La espiral recesiva descendente de
la economía capitalista es como un terremoto que está sacudiendo el
sistema hasta sus cimientos, aunque aún no ha terminado este seísmo
porque las réplicas, como estamos viendo, pueden agravar la
situación a escala mundial, ya que las perspectivas globales, con la
ralentización del crecimiento de los países emergentes y la conflictividad
general no clarifican el panorama de recuperación que se necesita.
Los estrategas de la burguesía están
revisando sus previsiones constantemente y han entrado en una situación de desconfianza
que ha hecho descender nuevamente las perspectivas de inversión del capital
privado que está colapsado y se hace muy difícil cebar la bomba de la inversión
pública para incentivar la recuperación por el estrecho margen que otorgan los
déficits públicos. Además de eso, la situación social global es cada día más
precaria como demuestran los datos siguientes:
En el mundo, el 8,2 % de los más
ricos poseen más del 82,4 % de las riquezas globales agudizándose la brecha
entre ricos y pobres. Más de 1.000 millones de personas viven actualmente en la
pobreza extrema con menos de UN dólar al día. Más de 1.800 millones de personas
no tienen acceso a agua potable. Más de 2.000 millones de seres humanos padecen
desnutrición severa o anemia. Más de 880 millones de personas no tienen
servicios básicos de salud y unos 2.000 millones carecen de acceso a
medicamentos básicos.
Para reparar tamañas injusticias el
capitalismo necesitaría enormes inversiones sociales que tendrían que venir del
sector privado o del público. En el sector privado la Formación Bruta de
Capital Fijo (FBCF, inversiones en medios de producción) de los capitalistas
está por los suelos y este índice es el que representa las previsiones de
inversión de hoy que son los puestos de trabajo que se tienen que poner en
marcha mañana y no aparecen globalmente por ninguna parte.
En cuanto a la inversión privada se
ha derrumbado, lo que demuestra que bajo el capitalismo a corto plazo no
hay ningún futuro para los millones de parados. Esto se resolverá a través de
la lucha de clases para exigir la devolución de los derechos sociales que están
siendo arrebatados por la política liberal burguesa, reiniciándose el ciclo de
la lucha por el socialismo en un combate que será determinante.
El debate se empieza a centrar en la
profundidad que tendrá la “depresión” en la que hemos entrado a escala
mundial, con el peligro de la “deflación” (caída generalizada de precios,
y también de beneficios), lo que puede provocar un desajuste cada vez más
brutal del capitalismo con una dislocación de los mercados y oleadas de
quiebras y más cierres inminentes de empresas. Los economistas burgueses no
tienen ni la más remota idea de cómo atajar el problema basándolo todo en
campañas de confianza y falseamiento de la realidad concreta.
El sistema lleva consumido en
rescates para taponar la hemorragia varias decenas de BILLONES de
dólares, una gran parte intentando sostener el falso y supuesto valor de los
activos bancarios e inmobiliarios en que se apoyaban los balances de las
entidades financieras, que estaban trucados. Por ahora no han logrado
nada concreto, salvo incrementar en muy poco tiempo la deuda pública, que
se sigue multiplicando y que intentan pagar con nuestros impuestos, a la vez
que aumentan la concentración de capital en ese 8,2 % de archi-capitalistas que
se benefician de los intereses bancarios, con las finanzas cada día más
monopolizadas por la élite financiera.
Creen que el problema es solamente
financiero, (craso error), pues no es la falta de créditos lo que ha
desencadenado la crisis, sino al revés: es la crisis cíclica de
sobreproducción, de onda larga, con su caída brusca de la demanda lo que ha
producido el estallido de la crisis financiera haciendo explotar a su vez la
burbuja inmobiliaria, para luego trasladarse de nuevo a las finanzas, con la
detención de los créditos, que ahogan a los sectores industrial,
comercial y agrario que quedan afectados y se dedican a fabricar parados.
La orgía de beneficios, fraudes,
estafas, especulaciones y corrupción galopante vivida durante los veinte
años anteriores a la crisis, habían provocado un enorme crecimiento de la
tasa de ganancias que aumentó de manera más que aceptable para los burgueses,
pero no para la clase trabajadora, cuyos salarios permanecían
relativamente al mismo nivel durante años, equilibrados con el robo que
representaba la inflación y estirar el crédito hipotecario hasta dos vidas
laborales.
