22 de abril de 2011

VIERNES DE PASIÓN SOCIALISTA.

En la corriente de opinión Izquierda Socialista-PSOE, convivimos tanto creyentes, como agnósticos y ateos. De acuerdo con lo que indican nuestras normas internas de funcionamiento (…) “En esta corriente admitimos la coexistencia de opiniones diferentes y hasta divergentes siempre que vayan encaminadas a la lucha contra elsistema burgués y tengan como objetivo combatir a la derecha desde posiciones de la izquierda. Consideramos que la diversidad de voces enriquece el debate político. Rechazamos la confrontación y los ataques personales que puedan generar situaciones insultantes o enfrentamientos ajenos a la lucha política.(…)”
Publicamos hoy un artículo que nos llega desde Galicia, titulado “El socialista más grande de todos los tiempos”, donde se estudia el comportamiento ético y se hace un análisis crítico desde el punto de vista jurídico sobre la condena a muerte por la que fue crucificado el que se menciona como el más grande de la historia.



Mañana publicaremos otro artículo desde el enfoque del socialismo científico, que hemos titulado “SÁBADO DE GLORIA MARXISTA, que consideramos enriquecerá el debate; sin más preámbulos, he aquí el texto completo del artículo mencionado.

“Hay muchos socialistas que reconocen que en el pasado ha habido un hombre que ha sido el socialista más perfecto de toda la historia.











Sobre todo lo que se sabe de este personaje es que nunca ha tenido ningún acto de desprecio hacia las mujeres, los niños, los ancianos, los pobres, los enfermos, ni ninguna persona oprimida, siempre ha tratado a todas las personas por igual sin importarle la raza el sexo o el color de la piel. Siguiendo la ética socialista siempre ha defendido los derechos de los oprimidos y ha denunciado las acciones de los opresores. Nunca se identificó con ninguna religión. Sobre las riquezas, decía que tenían que ser compartidas con los que no tenían recursos, siempre luchó por la justicia y la igualdad. Comenzó la mayor revolución pacífica de la historia contra la opresión.

El enseñaba con el ejemplo, era sociable y humilde, pero el mejor ejemplo ha sido que nos ha enseñado como tenemos que comportarnos para que podamos vivir en un mundo feliz y en paz entre las personas. Nunca ha utilizado sus enseñanzas para enriquecerse o mejorar su nivel de vida económicamente, con todo esto fue el ser humano más sabio y entendido.

A través de los tiempos los opresores han utilizado falsamente el nombre de este personaje para oprimir a las personas en beneficio propio.

Imitando a esta persona, muchos socialistas han dado su vida hasta la muerte por defender los mismos ideales, han sufrido tortura, persecución, amenazas, secuestro, difamación, muerte, etc.

Además, han sufrido falsas acusaciones, falsos juicios, sin pruebas, sin testigos, utilizando falsos rumores, etc. Pero gracias a ellos, Actualmente nosotros estamos recibiendo el fruto de su sacrificio.

Estas personas han dado su vida por defender un ideal socialista en que todos fuéramos iguales y tuviéramos los mismos derechos. Contra todo esto siempre han estado los religiosos opresores y engañadores, que han utilizando cualquier clase de estrategia religiosa para engañar a los ciudadanos, con el fin de enriquecerse y tenerles oprimidos, para que no hubiera oposición siempre trataron de promover la ignorancia a través de falsas religiones.

Pero de todos los socialistas, el líder ha sido el que ha sufrido las peores injusticias por defender a los oprimidos y denunciar a los opresores.

EL JUICIO MAS INFAME DE LA HISTORIA.-
Entre los casos judiciales de la anti¬güedad, pocos han llegado a ser tan famosos. Existen cuatro relatos bí¬blicos, conocidos como Evangelios, que describen la forma en que Jesús fue arrestado, enjuiciado y ejecutado. Pero ¿por qué debería importarnos el juicio que acabó con su vida? Primero, porque él mandó a sus seguidores que conmemoraran su muerte; segundo, porque hemos de saber la verdad sobre los cargos en su contra, y tercero, porque el hecho de que Jesús haya ofrecido su vida como sacrificio repercute significativamente en nuestro fu¬turo (Lucas 22:19; Juan 6:40).

