, “independencia” y
“autodeterminación” son sinónimos, cuando es totalmente falso, pues pueden
coincidir o no.
Aquellos tensos debates tenían como
objetivo afianzar las bases teóricas, metodológicas y programáticas del socialismo
marxista sobre la cuestión nacional, teniendo en cuenta la relación con la
lucha de clases, para ofrecer de esta forma una clara orientación política a
los sectores más avanzados de la juventud y de la clase trabajadora sobre el
tema. Conviene estudiar esos escritos porque muchos pasajes de estos trabajos
pueden ser muy esclarecedores en la situación actual en el Estado español y el
conflicto nacional en Cataluña, que puede reverdecer en Euskadi, Galicia y
otros territorios. La burguesía centralista
española, durante este último mandato dirigido por Rajoy, ha venido llevando a
cabo una “no política” sobre esta cuestión y su desprecio hacia el pueblo
catalán, ignorando el deber como Presidente de Gobierno, ha llevado una
desastrosa ofensiva “neofranquista” en la cuestión nacional.
En primer lugar, los socialistas
marxistas debemos tener claro que, ante la brutal ofensiva de la derecha
españolista carpetovetónica y cerril, alimentados por los sectores más
reaccionarios proclives al antiguo régimen, que ha despreciado los derechos democráticos
del pueblo catalán, alentando la politización de la Justicia que han impedido
un proceso de diálogo que explorase una salida democrática, nos tenemos que
colocar del lado de la “democracia” defendiendo el “Derecho de
autodeterminación”, pero dejando claro, que en una consulta al pueblo bajo las
trucadas leyes burguesas, nosotros
haríamos campaña por el NO a la independencia, porque por las razones que
expondremos, rompe la unidad del
movimiento obrero al que el socialismo se debe.
El gobierno de la derecha, con la
política de austeridad llevada a cabo por Rajoy siguiendo la hoja de ruta de la
Troika y el imperialismo, con el objetivo de la recuperación de la tasa de
ganancia de los capitalistas que se derrumbó con la crisis, ha recortado de
forma abrupta los recursos en todo el Estado, afectando también a los
trabajadores catalanes, desarrollando ataques a las conquistas sociales, pero
también a las libertades democráticas de la clase trabajadora, tratando de dividirla
en líneas nacionales, con el objetivo a su vez, de mantener en estado de
histeria a la base más reaccionaria de los votantes del PP, alentando el
nacionalismo españolista contra el nacionalismo catalanista, considerando que, confrontándose en un clima
de enfrentamiento nacionalista de excepcionalidad para justificar medidas
represivas contra el incremento de las protestas sociales y las acciones
reivindicativas del pueblo catalán, que buscando un atajo a la necesidad de un
cambio social, se ha dejado influir por la política pequeñoburguesa del
catalanismo dirigido por MAS, heredero e hijo político del clan de los Pujols y
su trama de corrupción, aunque el
saliente “President” ha quedado bastante quemado.
Todos esos factores han actuado a
favor de alimentar las tendencias a favor de la independencia y se ha
convertido en una potente “fábrica” de producir trabajadores que han estimado
que existe una salida en el desacople del Estado español, precisamente por la
actitud altamente despótica de la derecha españolista y su Gobierno del PP, que
es vista por muchos trabajadores, catalanes y del resto del Estado (con la Ley Mordaza y otros actos
anti-obreros), como los herederos directos del franquismo que viene amenazando
veladamente con una maquinaria represiva, recordando todo lo que la represión
del antiguo régimen supuso en las nacionalidades históricas. Los pueblos están entendiendo que la derecha
española no puede ser parte de la solución, sino que se ha convertido en parte
fundamental del problema nacional.
