La Ministra de Política Territorial y Función
Pública del nuevo Gobierno PSOE,
Meritxell Batet, declaró el
pasado sábado que para “superar la crisis institucional”, del conflicto territorial del Estado, será
necesario un cambio de la Constitución “urgente,
viable y deseable”. Dijo también que “es viable y estamos preparados
para ello. Somos una democracia consolidada con la fortaleza suficiente para
afrontar una reflexión profunda conjunta”. Estas tesis las ha defendido
en unas jornadas de “Reforma Constitucional,
Federal y con Derechos”. Ha afirmado también, en alusión a la situación en Cataluña, que “el diálogo en sí mismo se ha convertido en
un objetivo político de primer orden” y abandera
la vía al Federalismo como alternativa. El President Torra responde
que “todas las propuestas son bienvenidas” y añade: "El Estado sabe cuál es nuestra posición. Partimos del referéndum del 1 de octubre y la
declaración política del 27 de octubre".
Saludamos positivamente que se abra el debate
sobre la Alternativa Federal que desde la corriente Izquierda Socialista se
ha venido reclamando desde hace años y aportamos nuestra contribución,
recordando las tesis que se aprobaron en la III Conferencia celebrada en
Sevilla el año pasado:
“”El
debate sobre la cuestión nacional, afecta al Estado español y a los territorios
de Cataluña, Euskadi, Galicia, Andalucía y al resto de CCAA y para tener una
posición sobre tan delicado asunto es fundamental que nos basemos también en el
estudio de los procesos históricos y la teoría marxista, para intentar conocer
las diversas posiciones defendidas por los acuerdos del movimiento obrero a
través de sus Internacionales e intentar canalizar la resolución de estos conflictos
con métodos democráticos, es decir, a través del ejercicio del voto, como el
método más civilizado, evitando el tan referido “choque de trenes”, sobre todo
en pleno túnel negro de la crisis que amenaza con una recaída de la
recesión.
“Ante las consideraciones
de algunos compañeros de partido, que actualmente se acogen al argumento de que
supuestamente no existe un marco legal que lo ampare para refutar con firmeza
la existencia de un derecho de autodeterminación de los pueblos, conviene
insistir en el hecho de que en lo único en que podemos y debemos basarnos
a la hora de analizar el derecho de autodeterminación, es en el estudio
histórico, económico y social de los movimientos nacionales. No encontraremos
ninguna respuesta adecuada a nuestras necesidades en definiciones
jurídicas deducidas de toda clase de "conceptos generales"
de derecho, ni en tratados internacionales vigentes, que no obedecen sino
a intereses ajenos a los de nuestra clase
“Nos
proponemos continuar el debate y nos remontamos a los acuerdos del
Congreso Internacional de Londres celebrado en 1896, donde podemos leer:
“El Congreso declara que está a favor del derecho completo a la
autodeterminación de todas las naciones y expresa sus simpatías a los
obreros de todo país que sufra actualmente bajo el yugo de un absolutismo
militar, nacional o de otro género; el congreso exhorta a los obreros de todos
los países a ingresar en las filas de los obreros conscientes de todo el mundo,
a fin de luchar al lado de ellos para vencer al capitalismo internacional y
alcanzar los objetivos de la socialdemocracia internacional”.
“Como ocurre
a veces, una cosa es la letra y otra su interpretación, ya que incluso anterior
a esa fecha, el debate y las posiciones eran diversas, aunque los teóricos del
socialismo, basándose en el método materialista dialéctico, exigían que, para
analizar cualquier problema social, debe encuadrarse en un momento histórico
concreto, y luego, si se trata de un país donde se estudie el planteamiento de
un programa nacional determinado, se tengan en cuenta las particularidades
concretas que distinguen a cada país de otro. Una cosa es el Derecho a la
Autodeterminación de los pueblos y otra distinta es, si conviene o no
para la clase trabajadora, apoyar en un momento dado la “Independencia” o el
“Federalismo” u otra variante dentro de un mismo Estado. A las derechas
les interesa mezclarlo todo y quieren dar a entender que el “derecho a
decidir”, “independencia” y “autodeterminación” son sinónimos, cuando es
totalmente falso, pues pueden coincidir o no.
