Llevamos un
par de semanas de acalorados debates sobre la investidura de un nuevo Gobierno
para el Estado español, con una polarización entre derechas e izquierdas, encabezadas aquellas
por Rajoy, a las que ha conseguido sumar una minoría de 170 votos en el primer intento, habiendo sido rechazada
por una mayoría de 180 votos tanto la propuesta de candidato como el programa planteadas por el pacto PP/C’s .
Esta tarde se producirá el segundo intento de investidura en el que” se espera
un similar resultado.
En uno de esos debates en las redes de hace
unos días, apareció un comentario breve,
en el FB de Izquierda Socialista de Málaga, en el que se afirmaba que “El PP y su clase capitalista
han fracasado. Han alcanzado la cúspide de su misión histórica. No tienen
soluciones para la cuestión social y la territorial y nos llevarán al fracaso.”
Y continuaba así: “En esta breve síntesis está el núcleo de todos los problemas
que debemos entender y hacer llegar a la clase trabajadora, a través de
nuestras direcciones, para organizarnos y encontrar la unidad para la lucha por
el Cambio necesario”.
Esos
comentarios tuvieron una repercusión importante en las redes, con aceptación
mayoritaria entre los seguidores socialistas, aunque también intervinieron algunos
detractores que argumentaban que eran demasiado radicales y categóricas esas
afirmaciones; hubo algunos intervinientes sensibles a las propuestas de las
“baronías” del PSOE que asumían la abstención, por lo cual es necesario dar una respuesta
para profundizar en esta situación, reforzando los argumentos del NO, sobre
todo por la corrupción, los ataques a los trabajadores y la cronificación del
problema del paro, que sufren las masas, no solo en los países más desarrollados, sino
en los llamados en vías de desarrollo, en los emergentes y en los más
atrasados, que son los que padecen las peores consecuencias, por lo que reto a
analizar y responder a todos aquellos que
dieron argumentos en contra, que al parecer mantienen alguna confianza
en la consolidación de la “presunta recuperación”, que los Mass Media al
servicio de Rajoy y de su clase dominante nos exponen en su propaganda
permanente.
Suscribo,
comparto y hago mías las frases anteriores que quedan condensadas en el párrafo
que dice “Si no lo entendemos a tiempo, sobre todo por las direcciones de los
sindicatos y partidos de izquierdas, para preparar el Cambio democrático
necesario, con el objetivo de satisfacer las necesidades de la mayoría, que
somos los trabajadores y los pobres, nos veremos forzados a asumir un
estrepitoso fracaso social que podría conducirnos a la catástrofe”, por lo que siendo coherente con esas
afirmaciones, expongo el análisis que ofrezco a continuación, como propuesta
para profundizar en el debate. Datos recientes
del paro del mes de agosto/16 señalan un aumento de 14.435 personas. La
industria Manufacturera perdió 20.470 empleos, las Actividades Artísticas,
Recreativas y de Entretenimiento mandó al paro a 12.921 personas, la
Construcción cayó en 12.011 parados más, destacando el sector de la Educación
con una pérdida de 58.052 personas menos trabajando. La Seguridad Social pierde
en total 144.997 afiliados. Gracias al buen comportamiento el sector Turismo en
este mes de agosto, clave de esa actividad estacional, nos hemos salvado de una
gran debacle, pero ahora nos enfrentamos al otoño que son meses difíciles.
La
carrera competitiva de las empresas en la búsqueda de las ganancias crecientes
de cada vez más productividad y
beneficios, lógica suprema del capitalismo, al aplicar las nuevas tecnologías y
los modernos descubrimientos, les lleva a necesitar cada vez menos
trabajadores, relativamente, al introducir la robótica, las nuevas técnicas
e inventos, lo que crea un "ejército industrial de reserva"
de mano de obra de parados cada vez más empobrecidos. "La acumulación de riqueza en un polo es,
por tanto, al mismo tiempo acumulación de miseria en el otro polo".