Los socialistas, la
izquierda en general, incluso las direcciones de nuestras organizaciones
políticas y sindicales, tenemos que rechazar y negarnos a colaborar con los
objetivos y los argumentos de la burguesía, sea ésta la gran la burguesía españolista,
sea la pequeña burguesía catalanista, ni alinearnos ni subordinarnos a los
objetivos de los agentes del capitalismo. Tenemos que ofrecer una alternativa
que no nos haga subordinarnos ni a una ni a otra, ni centralismo, ni
independencia, para lo cual es preciso repasar y actualizar las posiciones del
socialismo democrático, que se basan en el Federalismo, aunque algunos miembros
del PSOE están negando la historia declarando que el Partido nunca fue federal,
cuestión que resulta inverosímil y falsa leyendo estos textos, sobre la
cuestión Nacional y la lucha de clases, tesis aprobadas en el XXVII Congreso
del PSOE. (pag.126…), que dice textualmente:
“La sociedad capitalista
está dividida en clases sociales contrapuestas, explotadoras unas y explotadas
otras. El antagonismo entre las clases sociales se produce en todos los ámbitos
de la sociedad. La opresión que sufren las nacionalidades y regiones es una
faceta más y un instrumento más de opresión que la clase dominante ejerce sobre
los pueblos y los trabajadores del Estado español, y está vinculada al proceso
de lucha de clases.
“Históricamente ha quedado
demostrado que la burguesía en general no ha sido capaz de asumir ni defender
con propiedad los derechos y las aspiraciones que componen el Estado español, y
se ha situado en última instancia, al servicio de los intereses de la
oligarquía centralizadora.
“En el proceso histórico de
la lucha de clases hay una contradicción y una unidad fundamental. La
contradicción es la que se da entre las clases: La unidad fundamental, la que
deriva de la opresión de los trabajadores y los pueblos.
“La clase trabajadora debe,
pues, ponerse a la cabeza de la lucha por la liberación de las nacionalidades y
regiones oprimidas, en la que sólo desde una perspectiva de clase puede hacer
coincidir sus intereses con las aspiraciones de los pueblos, y vincular estas
aspiraciones con una estrategia internacionalista. El análisis histórico nos
dice que, en la actual coyuntura, la lucha por la liberación de las
nacionalidades y regiones oprimidas no se opone al internacionalismo de la
clase trabajadora, sino que lo complementa.
“El PSOE es plenamente
consciente de que el proceso revolucionario al que presta su concurso en el
seno del Estado español, está íntimamente relacionado con la lucha por la
conquista de las libertades de los pueblos que componen este Estado, y que el
logro de este objetivo prioritario permitirá la concentración de esfuerzos
imprescindibles para el establecimiento del socialismo en España, momento en el
cual se desarrollará en su máxima amplitud el ejercicio real de las libertades
antes dichas, sin que en ningún caso esto suponga su postergación.
“En el camino hacia la
libertad de los pueblos de España, el PSOE coordinará sus esfuerzos con
aquellas organizaciones cuyos planteamientos coyunturales sean coincidentes con
los intereses de la clase obrera, sin que esta confluencia suponga en ningún
momento, confusión ni hipoteca de su programa político.
“La autonomía, en cuanto
supone para el Partido socialista un profundo incremento del acervo cultural y
material de los pueblos, continuará siendo firmemente apoyada por éste en las
diversas nacionalidades del Estado español, y será, asimismo, profundamente
alentado en todas las regionalidades existente, de forma que el paulatino
ejercicio de las libertades autonómicas no lesione directa ni indirectamente
los intereses de cualquiera de las áreas territoriales diferenciadas.
“En esta línea, el Partido
socialista propugnará el ejercicio libre del derecho a la autodeterminación por
la totalidad de las nacionalidades y regionalidades, las cuales compondrán, en
pie de igualdad, el Estado Federal que preconizamos.
“Para los socialistas, la
autonomía debe entender en cualquier caso a la coordinación permanente de
esfuerzos entre los trabajadores de los distintos pueblos del Estado español.
Los movimientos nacionalistas y regionalistas, asumidos por la clase obrera y
el campesinado, elevan cualitativamente sus objetivos con la dialéctica
marxista.