“Aquellos
tensos debates tenían como objetivo afianzar las bases teóricas, metodológicas
y programáticas del socialismo marxista sobre la cuestión nacional, teniendo en
cuenta la relación con la lucha de clases, para ofrecer de esta forma una clara
orientación política a los sectores más avanzados de la juventud y de la clase
trabajadora sobre el tema. Conviene estudiar esos escritos porque muchos
pasajes de estos trabajos pueden ser muy esclarecedores en la situación actual
en el Estado español y el conflicto nacional en Cataluña, que puede reverdecer
en Euskadi, Galicia y otros territorios. La burguesía centralista
española, durante el anterior mandato dirigido por Rajoy, ha venido llevando a
cabo una “no política” sobre esta cuestión y su desprecio hacia el pueblo
catalán, ignorando el deber como Presidente de Gobierno, ha llevado una
desastrosa ofensiva “neofranquista” en la cuestión nacional.
“En primer
lugar, los socialistas marxistas debemos tener claro que, ante la brutal ofensiva
de la derecha españolista carpetovetónica y cerril, alimentados por los
sectores más reaccionarios proclives al antiguo régimen, que ha
despreciado los derechos democráticos del pueblo catalán, alentando la
politización de la Justicia que han impedido un proceso de diálogo que
explorase una salida democrática, nos tenemos que colocar del lado de la
“democracia” defendiendo el “Derecho de autodeterminación”, pero dejando claro,
que en una consulta al pueblo bajo las trucadas leyes burguesas, nosotros
haríamos campaña por el NO a la independencia, porque por las razones que
expondremos, rompe la unidad del movimiento obrero al que el socialismo
se debe.
“El gobierno
de la derecha, con la política de austeridad llevada a cabo por Rajoy siguiendo
la hoja de ruta de la Troika y el imperialismo, con el objetivo de la
recuperación de la tasa de ganancia de los capitalistas que se derrumbó con la
crisis, ha recortado de forma abrupta los recursos en todo el Estado, afectando
también a los trabajadores catalanes, desarrollando ataques a las conquistas
sociales, pero también a las libertades democráticas de la clase trabajadora,
tratando de dividirla en líneas nacionales, con el objetivo a su vez, de
mantener en estado de histeria a la base más reaccionaria de los votantes del
PP, alentando el nacionalismo españolista contra el nacionalismo
catalanista, considerando que, confrontándose en un clima de
enfrentamiento nacionalista de excepcionalidad para justificar medidas
represivas contra el incremento de las protestas sociales y las acciones
reivindicativas del pueblo catalán, que buscando un atajo a la necesidad de un
cambio social, se ha dejado influir por la política pequeñoburguesa del
catalanismo heredero e hijo político del
clan de los Pujols y su trama de corrupción (…)
“Todos esos
factores han actuado a favor de alimentar las tendencias a favor de la
independencia y se ha convertido en una potente “fábrica” de producir
trabajadores que han estimado que existe una salida en el desacople del Estado
español, precisamente por la actitud altamente despótica de la derecha
españolista y su Gobierno del PP, que es vista por muchos trabajadores,
catalanes y del resto del Estado (con la Ley Mordaza y otros actos
anti-obreros), como los herederos directos del franquismo que viene amenazando
veladamente con una maquinaria represiva, recordando todo lo que la represión
del antiguo régimen supuso en las nacionalidades históricas. Los pueblos
están entendiendo que la derecha española no puede ser parte de la solución,
sino que se ha convertido en parte fundamental del problema nacional.
“Los socialistas, la izquierda en
general, incluso las direcciones de nuestras organizaciones políticas y
sindicales, tenemos que rechazar y negarnos a colaborar con los objetivos y los
argumentos de la burguesía, sea ésta la gran la burguesía españolista, sea la
pequeña burguesía catalanista, ni alinearnos ni subordinarnos a los objetivos
de los agentes del capitalismo. Tenemos que ofrecer una alternativa que no nos
haga subordinarnos ni a una ni a otra, ni centralismo, ni independencia, para
lo cual es preciso repasar y actualizar las posiciones del socialismo
democrático, que se basan en el Federalismo, aunque algunos miembros del PSOE
están negando la historia declarando que el Partido nunca fue federal, cuestión
que resulta inverosímil y falsa leyendo estos textos, sobre la cuestión
Nacional y la lucha de clases, tesis aprobadas en el XXVII Congreso del PSOE.