Esta
situación descrita por Marx es en la
actualidad visible en todo el mundo, particularmente con los esfuerzos que
realizan las potentes compañías multinacionales de EE.UU. para reducir los
costos y conseguir que sigan aumentando
las ganancias corporativas como parte de la producción económica total de más
alto nivel, como venía ocurriendo en las últimas décadas. En EEUU, Latinoamérica, Europa y el resto del
planeta, esa situación de lucha a muerte por los mercados cada vez más
reducidos, empujan los salarios reales a la baja, que como mejor
situación, llevan estancados años y años, a la vez que aumenta la miseria, el paro y las
ejecuciones de hipotecas que atenazan a los pobres y a las clases medias.
La
primera potencia económica mundial es a su vez la que mantiene las
desigualdades de ingresos más agudas
como en Estados Unidos que ha llegado a
su nivel más alto desde la década de 1920.
Hasta la crisis iniciada en 2007, la disparidad en los ingresos fue oscurecida
por factores tales como el crédito fácil, que permitió a algunos hogares pobres
disfrutar de un estilo de vida que la propaganda del sistema les incitaba a
imitar a los más ricos, con hipotecas hasta dos y tres vidas.
Bajo el capitalismo globalizado, que
corresponde a la fase imperialista multinacional, el paro forzoso se ha
convertido ya en estructural, (y no en
coyuntural como era en las crisis anteriores), debido a diversos factores, entre los que se cuenta el desarrollo de la
tecnología, como intentaré demostrar más adelante. El
sistema capitalista funciona con la lógica de reducir los costos para
incrementar la tasa de ganancia, objetivo primero del modelo. Las nuevas tecnologías, con la gran revolución
científico-técnica, les permiten reemplazar trabajo humano, por las máquinas,
la robótica y los modernos adelantos tecnológicos.
La maquinaria no necesita apenas
descanso, no enferma, no tiene gastos de
seguridad social, no reclama pagas extras ni pide aumentos salariales ni por
tanto crea problemas sindicales. Las
estadísticas de la primera potencia mundial, los EEUU, que mostraremos algunas
a continuación, expresan cómo se está reemplazando trabajo en el que se
utilizada mano de obra por métodos tradicionales, por el que se hace ahora con las máquinas de
nuevas generaciones tecnológicas, desde hace tiempo y de forma creciente.
En EEUU, al igual que en la mayoría
de los países, los trabajos manuales tradicionales que se realizaban en la
agricultura se están sustituyendo por
trabajo que realizan a través de la mecanización. Ocurre algo similar en casi
todos los países. Ejemplo: En 1949 las
cosechas de algodón se realizaban en un 94 % a mano y solamente un 6 % se
empezaba a realizar a máquina. En 1972,
el 100 % de la cosecha de algodón se realizaba ya mecánicamente.
En 1860 el 60 % de los trabajadores
norteamericanos pertenecían al sector agrícola. En 2009 el sector agrícola
utilizaba solamente un 3 % de los trabajadores.
La industria del acero, entre 1982 y 2002 incrementó la producción de 77
millones de toneladas a 120 millones de toneladas mientras que los trabajadores
del acero pasaron de 289.000 a 74.000 perdiéndose 215.000 puestos de trabajo. La guerra del acero se sigue produciendo hoy
entre EEUU, China y la U.E. que son los mayores competidores. La Producción
mundial de acero en 2013 fue de 1.607,20 millones de toneladas métricas,
marchando a la cabeza China con 779 millones de Tm, seguida de la U.E. con
165,6 MM de Tm, dejando a Japón en tercer lugar con 110,6 MM de Tm y relegando
a EEUU a un cuarto lugar, con solo 87 MM de Tm, lo que representa una caída de
este país de un 27,50 % en comparación con las 120 MM de Tm alcanzadas en 2002,
como indicamos más arriba.