“Desde esta perspectiva, los
socialistas asumimos plenamente las reivindicaciones autonómicas,
considerándolas indispensables para la liberación del pueblo trabajador, que ve
confluir en este proceso dialéctico, sus reivindicaciones peculiares de clase
en la lucha por la autonomía de su pueblo, objetivo prioritario a cuya
consecución afectará positivamente la lucha unitaria de la clase obrera por
objetivos tales como la reforma agraria, la eliminación del capitalismo
monopolista y la expulsión de las manifestaciones del poder imperialista de
nuestro suelo.
“El PSOE, dentro de su
perspectiva autogestionaria, estima necesario poner en práctica una estrategia
tendente a prefigurar las instituciones políticas que van a ser el medio de
gestión de la sociedad socialista. En este sentido, la lucha por las libertades
de las nacionalidades y regiones se inserta dentro de nuestra política para la
autogestión de la sociedad.
“Estos planteamientos son
los que llevan al PSOE, como organización de clase, a incrementar sus esfuerzos
para conjugar el principio socialista de la libre autodeterminación de los
pueblos con el de la imprescindible acción coordinada y unitaria de la lucha
que la clase obrera ha mantenido, desarrollo y reforzará en el camino hacia su
total emancipación.
“Tesis básicas sobre
Estructura Federal:
1.- El PSOE propugna la
instauración de una República Federal, integrada por todos los pueblos del
Estado español.
2.- El PSOE propugna que un
parlamento constituyente, elegido por todos los ciudadanos, elabore una
constitución de carácter federal en la que se garantice a todos los pueblos del
Estado español, el principio de autonomía, en uso del cual pueden crear sus
propias instituciones, dentro de un marco constitucional abierto. La
constitución garantizará el derecho de la autodeterminación.
3.- El PSOE propugna que,
con el pleno ejercicio de las libertades democráticas, se reconozca el hecho
histórico de los estatutos de autonomía que fueron establecidos
constitucionalmente, y se restablezcan las instituciones representativas
previstas en dichos estatutos, de forma que puedan ser cauce de expresión de la
voluntad de los respectivos pueblos; que, del mismo modo, se consideren las
restantes formulaciones autonómicas surgidas democráticamente en otros entes
territoriales del Estado, así como que se abra un proceso mediante el cual,
todas la nacionalidades y regiones que lo deseen, puedan dotarse de sus propios
regímenes de autonomía, sin perjuicio de lo que en definitiva resulte de la
Constitución y del ejercicio del derecho de la autodeterminación.
“Aspectos institucionales de
la Organización Federal:
1.- Esfera federal del poder
público.
La adopción por el Estado español de una estructura
federal requerirá, en primer lugar, la delimitación de las tres esferas en las
que se articulará el conjunto del poder público, que, por el hecho de la nueva
estructura, va a resultar redistribuido en la esfera federal, la federada y la
local. Las mismas corresponden a tres diferentes tipos de colectividad
territorial autónoma, de diverso ámbito o extensión.
El planteamiento efectuado supone que, junto al ente
autónomo local, se reconocerá, con sustantividad propia, aquella instancia
intermedia cuya existencia caracteriza a los sistemas políticos de tipo federal. De este modo tendremos la esfera
federal, cuyas dimensiones serán las de la unidad política soberana
“responsable del orden internacional”, la esfera federal, correspondiente a las
áreas territoriales, y la esfera local, que representa la unidad primaria de la
organización política. Toda otra dimensión territorial que pudiera substituir o
establecerse en razón de nuevas necesidades, tendría un carácter puramente
instrumental o adjetivo.
2.- Descripción del sistema
institucional.
El sistema institucional del Estado federal comprende las
instituciones del poder federal, las de las entidades federadas y las del poder
local.
Institución del poder federal: Poderes del Estado.
a) Poder
Legislativo Estatal.
El
poder legislativo es bicameral, con una Primera Cámara y elección directa,
representativa del conjunto de los ciudadanos, y Segunda Cámara representativa
de las colectividades de los entes federados.
