Es una realidad científicamente comprobada que tras cuatro años de
Gobierno Rajoy, la sociedad ha experimentado
un retroceso en las condiciones de vida de la clase trabajadora, haciendo a los
pobres más y más pobres a la vez que el número de millonarios ha seguido
creciendo. Debido a sus políticas de austeridad y recortes sociales que han
desatado una tremenda desigualdad y una creciente frustración, así como un
desencanto acumulado entre las familias trabajadoras y los sectores menos
favorecidos, el rechazo de la población hacia el drama del paro, la corrupción
y la política aparecen como los principales problemas en las encuestas. En la encuesta del C.I.S. de junio pasado,
sobre los principales problemas que afectan a los españoles aparecen: 1º el Paro (52%), 2º la Corrupción (17%) y 3º
los Políticos (8,1 %). El desencanto y el rechazo a la actual política quedan reflejados en la amplia abstención de más 11
millones de votantes, casi 1 de cada 3 llamados a votar.
En uno de los debates que surgen en las redes, concretamente hablando
del hartazgo que representa para muchos
trabajadores la situación amarga que estamos pasando, hubo una intervención con
una de las respuestas por el que suscribe, ofrecida a un compañero que hablaba de dejar
la política, porque estaba cabreado con lo sucedido con tanta corrupción. La respuesta la planteé con el siguiente
tenor literal: “respeto tu posición de apatía y desgana con
la política, pero no la comparto, porque quizás te refieres a la mala política.
Pero ten en cuenta que existe otra política, la verdadera, esa por la que
luchan muchos trabajadores honrados en organizaciones sociales, en sindicatos,
en partidos de izquierdas sanos. El problema es que si toda la izquierda
pasamos de política, la política de derechas no pasará de ti y del resto de
trabajadores y nos seguirán atacando, recortando derechos, quitándonos las
pensiones… Por eso, es más importante que nunca tomar acción en la lucha, reorganizar
nuestras fuerzas, encuadrarnos en alguna organización solidaria que luche en
realidad por la justicia social. Existen
corrientes de todas las sensibilidades. Si tú eres de izquierdas, debes buscar
tu sitio en la lucha contra este modelo capitalista, corrupto y degenerado para
combatir a esos políticos que no te gustan. O de lo contrario, por omisión ya
no formarás parte de la solución y estarás colaborando con el problema. Este es
mi humilde punto de vista.”
Ese “Estado de Malestar” alcanzado, hará inevitable una intensificación de la
lucha entre las clases, más temprano o más tarde en el próximo periodo. Con esa
perspectiva, cualquier gobierno que no cumpla con las necesidades de
recuperación que esperan las masas, dado
que el “Estado de Bienestar” prometido ha sido prácticamente desmantelado, los gobernantes serán remunerados con el precio
de un desprestigio cada vez más alto. Se podría producir un alto grado de
conflictividad, cuando los batallones pesados del movimiento obrero se pongan
en marcha para recuperar el terreno perdido. Cuando
lleguen esas luchas, la burguesía pasará a la ofensiva con más represión,
aplicada por el nuevo Gobierno del PP, al intentar seguir desarrollando y cumplir los
programas de ataques comprometidos con la Troika, llevando a cabo medidas drásticas de
austeridad del orden de los 10.000 a 15.000 millones de euros de recortes en
los gastos sociales. Al ser cuestionadas
y rechazadas por los trabajadores y los sindicatos de clase esa oleada de
nuevas medidas antisociales, las masas podrían verse obligadas a saltar a
la lucha y si el gobierno responde con medidas represivas contundentes, dialécticamente esa represión puede
convertirse en su contrario, que en vez de apaciguar y frenar las luchas, éstas
se agudicen y produzcan convulsiones sociales, manifestaciones y huelgas
generales, lo que producirá que la burguesía y sus instituciones, tocadas por esa permanente corrupción, se vean
cada vez más desprestigiadas, sobre todo, si se tenemos un gobierno de derechas
débil y tiene en frente una potente oposición de PSOE y Unidos Podemos, los
sindicatos y las organizaciones sociales. Solo un gobierno de izquierdas en el
último momento podría haber intentado paliar esta situación, pero el margen era
y sigue siendo muy estrecho; quizás sea
ya demasiado tarde.
