Madrid, 5 y 6 de diciembre 2015.
¡ El sindicalismo de clase, combativo, democrático y asambleario, a la ofensiva ¡
1. Introducción
¡ El sindicalismo de clase, combativo, democrático y asambleario, a la ofensiva ¡
1. Introducción
La
actividad y extensión de GanemosCCOO avanza con el firme objetivo de recuperar
las señas de identidad de CCOO, de reestablecer su acción sindical combativa,
de clase, democrática y asamblearia. En un año de existencia, cerca de 1.700
afiliad@s y delegad@s de todos los territorios y Federaciones nos hemos sumado
a GanemosCCOO, creando una base militante en cientos de empresas, en todos los
sectores de la producción y de la administración. Un año lleno de
acontecimientos en los que GanemosCCOO ha estado presente apoyando y
participando en las luchas y movilizaciones de los trabajadores, de los
movimientos sociales y populares, y aportando nuestro punto de vista a través
de hojas, manifiestos, declaraciones y decenas de actos y reuniones.
Desde
GanemosCCOO hemos insistido en una idea: la recuperación de nuestro sindicato
no vendrá de acuerdos de pasillo y pactos secretos para repartirse puestos en
los órganos de dirección. Las experiencias pasadas demuestran que sin una estrategia
sindical consecuente, sin un sindicalismo combativo que impulse la movilización
más contundente en defensa de la clase obrera, sin un sindicalismo desde la
independencia de clase, desde y para los trabajadores, sin un sindicalismo
sociopolítico con una perspectiva de transformación socialista de la sociedad, sin
un sindicalismo asambleario que se apoye en los delegados, la afiliación y los
trabajadores, no es posible recuperar CCOO para los trabajadores. Este es el enfoque
de nuestra actividad en este año de existencia: implicarnos en las luchas
cotidianas de la clase obrera, dar voz a la base frente a un aparato cada día
más burocratizado y no ceder al chantaje y las presiones de la patronal y el
gobierno.
Sabemos
que el camino que hemos empezado a andar no es fácil. Sabemos que entre muchas
capas del sindicato cunde el desánimo y también la desmoralización por la
escandalosa pasividad de la Ejecutiva Confederal cuando hay más motivos que
nunca para movilizarnos, por los escándalos de corrupción, sobresueldos y
chanchullos que salpican al máximo órgano del sindicato y a las direcciones de diferentes
organizaciones de CCOO, por las fotos bochornosas con el PP y la patronal, por
el trato al que se somete a los militantes y delegados luchadores. Pero al
igual que Marcelino Camacho y muchos otros no cayeron en la desesperación
durante la larga noche del fascismo, cuando su labor abnegada hizo posible construir
nuestro sindicato, también ahora debemos ser fuertes para resistir estas
presiones y no abandonar la batalla. Somos más, somos muchos más que los dirigentes
que hoy usan las siglas de nuestra organización para pastelear con la patronal
y el gobierno de turno acuerdos que no defienden los intereses de los
trabajadores.
Desde GanemosCCOO
llamamos a todos los afiliados y afiliadas a redoblar el compromiso, la
participación y la militancia en CCOO para cambiar radicalmente el actual
modelo sindical. Llamamos a la rebelión a toda la afiliación frente a una
dirección comprometida con la paz social y con un modelo sindical que incluye
la corrupción y las prácticas antidemocráticas, y que de mantenerse arrastra a
nuestras CCOO a una crisis de la que podría tener muy difícil recuperarse.
2.
Ascenso de la lucha de clases.
La
existencia de GanemosCCOO no se puede explicar al margen de las grandes
movilizaciones vividas en el Estado español a lo largo de los últimos años, que
han supuesto una gran escuela política para los millones de trabajadores y
jóvenes que hemos participado en ellas.