(pag.126…), que dice textualmente:
“La sociedad capitalista está dividida en
clases sociales contrapuestas, explotadoras unas y explotadas otras. El
antagonismo entre las clases sociales se produce en todos los ámbitos de la
sociedad. La opresión que sufren las nacionalidades y regiones es una faceta
más y un instrumento más de opresión que la clase dominante ejerce sobre los
pueblos y los trabajadores del Estado español, y está vinculada al proceso de
lucha de clases. “Históricamente ha quedado demostrado que la burguesía
en general no ha sido capaz de asumir ni defender con propiedad los derechos y
las aspiraciones que componen el Estado español, y se ha situado en última
instancia, al servicio de los intereses de la oligarquía centralizadora.
“En el proceso histórico de la lucha de clases
hay una contradicción y una unidad fundamental. La contradicción es la que se
da entre las clases: La unidad fundamental, la que deriva de la opresión de los
trabajadores y los pueblos. “La clase trabajadora debe, pues, ponerse a la
cabeza de la lucha por la liberación de las nacionalidades y regiones
oprimidas, en la que sólo desde una perspectiva de clase puede hacer coincidir
sus intereses con las aspiraciones de los pueblos, y vincular estas
aspiraciones con una estrategia internacionalista. El análisis histórico nos
dice que, en la actual coyuntura, la lucha por la liberación de las
nacionalidades y regiones oprimidas no se opone al internacionalismo de la
clase trabajadora, sino que lo complementa
“El PSOE es plenamente consciente de que el
proceso revolucionario al que presta su concurso en el seno del Estado español,
está íntimamente relacionado con la lucha por la conquista de las libertades de
los pueblos que componen este Estado, y que el logro de este objetivo
prioritario permitirá la concentración de esfuerzos imprescindibles para el
establecimiento del socialismo en España, momento en el cual se desarrollará en
su máxima amplitud el ejercicio real de las libertades antes dichas, sin que en
ningún caso esto suponga su postergación.“En el camino hacia la libertad de los
pueblos de España, el PSOE coordinará sus esfuerzos con aquellas organizaciones
cuyos planteamientos coyunturales sean coincidentes con los intereses de la
clase obrera, sin que esta confluencia suponga en ningún momento, confusión ni
hipoteca de su programa político.
“La autonomía, en cuanto supone para el
Partido socialista un profundo incremento del acervo cultural y material de los
pueblos, continuará siendo firmemente apoyada por éste en las diversas
nacionalidades del Estado español, y será, asimismo, profundamente alentado en
todas las regionalidades existentes, de forma que el paulatino ejercicio de las
libertades autonómicas no lesione directa ni indirectamente los intereses de
cualquiera de las áreas territoriales diferenciadas.
“En esta línea, el Partido
socialista propugnará el ejercicio libre del derecho a la autodeterminación por
la totalidad de las nacionalidades y regionalidades, las cuales compondrán, en
pie de igualdad, el Estado Federal que preconizamos.
“Para los socialistas, la autonomía debe
entender en cualquier caso a la coordinación permanente de esfuerzos entre los
trabajadores de los distintos pueblos del Estado español. Los movimientos
nacionalistas y regionalistas, asumidos por la clase obrera y el campesinado,
elevan cualitativamente sus objetivos con la dialéctica marxista.
“Desde esta perspectiva, los
socialistas asumimos plenamente las reivindicaciones autonómicas,
considerándolas indispensables para la liberación del pueblo trabajador, que ve
confluir en este proceso dialéctico, sus reivindicaciones peculiares de clase
en la lucha por la autonomía de su pueblo, objetivo prioritario a cuya
consecución afectará positivamente la lucha unitaria de la clase obrera por
objetivos tales como la reforma agraria, la eliminación del capitalismo
monopolista y la expulsión de las manifestaciones del poder imperialista de
nuestro suelo.
“El PSOE, dentro de su perspectiva
autogestionaria, estima necesario poner en práctica una estrategia tendente a
prefigurar las instituciones políticas que van a ser el medio de gestión de la
sociedad socialista. En este sentido, la lucha por las libertades de las
nacionalidades y regiones se inserta dentro de nuestra política para la
autogestión de la sociedad.