La
Primera Cámara, además de su función legislativa, tiene por misión controlar al
poder ejecutivo, que es responsable ante ella. Se elige por sufragio general y
directo de todos los ciudadanos mayores de dieciocho años, aplicando la
representación proporcional.
La
Segunda Cámara tiene por misión la representación de las entidades federadas, y
su pronunciamiento es preceptivo en cualquier materia que afecta al estatuto de
aquellas.
b) Poder
Ejecutivo Estatal.
El
Gobierno es representativo y responsable.
Se
adoptarán los mecanismos constitucionales para evitar la inestabilidad
gubernamental, sin mengua del control que deben ejercer sobre el gobierno los
representantes de los ciudadanos.
c) Poder
Judicial Estatal.
Institución
judicial independiente, entre cuyas atribuciones figura el control de la
constitucionalidad.
Institución
del poder de las entidades federadas. Algunas instituciones del poder de las
entidades federadas serán comunes a todas ellas: otras expresarán las
peculiaridades propias de cada una.
En
cuanto a las primeras, se señala:
-
La Asamblea, o parlamento, con funciones
legislativas y de control del ejecutivo: se elije en la misma forma que la
Primera Cámara Estatal:
-
Consejo o Gobierno, responsable ante la
Asamblea.
-
Tribunales de Justicia.
Además,
la vida cultural y socia, y por otro lado, la actividad económica, financiera
tributaria, pueden dar lugar a diversas instituciones y formas de organización
que sean expresión y reflejo de las características propias de cada entidad.
El
PSOE reconoce el derecho de los distintos pueblos del Estado español al
restablecimiento inmediato o, en su caso, al establecimiento de la
cooficialidad de los distintos idiomas que les son propios dentro de su ámbito
geográfico.
Instituciones
del Poder Local.-
La
idea directriz en este campo es la potenciación de la autonomía de la
colectividad local a los distintos niveles, dotándola de auténticos órganos de
autogobierno.(…) “ he quí parte de las tesis aprobadas en el XXVII Congreso del PSOE.
(pag.126 y siguientes del Libro editado por el Partido)”.
Una vez conocidas aunque
someramente las tesis fundamentales defendidas por el socialismo sobre la
cuestión nacional, cuando todavía la dirección defendía el programa del marxismo, antes de la renuncia de la
corriente renovadora encabezada por Felipe González, que inició una deriva
hacia el socio-liberalismo, vemos que
al menos tenemos que agrupar las posiciones a debate en 3 grandes grupos, con
diversos matices y argumentos según las distintas sensibilidades y colectivos,
que podríamos resumir en:
a)
Nacionalismo centralista españolista.
b)
Nacionalismo separatista periférico.
c)
Federalismo (De derecha y de Izquierda).
Las definiciones, la
caracterización y la situación social, política, económica y cultural del
apartado a) es más o menos conocida por todas y todos. El apartado b) es bien conocido por los
habitantes de cada uno de los residentes en las actuales CCAA, pero vemos
conveniente profundizar algo más en el tipo de estado que propugna el
“nacionalismo catalanista”.
Uno de los puntos
fundamentales a debatir es, en qué medida supondría un avance en el
terreno de los derechos sociales y democráticos para la mayoría de la población
catalana la “república independiente de Cataluña”. El Gobierno MAS y el
continuista que dirige actualmente el
“procés” siguen vendiendo el argumento de que con un “Estado propio” (que sería
capitalista), Cataluña podría salir rápido de la crisis y todos vivirían mejor,
porque “España nos roba”. Cada vez que
se profundiza más en el conocimiento del Caso de los Pujols y demás desfalcos
que han surgido, queda aclarado que el que roba es “La Burguesía catalanista” y
la “burguesía españolista” ambas al unísono, haciendo pagar a los sectores más
empobrecidos sus desfalcos.