La
política de recortes, de privatización de la sanidad, la educación y numerosos servicios
y prestaciones sociales; la prolongación de la jornada laboral, la reducción de
los salarios y la extensión de la precarización; los derechos perdidos por las
sucesivas contrarreformas laborales, los desahucios y las estafas legalizadas…
han provocado una reacción masiva contra la derecha y su gobierno. La rebelión
social con la que hemos respondido a la ofensiva del PP alcanzó una envergadura
no vista desde las grandes movilizaciones contra el franquismo de mediados de los
años setenta. Sólo mencionar las luchas más destacadas nos da la medida de lo
que hablamos: la explosión del 15M en 2011, las huelgas generales de marzo y
noviembre de 2012, la oleada huelguística en el sector educativo, el gran
movimiento estudiantil contra la LOMCE, las movilizaciones constantes contra la
privatización de la sanidad pública, las mareas sociales, el levantamiento del
barrio de Gamonal y la Marcha de la Dignidad en marzo de 2014 con más de un
millón de asistentes; las manifestaciones de los trabajadores del sector
público contra la supresión de las pagas y los despidos, las marchas mineras o
los conflictos como los de la limpieza viaria de Madrid, Panrico, Coca-Cola,
las subcontratas de Movistar, sin olvidar las masivas movilizaciones por el
derecho a decidir en Cataluña…Hay muchos más ejemplos, pero en todos ha
destacado una gran autoorganización y participación desde la base, una
iniciativa y audacia extraordinarias, y un desbordamiento de los aparatos
políticos y sindicales, empeñados en mantener a toda costa una paz social
fracasada.
Esta
rebelión social ha desnudado la auténtica cara del sistema capitalista, de la
democracia que vivimos, que en realidad no es más que la dictadura encubierta
del capital financiero y de los grandes empresarios. Para amplios sectores de
los trabajadores, la juventud y de las capas medias golpeadas por la crisis,
también se ha hecho evidente que si la derecha ha podido sostenerse en el
gobierno hasta el final de la legislatura, a ello ha contribuido, y no poco, la
leal colaboración de la dirección del PSOE y las cúpulas de CCOO y UGT.
La crisis
del régimen del 78 se ha profundizado, abriendo grandes posibilidades para el
sindicalismo combativo, de clase, democrático y asambleario, y también para la
izquierda que lucha y apuesta decididamente por la transformación socialista.
3. La política de la
dirección: paz social, acuerdos con el gobierno del PP.
Es en este contexto en el que tenemos que situar la crisis de CCOO y de
la estrategia desarrollada por la dirección confederal. Partiendo de un
análisis alejado completamente del punto de vista de la clase obrera, Toxo y la
inmensa mayoría de la actual dirección siguen considerando crucial su papel de
“interlocutores”, y ponen sus mejores oficios a disposición de la recuperación
económica, la estabilidad política, la paz social y la gobernabilidad del país.
Esta política ha sido decisiva para la recuperación de la tasa de beneficios
empresarial a costa del descenso brutal de los salarios, la pérdida de derechos
y la precarización orgánica del empleo. No es extraño, por tanto, las
constantes alabanzas a la “responsabilidad” de los dirigentes de UGT y CCOO por
parte de la CEOE y del gobierno.
La estrategia de buscar el pacto social a cualquier precio, llamando a
la movilización solamente cuando la presión desde abajo se vuelve completamente
insoportable, ha facilitado la embestida patronal. En el caso de las dos
huelgas generales vividas en 2012, una vez que se soltó el vapor de la caldera,
Toxo y la dirección confederal se dieron el lujo de un largo período de
silencio sólo roto para acudir a la Moncloa a firmar acuerdos a cada cual más
deplorable y a hacerse la foto de rigor con Rajoy y los ministros del PP.
En vez de contribuir a lavarle la cara al PP pactando con él limosnas
de miseria, CCOO debería haber sostenido la movilización en el tiempo,
endureciéndola y confluyendo con todos los movimientos sociales, mareas ciudadanas,
Marchas de la Dignidad, etc. en una gran huelga general que condujese a la
caída de este gobierno reaccionario. Pero ha quedado de manifiesto que esta
estrategia de clase y combativa, que permitiría recuperar la influencia de CCOO
en el movimiento obrero, jamás se dará con la actual dirección.