“Estos planteamientos son los que llevan al
PSOE, como organización de clase, a incrementar sus esfuerzos para conjugar el
principio socialista de la libre autodeterminación de los pueblos con el de la
imprescindible acción coordinada y unitaria de la lucha que la clase obrera ha
mantenido, desarrolló y reforzará en el camino hacia su total emancipación.
8-19. “Tesis básicas sobre Estructura Federal.
“El PSOE propugna la instauración de
una República Federal, integrada por todos los pueblos del Estado español. (…)
(Desde la tesis 8.19 a la 8.27 es fiel reflejo de la Memoria del 27 Congreso
antes mencionado) (…) (Tesis siguientes…)
(…) “Una vez conocidas aunque
someramente las tesis fundamentales defendidas por el socialismo sobre la
cuestión nacional, cuando todavía la dirección defendía el programa del
marxismo, antes de la renuncia de la corriente renovadora encabezada por Felipe
González, que inició una deriva hacia el socio-liberalismo, vemos
que al menos tenemos que agrupar las posiciones a debate en 3 grandes grupos,
con diversos matices y argumentos según las distintas sensibilidades y
colectivos, que podríamos resumir en:
a) Nacionalismo
centralista españolista.
b) Nacionalismo
separatista periférico.
c) Federalismo
(De derechas y de Izquierdas).
“Las definiciones, la
caracterización y la situación social, política, económica y cultural del
apartado a) es más o menos conocida por todas y todos. El apartado b) es
bien conocido por los habitantes de cada uno de los residentes en las actuales
CCAA, pero vemos conveniente profundizar algo más en el tipo de estado que
propugna el “nacionalismo catalanista”.
“Uno de los puntos fundamentales a
debatir es, en qué medida supondría un avance en el terreno de los
derechos sociales y democráticos para la mayoría de la población catalana la
“república independiente de Cataluña”. El Gobierno MAS y el continuista que
dirige actualmente el “procés”, siguen vendiendo el argumento de
que con un “Estado propio” (que sería capitalista), Cataluña podría salir
rápido de la crisis y todos vivirían mejor, porque “España nos roba”.
Cada vez que se profundiza más en el conocimiento del Caso de los Pujols y
demás desfalcos que han surgido, queda aclarado que el que roba es “La
Burguesía catalanista” y la “burguesía españolista” ambas al unísono, haciendo
pagar a los sectores más empobrecidos sus desfalcos. (…)
“Es importante reseñar que el
Consejo de Transición Nacional, que está compuesto por asesores propuestos por
el Gobierno de la Generalitat, ha recomendado que el futuro nuevo Estado
Catalán debería mantener una unión con el Estado español, aconsejando una
cooperación en varios ámbitos: industrial, fiscal, monetario, defensa,
migraciones, infraestructuras, cultural… Una forma muy rara de independencia y
de autodeterminación, la de seguir sometidos a los poderes fácticos y a la
lógica de la corrupción capitalista. Los objetivos centrales por los que
la burguesía catalana ha hecho todo lo que está en su mano para situar la
“cuestión nacional catalana” en el primer plano político son éstos:
Han pretendido desviar la atención de su política salvaje de
recortes sociales y están disputando a la burguesía española una mayor parcela
de poder en las decisiones políticas, intentando aumentar los presupuestos, o
sea más dinero para los mismos de siempre.
“Cada vez que se recrudecen las
crisis capitalistas, la cuestión nacional resurge con fuerzas al calor de las
crisis orgánicas del podrido sistema de libre mercado, que ha dejado de cumplir
cualquier papel progresista que pudo haber tenido en el pasado, mostrándonos su
decadencia y senectud. Cuando el mercado mundial está globalizado, cuando
la interpretación de las relaciones sociales, económicas, políticas y
culturales es más fuerte que en ningún otro momento histórico, asistimos
a intentos de crear nuevas fronteras, nuevos estados y lo que esos fenómenos
llevan consigo de divisionismo de los trabajadores, del peligro del chovinismo
e incluso del repunte de los fascismos, la extensión de los prejuicios
nacionales, de los conflictos religiosos y étnicos, de las masacres, de los
refugiados que huyen de las guerras, del hambre y la miseria. Esa es la
política de la burguesía y de los imperialistas para mantener su dominación,
sus privilegios, sus beneficios y sus corrupciones escandalosas:
Con la política del “divide y vencerás” enfrentan a los pueblos y a la clase
trabajadora de sus respectivas naciones, para machacar y empobrecer aún
más la mano de obra sobrante y restaurar su tasa de ganancia que es lo
que les importa.