La gestión de MAS en el
gobierno saliente ha sido nefasta y ha aplicado la misma política que le exigía
la Troika a Rajoy. El actual gobierno,
ni ningún otro que asuma la lógica del capitalismo van a derogar la reforma
laboral, ni revertir los recortes en sanidad, ni resolverá el problema de las
pensiones, de las autopistas y otros recortes.
En el hipotético caso de que se consiga la “independencia” la política
seguiría siendo la misma, es decir, defender el lucro privado del capitalista,
que consiste en robar a los pobres para dárselo a los banqueros y empresarios,
siguiendo sometidos a los dictados del capital financiero de los bancos
franceses, alemanes y el FMI.
Es importante reseñar que el
Consejo de Transición Nacional, que está compuesto por asesores propuestos por
el Gobierno de la Generalitat, ha recomendado que el futuro nuevo Estado
Catalán debería mantener una unión con el Estado español, aconsejando una
cooperación en varios ámbitos: industrial, fiscal, monetario, defensa,
migraciones, infraestructuras, cultural… Una forma muy rara de independencia y
de autodeterminación, la de seguir sometidos a los poderes fácticos y a la
lógica de la corrupción capitalista. Los
objetivos centrales por los que la burguesía catalana ha hecho todo lo que está
en su mano para situar la “cuestión nacional catalana” en el primer plano
político son éstos: Han pretendido desviar la atención de su política
salvaje de recortes sociales y están disputando a la burguesía española una
mayor parcela de poder en las decisiones políticas, intentando aumentar los
presupuestos, o sea más dinero para los mismos de siempre.
Cada vez que se recrudecen
las crisis capitalistas, la cuestión nacional resurge con fuerzas al calor de
las crisis orgánicas del podrido sistema de libre mercado, que ha dejado de
cumplir cualquier papel progresista que pudo haber tenido en el pasado,
mostrándonos su decadencia y senectud. Cuando el mercado mundial está
globalizado, cuando la interpretación de
las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales es más fuerte que
en ningún otro momento histórico,
asistimos a intentos de crear nuevas fronteras, nuevos estados y lo que
esos fenómenos llevan consigo de divisionismo de los trabajadores, del peligro
del chovinismo e incluso del repunte de los fascismos, la extensión de los
prejuicios nacionales, de los conflictos religiosos y étnicos, de las masacres,
de los refugiados que huyen de las guerras, del hambre y la miseria. Esa es la política de la burguesía y de los
imperialistas para mantener su dominación, sus privilegios, sus beneficios y sus
corrupciones escandalosas: Con la
política del “divide y vencerás” enfrentan a los pueblos y a la clase
trabajadora de sus respectivas naciones, para machacar y empobrecer aún
más la mano de obra sobrante y restaurar
su tasa de ganancia que es lo que les importa.
En conveniente entender que
ni el conflicto nacionalista catalán, ni
el vasco ni ningún otro, van a encontrar solución en una mesa de negociación en
la que participe la burguesía centralista, manteniendo el marco y las presiones
de los agentes del capital. Algunos
independentistas de izquierdas ponen como ejemplo el Referéndum llevado a cabo
en Escocia, pero la situación en el Estado español es diferente y no
encontrarán ninguna solución mientras sigamos sufriendo las mismas causas que
las provocan. Esos “independentistas
nacionalistas de izquierdas” se consideran también partidarios del “socialismo
marxista”, pero olvidan que éste debe ser contemplado también como una guía
para la acción, que debe ser utilizado para organizar, movilizar y unir a los
oprimidos hacia el objetivo de su completa emancipación y no dividirlos en
líneas nacionalistas, porque “el socialismo es internacionalista o no es nada”
como explican los clásicos. Por ejemplo,
el pacto que llevó a cabo la CUP con la burguesía catalana representa más bien
una renuncia a poder defender un
verdadero programa de transición al socialismo, atándose las manos a los
representantes del capitalismo en Cataluña lo cual significa que se está colaborando
con la política de recortes, austeridad y ataques a los trabajadores, que los
corruptos y corruptores defensores del capitalismo han venido llevando a cabo
como continuadores del clan del “pujolismo”.
