Dicho
debate se inició tras el Comité Federal del Primero de Octubre, al entender y
comprender que la controversia creada y surgida entre los partidarios de la
formación de una Gestora que plantearon la destitución del Secretario General,
para facilitar una abstención que facilitara el Gobierno de Rajoy, que muchos
afiliados y votantes han entendido como un giro a la derecha, hacia posiciones
socio-liberales, que podría dar lugar a despojar al PSOE de su trayectoria como
Partido Obrero.
La
respuesta y el rechazo a esas posiciones claudicantes ante la burguesía, es lo
que nos hace tomar la decisión de confrontarlo con estas propuestas que se
someten a la consideración de la militancia y de la clase trabajadora en
general, en la línea y con el objetivo de buscar una respuesta y alternativa a
los dos problemas fundamentales a los que se enfrenta nuestra clase, como son:
a) Las cuestiones sociales,(que se recogen en el análisis y desarrollo de los
puntos 1 al 7 del mencionado documento
base, del que dejamos abajo dicho punto 7), así como el punto b), desarrollado
en el apartado 8.- “El Federalismo y la Democracia, como alternativa a los
conflictos territoriales” (*) que trata la cuestión nacional.
He aquí el texto del apartado 7)
7.-
POR UN PROGRAMA SOCIO-LABORAL PARA EL GIRO A LA IZQUIERDA, EL CAMBIO Y LA
TRANSICIÓN SOCIALISTA.
7.-
“”En cuanto al programa socio-laboral de actuación que nos comprometemos a
defender y que un futuro gobierno de los trabajadores encabezados por el PSOE
debería someter a la negociación para
perfeccionar y mejorar en un debate libre y democrático con los sindicatos UGT,
CCOO, CGT, SAT, S.E. y otros que se quieran sumar, así como contar con las
fuerzas emergentes como a Unidos Podemos y otras organizaciones progresistas
que se quieran incorporar libremente a estas negociaciones, proponemos y
defendemos lo que sigue:
7.1.-
Es correcto asumir que hacen falta aplicar medidas extraordinarias para superar
las consecuencias de la crisis y, al mismo tiempo, rechazar las medidas reaccionarias aplicadas
por el gobierno de las Derechas. Pero no
las medidas que están pidiendo los grandes empresarios, banqueros,
multinacionales y sus organismos como el F. M.I. y la Banca Mundial, tanto a
escala planetaria como para nuestro
país, pues estos agentes del capital solo buscan salvaguardar los intereses
y las ganancias de unos cuantos miles de ricachones, que iniciaron la
construcción de la Europa de los Mercaderes, que ha resultado un estrepitoso
fracaso, pues lo quieren hacer a costa del padecimiento, sufrimiento, miseria y
hambre de la mayoría que es la clase trabajadora. Es cierto que hace falta aplicar medidas
extraordinarias, pero a favor de las familias trabajadoras, los autónomos y las
capas medias de la sociedad, que juntos, representamos la aplastante mayoría
democrática de la población, en contraposición con un puñado de capitalistas
que no se someten a las urnas pero sí imponen su hoja de ruta que tanto daño
nos han hecho.
7.2.- Los trabajadores organizados que queremos
luchar por el genuino socialismo tenemos que dar la batalla y organizar una
campaña de agitación enérgica y amplia, en defensa del verdadero programa que
nos saque de esta dramática situación que estamos viviendo, para construir la
Europa Social de los trabajadores, como se ha venido planteando durante cierto
tiempo con las oleadas de marreas y movilizaciones en defensa de un mundo
mejor, para que se adopten medidas sindicales y políticas que sean aceptadas y
defendidas por la clase trabajadora y nuestros sindicatos de clase, cuyas
reivindicaciones más urgentes son:
7.3.- Es imprescindible introducir la escala móvil
de precios-salarios, para que los incrementos salariales sean automáticos e
igual a la subida del índice de los precios de la compra, ajustado cada seis
meses. Los trabajadores, que somos el
sector de la población que crea riqueza, no podemos tolerar que continúen
degradándose las condiciones laborales, ni nuestras condiciones de vida y la de
nuestras familias. Teniendo en cuenta la pérdida constante de nuestro poder
adquisitivo sufrido durante estos años de ajustes duros, debemos exigir un
aumento inmediato de los salarios para compensar las pérdidas.
