La
cristiandad celebra su Semana Santa
donde se conmemora la pasión y muerte de Aquel Nazareno que cuenta la historia
que murió a manos del Poder Imperialista de Roma en colaboración con el Gran
Sanedrín, por defender a los pobres y luchar por la emancipación de su pueblo
de la esclavitud. Toda persona de buena
voluntad, creyente, agnóstico o ateo, desea que nuestro prójimo disfrute de una vida
digna, pero el modelo de acumulación capitalista lo impide, pese a existir
suficiente capital y bienes producidos para la erradicación del hambre y la
miseria sobre el planeta Tierra. ¿Por
qué existe tanta maldad? ¿Por qué existe tanta pobreza? ¿Por qué existen tantas guerras?
Para abrir el debate
sobre estas interrogantes, nos disponemos a comentar algunos de los siguientes
temas, extractos del documento “Marxismo
y Religión” (**):
1.- Los orígenes
de la cristiandad.-
2.- La cristiandad
y el comunismo.-
3.- Cómo olvidar
los pecados... y hacer dinero.-
4.- La religión y
la revolución.-
5.- La Iglesia y el socialismo.-
6.-- La Iglesia
hoy.-
7.- Lenin y la
religión.-
8.- El futuro de
la religión.-
9.- La Teología de
la Liberación.
10.- La religión y
la crisis del capitalismo.-
11.- El desarrollo
humano ha tomado una línea descendente.-
12.- La humanidad
alienada de si misma.-
13.- ¡Por un
paraíso en este mundo!
Los filósofos de la antigüedad ya se venían haciendo esas interrogaciones.
Dudamos que muchos como tú que has
comenzado a leer estos textos, puedas concluirlos hasta el final: Si eres creyentes, cuando veas
la palabra “comunismo” quizás dejarás de interesarte. Si eres ateo, como esto
trata de la “Cristiandad”, quizás no te interese este tema y si eres agnóstico,
por tu “eclecticismo” y apatía tampoco encontrarás tiempo suficiente para
llegar al final del texto que es amplio. O quizás todo lo contrario, que seas
de los pocos que está ansiosos, visto
los temas a tratar, de examinarlos en su
totalidad e incluso criticarlo si te apetece, cuya crítica será bien recibida.
Cualquier persona tiene ese
derecho de intentar profundizar en el
debate, buscando la respuesta a esas preguntas, pero en verdad, se lee poco,
sobre todo cuando las cosas son
profundas y contradictorias. En la corriente de opinión Izquierda
Socialista-PSOE, convivimos tanto creyentes, como agnósticos y ateos. De
acuerdo con lo que indican nuestras normas internas de funcionamiento:
“(…)En esta corriente admitimos la
coexistencia de opiniones diferentes y hasta divergentes siempre que vayan
encaminadas a la lucha por el socialismo y contra el sistema burgués y tengan como
objetivo combatir a la derecha y al sistema capitalista, corrupto, degenerado y
senil, desde posiciones de la izquierda.
“Consideramos que la diversidad de voces enriquece el debate político.
Rechazamos la confrontación y los ataques personales que puedan generar
situaciones insultantes o enfrentamientos ajenos a la lucha política.(…)”, por
lo que invitamos a toda persona interesada en una alternativa a la falta de
ética que observamos en este modelo liberal de capitalismo mafioso, a leer las
siguientes líneas y debatir, con la libertad plena sobre tan delicadas
cuestiones contradictorias.