El proceso de incremento de la
producción y pérdidas de empleo es una trampa mortal del capitalismo. Es una de
las contradicciones que se agudizan con el desarrollo de las fuerzas
productivas y que no puede resolverse en bases capitalistas. Es un poderoso fenómeno que provoca paro,
miseria y desolación, que a su vez opera en cambios moleculares en la toma de
conciencia de las masas que son empujadas a la lucha por defender sus puestos
de trabajo a la vez que se rechazan los ataques que ello representa a los
niveles de vida.
La primera cuestión que debemos plantearnos
es a dónde han ido a parar los empleos destruidos en la agricultura y la
industria. Provisionalmente podemos decir que fueron absorbidos por el sector
terciario: Los Servicios, pero sigamos analizando.
Desde 1950 a 2002 los sectores de
Servicios han ido absorbiendo ese exceso de mano de obra que provenía del
desarrollo tecnológico del sector agrícola e industrial, como demuestran las estadísticas, pasando del 59 % al 82 % de
la fuerza de trabajo acumulada en esos sectores terciarios. Pero el modelo ha colapsado en una crisis
colosal de sobreproducción, cíclica del capitalismo, de onda larga, que estalló
en el verano de 2007 en los EEUU. Hemos entrado en un ciclo descendente que
presagia una lenta agonía del modelo de producción capitalista que a la larga
no podrá resolver la cuestión social y agudizará los problemas territoriales y
nacionales, con guerras virulentas, como estamos contemplando desde la ilegal
invasión de Irak, antes Afganistán, luego Libia, Siria y todo el conflicto
generalizado, agudizado por el terrorismo.
La automatización computerizada, que
en sus inicios hizo abrigar esperanzas en la consolidación del modelo
capitalista, ayudando a la globalización y permitiendo a algunos
estrategas predecir “el fin de la
historia”, creyendo erróneamente que habían superado los ciclos y las crisis, ahora se ha vuelto dialécticamente en su
contrario y comenzó la destrucción de empleos mucho más rápido que cuando se
destruía en la agricultura y en la industria, con el agravante que ahora no
existe ningún sector emergente que pueda absorber los excedentes colosales de
paro a escala planetaria.
Según informa la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), el número de parados a nivel mundial ha
aumentado más de 30 millones desde el inicio de la crisis de 2007. El número de
parados en todo el mundo ha alcanzado su máximo histórico. Según Diagonal, “Si en 2015 se contaron, según
datos de OIT, 197,1 millones de personas en situación de desempleo –casi un
millón más que el año anterior y 27 millones más que antes de los años previos
a la crisis-, en 2016, la cifra de parados llegará a 199,4 millones – 2,3
millones más que este año- y la tendencia para 2017 seguirá el mismo camino,
con 1,4 millones más. Este aumento del paro, según la OIT, tendrá lugar en
países emergentes y en desarrollo”, sobre todo Brasil (0,7 millones y China,
0,8 millones).”
(Fuente: www.diagonalperiodico.net 22-1-16)
Siguiendo con el análisis de lo que
ocurría en EEUU, desde 1983 a 1993 también el sector bancario empezó a despedir
personal perdiéndose el 37 % de los puestos de trabajo, sobre todo por la
introducción de la computerización, la robótica y las nuevas tecnologías. Por
ejemplo, los operadores de la telefonía han sido completamente reemplazados por
computadoras y artilugios automáticos. El trabajo humano, cada vez con más
celeridad está siendo reemplazado por la tecnología de forma fulminante.
El trabajo de las máquinas es más
preciso, más productivo que la del artesano o del obrero; la máquina no se
cansa, es más consistente que el obrero y no protesta. La automatización se emplea cada vez más en
trabajos complejos como la medicina, la arquitectura, la investigación, la ciencia
en general y otros menesteres que requieren trabajos repetitivos y monótonos.