7.4.- Prioritario es también la legalización de
todos los trabajadores que ejercen sus labores en economía sumergida, con el
único requisito de denunciar ante los sindicatos y la Inspección de Trabajo por
parte de los afectados, legislándose para que sean considerados fijos de
plantilla. En caso de represalia al
trabajador, es preciso legislar de tal forma que el Estado pueda intervenir a
través de los poderes públicos, sancionando al empresario llegando incluso a la
incautación de los bienes de la empresa que se encuentre fuera de la Ley. Los trabajadores no somos ilegales, sino que
la corrupción y las ilegalidades vienen de parte del patrón que no declara ante
la seguridad social y la Hacienda Pùblica para obtener más beneficios.
7.5.- Para impulsar las medidas de regeneración del
sistema productivo y ejercer un control democrático desde la base, es preciso
dotar a los Comité de Trabajadores y Delegados Sindicales con una legislación
suficiente para que contribuyan a erradicar la corrupción, (con un nuevo
Estatuto de los Trabajadores), eligiendo
representantes en cada empresa, mediante votación libre y secreta, con
garantías sindicales suficientes, y cuyo cometido debe ser impulsar la lucha
por la defensa de los puestos de trabajo y los salarios y el cumplimiento firme
de las jornadas laborales, eliminando las horas extras, para repartir el
trabajo existente, hasta que se elimine la bolsa de paro existente. En caso de que algunos empresarios se quejen
de que “legalmente” no pueden funcionar, se les exigirá que abran los libros de
cuentas de la empresa o las de su grupo,
para ejercer un control democrático y evitar el vaciamiento de los recursos de
la misma y fiscalizar las cuentas de aquellas que quieran justificar despidos o
impagos salariales.
7.6.- El gobierno de los trabajadores fijará un
salario mínimo de 1.000 euros al mes, sea cual sea el sector de
producción. La prestación mínima por
desempleo será al menos del 80 %, hasta que se le garantice un nuevo puesto de
trabajo.
7.7.-
Una de las medidas más eficaces que se deben emplear para luchar claramente
contra el paro forzoso, es la puesta en marcha de las fábricas y empresas cerradas o infrautilizadas, mediante incluso
la confiscación o expropiación por parte del Estado, para fomentar la
producción. El Estado a través del resto de las Administraciones Públicas
deberá garantizar el salario fijado por convenio y prestar ayuda financiera y
técnica a los trabajadores que, antes de admitir el cierre de las
instalaciones, asuman organizarse en
cooperativa o en cualquier otro modelo de economía social.
7.8.- Para luchar claramente contra los desahucios
y el problema de la vivienda, el Gobierno legislará para proceder a la
expropiación de los inmuebles y viviendas no ocupadas durante un año, sin
justificación, o que estén abandonadas y fuera de uso, para que puedan
realojarse las familias sin viviendas y sin recursos para alquilarlas. En su
caso también serán utilizadas como centros culturales y de ocio social. La
entrega y uso de cada inmueble debe estar controlado por las Asambleas
Vecinales de cada barrio o pueblo, con representación de los sindicatos y otras
organizaciones sociales acreditadas.
7.9.- El Estado garantizará por Ley que los
alquileres e hipotecas para viviendas social
de primera ocupación no superen en ningún caso el 10 % de los ingresos
familiares, de aquellos núcleos de familia que tengan dificultades económicas,
siendo revisadas y apoyadas por los Servicios Sociales que emitirán el informe
fehaciente para acogerse a la legislación, para hacer cumplir la afirmación
“ninguna familia sin techo” paralizando de inmediato los embargos de viviendas
y enseres de las viviendas de las familias trabajadoras y los desahucios hasta
conseguir una solución habitacional.
7.10.- Con el objetivo de poner freno a la inflación
que perjudica a los salarios, es preciso legislar para evitar las subidas
arbitrarias de las tarifas de precios sin que sean autorizadas por la
Administración Pública. Si algunas empresas, incluso las privatizadas, dicen
que no pueden garantizar la calidad de los servicios y productos, el Estado
debe proceder a su renacionalización o remunicipalización, sin indemnización y
ponerlas democráticamente bajo control
social, para garantizar el nivel medio de la producción.
