La clase obrera española (y
europea) vienen resistiendo tenazmente los planes de austeridad, que
representan ataques y recortes de la burguesía, infligidos por órdenes de la
dictadura financiera de la Troika, y se han venido desarrollando formas de
luchas en diversos frentes de mareas, conquistando el derecho para marchar
hacia la unidad y una mejor organización, aunque los dirigentes de los
sindicatos y partidos de izquierdas no lo quieran entender.
Todas estas protestas de la clase
trabajadora representan parte de la lucha global e internacionalista contra la
brutalidad del sistema capitalista corrupto, decadente y degenerado que no
puede ofrecer siquiera un puesto de trabajado a cada parado para poder seguir
explotándolos, lo que representa un colosal fracaso del sistema de libre
mercado.
Después de varios años de crisis
y recesión la clase trabajadora está “indignada” y se encuentra preparada para
lanzarse a nuevas conquistas, pero por la debilidad de las direcciones, la
burguesía se sigue atreviendo a continuar su ofensiva pretendiendo aprovecharse
del gobierno de derechas reaccionario como es el PP, elegido mediante unas
elecciones manipuladas por la financiación del caso Gürtel y su presunta
pandilla de corruptos encabezados por el
Tesorero Bárcenas, que ha sido el contable de la trama, que ha dispuesto de millones y millones de
forma “presuntamente fraudulenta” para comprar voluntades y realizar costosas
campañas mediáticas, lo que demuestra su ilegitimidad debiendo estar dimitido
dicho Gobierno ya hace tiempo, pero la ética política ni la conocen.
Incluso ese gobierno ilegítimo se
atreve a llevar a cabo un nuevo ataque contra el nivel de vida de los
trabajadores y capas medias, utilizando el espantapájaros de que no hay
alternativa y que es el único camino para acabar con el paro y recuperar la
inversión lo cual está demostrado que no es así pero insisten porque están
desviando recursos del pueblo directamente a los bolsillos de los banqueros,
como se demuestra por la caída fulminante de las rentas del trabajo y el
aumento descomunal de las rentas del gran capital.
La dinámica misma del modelo
capitalista con sus crisis continuas e inevitables obligan a los capitalistas a
pasar una vez y otra al ataque que provocan fuertes respuestas por parte de los
trabajadores que ejercen sus músculos esperando una dirección firme que les
marque el camino de una ofensiva para recuperar lo perdido, pero esa dirección
no aparece todavía aunque se está fraguando en las bases, porque el proceso
molecular de toma de conciencia de las masas así se expresará en su momento.
Todos los voceros de los grandes
medios de comunicación burgueses abrumadoramente en manos de los capitalistas
no ven ninguna otra solución a la cuestión de cómo salir de la recesión más que
realizar un ataque frontal tras otro, contra el nivel de vida de los
trabajadores. Desde el punto de vista capitalista ellos tienen sus razones,
porque los capitalistas no invierten por deporte, por sentimentalismo o
patriotismo. Invierten para sacar ganancias en el menos corto plazo posible y
como explica el marxismo “el beneficio del capitalista es el trabajo no
remunerado del obrero”.
Bajo este podrido sistema
capitalista, la única manera de superar la crisis económica es mediante el
aumento masivo de las inversiones, lo cual requiere poner a disposición de los
empresarios un aumento importante del capital, pero eso supondría aumentar los
déficits, por lo que ese plan privado o es raquítico e insuficiente o no se
puede llevar a cabo, porque si se hace con dinero público, en términos
reformistas, permaneciendo bajo el mismo modelo capitalista tomando medidas
Keynesianas, como plantean algunas escuelas económicas, los déficits públicos
se dispararían igualmente, estando por tanto el sistema estrangulado entre la
incapacidad de inversión ni pública ni privada y atrapado entre el paro y las
deudas.
La burguesía se enfrenta a un
tremendo problema en el momento de querer llevar a la práctica ese esquema de
recuperación económica, como es el potencial de lucha de las enormes fuerzas que
ha acumulado y dispone el movimiento obrero. Si los trabajadores hemos tenido
fuerzas para poder resistir los ataques frontales de la burguesía bajo un
gobierno como el PP que parecía fuerte con mayoría absoluta, ahora que se
encuentra cada vez más debilitado y desprestigiado, como muestran las
encuestas, si por la fuerza de la lucha se precipitaran las elecciones
generales al próximo año, la situación del modelo “democrático-burgués” actual
se vería seriamente dañado.