El trabajo mental también está siendo
sustituido desde hace tiempo por modernas computadoras, los móviles, los
robots…que lo hacen todo mucho más rápido, más exacto y más perfecto que el
obrero manual, por lo que eso no tiene vuelta atrás, el problema es que
sustituir toda la mano de obra por plantas robotizadas donde no se utilice al
obrero, es totalmente imposible, entre otras cosas porque existe una Ley
tendencial a la caída de la tasa de beneficios que explica que, a medida que
aumenta el capital constante y disminuye el capital variable, se produce una
tendencia a la caída de la obtención de plusvalías, porque es la mano de obra
del asalariado la que produce la ganancia. A su vez en la medida que se
desarrollan las fuerzas productivas, que confirma la Teoría de las Plusvalías, donde se expresa que las ganancias del
capitalista provienen del salario no remunerado por el capitalista a la clase
obrera, de donde obtiene las plusvalías
que son los beneficios, esa contradicción entre patrono y asalariado es
creciente y aumenta la lucha entra las clases enfrentadas, más tarde o más
temprano.
Sigue estando en discusión si operan
a gran escala o se debilitan esas tendencias, pero en momentos de crisis como
los actuales, se produce una aceleración
que agrava la situación. Por otra parte,
en base a los potentes complejos de ordenadores, se pueden averiguar las
soluciones a los problemas que se plantean bajo el capitalismo, en base a
realizar modelos por simuladores. Son procesos cognitivos basados en la
información de los datos que se introducen en los programas.
Si tenemos un problema con nuestro
automóvil, con el ordenador, o con cualquier electrodoméstico moderno, llamamos
al servicio técnico, que casi siempre mediante
otro aparato técnico, lo analiza y nos
diagnostica la avería o nos dice de dónde proviene el problema o si es de
obsolescencia, por lo que nos aconseja sustituir la pieza dañada o el aparato
en tu totalidad.
Cuando los estrategas del capitalismo,
que controlan la economía a través de mecanismos como el FMI, la Banca Mundial,
la ONU, el Pentágono o cualquier otro organismo, tienen un problema en el
funcionamiento del modelo capitalista de libre mercado, en el que llevan ya
nueve años atascados sin dar con la solución eficaz, cualquier persona mínimamente
inteligente empieza a darse cuenta de que algo gordo está ocurriendo, pues a
alguien se le habrá ocurrido ordenar que hagan un análisis computerizado, al
menos en “simulación o diferido”, para poder detectar lo que le ocurre al
sistema capitalista que no funciona para obtener los resultados que esperan.
Seguramente más de uno de los cientos
de miles de lumbreras que han estudiado economía en famosas y costosas
Universidades, donde cuentan con al menos un Premio Nobel de Economía al año,
habrán tenido la ocurrencia de averiguar dónde está el fallo para salir de la
crisis, porque todos analizan lo que ha pasado,
las quiebras, las deudas y todo lo demás, pero soluciones no se atreven
a darla. ¿Qué resultados les habrán dado los simuladores de la economía para
tener tanto pánico a decirles la verdad
a los pueblos?
Posiblemente el diagnóstico sea que
el motor del sistema capitalista está gripado, que el paro es estructural y
crónico, que el modelo actual, robándoles constantemente a los pobres para
darle a los ricos, no tienen solución
porque se encuentra obsoleto y no se puede reformar ni reparar. Seguramente estén discutiendo los efectos de
las fórmulas recomendadas, como la fórmula a) Aguantar e ir tirando con
remiendos, recortes sociales, ataques permanentes a los intereses y derechos de
las masas, rescates bancarios y otros intentos de “ingeniería financiera”, para restaurar la tasa de ganancias, con el
pánico a que esto les reviente en las manos y se produzcan convulsiones
sociales, levantamientos y revoluciones que en un momento dado no puedan
controla. O la fórmula b) Un cambio de
modelo de sociedad por obsolescencia y agotamiento del capitalismo, para lo
cual es preciso un factor subjetivo potente que ofrezca un programa adecuado y
llame a las masas a luchar por conseguirlo, ya que seguramente han detectado que existen dos frenos absolutos que impiden al modelo
actual seguir desarrollando las fuerzas
productivas, como son la propiedad privada de los grandes medios de producción,
incluidos en ellos el sector financiero y los monopolios, que ahogan y estrangulan la producción real, y
el freno total que representa las fronteras nacionales, cuyo modelo globalizado
amenaza con guerras comerciales terribles imposibles de evitar bajo el
capitalismo, así como con guerras cruentas y violentas, como las actuales.