7.11.-
Para acometer una Reforma Agraria moderna con el objetivo prioritario de poner
fin al paro, la miseria y la escasez de trabajo en los pueblos, que permita ofrecer soluciones
dando faena a las familias trabajadoras, jornaleras y campesinas, paliando a su
vez las necesidades alimentarias de la población, el Estado acometerá la
Legislación necesaria para expropiar los grandes latifundios agrícolas y
ganaderos de más de 200 Hectáreas, comenzando por aquellos que están
insuficientemente cultivados o se mantengan improductivos, para ponerlos en
explotación, con el concurso de los Sindicatos Agropecuarios en régimen de
Cooperativas.
7.12.-
Con el fin de contrarrestar la huelga de capitales y el boicoteo financiero, se
procederá a la nacionalización bajo control democrático de los trabajadores, de
los grandes monopolios y multinacionales para que con estas palancas económicas
fundamentales en poder del Estado y a través de su gestión social y
democrática, pueda llevarse a cabo un verdadero Plan de Producción que permita
sacar al país del estancamiento, produciendo más entre todos y repartiendo con
justicia el fruto del trabajo, para salir de la difícil situación en la que estamos sumidos.
7.13.- Para garantizar los recursos necesarios que
hagan efectivo dicho Plan y el resto de las medidas antes enunciadas, se planificará la nacionalización del sector
Bancario unificándolo en un solo Banco Estatal Público, con indemnización en
casos de necesidad comprobada de ahorradores e impositores con garantía del
Estado, y bajo control democrático de
los trabajadores. Esta medida, no solamente garantizará controlar los recursos
económicos del país en beneficio de la mayoría, sino que permitirá conceder
créditos baratos a las familias trabajadoras de los autónomos, pequeños
productores, pequeñas empresas, fomentando el cooperativismo y la economía
social autogestionariamente, de amplios
sectores del consumo y la producción. Se garantizarán por el Estado los depósitos
de los pequeños ahorristas individuales, empresas familiares, Pymes y todos los
sectores de economía social de carácter cooperativo, así como se prestará apoyo
a todos los emprendedores que garanticen los puestos de trabajo de sus
empresas.
7.14.-
Este es un verdadero programa a favor del pueblo y de las familias
trabajadoras. Pero es evidente que este programa no lo van a aplicar los
empresarios y su gobierno por las buenas. Solamente con la lucha y la
movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas, o que
se pongan en marcha con la conquista de un Gobierno de izquierdas. Para que todas sean efectivas y llevadas a la práctica, es completamente
necesario un gobierno fuerte de los trabajadores, un gobierno de conjunción
entre PSOE, UNIDOS PODEMOS con el apoyo
de las organizaciones sociales, los grupos ecologistas y los sindicatos de
clase, que responda de verdad a las demandas de sus bases sociales. Mientras el
gobierno esté en manos de los partidos de Derechas, que son defensores de la
patronal y la burguesía, ellos resistirán y harán todo lo posible por
boicotearlas y frustrarlas. Un gobierno de los trabajadores solamente será posible
cuando la mayoría de las clases laboriosas de nuestro país acepte, acuerde y
defienda este programa, ganando este programa en las urnas y en las calles con
la lucha. Solamente entonces tendremos la fuerza suficiente para echar abajo
los gobiernos corruptos al servicio del capital y comenzar la transformación
socialista que anhelan y necesitan los
pueblos.
7.15.-
Para ello es preciso buscar la unidad mediante una coalición amplia de las
izquierdas, que movilice a los trabajadores, reorganice las asambleas de
barrios y de fábricas, potenciando el sindicalismo de clase, apoyando a la
juventud, al feminismo, al ecologismo y demás fuerzas de progreso, a las que
les pedimos que participen, colaboren, controlen y autogestionen este plan de acción. Esta
gran coalición sería absolutamente democrática, con la táctica de marchar y
luchar juntos, manteniendo cada
colectivo su organización, pero votando y actuando todos juntos contra las
derechas.