“En conveniente entender que ni el
conflicto nacionalista catalán, ni el vasco ni ningún otro, van a
encontrar solución en una mesa de negociación en la que participe la burguesía
centralista, manteniendo el marco y las presiones de los agentes del capital.
Algunos independentistas de izquierdas ponen como ejemplo el Referéndum llevado
a cabo en Escocia, pero la situación en el Estado español es diferente y no
encontrarán ninguna solución mientras sigamos sufriendo las mismas causas que
las provocan. Esos “independentistas nacionalistas de izquierdas” se
consideran también partidarios del “socialismo marxista”, pero olvidan que éste
debe ser contemplado también como una guía para la acción, que debe ser
utilizado para organizar, movilizar y unir a los oprimidos hacia el objetivo de
su completa emancipación y no dividirlos en líneas nacionalistas, porque “el
socialismo es internacionalista o no es nada” como explican los clásicos.
Por ejemplo, el pacto que llevó a cabo la CUP con la burguesía catalana representa
más bien una renuncia a poder defender un verdadero programa de
transición al socialismo, atándose las manos a los representantes del
capitalismo en Cataluña lo cual significa que se está colaborando con la
política de recortes, austeridad y ataques a los trabajadores, que los
corruptos y corruptores defensores del capitalismo han venido llevando a cabo
como continuadores del clan del “pujolismo”.
“La burguesía catalana no quiere en
realidad la independencia sino que lo que quiere es seguir manteniendo sus
privilegios y controlar el poder económico de las élites económicas a las
que representan y sirven. En el hipotético caso de que Cataluña
consiguiese la independencia en bases capitalistas, lo cual es bastante
improbable en el corto y medio plazo, las masas oprimidas, la juventud,
la clase trabajadora y demás sectores empobrecidos por la crisis capitalista
seguirían sufriendo idénticos problemas que en la actualidad y serían incapaces
de resolver los problemas sociales, aumentaría la represión y seguiría siendo
una quimera la verdadera autonomía mientras que siguiesen sometidos a la Troika
y demás poderes europeos en líneas capitalistas.
“En las direcciones de las
organizaciones políticas y sindicales de las izquierdas recaen las
responsabilidades de buscar una salida viable a la situación, empujando a la
clase trabajadora hacia la unidad y la organización superando fronteras,
tomando el camino de la movilización y la lucha pacífica pero masiva,
firme y sostenida, en defensa de un programa de transformación socialista que
vincule los derechos democráticos y sociales, incluyendo el Derecho de
Autodeterminación, pero llamando a la unidad de la clase trabajadora y
los sectores oprimidos por el sistema capitalista, a defender una alternativa socialista e
internacionalista que rebase las fronteras.
“Los socialistas marxistas
defendemos la unidad de la clase trabajadora por encima de fronteras y es
perjudicial caer en los divisionismos “nacionalistas”, por lo que es preciso
explicar claramente que el objetivo es acabar con el poderío de los
monopolios y de las instituciones corruptas. Es necesario hacer un
llamamiento a la juventud y al conjunto del pueblo explotado y oprimido
para unirnos contra la burguesía explotadora que nos sigue saqueando, con el
firme propósito de unificar un fuerte y masivo movimiento de las fuerzas
sociales, necesarias para acabar con la opresión nacional en todo el
Estado, que sirva de ejemplo al resto de los trabajadores del mundo, llamando a
la Solidaridad.
“Es preciso llevar a cabo una lucha
firme contra el régimen corrupto que es el capitalismo, agrupando a las fuerzas
de la clase trabajadora de todos los oprimidos con el objetivo de transformar
este sistema, porque será la mejor forma de encarar una lucha seria contra la
opresión nacional. También hacemos un llamamiento a la lucha, a la organización
y a la unidad por los derechos democráticos nacionales de los pueblos, incluido
el Derecho de Autodeterminación, ligándolos al combate por el socialismo, para
reformar la Constitución y cambiar democráticamente las leyes que nos oprimen,
abriendo el cauce del derecho a decidir nuestros propios destinos, pero
si la clase dominante plantease un Referéndum bajo leyes burguesas
para continuar bajo el poder de los monopolios, haríamos campaña por el NO,
porque anteponemos la Unidad del movimiento obrero a las maniobras y las pugnas
de las diversas burguesía.