Para los que quieran leer, publicamos
este trabajo en 5 apartados para hacerlo más ameno, donde se analiza la cuestión de la religión
desde un enfoque laico, con la propuesta de dar a conocer un punto de
vista más próximo a la Iglesia de los
pobres, ahora que están tan vigentes algunas propuestas del Papa
Francisco, Latinoamericano y
jesuita él, al parecer algo progresista,
aunque consideramos que la Curia Vaticana lo tiene atenazado por el
momento, pero consideramos pueden servir para profundizar en las reflexiones
que todo ciudadano puede realizar en estos días donde se conmemora en la
Cristiandad, la pasión y muerte de Jesús,
condenado por el Imperio Romano y por el Sanedrín. Aunque estas fechas adquieren
cada vez más relieve pagano, mercantilista y consumista, secuestrada por el capitalismo del que no
podrá zafarse bajo este sistema injusto de reparto dominado por los “mercados”
que en realidad operan como una “Dictadura Financiera Mafiosa del Gran Capital”,
pero entremos en materia con las siguientes interrogantes que nos
plantea este filósofo:
“¿Es que Dios quiere prevenir la
maldad, pero no es capaz? Entonces no es omnipotente. ¿Es capaz, pero no desea
hacerlo? Entonces es malévolo. ¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge
entonces la maldad? ¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? ¿Entonces por qué
llamarlo Dios?” (EPICURO). (*)
“¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni
tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la
vida, que si existen, ni se ocupan ni se preocupan de nosotros”. (EPICURO(*)
Tomemos un extracto del documento antes mencionado
“Marxismo y Religión” (**), recordando algunas palabras de Camilo Torres
Restrepo:
(…) “Camilo Torres (***), antiguo sacerdote colombiano,
dijo una vez: “He colgado el hábito de sacerdote para convertirme en un
verdadero sacerdote. El deber de todo católico es ser un revolucionario; el
deber de todo revolucionario es llevar adelante la revolución. El católico que
no es un revolucionario vive en pecado mortal”. Para muchos cristianos eso
puede parecer una contradicción, pero si lees este trabajo hasta el final,
quizás no lo veas tan descabellado, por tanto, he aquí un extracto del análisis
marxista sobre la cuestión de la religión:
(…) Los
orígenes de la cristiandad.- El papel de la religión en la
sociedad ha cambiado muchas veces a lo largo de los siglos. Es importante
comprender el origen de la evolución histórica de las grandes religiones.
Originalmente, la cristiandad y el islam eran movimientos revolucionarios de pobres
y oprimidos. Tomemos el ejemplo de la cristiandad. Hace aproximadamente dos mil
años los primeros cristianos organizaron un movimiento de masas formado por los
sectores más pobres y oprimidos de la sociedad. Como escribía Engels. “La
historia de los primeros cristianos tiene notables puntos de semejanza con el
movimiento de la clase obrera moderna... Ambos son perseguidos y hostigados,
sus seguidores son despreciados y son objeto de leyes exclusivas, los primeros
como enemigos de la raza humana y los últimos como enemigos del estado, de la
religión, la familia y el orden social. Y a pesar de toda la persecución, de
ser espoleados por ello, ambos salen hacia delante victoriosos”.(…)
Los primeros cristianos eran comunistas y esto se puede ver con claridad
al leer los Hechos de los Apóstoles. El propio Jesucristo andaba entre los
pobres y desposeídos y con frecuencia atacaba a los ricos. No es casualidad que
su primer acto al entrar en Jerusalén fuera atacar a los cambistas del templo.
También dijo que sería “más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja
a que un rico entrara en el reino de dios”. (Lucas, 18-24). Los primeros
cristianos tomaron partido por los pobres contra los ricos y poderosos.
En la epístola de Santiago podemos leer: “Ahora les toca a los ricos:
lloren y laméntense porque les han venido encima desgracias. Los gusanos se han
metido en sus reservas y la polilla se come sus vestidos; su oro y su plata se
han oxidado. El óxido se levanta como acusador contra ustedes y como un fuego les
devora las carnes. ¿Cómo han atesorado, si ya eran los últimos tiempos?
El salario de los trabajadores que cosecharon sus campos se ha puesto a
gritar, pues ustedes no les pagaron; las quejas de los segadores ya habían
llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. Han conocido sólo lujo y
placeres en este mundo, y lo pasaron muy bien, mientras otros eran asesinados.
Condenaron y mataron al inocente, pues ¿cómo podía defenderse?” (Santiago,
5-1). Esta es la voz de la lucha de clases, sin “sis” y sin “peros”. La Biblia
está llena de estas expresiones.
El comunismo de los primeros cristianos también era palpable en sus
comunidades donde toda la riqueza era un bien común. Aquel que deseara unirse a
una comunidad cristina primero debía dar todas sus pertenencias mundanas. En
los Hechos de los Apóstoles podemos leer: “Acudían asiduamente a la enseñanza
de los apóstoles, a la convivencia [koinonia, es similar a comunismo], a la
fracción del pan y a las oraciones... Todos los que habían creído vivían
unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propiedades y
repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno”.
(Hechos de los Apóstoles, 2-42).
Y de nuevo: “La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola
alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en
común... Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o
casas los vendían, traían el dinero y lo depositaban a los pies de los
apóstoles, que lo repartían según las necesidades de cada uno”. (Hechos de los
Apóstoles, 4-32).