7.16.- La mejor manera de ganar a la mayoría de la
clase trabajadora para defender este programa común, un auténtico programa
socialista, las organizaciones de esta
Conjunción, tanto sindicales y la izquierda en general, deberíamos unificar
nuestras luchas y reivindicaciones, como insistentemente vienen demandando cientos
de miles de activistas, juveniles, vecinales, sindicales y de consumidores. En
concreto, no está justificada la dispersión y división del movimiento de la
izquierda, cuando la Derecha lleva años unida en torno al PP, aunque ahora
empieza su división con el surgimiento de Ciudadanos, situación que tendríamos
que aprovechar. Habría que agitar por la
UNIDAD del movimiento de los trabajadores, marchando hacia un Consejo Sindical Unitario y Democrático, con
plena libertad de organización y corrientes internas en su interior, para poder
defender entre todos con absoluta libertad nuestros planteamientos y
propuestas, y que las decisiones se tomen democráticamente, refrendadas por las
Asambleas generales de cada barrio, distrito y/o pueblo.
7.17.-
Los activistas de izquierdas deberían
desarrollar un trabajo sistemático en la base de los sindicatos y entre los
trabajadores, no solamente en CCOO, UGT, CGT, SAT, S.E y otros, sino que es
preciso que surjan y se desarrollen alas de izquierdas en las mismas, para
oponer alternativas organizadas a los dirigentes que tiendan a la
burocratización. Es urgente la convocatoria de elecciones sindicales libres en
una misma fecha, para actualizar la representación democráticamente, para que tengamos capacidad
de nuevos liderazgos que intervengan audazmente en las luchas y movilizaciones
de los trabajadores, en defensa de las reivindicaciones y derechos. En concreto, las bases tienen que exigir que
todo dirigente deba ser elegido y revocado en cualquier momento por la misma
base que lo eligió y que ninguno de ellos cobre un salario superior al salario
medio de un trabajador cualificado de la rama por la que es elegido, para
luchar firme y honestamente contra el peligro de la burocratización y la
corrupción en las filas de la izquierda.
7.18.- Para formar ese Consejo Sindical Unitario y Democrático
antes dicho, de todas las organizaciones
que puedan alcanzar representación democrática, se contará con los propios
trabajadores elegidos para desarrollar sus reglamentos y estatutos con la idea
de conectar con los activistas y los elementos más conscientes y avanzados
dentro del sindicalismo de clase, en la perspectiva de formar una verdadera
organización sindical unitaria de masas, verdaderamente democrática, que sea
capaz de ganar para el programa del genuino socialismo, a la mayoría de la
clase trabajadora. La formación de
Coordinadoras Sindicales que engloben a las organizaciones de izquierdas,
asambleas populares, sindicatos, secciones sindicales, comités de empresas,
delegados de personal y comisiones internas coordinadas local, provincial y a
escala Federal, son fundamentales en esta tarea de reorganización, potenciación
y unificación del movimiento sindical.
7.19.- Porque mientras tengamos el Derecho de opinar
y quejarnos, pero que sean otros, como los grandes empresarios y banqueros, los
que decidan lo que tenemos que hacer, jamás habrá una auténtica
democracia, ni podremos avanzar hacia la
superación de modelo capitalista, sino que tendremos una fachada de aparente
democracia que esconde en realidad la
dictadura del gran capital. Necesitamos
una democracia auténtica, una democracia de la mayoría que somos los
trabajadores, pero basada, NO en funcionarios y burócratas, algunos de los
cuales han sucumbido ante la corrupción, sino en el control directo y
democrático de la gestión sindical, política, económica, social, ecológica y
cultural de la sociedad. Si los
trabajadores somos la mayoría, lo lógico es que la representación corresponda a
una “democracia de y para los trabajadores”, basada en la participación y el
control de la población por medio de comités y asambleas en cada centro de
trabajo, por barrios y en cualquier lugar donde se disputen tomar decisiones
que afecten al pueblo. Las tareas de la
gestión y administración de lo público no deben estar confiadas exclusivamente
a “especialistas” que se separan del pueblo, sino que deben ser ejercidas por
el conjunto de la población, incluyendo por ley la rotación en los cargos y
mandatos.