“Ni con políticas de derechas
centralista del tipo a), ni con las políticas burguesas que pregonan los
independentistas tipo b), ambas pro-capitalistas, la clase trabajadora no tiene
futuro y debemos luchar por la alternativa c) que proponemos, porque es más
necesario que nunca la lucha decidida por un Estado Federal, Laico,
Republicano, Socialista, Plurinacional, Democrático y Cooperativo, para cambiar la sociedad y caminar al
unísono hacia la nueva sociedad que tenemos que construir entre todos,
porque nuestra alternativa debe ser una Federación Socialista de Cataluña,
Euskadi, Galicia, Andalucía y el resto de pueblos que democrática y
voluntariamente se constituyan en Federaciones para unirnos todos juntos y
luchar por la Federación Socialista de Europa, que forme parte de una
Confederación Socialista Mundial de los pueblos libres, a la que aspiramos y
por la que luchamos.
Federalismo y Formación Cívica.
“En la actualidad, tal como se
presenta la realidad histórica, vista desde España, vista desde Europa y vista
globalmente, no sólo es importante apostar por más Europa sino saber qué Europa
queremos frente a nuestras propias tendencias insolidarias – al modo
capitalista global que se centra en el afán de lucro-, y frente a procesos de
dominación-sumisión de tipo dictatorial; y frente a grandes carencias de
igualdad y libertad en el desarrollo de la Comunidad Humana.
“Para una posible Paz Perpetua entre
los Estados – lo indicó ética y políticamente Kant-, es necesario un sentido
Federal de construcción solidaria, sin reservas mentales. Un Estado – ya sea
grande o pequeño-, no se deben ni heredar ni comprar ni vender, ni invadir o
dominar por medio de guerras ofensivas o de intereses económicos, ni por medio
de ejércitos permanentes (miles perpetuus). Tema aparte es la legítima defensa
respecto a ataques externos.
“En realidad, el sentido federal y
constitucional de un Estado, en cuanto que contrato social, implica: 1) La
libertad de los miembros de una sociedad; 2) Dependencia respecto a la Ley
Común –consensuada y promulgada-; y 3) Igualdad de todos los ciudadanos. Es decir, 1) Libertad como posibilidad de
actuar sin que se haga a nadie injusticia alguna; sometimiento al Estado de
Derecho, e imposibilidad de imponer a otra persona algo distinto de lo que se
acepta por Ley para todos, conforme al contrato suscrito para la mejor
convivencia de la comunidad. De ello deriva, necesariamente, el principio
político de separación entre el poder ejecutivo (Gobierno) el poder legislativo
(o Parlamentario) y el poder judicial (La Justicia), con el fin de lograr un
equilibri8o armónico en la convivencia.
“El sentido federal de lo público se
pone frontalmente al despotismo, principio político consistente en que el
Estado ejecute arbitrariamente las leyes que él mismo se ha dado, con lo que la
voluntad pública es manejada por el gobernante como si fuera su voluntad
particular. De ahí la importancia de una buena Constitución. Pues incluso el
Derecho Internacional debe basarse en una Federación de Estados Libres, sin que
se sometan unos a la coacción de otro, sino a modo de una Confederación
especial, a la que Kant denomina Confederación Pacífica (Foedus Pacificum), que
intentaría terminar con todas las guerras para siempre.
“El federalismo obliga a conjugar
siempre la libertad que no produzca injusticia a nadie, y que deba respetarse,
con la voluntad general mayoritaria. ¿Cuál es si no el imperativo categórico de
la Ética? “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad siempre pueda valer al
mismo tiempo como principio de una legislación universal”. Se trata, pues, de
ver a la persona como un fin en sí mismo, nunca como un medio o instrumento. Se
trata de un nuevo modo de entender la convivencia humana, venciendo tendencias
egoístas, sin ley, por medio de leyes que rijan la justicia y la paz. En estos
supuestos, de una buena Constitución, cabría esperar que se derivara la buena
formación, racional de un pueblo, para contrarrestar tendencias egoístas y
fomentar así la paz interior y garantizar – conforme a derecho- la paz
exterior.