Evidentemente este comunismo tenía un carácter ingenuo y primitivo. Es un
reflejo de los hombres y mujeres de su tiempo, que eran personas con gran
coraje que no temieron sacrificar su vida en la lucha contra el monstruoso
estado esclavista romano. Pero este comunismo de los primeros cristianos estaba
aún en un nivel muy primitivo, comunal (reparto de la comida, ropa, etc.,) y no
un comunismo real basado en la propiedad colectiva de los medios de producción.
Al carecer de una comprensión científica del desarrollo de la sociedad, los
primeros cristianos, a pesar de su tremendo espíritu revolucionario y heroísmo,
eran incapaces de materializar sus ideales. Su comunismo tenía un carácter
utópico y estaba condenado al fracaso.
La cristiandad y el comunismo.- En los primeros años de
la iglesia sus representantes continuaron haciéndose eco de las ideas
originales del movimiento ―comunistas―. San Clemente escribió: “El uso de todas
las cosas que se encuentran en este mundo deberían ser comunes para todos los
hombres. Sólo la iniquidad más manifiesta nos hace decir al otro, ‘Esto me
pertenece, tanto como a ti’. De aquí el origen de la discusión entre los
hombres”.
Esta observación es correcta y demuestra claramente que el origen de la
lucha de clases (“la discusión entre los hombres”) se encuentra en la
existencia de la propiedad privada. La eliminación de la discusión entre los
hombres presupone la abolición de la propiedad privada. San Basilio el Grande
planteó una idea similar: “¿Qué es eso que llamas ‘tuyo’? ¿Por qué es tuyo? ¿De
quién lo has recibido? Hablas y actúas
como aquel que en una ocasión fue temprano al teatro y tomó posesión de los
asientos destinados al público restante, creía que por llegar antes podía
prohibir a las otras personas que se sentasen, pretendía arrogarse para él el
uso exclusivo de una propiedad destinada al uso común. Y esta es precisamente
la forma de actuar del rico”.
Lo mismo dice San Gregorio: “Por lo tanto, si alguien desea convertirse
en el amo de toda la riqueza, poseerla y excluir a sus hermanos, incluso a la
tercera o cuarta generación, tal desgraciado no es un hermano sino un tirano
bárbaro y cruel, una bestia feroz cuya boca siempre está abierta dispuesta a
devorar para su uso personal la comida de los otros compañeros”.
Y según San Ambrosio: “La naturaleza suministra su riqueza a todos los
hombres en común. Dios ha creado todas las cosas para que todos los seres
vivientes las gocen en común, y para que la tierra se convierta en una posesión
común a todos. La propia naturaleza es la que ha creado el derecho de la
comunidad, y es la usurpación injusta la que ha creado el derecho a la
propiedad privada”.
San Gregorio el grande continúa: “La tierra en la que han nacido es común
a todos, y por lo tanto el fruto de la tierra pertenece a todos sin
distinción”. Y San Crisóstomo añade: “El rico es un ladrón”.
Estas líneas bastan para ilustrar las raíces revolucionarias de la
cristiandad en su primera época. Los primeros cristianos estaban dispuestos a
resistir las torturas más horribles para defender su fe, desafiar al estado, a
la clase dominante y morir en la arena. La causa de tan feroz persecución era
que este movimiento de los pobres y desposeídos representaba una seria amenaza
para el orden existente. Pero ninguno de estos métodos represivos consiguió
aplastar al movimiento que resurgía con nuevas fuerzas de la sangre de sus
mártires (…)
(Continuará mañana con la parte 2 de 5).
“Extractos
del libro “Marxismo y Religión”.
“Editado por la “Fundación de Estudios Socialistas “ Federico Engels”.
(*) Heráclito de Éfeso.
Filósofo griego conocido también como “El Oscuro de Éfeso”. Nació en el año 540
a.C. y falleció hacia el 480 a.C.
(**) Extractos del libro Marxismo y Religión. Editado
por la Fundación de Estudios socialistas Federico Engels.
(***) Camilo Torres
Restrepo. Colombiano nacido en Bogotá.(3/2/1929. Murió en Santander (Colombia)
15-2-1966). Sacerdote católico pionero
de la Teología de la Liberación. Fue cofundador de la primera facultad de
Sociología en Latinoamérica y miembro del grupo guerrillero Ejército de
Liberación Nacional llegando a Comandante en Jefe entre 1960 y 1966.
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