4. Luchar contra la corrupción y la burocracia.
Las
políticas de pacto social con el Gobierno y la patronal se encuentran en la
raíz de las conductas corruptas como las descubiertas en Caja Madrid/Bankia, en
el escándalo de los sobresueldos de los dirigentes de COMFIA o en la aceptación
de la financiación patronal directa para que el sindicato actúe como rompehuelgas
o firme todo tipo de EREs que han supuesto la destrucción de miles de puestos
de trabajo (los casos de Panrico, Bankia, Indra y muchos otros). En definitiva,
esta política ha llevado a la dirección a entender el sindicato como si de una
empresa se tratara, con sus órganos de administración, sus gerentes, sus
asalariados, cuyo fin es la obtención de recursos, al precio que sea, con los
que sostener un aparato que vive en condiciones materiales ajenas a las de la
clase trabajadora. Y cuando se han producido conflictos debido a la mengua de
los recursos por la pérdida sangrante de afiliación o la reducción de las
subvenciones, se ha despedido a compañeros aplicando EREs y la reforma laboral del
PP como en cualquier empresa.
La
negativa de la dirección confederal a sacar conclusiones del escándalo de las
tarjetas black y de la participación de dirigentes de CCOO en el Consejo de
Administración de Bankia —apoyando todos los desmanes de Blesa, incluidas la
estafa de las preferentes y los desahucios— es absolutamente inaceptable. Pero
no sólo eso: con fondos provenientes de la patronal y los bancos se pagan
sobresueldos a los dirigentes del sindicato, como ha sido el caso en COMFIA
(hoy Federación de Servicios). Sobresueldos justificados por la cúpula con
argumentos inverosímiles: “horario de trabajo (dedicación diaria),
responsabilidad ante terceros, salario del sector de origen y objetivos
(resultados organizativos)”. ¿Así que en CCOO, según la actual dirección, es
legítimo que haya dirigentes que cobren un sobresueldo por objetivos, como si
el sindicato fuese una empresa capitalista? Unos “incentivos” que llenan los
bolsillos de los mismos que firman pactos con la patronal lesivos para los
derechos de los trabajadores.
Sobresueldos
que se disfrazan de complementos. La misma justificación que han utilizado
Rajoy, Cospedal y sus secuaces para justificar los sobres que entregaba
Bárcenas a la cúpula del PP. ¡Qué vergüenza! Que haya dirigentes de un
sindicato obrero, de una organización con la historia de lucha, sacrificio,
cárcel, represión y muertos como las CCOO, capaces de utilizar los mismos
argumentos que la derecha para encubrir sus prácticas corruptas, da la medida
de lo lejos que han llegado.
El acceso
a la dirección de CCOO de personas que han demostrado no tener ningún apego a
los principios más básicos del sindicalismo de clase y que carecían del más
mínimo escrúpulo moral no fue una casualidad. Es parte de un proceso de
imposición a la afiliación de CCOO de una política desmovilizadora que supedita
toda la acción del sindicato a la consecución de acuerdos con el Gobierno, las
organizaciones patronales y/o las empresas, aunque esos acuerdos sean
gravemente perjudiciales para los trabajadores. Ejemplos de ello fueron el
pacto de pensiones alcanzado con el gobierno de Zapatero, el acuerdo sobre
parados de larga duración con el PP, los numerosos acuerdos sectoriales o las
firmas de EREs (de las que el aparato obtiene además jugosos recursos), por no
hablar de la aceptación de retrocesos en la negociación colectiva. Como
compensación a esta política, numerosos dirigentes sindicales se incorporaron a
consejos de administración u otros órganos de dirección de empresas y entidades
financieras, desde donde asimilan los usos y costumbres propios de nuestros
explotadores. En lugar de defender una política de clase y anticapitalista, con
esta orientación el sindicato se convierte en un sostén más del sistema.
