Hoy no
vamos a hablar de Cataluña y de la lucha de un pueblo por la República, que
vive momentos excepcionales, al cumplirse el primer aniversario de los
episodios del 1-0, cuando más de 2 millones de trabajadores querían votar
reivindicando un derecho democrático, buscando el camino de un nuevo modelo de sociedad. Acusan
al Estado español de ejercer la represión en aquella jornada histórica, que
comentaremos más ampliamente en otro artículo posterior porque hoy están en la
lucha por su futuro.
Pero
sí tenemos que condenar y condenamos la campaña venenosa de desprestigio que
está llevando a cabo el potente aparato de propaganda de los grandes medios de
comunicación dominados y al servicio de la clase Burguesa que está histérica y girando
hacia el franquismo, atacando a todo lo que huela a izquierda o se muevan en
luchas que exijan derechos o algo que moleste a sus intereses como clase
dominante. Debemos combatir y criticar
las ideas burguesas y sus comportamientos de esa burocracia política alimentada
de Cajas B y hacerlo de manera firme y
permanente.
Las direcciones socialistas nunca deben despegarse de las masas de la
clase trabajadora. Necesitamos fomentar la
participación en las luchas y potenciar las organizaciones defendiendo el
programa del socialismo obrero.
Los trabajadores no debemos aislarnos de las organizaciones de
izquierdas, aunque nos critiquen, por muy degenerados que nos pinten a nuestras
organizaciones políticas, sindicales y sociales, porque eso mismo significa
renunciar al socialismo que es lo que quiere la burguesía. Si no nos gustan,
debemos luchar por cambiarlas democráticamente, siendo críticos pero
participando.
Nuestro deber es rescatar y mejorar nuestras organizaciones
socialistas, principalmente PSOE, UGT y JJSS, para derrotar al capitalismo e
iniciar la construcción del socialismo, que es para lo que fueron construidas
por los fundadores en situaciones adversas dando muchos de ellos su vida por la
democracia, la libertad, la solidaridad, la igualdad y el Socialismo.
Cuando hacemos esta clase de comentarios, algunos elementos de
la clase burguesa nos llaman demagogos, pero eso se merece una respuesta ya que
confunden ideología, que ellos tienen la suya, con demagogia, pues la
hipocresía y la demagogia es más propia de los burgueses que de la clase
trabajadora y lo estamos viviendo cuando al unísono sacan su artillería
mediática con el intento de desprestigiar y calumniar a las izquierdas.
La demagogia es cierto que se alimenta de promesas de las
direcciones de los partidos políticos, de todas las ideología, cuando prometen
cosas que son difíciles de cumplir, introduciendo métodos como la retórica con
la intención de engañar al pueblo.
Es cierto que en campañas electorales o ante la prensa, muchos dirigentes dicen que ellos solucionarán
todos nuestros problemas, luego se desdicen y eso cae muy mal. Pero cuando una
organización política explica las cuestiones con claridad, presentando un
programa de transición al socialismo, diciendo que bajo el capitalismo no se puede
hacer el genuino socialismo, y a su vez, llama a la clase trabajadora a la lucha y a que se organice para intentar
los Cambios Necesarios, eso no puede tacharse de demagogia, eso corresponde a
una ideología contraria al capitalismo, eso es querer poner en práctica la
lucha de clases que se sigue dando, al servicio de los sectores menos
favorecidos, desde el punto de vista del análisis marxista de la realidad
desigual a la que nos somete este podrido sistema, que ha degenerado hacia
posiciones muy reaccionarias y semi-fascistas mientras ha sido gobernado
durante años por el PP y su derrotado EMEPUNTORRAJOY.
Aquellos demagogos que son defensores de las
conducciones “progresistas” sostienen el siguiente argumento, al parecer
infalible: si las direcciones no responden a las bases, y estas no las cambian,
será porque están conformes. Esas luminarias olvidan que una dirección no es
algo que se construya de la noche a la mañana, como no se construye de la noche
a la mañana una organización firme para derrotarles y transformar la sociedad
de un día para otro.
La constitución de una dirección con un
determinado programa es producto de una experiencia previa, que va moldeando la
conciencia de los trabajadores hacia una orientación, que a veces no funciona
en línea recta, sino que producen derivas a derecha e izquierda. Buscando esta
última orientación, a fuerza de repetición, se vuelve un sentido común para la mayoría de
los trabajadores que necesitamos organizaciones fuerte.
Eso se llama concienciación en lineas de
clase. Dejar de ser masa y empezar a convertirse de trabajador en si, en trabajador para sí y solidariamente
para los nuestros, como clase social,
opuesta al Capitalismo mafioso de casino. De ello resulta que no se puede cambiar
de dirección como de camisa, sino que requiere un proceso de acción democrática
para encuadrarse y pasar a ser un militante activo por los derechos sociales,
sindicales y políticos.
El segundo aspecto para pensar la crisis de
dirección es cuál es la tradición que han construido esas direcciones que
empiezan a ponerse a prueba y hasta dónde esa tradición permite a la clase
trabajadora dar una respuesta a la altura de la situación que se abre.
Por eso, no se trata de sacar a las
direcciones actuales para ocupar su lugar sin más, es necesario fortalecer o
crear corrientes internas con una nueva tradición en la clase trabajadora, con mucha ética y mucha solidaridad y otros
valores alternativos al liberalismo, que
se exprese en miles de hombres y mujeres dispuestos a luchar por un programa
para que la crisis la paguen los capitalistas.
En la medida en que demos esta batalla social
contra el capitalismo, iremos construyendo nuevas direcciones a la altura de
las circunstancias. Esta tarea apremia porque las direcciones actuales,
mientras se mantengan en su práctica del "reformismo sin reformas" se
encontrarán cada vez más en contradicción con las necesidades de la lucha de
los trabajadores y se transformarán en un freno cada vez más evidente que será
necesario sacar del medio.
Aquí queda en primer plano el problema de con
qué estrategia, táctica, método, programa, y filosofía politica tendremos como
forma más correcta para intentar conseguir la Victoria, buscando la solución a
los dos problemas fundamentales que padecemos: Los problemas sociales y los
conflictos territoriales, de los que hablaremos otro día. El futuro está
siempre por construir.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE. A
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