El Ayuntamiento de Málaga ha respaldado hace unos días, con los
votos del PP, Ciudadanos y PSOE, las
obras del proyecto del Arraijanal, en la desembocadura del Guadalhorce, al
rechazar una moción de Ordenación del Territorio, que había sido presentada por
Málaga para la Gente, con la que se quería frenar el proyecto y dedicar todo el
suelo público de la zona para un parque
público. El Alcalde de la Torre del PP,
ha decidido regalar la última zona virgen de alto valor ecológico de este
enclave público, a manos privadas, que
pone en un inminente peligro la extinción de la rica flora y fauna autóctonas
de Málaga y la muerte de la cantidad de aves que mantiene el paraje natural.
Esto ha abierto un debate en la ciudad, porque se considera por diversos grupos
ecologistas un atentado ecológico que puede
representar un desastre
medioambiental, ya que es el último paraje natural virgen que queda en la Costa
del Sol de Málaga. Se ha producido ya una masiva tala de árboles y existen
grupos de defensa de la naturaleza que intentan impedir sobre el terreno, ese atentado que ha comenzado con tala masiva
de árboles de ese proyecto invasivo inadmisible.
El ambiente de movilización de diversas asociaciones ecologistas
es muy fuerte ante el despropósito apoyado por el Ayuntamiento del PP y el
increíble apoyo del PSOE, que agudiza la brecha interna, entre los que rechazan
esa posición de apoyo, encabezada por el grupo de Rafael Fuentes, que fue
candidato a la Secretaría General del PSOE de Málaga en las pasadas Primarias
Provinciales, que ha declarado a El
Observador : “No considero que el proyecto de la ciudad deportiva deba llevarse
a cabo en Arraijanal, el único espacio virgen del litoral malagueño”. En un
amplio artículo declaró también: “Como socialista pienso que el fin público
tiene que prevalecer sobre el privado” y asegura que “desconoce por qué el PSOE
vota lo mismo que PP y C’s en el Ayuntamiento”.
Ese proyecto que se viene planificando desde hace años, y en el
que el PSOE había tomado en su día, la
posición correcta de rechazarlo, ahora de forma inesperada se alinea con los
que pretenden acometer ese atentado ecológico para satisfacer el proyecto privado
de la construcción de un completo urbanístico de una Academia de Fútbol, que
como se ha comentado en otros medios, “desprende un pestilente aroma a
connivencia, que favorece los intereses particulares y económicos del gran
capital, financiado por algunos Jeques Árabes de los petrodólares”, por lo que
se cuestiona ese apoyo a un proyecto que podría tener un fuerte componente
especulativo, para beneficiar al grupo de Capital Privado apoyado por el Jeque
Al-Thani, un millonario petrolero que dirige el fútbol del Málaga C.F. que lo ha hecho descender de
categoría.
Los capitalistas que han
ven ido haciendo recortes profundos en sus presupuestos de gastos públicos,
para intentar restaurar la tasa de beneficios de sus complejos empresariales,
siguen fomentando otra burbuja especulativa.
La recesión mundial del capitalismo no permite, con su modelo actual, ni
siquiera mantener los niveles de gastos que venían efectuando. No están dispuestos a invertir en mejoras
sociales a medio y largo plazo, que es lo que representan los gastos para mejorar el Medio Ambiente, sino, que su
objetivo es recuperar beneficios a corto plazo atacando a la clase trabajadora,
pero encuentran cada vez más resistencia entre las masas, porque lo quieren
privatizar todo.
Existen otras zonas más adecuadas para llevar a cabo
proyectos deportivos de esa índole y suficientes recursos,
tanto humanos como materiales, tanto en ciencia y tecnología como en
capacidad industrial instalada, para combatir la polución y los efectos
desastrosos del sistema capitalista sobre el planeta en que vivimos. Pero, el verdadero problema es que esos
recursos son utilizados para beneficiar
a los ricos, que se niegan como siempre a recortar sus riquezas y
tesoros acumulados en paraísos fiscales y defienden con uñas y dientes sus
sacrosantos beneficios. El capitalismo
se ha convertido ya, dialécticamente, en un modelo de desarrollo destructivo
que amenaza nuestras vidas y que pone en peligro incluso la supervivencia de la
vida humana sobre el planeta.
Albert Einstein dijo una vez: “No podremos resolver los problemas
que tenemos hoy pensando de la misma manera que pensábamos cuando los
provocamos”. Por tanto, la solución a estos graves problemas ecológicos provocados por la aplicación del “pensamiento
capitalista” del lucro privado, no podrán venir nunca aplicando el mismo modelo
anárquico de la “libre empresa”.
La humanidad necesita y depende del desarrollo tecnológico. La
emancipación del ser humano significa pasar del reino de la necesidad al reino
de la libertad, como dijo Marx y esto se logra inventando nuevos recursos
técnicos que reemplacen cada vez más tiempo de trabajo humano. Pero el desarrollo técnico debe ser
planificado y conducido de manera armónica y amigable con la naturaleza.