En aquella época, Palestina estaba bajo el dominio del Imperio romano, el cual concedía a las autoridades reli¬giosas judías el derecho de adminis¬trar justicia entre el pueblo según sus propias leyes, pero al parecer no les confería el derecho legal para ejecutar a los delincuentes. Por eso los roma¬no le dieron muerte a Jesús, aun¬que fueron los líderes religiosos judíos quienes lo arrestaron. A estos últimos les incomodaba tanto la predicación de él, que decidieron matarlo. No obstante, trataron de dar una apariencia legal a su ejecu¬ción. Un profesor de Derecho que analizó este caso lo describió como "el peor delito del que se tiene constancia en la historia de la jurispru¬dencia".

Un atropello tras otro.-
La Ley que Moisés dio al pueblo de Israel ha llegado a conocerse como "el mayor y más avanzado sistema de jurisprudencia nunca an¬tes promulgado". Sin embargo, para el tiempo de Jesús los rabinos legalistas le habían añadi¬do un sinnúmero de reglas orales, muchas de las cuales se pusieron por escrito más tarde en el Talmud "Las leyes judías en los primeros siglos". ¿Has¬ta qué grado tuvo el juicio de Jesús fundamen¬tos bíblicos y extra bíblicos?

Concentrémonos primero en su arresto. Para que este fuera legal, tenían que presentar¬se dos testigos ante el tribunal acusándolo de un delito específico. En la Palestina del primer siglo, quien creyera que se había violado una ley tenía que formular los cargos ante un tribu¬nal en sus sesiones regulares. Los tribunales no actuaban de fiscales, sino que se limitaban a investigar las acusaciones. Los únicos fiscales eran los testigos del supuesto delito. El proceso se abría solo cuando concordaban las declara¬ciones de un mínimo de dos testigos, cuyo tes¬timonio constituía el cargo y conducía al arres¬to (Deuteronomio 19:15). Ahora bien, en el caso de Jesús, las autoridades judías sencilIa¬mente "buscaron de qué manera les sería efi¬caz deshacerse de él". Así pues, pensaron que "una buena oportunidad" para arrestarlo " sin que estuviera presente una muchedumbre" se¬ría de noche (Lucas 22:2, 5, 6, 53).

Cuando arrestaron a Jesús, nadie había imputado cargo en su contra. No fue sino hasta que lo detuvieron que los sacerdotes y el Sa¬nedrín -el tribunal supremo judío- se pusie¬ron a buscar testigos, pero ni siquiera hallaron dos que concordaran en su testimonio (Mateo 26:59). Fuera como fuera, no le correspondía al tribunal buscar testigos. El jurista y escritor A. Taylor Innes comentó: "Celebrar un juicio capital sin especificar con antelación el delito que se le imputa al acusado es una verdadera atrocidad".

La turba que arrestó a Jesús lo llevó a la casa de Anás, quien había sido sumo sacerdote. Anás comenzó a interrogarlo (Lucas 22:54; Juan 18:12, 13). Lo que hizo violaba la ley, pues las acusaciones de un delito castigado con la pena de muerte no debían atenderse de no¬che, sino de día. Además, cualquier investiga¬ción tenía que hacerse en audiencia pública, no a puertas cerradas. Consciente de que tal interrogatorio era ilegal, Jesús respondió a Anás: "¿Por qué me interrogas? Interroga a lo que han oído lo que les hablé. ¡Mira! Estos sa¬ben lo que dije" Juan 18:21). Y es que eran los testigos -no el acusado- quienes se suponía que declararan. Con la palabra de Jesús, un juez honrado habría entendido que debía se¬guir el procedimiento correcto, pero esa no era la intención de Anás.