En la actualidad, los datos
económicos muestran una caída casi generalizada de los niveles salariales,
agudizándose la polarización entre ricos y pobres debido al aumento del grado
de explotación de la clase obrera en el mercado mundial, con empujes a la baja
de los salarios de los obreros, también en los países industrializados que se
están desmoronando radicalmente ante el brusco efecto de los recortes, ataques
y pérdidas de derechos sociales adquiridos.
El capitalismo en su fase
imperialista abarcó ya a todos los países en la llamada globalización.
Las inversiones en China, en los años del boom, fueron del orden de 50.000 millones de dólares
anuales aproximadamente durante las últimas tres décadas. Este potencial de
producción ha servido para acelerar la competencia entre bloques, con el dumping
social que ello ha representado. Las contradicciones del capitalismo se
están reproduciendo cada vez a escala más global. Esta depresión en la que
transitamos no tiene precedentes, pues según muchos analistas pudiese ser
más profunda que la de 1929. Esto es una receta acabada para un incremento de
las luchas sociales entra las clases, cuyos intereses siguen siendo
contrapuestos e irreconciliables.
La perspectiva, por primera vez en la historia, de una recesión mundial
sincronizada está sucediendo por lo que es previsible un enfrentamiento y una
guerra comercial profunda entre los tres grandes polos del capitalismo (China,
Europa y Estados Unidos) lo que hará que se profundice la crisis económica,
política y social. De hecho, estamos viendo ya como cada país, desde el
más humilde hasta los EEUU, está tomando decenas de medidas de
apoyo económico a “su” industria nacional. También se está incrementando en
determinados casos las tasas aduaneras. El liberalismo en el comercio se hace
de esta forma totalmente inviable y los gobiernos van a basarse cada vez más en
el proteccionismo. Esto podría desarrollar tendencias nacionalistas
en lo económico lo que sería muy peligroso. Todo esto restringirá aún más
el comercio mundial y la economía. Es preciso recordar que esto es lo que exacerbó
aún más la crisis económica en los años treinta.
En países intermedios como el Estado español, que tienen una gran
vulnerabilidad financiera debido a su atraso histórico, los capitales están
huyendo rápidamente a refugios más seguros, con efectos devastadores en la
economía real, habiéndose evaporado en el pasado ejercicio de 2012 en torno a 235.000 millones de euros, lo que
equivale a una Huelga de inversión de capitales muy peligrosa para
la estabilidad.
Tenemos ejemplos de lo que puede ocurrir
en algunos países donde el Estado puede colapsar, como en Islandia, Grecia,
Portugal, etc, que son ahora Estados en plena bancarrota, aunque se les adorne
con eufemismos como “intervención”, “rescates” o lo que quieran decirle. Más
convulsiva e incluso revolucionarias son situaciones de levantamientos
populares como las que viven países como Egipto, Siria, Turquía, Brasil,
Grecia, Portugal, etc. Está
habiendo manifestaciones de protestas enormes cuestionándose las medidas que
toman gobiernos que plantean ataques furibundos a los intereses de los
trabajadores, como hemos visto también en toda Europa, atacando a sus pueblos
para salvar a los banqueros.
En el estado español igualmente hemos
visto esas potentes movilizaciones tremendas como las manifestaciones de las
mareas verde, blanca, negra, roja y de todos los colores, donde hubo millones en la calle rechazando la
política del PP y Huelgas Generales que aunque la convocasen los
sindicatos de forma casi obligada, fue un éxito tal que las propias cúpulas de
UGT y CCOO se arrugaron y no quisieron darle continuidad, pero ahora están
siendo empujados en el otoño que se avecina a la Huelga General de 72 horas,
convocada por el Sindicato de Estudiantes junto con profesores y padres en la
Enseñanza, que podría confluir con otros
sectores pues es un clamor en la
calle su convocatoria que va a madurar durante todo el verano.
Los recortes se presentan brutales y
afectan a sectores industriales claves, como el Naval. La construcción
naval construyó antes de la crisis, 9.000 buques nuevos con un exceso de
capacidad enorme que ahora no pueden ser utilizados. En el Estado español, encima
tienen la espada de Damocles del litigio
de devolución a Europa de las subvenciones que ponen en peligro 85.000 puestos
de trabajo y que empuja a los trabajadores a la lucha para defender sus puestos
de trabajo. Hay un excedente en la
actualidad al haberse restringido el comercio marítimo mundial que se demuestra en la
existencia de unos 500 buques atracados para su desguace que están casi nuevos.