7.20.- El verdadero Socialismo es internacionalista
o no es nada, porque de lo contrario se convierte en un sucedáneo o en una
perversión, por lo cual, habría que compartir solidariamente estos métodos de
lucha, en un primer momento hacia los hermanos de Europa, pero también en
América Latina y el resto del mundo, buscando alianzas internacionalistas con
grupos afines, para hacer frente con más garantías a cualquier intento del
imperialismo por sofocar o impedir las legítimas y democráticas aspiraciones de
los pueblos a la transformación social y poder avanzar conjunta y decididamente
hacia un internacionalismo fraternal, como explicamos en el apartado 8) de este
documento donde planteamos el Federalismo y la Democracia como alternativa al
conflicto territorial, pero planificando en común en base a la democracia
social los enormes recursos productivos que nos ofrece el planeta en beneficio
de la mayoría de los seres humanos.
7.21.- Urgente y preciso es, que un nuevo Gobierno de los trabajadores
acometa con firmeza la iniciativa de recuperar la Memoria Histórica, que es una demanda de
Justicia para todos aquellos que lucharon y ofrecieron su vida con generosidad
y valor sin precedentes, contra el Golpe de Estado franquista y la defensa de
la República, la democracia y la libertad.
Cientos de miles de personas
fueron asesinadas, internadas en campos de concentración, encarceladas,
arrojadas al exilio o asesinadas en las cunetas en las que yacen todavía miles
de seres humanos, habiendo sido permanentemente reclamados por sus familiares
queridos, que se sienten frustrados y engañados tras 40 años de “democracia” y otros 40 de cruel
dictadura. Es inaplazable
legislar y dotar a los poderes del Estado de presupuestos suficientes
para, no solamente recuperar esa Memoria
Histórica y conseguir una Justicia y Dignidad nunca reconocida, como la recuperación y sepultura digna de los
cuerpos, sino para aprender de las
lecciones del pasado y reatar el nudo con aquella generación que murió en
defensa de la igualdad, la justicia y la libertad para poder construir una
sociedad mejor, por la que tenemos el deber de seguir luchando.
7.22.- Por ello, es más necesario que nunca la lucha
decidida por un Estado Federal, laico, republicano, socialista, plurinacional,
democrático y cooperativo, que camine al
unísono para fortalecer una Unión Socialista de los Pueblos de Europa, como
primer paso para la formación de una Confederación Socialista Mundial, para que
en un plano de igualdad, colaboración y apoyo mutuo entre todos los pueblos del
planeta, podamos avanzar hacia un mundo mejor, desterrando los enfrentamientos,
buscando con Respeto y Solidaridad la PAZ
y asumiendo el único camino de la democracia plena para resolver los
conflictos y se inicie el camino para eliminar las guerras y los
enfrentamientos nacionales que están abocados al exterminio de la
humanidad. Es preciso caminar en pro del
reparto equitativo de las riquezas para que la economía pase a estar al
servicio del género humano y no de unos cuantos cientos de multinacionales
dominadas por unos elementos que están destruyendo el planeta y que en el
fondo, no han sido elegidos democráticamente, sino por su “dictadura billetera”
para defender los intereses de sus amos, los poderosos banqueros y parásitos
del gobierno mundial en la sombra.
7.23.-
Con la participación activa y democrática de la mayoría de la población que es
la clase trabajadora en lucha por estos objetivos sociales, estaríamos en
condiciones de avanzar hacia una verdadera sociedad pacífica y democrática , donde,
una vez liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia debido a la
escasez a la que nos somete el capitalismo, y con los medios de producción bajo
control democrático de la mayoría de la sociedad, los trabajadores y nuestras
familias podríamos participar conscientemente en todas las decisiones
políticas, económicas, sociales, ecológicas y culturales de una nueva sociedad
basada en la ética, poniendo al ser humano en el fundamento de la economía y
ésta al servicio del conjunto de la Humanidad””.
ÁREA
DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
(*)
La persona que quiera recibir el texto completo del documento, puede
solicitarlo al correo de abajo, poniendo en asunto las palabras: “Por un Estado
Socialista y Federal”.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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