Durante el día de ayer 9-12-15 en muchas
ciudades y pueblos, con motivo del 90 aniversario de su muerte, hemos celebrado Actos de Homenaje a Pablo
Iglesias Posse, habiéndonos reunido en
Málaga en los Jardines de Picasso,
militantes del PSOE y de UGT ante el busto del que, para nosotros es “el
Abuelo”. Como decimos al final de este
artículo, un moderno Pablo Iglesias que
llamaremos “el nieto” para distinguirlo, se ha hecho famoso también, como
explicaremos posteriormente. Pero antes, es necesario hacer un breve
recordatorio de la figura histórica que nuestro Pablo ha representado para los
trabajadores
Pablo Iglesias Posse representaba y
encarnaba valores socialistas, luchador y defensor de las mejores tradiciones
del movimiento obrero, que reunía y quiso unificar las almas socialistas y
anarquistas que, a pesar de sus diferencias, consideraba necesario marchar
unidos, al menos en la acción, para
fortalecimiento de la clase trabajadora. Era un hombre que representó con firmeza la
decencia básica como trabajador, explicando que el trabajo honrado y bien hecho
es lo primero, pero la lucha para defender nuestros derechos es irrenunciable; combatió la explotación del obrero defendiendo
un salario digno, vivió toda la vida de su trabajo y fue admirado por millones
de trabajadores como un socialista auténtico.
Nos preocupa que algunos socialistas en
la actualidad desconozcan la historia de este luchador y parece que no tenga que
haber motivos para tanto olvido sobre Pablo Iglesias, incluso dentro del
partido que ayudó a crear y que lleva el nombre de Partido Socialista Obrero
Español. Pero no solo ayudó a fundar el
Partido, sino el sindicato de la U.G.T. así como una Fundación que además de
llevar su nombre, editó sus obras pero que, no se sabe a ciencia cierta el porqué, ha sido relegada por las diversas direcciones
modernas del socialismo renovador, quizás porque sus ideales, al igual que la
filosofía que lo sustenta está impregnado del materialismo dialéctico y
defendió siempre un programa basado en el marxismo, tomando como palancas para
la transformación social las luchas sociales.
En el artículo publicado en este mismo
blog en fecha 8-12-15, en el que anunciamos el Homenaje que le hemos rendido
esta mañana los socialistas, dimos unas
pequeñas pinceladas de su biografía y las dificultades que tuvo que padecer en
su vida. Se han realizado trabajos
memorables, como el que escribió el
compañero Juan José Morato que puede encontrarse en la Fundación o en las
redes.
Leyendo sus escritos se puede constatar
que fue un socialista marxista que tradujo del francés obras de diversos
autores como Marx, Engels y otros. Una
de las obras que le dedicó su amigo y compañero Morato titulada “Pablo
Iglesias, Educador de muchedumbres” narra con claridad esa verdad de hombre
auténtico que resplandeció, a pesar de que la derecha montaraz, (la de antes
que es la misma de siempre), orquestó una furibunda campaña de acusaciones y
calumnias contra el “abuelo” que luego se demostraron ser falsas.
Empieza a trabajar de joven en una
imprenta y se aficiona a la lectura, invirtiendo las propinas que recoge como
repartidor en la compra de libros y tal afición facilitada por su oficio le
lleva a abrazar las ideas socialistas,
de las que leemos frases como “la
emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos o no
será”, “no más deberes sin derechos, no
más derechos sin deber”, ideas que siguen resonando en la actualidad con más
vigencia que nunca y que expresan la necesidad de continuar la lucha por la
dignidad de la clase trabajadora.
Junto al movimiento obrero de la época
fue partícipe en las conquistas de las libertades plasmadas en la Constitución de 1869 (la
“Revolución Gloriosa”). A través de la sección española de la AIT (Asociación
Internacional del Trabajo) organiza diversos actos públicos en Madrid y en
1870, solicita su ingreso en la sección de tipógrafos de la Internacional. Por entonces conoce a Paul Lafargue, el yerno
de Marx, refugiado en España huyendo de la represión contra los participantes
en la Comuna de París y autor de una obra inmortal de inequívoco signo
libertario, “El derecho a la pereza”, actualmente reeditada por la
Fundación de Estudios Socialistas Federico Engel.