La respuesta de Jesús solo logró que uno de lo oficiales le diera una bofetada, una de tan¬tas agresiones que tuvo que soportar aquella noche (Lucas 22:63; Juan 18:22). La ley sobre las ciudades de refugio -registrada en el capí¬tulo 35 del libro bíblico de Números- señala que el acusado tenía derecho a ser protegido mientra no se le declarara culpable. Jesús me¬recía tal protección.

Luego, sus captares lo condujeron a la casa del sumo sacerdote Caifás, donde el juicio ile¬gal continuó durante la noche (Lucas 22:54; Juan 18:24). Allí, por encima de los principios de justicia, los sacerdotes "busca (ron] testimo¬nios falsos contra Jesús a fin de darle muerte", aunque ninguno de los testigos concordó en cuanto a lo que Jesús había dicho (Mateo 26:59; Marco 14:56-59). De modo que Caifás lo instigó a hacer algo que lo inculpara pre¬guntándole: "¿No responde nada? ¿Qué es lo que estos testifican contra ti?" (Marco 14:60). ¡Qué táctica tan sucia! Taylor lnnes , antes cita¬do, afirmó: "Plantearle preguntas al acusado y condenarlo en función de su respuesta consti¬tuyó [una] violación de la justicia formal".

Finalmente, el sumo sacerdote le preguntó: "¿Eres tú el Cristo el Hijo del Bendito?". A lo que Jesús contestó: "Lo soy; y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo con las nubes del cielo". Los sacerdotes interpretaron esta respuesta como una blasfemia, y "todos ellos lo condenaron, decla¬rándolo expuesto a muerte" (Marcos 14:61¬64).

De acuerdo con la Ley mosaica, los juicios se debían realizar en público (Deuteronomio 16:18; Rut 4:1). Pero el de Jesús se celebró en secreto. A nadie se le permitió siquiera intentar decir algo a su favor. Tampoco se comprobó si era el Mesías, como afirmaba ser, ni se le dio la oportunidad de presentar testigos en su defen¬sa. Además, el jurado nunca emitió un veredic¬to oficial.

Ante Pilato.-
Como se dijo antes, parece que los judíos no tenían autoridad para ejecutar a Jesús. Por tanto, lo llevaron ante el gobernador romano Poncio Pilato, quien les preguntó: "¿Qué acusación traen contra este hombre?". Sabiendo que la blasfemia no era un delito en Roma, tra¬taron de que lo condenara sin presentar prue¬bas. "Si este hombre no fuera delincuente, no te lo habríamos entregado", replicaron (Juan 18:29, 30). Pilato rechazó tal argumento, lo cual los obligó a fabricar el siguiente cargo: "A este hombre lo hallamos subvirtiendo a nuestra nación, y prohibiendo pagar impues¬tos a César, y diciendo que él mismo es Cristo un rey" (Lucas 23:2). De modo que cambiaron astutamente la falsa acusación de blasfemia por la de traición.

La blasfemia consistía en usar de forma impía el nom¬bre divino o en usurpar el poder o la autoridad que le per¬tenece solo a Dios. Los acusadores de Jesús no aportaron ninguna prueba de que él hubiera blasfemado.

Jesús jamás prohibió pagar impuesto, y los judíos lo sabían. De hecho, él había enseñado lo contrario (Mateo 22:15-22). Ahora bien, ¿cómo reaccionó Pilato ante la acusación de que Jesús se había hecho rey a sí mismo? Era tan obvio que el acusado no suponía ninguna amenaza para Roma, que declaró: "Yo no hallo en él ninguna falta" (Juan 18:38). Pilato sostu¬vo esa misma postura durante todo el juicio.

Este gobernante romano trató de liberar a Je¬sús valiéndose de la costumbre de soltar a un preso con motivo de la Pascua, no obstante, terminó liberando a Barrabás , quien era culpa¬ble de sedición y asesinato (Luca 23:18, 19; Juan 18:39, 40).