Las medidas represivas que intentan aplicar algunos
gobiernos, a veces producen una aceleración en el proceso molecular de toma de
conciencia de las masas en acción. Como resultado de ello, podríamos
enfrentarnos, en esta legislatura que comienza, a un alto grado de radicalización y
politización de la juventud y la clase
trabajadora con giros bruscos a la izquierda de las organizaciones sindicales,
similares a los procesos que se viven en la vecina Francia, donde los trabajadores dirigidos por la CGT y
otros sindicatos llevan meses luchando, con manifestaciones potentes, como la
de 1.200.000 personas en París el pasado 14 de Junio y continúan en la lucha,
representando sin discusión, la vanguardia más consciente y avanzada de la
clase trabajadora de toda Europa, luchas que la burguesía intenta ocultar por
miedo al contagio, todo ello, incluso contra un gobierno teóricamente
socialdemócrata, pero que aplica la política ordenada por la Troika.
Teniendo en cuenta sobre todo el surgimiento de nuevas organizaciones
políticas emergentes, que han entrado con
fuerza al parlamento, lo que impide y
hace poco probable que se pueda formar un gobierno fuerte, debido a la
dispersión de los votos en las recientes elecciones generales del 26J, han
puesto fin al bipartidismo. Las derechas han obtenido una pírrica victoria,
pues sumando sus votos (PP+C’s y demás periferias) arrojan un total de
11.029.954 votos; Al sumar los votos del conjunto de las izquierdas tenemos
10.750.493 (Una diferencia global de 279.461
votantes, poco más del 1%, lo que
expresa en realidad un empate), a lo que
hay que contemplar los más de 11 millones de abstencionistas que rechazan a
todos los partidos presentados, lo que demuestra un alto grado de descontento
con este modelo que debe llamar a los dirigentes a una profunda reflexión.
Por otra parte, el gobierno que se forme no podrá ofrecer
ninguna solución total en bases capitalistas,
a las dos cuestiones fundamentales que atenazan al modelo actual: a) La
cuestión Territorial y b) las cuestiones sociales. Esa situación de atasco, podría preparar el
terreno para un giro a la izquierda de las masas en acción y potenciaría las
explosiones sociales, por lo cual, las izquierdas tenemos que estar preparados
para ofrecer una salida favorable a los trabajadores, cuando ese gobierno débil
se agote y pueda verse forzado a anticipar elecciones, por lo que debemos hacer
ya un llamamiento a la reorganización, al debate, el encuadramiento y la lucha a la vez que
ofrecemos una alternativa socialista para el cambio, ya que el gobierno será de
corta duración.
Debido a la acumulación permanente de las profundas
contradicciones que lleva en su seno el modelo capitalista, que se vienen
agudizando desde el inicio de la crisis, la cual aún no ha terminado y pudiese
sufrir una recaída, la correlación de fuerzas entre el mundo del trabajo y el
del capital, está cambiando. Hemos
entrado de lleno en un período de cambios bruscos y giros repentinos, que se
expresan en luchas e incluso insurrecciones en todos los continentes, como
hemos visto esta semana pasada la tentativa de Golpe de Estado ocurrido en
Turquía, que junto a toda la zona desestabilizada de Siria, como consecuencia
de la infamia del Trío de las Azores al atacar ilegalmente a Iraq, que rompía
el equilibrio, desencadenando las revoluciones árabes de los últimos años, consecuencia
de las dificultades del imperialismo para superar la recesión incluso en la
vieja Europa, cuyos habitantes sufren una situación dramática. Hemos visto con horror el terrible atentado en
Niza, que condenamos sin paliativos, regando
de muertos inocentes su paseo marítimo. También seguimos viendo horrorizados
los bombardeos y atentados en las zonas bélicas como Siria y otras, en esa
pugna inter-imperialista por las zonas de influencias y las materias primas,
que junto a la desaceleración de la economía de China empujan hacia una recaída
de la recesión.