La única
fórmula para que la conducta de los dirigentes, delegados y representantes de
las CCOO se aleje decisivamente de estas prácticas es romper con el actual
sindicalismo de gestión y de paz social, recuperar la orientación de CCOO como
un sindicato de clase, combativo y sociopolítico que defiende de forma
consecuente e intransigente los derechos de los trabajadores y que lucha por la
transformación de la sociedad en la perspectiva de la completa emancipación de
los explotados en una sociedad socialista.
5. Un plan de acción para
recuperar CCOO.
Desde
GanemosCCOO consideramos que es una necesidad insoslayable la regeneración de
nuestro sindicato y recuperar las señas de identidad que lo forjaron. Para
lograr este objetivo, proponemos un plan de acción de diez puntos:
1. Abandonar la estrategia sindical fracasada de pacto social y
concesiones a la patronal para recuperar un sindicalismo combativo, de clase y
democrático. CCOO debe promover la unificación de las luchas y defender todos
los puestos de trabajo ¡Basta de negociar la destrucción de empleo! CCOO debe
movilizar consecuentemente contra la política de recortes y austeridad,
confluyendo con los movimientos sociales.
2. Dimisión de la Comisión Ejecutiva Confederal. Los máximos dirigentes
confederales son a su vez los máximos responsables políticos de la situación de
desprestigio y perdida de credibilidad de nuestro sindicato, agudizada por el
escándalo de las tarjetas black, los sobresueldos en la dirección de COMFIA y
la financiación patronal directa.
3. Congreso Extraordinario. Debe celebrarse un debate democrático en todo
el sindicato que dé el protagonismo a los afiliados y que culmine en un
congreso extraordinario con delegados elegidos directamente por la base.
4. Respeto a la militancia de CCOO y a las asambleas de trabajadores. Las
secciones sindicales y los comités de empresa deben llevar la iniciativa en la
lucha por la mejora de los convenios y la defensa de los empleos (huelgas y
movilizaciones). Todas las propuestas deben ser sometidas a las secciones sindicales,
que deben recuperar su impulso como organización básica de CCOO, y las
asambleas de trabajadores. Los órganos de dirección deben acatar las decisiones
que en ellas se adopten. No se puede firmar por parte de CCOO ningún acuerdo
contra la opinión de las asambleas de trabajadores.
5. Control democrático de los responsables sindicales: elegibilidad y
revocabilidad de los mismos. Los liberados de CCOO, así como los cargos de
responsabilidad, deben ser elegidos democráticamente por las asambleas de afiliados
de la empresa, sector o ámbito correspondiente. Todos los cargos de CCOO deben
estar sometidos a la revocabilidad por parte de quienes los eligieron.
6. Los responsables de CCOO deben vivir como cualquier trabajador. Su
salario no puede ser mayor que el de un trabajador cualificado (no puede
exceder los 1.800 euros netos al mes). Se deben suprimir todos los gastos de
representación. Los salarios de todos los responsables de CCOO deben ser
públicos y conocidos por toda la organización y el conjunto de los
trabajadores.
7. CCOO no puede depender de las subvenciones del Estado y debe abandonar
todos los consejos de administración. Nuestro presupuesto debe apoyase en las
cuotas de los afiliados y en el apoyo económico de la clase trabajadora. Hay
que recuperar las Cajas de Resistencia en todos los conflictos y las colectas
en las empresas. Lograr la independencia económica frente al Estado y la
patronal es la única forma de garantizar un sindicalismo de clase.
8. Las horas sindicales son para la acción sindical. Los delegados de
CCOO deben utilizar las horas sindicales para luchar por los derechos de los
trabajadores. Deben publicarse en los tablones de las empresas, y hay que
rendir cuentas de ellas ante los afiliados y los trabajadores.
9. Respeto a la democracia interna en CCOO. Basta de expulsiones y
sanciones a afiliados de CCOO por motivos políticos y de opinión. Ninguna
medida antidemocrática más (expulsiones, disolución de organizaciones, marginación
de los afiliados combativos, etc.).
10. CCOO es un sindicato de clase, no un sindicato de gestión o de
colaboración de clase, que defiende los derechos de los trabajadores y lucha
por la transformación de la sociedad hacia el socialismo.