En un clima de tensiones sociales
tan fuertes como el que se avecina va a ser difícil que cualquier gobierno que
quiera continuar dentro del marco del sistema “liberal-burgués” pueda
sobrevivir mucho tiempo. Por ello, los sectores más conscientes de la clase
dominante ya están pensando en alternativas como el “Gobierno de Concentración
Nacional” o algo parecido, para avasallar a la izquierda y someterla por la
fuerza, lo que implicaría realizar una potente campaña de convencimiento para
que las masas traguen el anzuelo de un plan similar a los “Pactos de la Moncloa
II”, para desarrollar la posibilidad de llevar a cabo una política más profunda
de colaboración de clases con los partidos obreros y sus organizaciones
sindicales.
Es preciso decir las cosas
claras, pues ese llamado “pacto social”, como quedó demostrado por la historia,
representa un engaño, una enorme trampa para los trabajadores, que ven cómo se
les ata las manos cuando lo que se necesita es luchar para recuperar lo
perdido. Es un claro intento de
conseguir con palabras bonitas lo que no están consiguiendo lograr a base de
darnos leña por sí solos desde la derecha del PP.
Pero ese sueño utópico de la
burguesía, en los momentos actuales está muy lejos de lo que va a ocurrir en la
práctica. La aplastante mayoría de las
masas trabajadoras e incluso un importante contingente de las capas medias que
se han proletarizado y empobrecido, no
aceptarán por las buenas una política de colaboración de clases, que sería
vista como una traición, sino que lucharán por un giro a la izquierda para
exigir llevar a cabo una política que sirva a los intereses de los
trabajadores.
Esa campaña de la burguesía hace
tiempo que se viene poniendo en marcha con la propaganda del Ministro Montoro y demás voceros, de los brotes verdes, las
declaraciones de los banqueros de eliminar el mísero salario base, las
declaraciones de la CEOE, de pedir trabajar más por menos dineros, ataques,
recortes, corrupción, evasión de capitales, etc… pero la burguesía ha de ver y
con temor, cómo la clase obrera, tras la pesadilla de más de cinco años de
“políticas de austeridad”, siempre para los más pobres, no está dispuesta a
entrar mansamente en su juego. Porque si esta democracia burguesa no sirve ni
incluso para mejorar en el nivel de vida de las masas, los trabajadores sacan
claramente la conclusión que el modelo no sirve y necesita ser transformado.
La clase trabajadora seguirá
movilizándose, por lo que se espera un otoño caliente, pues ya hay convocada
por el Sindicato de Estudiantes una Huelga General de 3 días para octubre que
seguramente secundará toda la comunicad educativa como han hecho el curso
pasado, porque hay millones de motivos para luchar, contra el paro, la carestía
de la vida, los recortes de las pensiones, las subidas de tasas educativas y
jurídicas, ataques a la Dependencia, etc.
Está cada día más claro que el
sistema capitalista es incapaz de ofrecer a los trabajadores una vida digna y
entonces, lo que sobra es el sistema actual que tiene que cambiar. Para ello
hay que luchar por la nacionalización de la Banca, con indemnización en caso de
necesidad comprobada como devolver de inmediato el dinero a los estafados por
las “preferentes” y demás pequeños ahorradores, para construir una potente
Banca Pública al servicio de la producción y también nacionalizar bajo control
obrero, los grandes monopolios y los
latifundios ociosos junto con los sectores claves de la economía, para poner
los medios de producción de forma democrática y científicamente planificados al
servicio de los seres humanos donde se abrirán las puertas de un nuevo futuro,
con planes armónicos que desarrollen las fuerzas productivas, para abolir el
paro, el hambre, la miseria, la
ignorancia y la inseguridad. Esta nueva
sociedad será el Socialismo, donde reine la igualdad, la democracia y la
libertad de los seres humanos.
¡¡ABAJO LOS PLANES DE
AUSTERIDAD¡¡
¡¡DIMISIÓN DEL GOBIERNO PP¡¡
¡¡ELECCIONES ANTICIPADAS YA¡¡
¡¡POR UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS
PSOE/I.U EN LUCHA POR UN PROGRAMA SOCIALISTA ¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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