“En la realidad de la naturaleza,
existen entre los pueblos la diferencia de lenguas y religiones, que propenden
al odio mutuo y a buscar pretextos para la guerra, pero que pueden conducir por
medio del diálogo civilizado y la interculturalidad a una paulatina
aproximación y a un mayor acuerdo en los principios sobre la paz, no con el
debilitamiento de las fuerzas – propio del despotismo que genera el cementerio
de la libertad – sino logrando un equilibrio de fuerzas dentro de la más viva y
enriquecedora competencia e intercambio cultural. En este sentido, los
nacionalismos cerrados son contrarios a los procesos abiertos de justicia y de
paz.
“Como viene indicando reiteradamente
Antonio García Santesmases, un proyecto federal choca, de hecho, con dos tipos
de nacionalismo independentista de los separatistas. Por ello, dice
expresamente: “En este contexto de polarización es casi imposible que cuaje un
discurso favorable a una laicidad incluyente y a una multiculturalidad abierta
e integradora. Tanto la laicidad como la multiculturalidad ponen en cuestión un
concepto rígido de identidad y de nación”. ¿Cómo librarse, entonces, de las
tendencias despóticas? ¿Cómo no caer en despotismos?
“Defendiendo siempre, y en todo
momento, el derecho a la libertad, el derecho a ser todos iguales ante la Ley,
y defendiendo el Estado de Derecho, con sentido federal, con sentido inclusivo,
con sentido intercultural solidario, pues, al igual que la nación, la religión
se dice de muchas maneras y si no se está dispuesto a asumir un principio tan
elemental es imposible la laicidad incluyente o la democracia intercultural. Le
emotividad y las creencias no bastan. La interculturalidad no consiste tan solo
en que convivan distintas culturas en el espacio público; significa que esas
culturas pueden interpelarse unas a otras porque ninguna de ellas tiene toda la
verdad.
“Dice Antonio García Santesmases, en
un artículo que titula “La Carpeta Vacía”, sobre Democracia, Laicidad e
Interculturalidad, que existe un laicismo de tipo socialista en el que debemos
inspirarnos. Se trata de un laicismo más minoritario que el de corte liberal o
el de raíz anticlerical. Se trata de un laicismo que piensa que los derechos de
la primera generación (es decir, los derechos individuales, civiles y
políticos) son imprescindibles pero insuficientes y que frente al
neoliberalismo económico, reivindica los derechos económico-sociales, los
derechos al empleo, a la salud, a la
protección social y a la educación. Los derechos que ven en peligro las clases
medias y que hace que se lancen en brazos de propuestas como el Brexit en
Inglaterra, Le Pen en Francia o Donald Trump en Estados Unidos.
“En la batalla por preservar el
modelo social europeo, por ser sensible a las periferias, por dar voz a los
excluidos, por combatir los muros de incomprensión y por tender puentes de
entendimiento, los laicistas de inspiración social o socialista, como dice
Santesmases, encuentran en innumerables ocasiones aliados en sectores
cristianos de izquierdas que llevan años luchando en este mundo de la frontera
entre las religiones y entre los excluidos. En este sentido de laicidad racional
estaría más de acuerdo con lo que defendió ejemplarmente durante años Luis
Gómez Llorente. Y ese sentido de laicidad es el que se necesita para una
correcta Educación para la Ciudadanía que promueva la Res Pública, el Estado
Federal.
“Los Estados Libres Federados,
y la Confederación Pacífica de Estados Libres, sería muy conveniente que no
abandonaran la Filosofía ni el sentido de la Historia y que promovieran la
Formación para la Ciudadanía, en aras a alcanzar la Justicia y la Paz (…) (*)
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A.
(*) Extracto de la Ponencia Política aprobada en la III
Conferencia de Izquierda Socialista de Andalucía celebrada en Sevilla. Está a
disposición de toda la militancia y simpatizantes que quieran recibir los
textos completos solicitándolos gratuitamente a la dirección de abajo poniendo
en asunto las palabras: “Memoria Conferencia”:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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