5. Unidad Popular para
derrotar a la derecha-
GanemosCCOO
no permanece al margen de las próximas elecciones del 20D. Como sindicalistas
de izquierdas, llamamos a todos los trabajadores y a toda la juventud a
derrotar a la derecha del PP y Ciudadanos en las urnas y en las calles, con el
voto y con la movilización. GanemosCCOO ha participado en numerosos encuentros
por la Unidad Popular, y lamentamos que no se haya podido lograr una
confluencia electoral en todo el Estado entre las organizaciones que defienden
el cambio político. En todo caso, nosotros consideramos que el cambio no puede
ser una mera reforma del sistema, un remozado de la fachada de un régimen que
ha demostrado su carácter completamente reaccionario.
El cambio
político vendrá de la fuerza que seamos capaces de desplegar en la lucha de
clases, para romper con la lógica del capitalismo y acabar con el dominio de
los grandes bancos y los grandes poderes económicos. Nos negamos rotundamente a
aceptar un discurso que nos dice que lo importante no es ser de “izquierdas ni
de derechas”, que busca el “centro” político desesperadamente y que se
distingue poco de las viejas organizaciones que sostienen el sistema.
Los
millones de trabajadores y jóvenes que nos hemos movilizado estos años no
queremos más de lo mismo, pero con nuevas caras. Queremos una ruptura real con
las políticas que nos han conducido al desempleo masivo y a la pobreza que
sufre ya más del 20% de la población, que nos expulsan de nuestros hogares,
hacen de la educación y la enseñanza un negocio, y exilian a nuestros jóvenes.
Desde
GanemosCCOO apostamos por la Unidad Popular genuina, de la izquierda que lucha,
para poner en práctica, y no sólo en discursos, las aspiraciones de millones
para transformar la sociedad. No es tanto el nombre y los aspectos formales de
la Unidad Popular lo que determinarán su éxito, sino el programa y su capacidad
para entusiasmar y organizar a la mayoría de la población para llevarlo a cabo.
Desde GanemosCCOO queremos proponer elementos reivindicativos de esta Unidad
Popular, para movilizar al movimiento obrero:
•
Anulación de la contrarreforma laboral y de la contrarreforma de las pensiones.
•
Prohibición de los desahucios por ley. Parque de viviendas públicas,
expropiando los pisos vacíos en manos de los bancos, y con alquileres sociales.
•
Derogación de la LOMCE. Enseñanza pública digna, democrática y gratuita desde
infantil hasta Universidad. Derecho a la sanidad digna, gratuita y universal
para todos. Plan de choque para la contratación de profesores, médicos y
personal sanitario, y para la construcción de nuevos centros de estudio,
hospitales y centros de salud, que acaben con la masificación y la degradación
del servicio.
•
Remunicipalización de los servicios públicos privatizados, manteniendo y
ampliando las plantillas y respetando los derechos laborales.
•
SMI de 1.100 euros y 35 horas semanales sin reducción salarial.
•
Empleo digno: Prohibición de la ETTs, fijos en plantilla a los 15 días.
•
Prohibición por ley de despidos en las empresas con beneficios. Readmisión
obligatoria de los trabajadores en caso de despido improcedente.
•
Plenos derechos democráticos de expresión, reunión y organización. Derogación
de la Ley Mordaza.
•
Derogación de la Ley de Extranjería y de los CIEs. Solidaridad real y concreta
con los refugiados.
•
Nacionalización de la banca y los sectores estratégicos de la economía, para
rescatar a las personas y elevar el bienestar de la mayoría.
•
Defensa del derecho a la autodeterminación de Catalunya, Euskal Herria y Galiza
•
¡Ni terrorismo yihadista ni guerra imperialista! Movilización de la clase
obrera y la juventud contra la guerra: ¡Huelga general!
¡POR UNAS CCOO COMBATIVAS, DE
CLASE, DEMOCRÁTICAS Y ASAMBLEARIAS!
¡ÚNETE A "GANEMOSCCOO" PARA
LUCHAR ¡
Más información:
ganemosccoo@gmail.com
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