Por otro lado, el concepto que usaba para definir la relación del
hombre con la naturaleza a través del trabajo, era el del metabolismo: "El
trabajo es, antes que nada, un proceso que tiene lugar entre el hombre y la
naturaleza, un proceso por el que el hombre, por medio de sus propias acciones,
media, regula y controla el metabolismo que se produce entre él y la
naturaleza. Se enfrenta a los materiales de la naturaleza como una fuerza de la
naturaleza. (...) A través de este movimiento actúa sobre la naturaleza
exterior y la cambia, y de este modo cambia simultáneamente su propia
naturaleza...".
Pero también Marx nos advierte en otra parte:
"Pero no nos alabemos en exceso por nuestras humanas victorias sobre la naturaleza. Por cada una de ellas se toma la naturaleza su revancha contra nosotros. (...) Se nos recuerda así a cada paso que en modo alguno dominamos la naturaleza como domina un conquistador un pueblo extraño, como alguien que estuviese fuera de la naturaleza; sino que con nuestra carne, sangre y cerebro pertenecemos a la naturaleza, existimos en medio de ella, y toda nuestra supremacía consiste en el hecho de que tenemos la ventaja, respecto a todas las demás criaturas, de ser capaces de aprender sus leyes y aplicarlas correctamente".
"Pero no nos alabemos en exceso por nuestras humanas victorias sobre la naturaleza. Por cada una de ellas se toma la naturaleza su revancha contra nosotros. (...) Se nos recuerda así a cada paso que en modo alguno dominamos la naturaleza como domina un conquistador un pueblo extraño, como alguien que estuviese fuera de la naturaleza; sino que con nuestra carne, sangre y cerebro pertenecemos a la naturaleza, existimos en medio de ella, y toda nuestra supremacía consiste en el hecho de que tenemos la ventaja, respecto a todas las demás criaturas, de ser capaces de aprender sus leyes y aplicarlas correctamente".
La mejor forma, sino la única de empezar a resolver el drama del
calentamiento global y el Cambio Climático, es cambiando la forma de organización social
y económica. La solución a los
acuciantes problemas del mundo sólo se puede lograr con un sistema socioeconómico
que esté bajo el control consciente de la gente. El problema no es que haya un
límite inherente al desarrollo, sino un sistema de producción caduco y
anárquico que despilfarra vidas y recursos, que destruye el medio ambiente y
que impide el pleno desarrollo del potencial que existe en la ciencia y la
tecnología.
La lucha por el socialismo es también una lucha por el respeto al
medio ambiente. Nosotros defendemos que
el movimiento obrero organizado en sus sindicatos de clase y partidos de izquierdas tenemos que coger
con nuestras propias manos la lucha para poner fin a la destrucción del medio
ambiente a la que nos arrastra el sistema capitalista, corrupto, degenerado y
decadente.
Consideramos que la mejor alternativa es la lucha por una sociedad
libre de toda opresión, donde la producción esté planificada democráticamente
por los propios trabajadores, para resolver la cuestión social y los problemas
de la humanidad, pero para ello la economía debe estar dedicada no para
aumentar los beneficios de una minoría que son los capitalistas, sino para
satisfacer las necesidades de la mayoría
que representamos la clase trabajadora y los pobres.
Con una planificación científica podríamos utilizar de una manera
racional y apropiada los recursos de la naturaleza en beneficio de la humanidad
en su conjunto. Entonces sería cuando la ciencia y la tecnología encontrarían
su mayor campo de desarrollo aplicando todos los enormes avances conseguidos en
los últimos decenios.
Con los recursos económicos socializados y gestionados
democráticamente al servicio de todos, el crecimiento de la producción, la
introducción de la ciencia y la robótica en las empresas de economía social y
democráticamente gestionadas, podrían resolverse los problemas del conjunto de
la población del planeta, incluyendo una defensa científica del medio ambiente,
a condición de que nos liberásemos del sistema que busca el máximo beneficio
para unos pocos.
En un sistema de economía socialista planificado democráticamente,
el crecimiento del bienestar económico y social iría estrechamente vinculado a
la defensa de los recursos del medio ambiente y a la conservación y
regeneración de la naturaleza.
Hemos visto ya a demasiados partidos “verdes” y partidos políticos
de izquierdas que han sucumbido y
renunciado a su programa ecologista en beneficio del realismo político. Por ello, tenemos que sacar una conclusión
clara: “La lucha por la defensa del medio ambiente, por el ecologismo y contra
el cambio climático y contra la aniquilación de la humanidad a manos del
capital, es la lucha por un programa auténticamente socialista, que ponga los
recursos al servicio de la Humanidad”.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IS PSOE MÁLAGA.
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