Observando la proyección de las dos
propuestas alternativas planteadas, para superar las contradicciones inherentes
al sistema capitalista, no pude contemplarse más que la sustitución del
capitalismo por el Socialismo, entendiendo éste como un modelo verdaderamente
democrático donde se proceda a la nacionalización de la banca, los monopolios y
los latifundios, bajo control democrático de la clase trabajadora y al servicio
de los más necesitados, para poder utilizar los colosales recursos que existen
en la sociedad y que están siendo infrautilizados, despilfarrados o destruidos,
siendo incapaces de poder resolver los problemas de los seres humanos con ese
modelo que exige un cambio estructural.
Con los recursos económicos y las
grandes palancas de la economía en manos del pueblo y gestionados
democráticamente podríamos planificar la economía para producir más, poniendo a
todo el mundo a trabajar, con el objetivo de repartir con justicia el fruto del
trabajo, mejorar la sanidad pública, la educación, desarrollar las
infraestructuras, el ocio, la cultura, porque una vez que los recursos estén
planificados democráticamente bajo el control de la mayoría, que es la clase
trabajadora, con los avances tecnológicos podríamos reducir la jornada laboral
para repartir el trabajo para que la población pudiese disfrutar de una vida
mejor.
Con un nuevo modelo como el
socialismo democrático genuino, la
economía no se planificaría para obtener el máximo beneficio para unos cuantos
banqueros, multinacionales y especuladores que se han convertido en verdaderos
parásitos, sino para el bienestar del conjunto de la sociedad. Ese sería el
camino para construir una sociedad verdaderamente democrática y socialista, donde,
una vez liberados de la lucha cotidiana
por la supervivencia y con los medios colosales de producción existentes
puestos al servicio de todos y gestionados democráticamente, los trabajadores
podríamos participar conscientemente en todas las decisiones políticas,
económicas, sociales y culturales de la sociedad, ejerciendo la verdadera
democracia socialista en un plano de igualdad y libertad.
Consideramos que en la actualidad,
con la fuerza potencial que tiene la clase trabajadora asalariada en todo el planeta,
la transformación socialista de la sociedad es más necesaria
y posible que lo ha sido nunca. El único
requisito que se necesita es la potenciación de un movimiento internacionalista
de masas que defienda un programa auténticamente socialista bajo la firme
dirección democráticamente representativa de trabajadores libres, honrados,
inteligentes y justos, para lo que es imprescindible la participación de la
mayoría de los jóvenes, los parados, los jubilados, los movimientos de lucha
por la igualdad de género y demás capas de la sociedad, arrastrando tras de
esta fuerza colosal al movimiento sindical, al
movimiento cooperativo, a las
empresas de economía social, a los autónomos e incluso a las pequeñas y
medianas empresas. Todas esas son las
fuerzas que están llamadas a luchar por acabar con el capitalismo e iniciar la
construcción de la verdadera sociedad socialista. Para ello es preciso poner la ética al
servicio de la economía y ésta al servicio de la Humanidad.
JOSÉ MARTÍN RODRÍGUEZ.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
Nota: Cualquier crítica, comentario,
sugerencia o enmienda, serán bienvenidas y pueden dirigirla a:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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