La actual recesión de onda larga y profunda en la que
estamos anclados, ha resultado mucho más
grave que las demás crisis precedentes, apareciendo de forma simultánea el paro
masivo que se ha convertido en estructural y crónico, así como las deudas públicas de los Estados
que se hacen impagables, convirtiendo a esta recesión en un proceso
prácticamente universal que afecta a todos los países, tanto a los
desarrollados como a los que están en vías de desarrollo, que quedan frenados y paralizados en su
crecimiento, hundiendo a los económicamente más débiles, como los llamados
PIGS, es decir Portugal, Italia, Grecia y España, afectando a otras zonas de
Latinoamérica y demás continentes.
Ante la caída permanente de la tasa de ganancia global
que lastra y arrastra por los suelos la
Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) que son los puestos de trabajo que se
tendrían que estar creando para salir de la crisis, sigue destruyendo de forma
fulminante las ilusiones de la burguesía y de los trabajadores, para salir del
túnel, al acumularse cada vez en menos manos el remanente de ganancias en un
enriquecimiento permanente, agudizando la desigualdad entre ricos y pobres, pasando directamente los recursos al
atesoramiento en Paraísos Fiscales de ingentes sumas de dinero, por la infame
evasión, que son detraídas del circuito financiero, siendo ésta otra más de las
causas de la falta de inversiones productivas, pues el 95 % de las ganancias
del capital, van directamente a la
especulación y al acaparamiento, quedando un raquítico 5 % restante que dedican
a inversión real, lo cual es totalmente insuficiente para la recuperación.
Las derechas liberales y conservadoras que dominan la
economía del planeta, se han quedado sin un paradigma claro con el que operar y
siguen utilizando las muletas del Estado para salvar a los Grandes Bancos, con
el mecanismo de continuar el saqueo y empobrecimiento de sus pueblos, dado que
el modelo “liberal de la mano invisible” que explicaba Adam Smith ha fracasado
estrepitosamente. El modelo “keynesiano” que en situaciones normales era el
recambio para ayudarse a través del Estado a la salida de la crisis, también es
imposible de aplicar, dada las abultadas deudas públicas, privadas y déficits internos, lo que expresa
que en bases capitalista, el empeño de
seguir con las políticas austericidas nos llevarán a una prolongada agonía del modelo
capitalista, que sigue acumulando tal grado de contradicciones que podría desembocar en catástrofes sociales aún más
profundas y globales que las que padecen actualmente millones de seres humanos,
que sufren el paro, la miseria, las guerras y los efectos del deterioro del
Medio Ambiente por el Cambio Climático.
La situación es difícil pero tenemos confianza en la
clase trabajadora, que representa la abrumadora mayoría de la sociedad y
estamos convencidos de que con las luchas, mejorando la organización, cuando se
produzcan los procesos de más polarización, radicalización y politización
inevitables, buscaremos el camino para resolver todas esa problemática social,
territorial y demás carencias y contradicciones del capitalismo y
desarrollaremos, si vamos unidos, un
proceso de luchas para vencer al gobierno de los banqueros corruptos,
conquistando una banca pública, del pueblo y para el pueblo, gestionada
democráticamente y eliminando el secreto bancario, tras el cual se ocultan sus
corrupciones, desfalcos y estafas. Las
posibilidades para la superación del actual modelo capitalista está alcanzando
nuevos niveles y, en los próximos años, serán puestas a prueba las direcciones de
derechas y las de izquierdas que no nos sirvan, y mediante la lucha, con sus
alzas y sus bajas en el proceso, conseguiremos construir una dirección del
movimiento socialista, unida y potente buscando la confluencia con otras
fuerzas políticas, sindicales y sociales, con las que seamos capaces de formar
un gobierno de los trabajadores para aplicar un genuino programa socialista y
una verdadera democracia que nos permita, planificar científicamente la
economía e iniciar el camino para la transformación socialista de la sociedad, aplicando
las soluciones a las cuestiones sociales que demanda la Humanidad, porque otro
mundo es posible, SI, pero con el Socialismo.
JOSÉ MARTÍN RODRIGUEZ.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE-A.
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