La burguesía catalana no
quiere en realidad la independencia sino que lo que quiere es seguir
manteniendo sus privilegios y controlar el poder económico de las élites económicas a las que
representan y sirven. En el hipotético
caso de que Cataluña consiguiese la independencia en bases capitalistas, lo
cual es bastante improbable en el corto y medio plazo, las masas oprimidas, la juventud, la clase
trabajadora y demás sectores empobrecidos por la crisis capitalista seguirían
sufriendo idénticos problemas que en la actualidad y serían incapaces de resolver
los problemas sociales, aumentaría la represión y seguiría siendo una quimera
la verdadera autonomía mientras que siguiesen sometidos a la Troika y demás
poderes europeos en líneas capitalistas.
En las direcciones de las
organizaciones políticas y sindicales de las izquierdas recaen las responsabilidades
de buscar una salida viable a la situación, empujando a la clase trabajadora
hacia la unidad y la organización superando fronteras, tomando el camino de la
movilización y la lucha pacífica pero masiva,
firme y sostenida, en defensa de un programa de transformación
socialista que vincule los derechos democráticos y sociales, incluyendo el
Derecho de Autodeterminación, pero
llamando a la unidad de la clase trabajadora y los sectores oprimidos por el
sistema capitalista a defender una alternativa socialista e internacionalista
que rebase las fronteras.
Los socialistas marxistas
defendemos la unidad de la clase trabajadora
por encima de fronteras y es perjudicial caer en los divisionismos
“nacionalistas” , por lo que es preciso explicar claramente que el objetivo es
acabar con el poderío de los monopolios
y de las instituciones corruptas.
Es necesario hacer un llamamiento a la juventud
y al conjunto del pueblo explotado y oprimido para unirnos contra la burguesía
explotadora que nos sigue saqueando, con el firme propósito de unificar un
fuerte y masivo movimiento de las fuerzas sociales, necesarias para acabar con la opresión
nacional en todo el Estado, que sirva de ejemplo al resto de los trabajadores
del mundo, llamando a la Solidaridad.
Es preciso llevar a cabo una
lucha firme contra el régimen corrupto que es el capitalismo, agrupando a las
fuerzas de la clase trabajadora de todos los oprimidos con el objetivo de
transformar este sistema, porque será la mejor forma de encarar una lucha seria
contra la opresión nacional. También hacemos un llamamiento a la lucha, a la
organización y a la unidad por los derechos democráticos nacionales de los
pueblos, incluido el Derecho de Autodeterminación, ligándolos al combate por el
socialismo, para reformar la Constitución y cambiar democráticamente las leyes
que nos oprimen, abriendo el cauce del derecho a decidir nuestros propios
destinos, pero si la clase dominante
plantease un Referéndum bajo leyes
burguesas para continuar bajo el poder de los monopolios, haríamos campaña por
el NO, porque anteponemos la Unidad del movimiento obrero a las maniobras y las
pugnas de las diversas burguesía.
Ni con políticas de derechas
centralista del tipo a), ni con las políticas que burguesas que pregonan los
independentistas tipo b), ambas pro-capitalistas, la clase trabajadora no tiene
futuro y debemos luchar por la alternativa c) que proponemos, porque es más
necesario que nunca la lucha decidida por un Estado Federal, Laico,
Republicano, Socialista, Plurinacional, Democrático y Cooperativo para cambiar
la sociedad y caminar al unísono hacia
la nueva sociedad que tenemos que construir entre todos, porque nuestra alternativa debe ser una
Federación Socialista de Cataluña, Euskadi, Galicia, Andalucía y el resto de
pueblos que democrática y voluntariamente se constituyan en Federaciones para
unirnos todos juntos y luchar por la Federación Socialista de Europa, que forme
parte de una Confederación Socialista Mundial de los pueblos libres, a la que
aspiramos y por la que luchamos””.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
MÁLAGA-PSOE.A .
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