Los gobiernos están tomando medidas para proteger los intereses de sus
respectivas burguesías a las que sirven, por lo que el comercio mundial busca
salidas en el proteccionismo que será como saltar de la sartén al fuego.
Igual pasó con la burbuja
inmobiliaria que estalló con virulencia en este país, dándose la paradoja
de que existen millones de pisos vacíos y se han ejecutado más de 600.000
lanzamientos dejando las gentes en la calle, teniendo que ser asumido su
alojamiento por sus familias con masificaciones e infra-viviendas, cuando
existen al menos dos millones de personas que necesitan un solución de
habitabilidad decente. La plataforma anti-deshaucios (P.A.H.) ha
demostrado con sus luchas que se deben tomar medidas para detener tamaña
injusticia, que ha sido tomada en consideración por la Justicia en Europa y el
PP hace caso omiso negándose a resolver el problema, porque defiende solo a los
banqueros corruptos, obstaculizando las medidas que en dicha materia ha tomado
el Gobierno de la Junta de Andalucía, expropiando a los banqueros el uso de las
viviendas para detener los lanzamientos.
Los datos de caída del comercio mundial
aceleró el colapso en aquella época trágica de los años 30 cuando las medidas
proteccionistas fueron tan nefastas para la economía mundial. En la actualidad
los datos del descenso del comercio mundial superan en algunos sectores a aquel
período por lo que nos encontramos al borde de una guerra comercial. Un dato
significativo es que el consumo de petróleo ha caído entre un 15 y un 20 %, y
los capitalistas, para compensar la caída de la tasa de ganancias, siguen
incrementando los precios al consumo de forma brutal.
Entre 1990 y
2006, con el comercio mundial creciendo a un 6 % de media, el PIB mundial
tuvo un crecimiento medio del 3 %. El “Informe de Perspectivas Económicas
Globales”, pronostica que la economía mundial cerrará 2013 con descensos casi
generalizados. Para la economía de EEUU, la incertidumbre respecto al “abismo
fiscal”, que espera recortes del gasto presupuestario, pronostican una caída
del crecimiento del 2013 que oscila entre 1,9 y 2 %.
En la
economía de la Zona Euro se registrará una contracción o apenas crecerá un 0,3
% según proyecciones del Banco Central Europeo (BCE), esta recesión puede
empeorar por el impacto de las políticas de austeridad y fiscales y el manejo
de las deudas soberanas, que está afectando al consumo y la inversión en la
zona.
Los pronósticos
de crecimiento del PIB de países como China, que estima cerrar con el 7,8 %
este año, por debajo de lo proyectado del 8,4 % que esperaba para este año
2013, experimentará una desaceleración a pesar del esfuerzo que hace con su
política monetaria de bajar las tasas de interés en un intento desesperado de
reactivas la economía. Con esas perspectivas los datos el comercio mundial
siguen cayendo por lo que este decrecimiento puede agudizarse.
Esto está colapsando las exportaciones de casi todos los países.
Dicho informe plantea algunas zonas de verdadero riesgo, como el
PIB de la eurozona que se contraerá este año. Alemania, la principal economía
del euro, crecerá en torno al 1,4 % en 2013, en cambio la economía española y la italiana
no lograrán crecer este año ni posiblemente el que viene; La economía de EEUU
crecerá este año un 2 % (un 0,1 % menos que en el pronóstico anterior). La
economía de Japón retrocederá 0,4 % este año.
Esas revisiones a la baja
reflejan unas turbulencias financieras incesantes, nuevas estadísticas
negativas, una confianza que se hunde y el efecto limitado de las respuestas
políticas en la restauración de la salud del sistema, que provocarán más
agitaciones sociales y espoleará la lucha entre las clases provocando más
turbulencias y conflictos sociales debido a la destrucción masiva de tejido
industrial, del comercio y la agricultura y al incremento insalvable del paro
forzoso que se ha hecho crónico y estructural, no habiendo salida bajo el
capitalismo para resolver las cuestiones sociales, por lo que el único camino
es el aceleramiento de las masas en su lucha por el socialismo.
La propaganda machacona del PP sobre
los brotes verdes y las insistentes mentiras de Montoro diciendo que estamos
saliendo de la crisis son negadas por la realidad de la marcha general de la
economía mundial como demuestras las cifras anteriores obtenidas de sus propios
organismos oficiales, pero por muchos esfuerzos que hacen por engañar a la
población la confianza en la política practicada por el Gobierno de Rajoy no
levanta cabeza.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE
ANDALUCIA.
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