En un nuevo intento de liberar a Jesús, Pilato ofreció una solución intermedia: mandó que lo sometieran a la flagelación romana y dejó que lo ataviaran de púrpura, le pusieran una corona de espinas, lo golpearan y se mofaran de él. Entonces volvió a declararlo inocente. Fue como si les hubiera dicho a los sacerdotes: "Ya estarán satisfechos, ¿verdad?". Quizás pen¬só que si veían a Jesús flagelado se compadece¬rían un poco o saciarían su sed de venganza (Luca 23:22). Sin embargo, no fue así.

"Pilato siguió buscando cómo ponerlo en li¬bertad. Pero los judíos gritaron, diciendo: 'Si pones en libertad a este, no eres amigo del Cé¬sar. Todo el que se hace rey habla contra el César'." (Juan 19:12.) Tiberio, el emperador romano de aquel tiempo, tenía la fama de ase¬sinar a todo el que considerara infiel, aun si se trataba de un oficial de alto rango. Como Pila¬to ya había provocado la ira de los judíos y no podía arriesgarse en empeorar las cosas, y mucho menos a que lo acusaran de traidor. Los gritos de la muchedumbre suponían una amenaza indirecta para Pilato, un chantaje que le infundió miedo. De modo que cedió a la presión e hizo que Jesús, un hombre inocen¬te, fuera fijado en un madero (Juan 19:16).

El recuento de los hechos.-
Muchos comentaristas jurídicos que han analizado el relato evangélico del juicio de Je¬sús han llegado a la conclusión de que fue toda una pantomima, pues no se hizo verdadera justicia. Taylor Inne declaró: "Un juicio que iniciara, concluyera y en el que se pronunciara formalmente la condena, entre la medianoche y el mediodía siguiente, se oponía por comple¬to a la regla de la ley hebrea y a los principios de justicia". Un profesor de Derecho señaló:

"Todo el proceso estuvo lleno de ilegalidades tan crasas e irregularidades tan fragantes que el resultado puede considerarse un verdadero asesinato jurídico".

Jesús era inocente. Con todo, sabía que la salvación de la humanidad obediente depen¬día de que diera su vida (Mateo 20:28). Tanto fue su amor por la justicia que se sometió a la injusticia más atroz nunca antes perpetrada. Sí, Cristo que murió sin haber ningún motivo de que acusarle, nos ha dejado la enseñanza de cómo tenemos que hacer para vivir todos una vida feliz, en prosperidad, paz y armonía.

Las iglesias de la cristiandad han utilizado el relato bí¬blico sobre la muerte de Jesús para generar aversión contra los judíos. Sin embargo, los escritores de los Evangelios, que por cierto eran judíos, jamás tuvieron dicha intención.

Las leyes judías en los primeros siglos.-
La tradición oral judía, de gran antigüedad, se puso por escrito en los primeros siglos de nuestra era.
He aquí algunas de sus reglas.
• En los procesos de pena capital, primero se escuchaban los argumentos de absolución
• Los jueces hacían todo lo posible por evitar la pena de muerte al acusado
• Los jueces podían pelear a favor del acusado pero no en su contra
• Se advertía a los testigos sobre la seriedad de su come¬tido
• No se interrogaba a un testigo ante la presencia de otro, sino por separado
• El testimonio tenía que concordar en todos los datos esenciales del acto imputado (fecha, lugar, hora, etc.)
• Los asuntos con posible pena de muerte se debían juz¬gar de día y concluir de día
• Los procesos de pena capital no podían celebrarse en la víspera de un sábado o de una fiesta
• Los casos que implicaban la pena capital debían comen¬zar y terminar el mismo día si el veredicto era a favor del acusado; pero si era en su contra, concluía al día siguien¬te, cuando se anunciaba el veredicto y se ejecutaba la sen¬tencia
• Un mínimo de veintitrés jueces atendían estos casos
• Comenzando por el de menor antigüedad, los jueces votaban uno a uno por la absolución o la condena; los es¬cribas anotaban las alegaciones tanto a favor de la absolu¬ción como a favor de la condena
• Se requería un voto de diferencia para absolver al acu¬sado pero dos votos de diferencia para condenarlo; si la mayoría ganaba por un solo voto a favor de la condena, se añadían dos jueces, tantas veces como fuera necesario, hasta que se llegara a una decisión legalmente válida
• Si no había al menos un juez a favor del acusado, el ve¬redicto de culpabilidad no era válido; un veredicto unáni¬me de condena se consideraba "indicio de conspiración"