Colaborando estrechamente con Lafargue,
Pablo Iglesias comienza a preparar la fundación en España de una organización
marxista e internacionalista. Su larga
labor periodística la inicia con la publicación de "La Solidaridad",
portavoz de “La Internacional”, que solamente acabará en el final de su vida y
sobre cuya orientación no hay la menor duda: se trata de formar a los trabajadores para que
alcancen el nivel de organización y de conciencia necesarias para llegar al
socialismo internacionalista.
Al producirse la ruptura con los
anarquistas, encabezados por la “Alianza Democrática Socialista” que lideraba Bakunin, Pablo Iglesias solicita su ingreso, en 1873, en la “Asociación del Arte de
Imprimir” y al año siguiente sale elegido como su presidente, dedicándose de
pleno a la creación del partido obrero cuyos criterios básicas se parecen a los
del PSOE actual como un huevo a una castaña, excepción hecha de algunos grupos
de la corriente de opinión “Izquierda Socialista”, que contra viento y marea,
con recursos escasísimos, siguen reivindicando la memoria, la historia y el
programa actualizado que defendieron los fundadores del PSOE.
Fue el “Abuelo” un miembro muy activo de
la Internacional socialista y trató con los grades socialistas de su época , Marx, Engels
y siguiendo con el ya mencionado Lafargue y los demás líderes franceses, rusos,
alemanes y demás miembros del movimiento obrero mundial con los que mantendrán
tantas semejanzas y acuerdos programáticos.
El desarrollo del PSOE y de la UGT se
hará siguiendo prudentemente las normas clásicas de la Internacional, con la
táctica probada de “acumular fuerzas”, evitando en lo posible la confrontación
con un Estado capitalista especialmente despiadado, habituado a actuar
sanguinaria e impunemente contra el incipiente movimiento obrero. Pero, por supuesto, esta prudencia no excluye
la creciente participación en las luchas obreras, más incentivadas por los
anarquistas y desde 1911, por la CNT, con la que UGT colaboró en multitud de
luchas obreras.
Pablo Iglesias fue detenido por una
huelga en 1882 y lo volvió a ser en 1909, por su denuncia de la represión que
siguió a la revolución de julio, la llamada “Semana Trágica de Barcelona”,
y la última vez cuando tiene sesenta
años. En todas las ocasiones rechaza las peticiones de indulto. Su nombre
aparece inscrito en las “listas negras” de la patronal, que le niegan el
trabajo “para evitar problemas”.
Con gran esfuerzo, redactando, editando
y a veces vendiendo la prensa, aparece el 12 de marzo de 1886, el periódico
obrero "El Socialista". El sueldo que recibe como impresor, redactor
y director de este periódico, van a salvarlo de sus angustias económicas,
aunque con tal de ahorrar, Pablo traslada su cama y sus enseres a la imprenta
del semanario, al que quedará ligado hasta el fin de sus días.
El Primero de Mayo de 1890, se celebra por primera vez en Madrid una impresionante manifestación siendo Pablo Iglesias el encargado de entregar al Gobierno, en un acto que se repetirá en los sucesivos años, unas reivindicaciones que hoy siguen vigentes, después de haberse conseguido sobre papel, porque: ¿cuánta es la gente trabajadora que puede dividir ahora su vida 8 horas para trabajar, 8 para el ocio y 8 para dormir?, que eran algunas de las demandas planteadas.
En el año 1910, Pablo sale elegido, con
el respaldo de 40.899 votos, es pues el primer diputado socialista que entra en
el Congreso, al lado del escritor Benito
Pérez Galdós, tan representativo del sentimiento naturalista y socialista de lo
más avanzado de la corriente literaria crítica que tan bien representó Emile
Zola.
El “pablismo” militante, parte de un
proyecto propio en el que caben tanto los reformistas (los de verdad por
supuesto, no los travestidos que tanto caracteriza lo que queda de la
socialdemocracia europea actual), como las corrientes más revolucionarias. En
ningún momento se plantea el problema de la división, que en dos mitades quedó
fracturada la clase obrera entre socialistas y anarcosindicalistas. Su visión
de la formación cultural de la clase trabajadora es muy modesta y se siente
intimado por los intelectuales como Julián Besteiro o Fernando de los Ríos, a
cual más idealista en el sentido kantiano del término.
