12 de enero de 2011

ESTA DEMOCRACIA BURGUESA NO NOS VALE.

La lucha por la profundización y mejora de la democracia es un deber de todo ciudadano. Los milintantes socialistas tenemos que ser los primeros en ese combate, sobre todo, si como ocurre en la actualidad, la apatía y el rechazo de los ciudadanos a la clase polìtica está poniendo en evidencia que algo está fallando. Esta "democracia burguesa", está bastante salpicada de corrupción, tiene procedimientos obsoletos que permiten una cierta clase de privilegios para las mayorías perjudicando a las minorías, (como la Ley D`hont que debería haber sido modificada) a la vez que existe una tendencia a la burocratización, al clientelismo y a situaciones anómalas, tanto fuera como dentro de las organizaciones polìticas y sindicales, que tenemos que analizar y combatir. El éxito de esa lucha solamente es posible con la participación activa, la movilización y la crítica constructiva.

Desde Izquierda Socialista, siempre con el criterio de mejorar, hemos venido haciendo análisis críticos aportando propuestas para fortalecer la democracia y el régimen interno de nuestro Partido y en la sociedad, con poco éxito dada nuestra debilidad numérica. Pero no nos cansaremos nunca de luchar porque, hay que explicar que una democracia plena no consiste solamente en meter una papeleta en una urna cada equis tiempo y en dejar que las personas elegidas puedan hacer lo que quieran durante su mandato, sin ejercer el poder de revocación y control sobre los electos, en caso de que haga lo contrario de lo que democráticamente se había acordado.

En una democracia que se precie de tal, la participación de los ciudadanos debe ser fomentada, permitida y aplicada para un mejor control sobre las tareas en la Administración Pública, en los sindicatos, en los partidos, en las asociaciones y demás organismos estatales e incluso privados, porque la democracia plena debe entenderse tanto en el plano político, económico, social y cultural con lo cual, la lucha contra la corrupción y la degeneración sería mucho más eficaz.

En la medida que ese control, esa vigilancia, ese ejercicio democrático al que tienen derecho los ciudadanos no se hace sentir, todo gobierno, todo órgano de gestión, todo ayuntamiento, toda ejecutiva sindical, toda dirección política, cualquiera que sean los principios e ideales que digan mantener, tanto correspondan éstos a cualquier tipo de organización, empleados públicos, por elección directa o de carrera, por causas de las presiones de toda índole que normalmente reciben, serán abandonados a sus propias debilidades y cederán más tarde o más temprano, a las tentaciones económicas o tomarán medidas arbitrarias producidas por la rutina, la ignorancia o los intereses de la clase dominante.

Una verdadera democracia no es eficaz si impera sobre ella la dictadura del capital, la dictadura de una casta burocrática o la dictadura ajena a las bases, sobre todo si se toman medidas contrarias a la mayoría de la sociedad, beneficiando a grupos de presión capitalita para restauran la tasa de ganancia de banqueros y especuladores.

La Coordinadora Fededral de Izquierda Socialista-PSOE en una reunión celebrada el 25 de agosto del pasado año, tomó un acuerdo que reproducimos seguidamente, aunque es manifiestamente mejorable, pero ya nos gustaría que fuese cumplido en su totalidad en el seno del Partido. He aquí el texto del acuerdo:

"Izquierda Socialista, desde su fundación en 1979, ha trabajado por impulsar una mayor participación e implicación de la militancia socialista en la vida orgánica del Partido mediante la apertura de cauces para la democracia interna. Por ello, entre otras propuestas, hemos propugnado la celebración de elecciones primarias como método democrático y participativo para elegir a nuestros candidatos, superando así posiciones personales o de centros de poder. Las primarias no deberían de ser un hecho excepcional, sino la práctica habitual para elegir a los representantes del PSOE, bien sean éstos orgánicos o institucionales.

Consideramos que, para facilitar la aparición de candidaturas alternativas, y con ello el debate y la participación, se debería fijar el número de firmas necesarias para lograr el aval en el 5 % de los afiliados en cada ámbito orgánico. También propugnamos mecanismos que permitan que los simpatizantes del PSOE, con transparencia, puedan participar en estos procesos.

"Consecuentemente, Izquierda Socialista presentará candidaturas propias donde le sea posible, y, en su caso, apoyaremos a las personas, programas y propuestas que más se identifiquen con las posiciones de nuestra Corriente.

"Defendemos una política de izquierdas sin renuncias. Apoyamos a las centrales sindicales en su defensa de los derechos salariales y sociales de los trabajadores. Nos oponemos a cualquier deriva neoliberal y demandamos la aplicación de una fiscalidad progresiva. Respaldamos los programas y candidaturas que impulsen una vía federal para la España plural así como el laicismo. Propugnamos una política de alianzas abierta permanentemente a los partidos de izquierda y a los movimientos sociales progresistas".



Asimismo, en cada Conferencia o Congreso donde hemos podido participar, hemos venido planteando medidas que profundicen en la democracia interna y permitan más libertad de expresión en el funcionamiento del partido. En concreto planteamos a continuación un extracto de las medidas que se recogen en la Ponencia que presentó la delegación de Sevilla que participó en la I Conferencia de Andalucía de Izquierda Socialista, celebrada en Antequera, que era del tenor literal siguiente:

"(...) Nuestro partido todavía no está dando una respuesta clara a la crisis.  Los socialistas no hemos diseñado conjuntamente esa necesaria y urgente respuesta y debemos hacerlo ya. Sin embargo, la estructura y la forma de funcionamiento del partido nos impiden avanzar adecuadamente en este sentido, por lo que debe darse asimismo respuesta a la nueva organización que es necesaria en el futuro.