Una gran carga de responsabilidad.-
Antes de que los testigos presentaran su testimonio en los procesos con posi¬ble pena capital, los tribunales judíos les hacían la siguiente advertencia relacio¬nada con el valor de la vida:

"¿Lo que ustedes dicen no estará basado en suposiciones, o en rumores, o en lo que les dijeron otros testigos, o en lo que les dijo una persona digna de confianza? ¿Ustedes saben que sus de-claraciones las vamos a someter a inves¬tigaciones e indagaciones? Tengan en cuenta que los juicios criminales no son como los procesos por dinero. En las causas por dinero [el testigo] puede indemnizar y expiar de ese modo [el daño]; en los juicios criminales responde por la sangre [derramada], y la de sus descendientes hasta el fin del mundo." (El Talmud de Babilonia, "Sanedrín", 37a.)

Cuando al acusado se le declaraba cul¬pable, los testigos tenían que participar en la ejecución (Levítico 24:14; Deutero¬nomio 17:6, 7).

De este juicio aprendemos varias cosas:
Que la Ley mosaica era más justa que las que hay hoy en día.
Que en este mundo sobre este caso no se ha avanzado nada, ya que sigue habiendo leyes injustas, juicios injustos, lo cual en muchos casos se siguen sentenciando a pena de muerte sin haber las suficientes pruebas y sigue habiendo criminales que en su lugar son ejecutados inocentes y ellos quedan libres.
Que las leyes de enjuiciamiento criminal que dejó escritas Moisés eran más justas que las que hay hoy en día y que si los jueces se atenían a dichas leyes era muy difícil que un inocente pudiera ser ejecutado en el antiguo Israel. Aun nos queda mucho por aprender de aquellas leyes.

UNA PARODIA COMO ANIVERSARIO.-
Las iglesias de la cristiandad celebran la parodia de sacar las imágenes a la calle en Semana Santa como celebración del aniversario de la ejecución del hombre que más hizo por la liberación de los oprimidos. Pero todo es una falsedad, aprovechan la ocasión para darse publicidad y poder lucrarse utilizando las imágenes. Son las mismas organizaciones opresoras que estuvieron detrás de las ejecuciones de muchas personas también por haber trabajado por la liberación de los oprimidos.

No es ético que los socialistas colaboremos con ellos. Lo que tenemos que hacer es homenajear a todos los que han pagado con su sangre el haber trabajado por la liberación de los oprimidos y que gracias a ellos muchos hoy podemos disfrutar de una cierta libertad. Pero aun no tenemos una libertad verdadera, lo cual esto significaría que no existieran opresores y que fuéramos libres para no hacer lo que no nos conviene, esto es lo que se llama verdadera libertad. Para que exista una libertad completa debe de estar acompañada de recursos suficientes para poder vivir, vivienda o casa propia sin deudas, vestimenta y suficientes recursos para poder alimentarse”.

Corriente Izquierda Socialista de Lugo-PSOE.

1 comentario:

  1. ¿por que en este pais siempre que se habla de cristianos tienen que ser catolicos? en Europa una buena cantidad de Europeos son protestantes (previenen de la reforma que rompio con la iglesia catolica por casos obvios? yo soy votante socialista, protestante progresista a nososotros durante el franquismo nos dieron hasta en el cielo de la boca, se chivaban los "catolicos apostolicos y romanos" que teniamos un culto en un garaje, en un establo, en una cantera de la playa, escondidos como leprosos, las fuerzas de la seguridad nos metian en el calabozo y nos daban hasta debajo del flequillo. ¿para cuando en este pais a los protestantes se nos va a respetar?

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