La Revolución de Octubre le produce una
inquietud tremenda pero jamás dejó de defenderla, eso se suele ocultar. Es una burla que Pablo Iglesias interpretara
la presenta frase de Lenin, “Libertad, ¿para qué?”, en el mismo sentido que
hasta el franquismo repitió hasta la saciedad.
En un principio, la mayoría del PSOE votó a favor de la adhesión de la
Internacional Comunista aunque las muy sectarias 21 condiciones ya fueron un
impedimento que al final escindió el partido.
Entonces se orientó hacia la llamada
internacional de Viena, la llamada Internacional Dos y Media, para finalmente,
regresar al seno de la Internacional Socialista. No hay que decir que a Pablo Iglesias le
afectó la creación del PCE y que, como le sucedió a tantos otros socialistas de
la época. Su tiempo ya había pasado,
pero otra cosa son las maniobras de apropiación indecente llevada a cabo por
algunos historiadores con el ánimo de desprestigiarle. Su entierro, en
diciembre de 1925, fue uno de los acontecimientos sociales más emotivos de su
tiempo.
En la actualidad, muchos jóvenes conocen a un Pablo Iglesias
moderno, que quizás pudiese ser nieto o mejor bisnieto de Pablo Iglesias Posse. Este nuevo Pablo Iglesias se quiere ganar
también un lugar en la historia y busca votos en diversos caladeros, entre
otros, votos de los que se consideran socialistas. Su conocimiento por las masas proviene de la
irrupción en los programas de tertulianos, principalmente en la cancha que le
han ofrecido los medios de comunicación burgueses, tanto TV, radio y prensa,
pero proviene de un campo contrario del que provenía Pablo Iglesias Posse,
fraguado este último en el ambiente de “las luchas obreras, que es la mejor escuela de
socialismo”, fuente magistral de la que
aprenden los trabajadores, aunque la preparación intelectual y académica de
Pablo Iglesias Turrión no se la negamos, sino que la respetamos.
En este 90 aniversario de la muerte de
Pablo Iglesias Posse, en plena campaña electoral que se disputan el voto el 20-D,
la palabra SOCIALISMO Y DEMOCRACIA tienen que recobrar su significado y desde
este punto de mira, entre los dos “Pablos”, podrían hacer más que nadie para
que los jóvenes comiencen a conocer la
historia, por una parte y la realidad
social por otra, porque para la izquierda la lucha debe ser la misma: Derrotar
a la derecha reaccionaria del PP y C`S y poner las bases de un gobierno
fuerte de los trabajadores, un gobierno
de Conjunción de las izquierdas, que muchos tenemos la esperanza que podría
estar formado por PSOE, Podemos e IU/UP,
con la participación de grupos ecologistas, sindicatos de clase y los
movimientos sociales, que respondan de verdad a las demandas de los
trabajadores y las capas menos favorecidas de la sociedad.
Porque mientras el gobierno esté en
manos de los partidos de Derechas, que son defensores del capital, del
imperialismo y sus guerras, la patronal
y la burguesía resistirán y harán todo lo posible por boicotear y frustras las
legítimas aspiraciones del pueblo que está reclamando un Cambio. Si el 20-D los trabajadores votamos para
hacer posible un gobierno de las izquierdas que sea capaz de desarrollar un
programa socialista para salir de la crisis, solamente entonces, tendremos la
fuerza suficiente para luchar por echar abajo las estructuras montadas por los
gobiernos corruptos al servicio del capital y comenzar la transformación
socialista que anhelan y necesitan los pueblos.
¡¡ NINGÚN VOTO DE UN TRABAJADOR PARA LAS
DERECHAS ¡¡
¡¡ TODOS A VOTAR EL 20-D, PERO
RECORDANDO QUE EN LA UNIDAD, LA ORGANIZACIÓN Y LA LUCHA ESTÁ NUESTRA VICTORIA¡¡
Área de Comunicación.
Izquierda Socialista de Málaga-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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