"Para empezar, queremos un partido abierto, que refleje claramente el pluralismo existente, no sólo en nuestra militancia, sino también en nuestra base social. Base social entre la que deberían de ser predominantes la clase obrera y los colectivos más desfavorecidos, entre ellos en particular los inmigrantes.


"Defendemos un partido plenamente democrático en su funcionamiento interno, que permita la igualdad de todos los militantes y la elección directa de candidatos mediante "Listas Abiertas" en todos los procesos electorales. Para favorecer las elecciones directas frente a otros sistemas, deberían realizarse todos los cambios estatutarios precisos (reducir el número de avales necesarios precisos, votar al 75% de una lista en lugar del 100% para dejar lugar a las minorías, etc.).


"Ha de potenciarse el debate político interno en base a ideas y no en torno a personas. La ausencia de debate y acción política a nivel local es muy acusada, muchas agrupaciones emblemáticas están cerradas. La necesaria reflexión sobre la refundación del socialismo en medio de la profunda crisis que afrontamos, debería estar planteándose en las agrupaciones. No existe transmisión de ideas y propuestas de abajo-arriba, nos levantamos cada día a ver la siguiente ocurrencia de nuestro Presidente como un ciudadano más. La política la tiene que hacer el partido y no las instituciones, que a menudo ni siquiera tienen a militantes a su frente.


"Es esencial que los candidatos electos lo sean como consecuencia del mencionado debate interno. De este modo se evitarán los personalismos y los candidatos electos lo serán en base a su capacidad.


"Hemos de evitar que los intereses personales se antepongan a la ética política propia de los socialistas (que en pura teoría nos debe diferenciar de la derecha). Por contra:

- Se plantean peleas de familia, que no son políticas, sino personales.
- No se admiten discrepancias. Hay agrupaciones en que no se tramitan las fichas de determinadas personas, por temor fundado o infundado del "aparato" a la pérdida del control de éstas.
- Los censos de militantes no se emplean con la necesaria transparencia.
- Etc.


"Proponemos aplicar, sin excepciones, un régimen de incompatibilidades que evite la acumulación excesiva de poder en determinadas personas y resta eficacia a la dedicación a multitud de cargos (institucionales o/y orgánicos) que hoy en día los están compatibilizando.



"Proponemos la limitación a 8 años de todos mandatos (desde el Presidente del Gobierno al último alguacil), para impedir el ejercicio profesional de la política y estimular la necesaria renovación de personas, ideas y proyectos. De forma que tras el desempeño de un cargo público, cada cual retorne a su trabajo anterior, si es que lo tenía, y si no era así, que no correspondiese al partido resolver este problema. No queremos que existan más "cementerios de elefantes".


"Proponemos que las necesidades de personal de confianza de las instituciones se comuniquen al partido, con objeto de que éste proponga candidatos sobre la base de su mérito y su capacidad. Pues actualmente la designación de este personal a menudo está sirviendo para comprar voluntades dentro del partido.


"Por supuesto está asimismo ausente la formación política, y no existen foros de reflexión sobre el futuro de la socialdemocracia, a este respecto se hacía mucho hincapié en las nuevas tecnologías en la ponencia del Congreso federal y poco más. Esta formación, o solamente no se fomenta, sino que se boicotea cualquier intento autónomo al respecto.


"En la situación de crisis profunda en que nos hemos sumergido, cuyo gran alcance y amplia duración vamos vislumbrando cada vez con más claridad, no se ha provocado ningún tipo de debate interno, ni siquiera telemático, con las bases. Y nuestro partido ha realizado ya numerosas propuestas (vamos por la séptima) de paquetes de medidas que tendrán mayor o menor impacto, pero cuya base ideológica sigue siendo difusa.


Ni siquiera estas medidas que son básicas, que entran en el campo de la "democracia burguesa", están siendo respetadas y aplicadas en el Partido, toda vez que han sido rechazadas una vez tras otras en los órganos donde hemos podido presentarlas. La forma más democrática de solucionar estas carencias sería con la militancia activa de la clase trabajadora luchando en el interior del partido por una "democracia socialista sana", donde los intereses que se defiendan desde la base hasta la dirección sea el sentir de nuestra clase trabajadora, a la que el Partido se debe, por lo que insistimos una vez más en los párrafos del inicio.


Votar cada cuatro años no basta. Si no defendemos la democracia social con uñas y dientes algunos grupos de presión pueden tener la tentación de pensar en "salvadores de la patria" que siempre han tenido funestas consecuencias. La democracia burquesa capitalista no nos sirve, porque está corrupta, degenerada y sometida a la dictadura del capital imperialista. Hay que luchar por una "democracia socialista sana" para poner el funcionamiento de la sociedad bajo control de la verdadera mayoría que es la clase trabajadora y erradicar la dictadura capitalista que se está implantando en todos los estamentos y que solamente beneficia a las mismas cien familias burguesas, de banqueros, especuladores y abusadores que no han sido elegidos por nadie. Otra sociedad es posible, si, pero con el Socialismo(*), con la democracia participativa y la libertad de elección y revocabilidad de los cargos de forma rotativa, para acabar con tanto abuso.


ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A


(*) Está a disposición de todos la revista de la Memoria de la I Conferencia de Izquierda Socialista celebrada en Antequera, donde se recogen las propuestas programáticas y organizativas.

Puede solicitarse gratuitamente poniendo en asunto las palabras "Revista Conferencia" a:
is-psoe.malaga@terra.es

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