RESOLUCIÓN APROBADA POR LA ASAMBLEA DE IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA.(*)
El debate en el seno y fuera del Partido está siendo
amplio. Ha sido un clamor de las bases del PSOE, sobre todo de nuestra
corriente Izquierda Socialista, que como oposición de izquierdas estatutariamente
reconocida, viene reclamando tomar la palabra y que se nos tenga en cuenta y se
nos oiga. Hemos venido sufriendo durante años la censura, el ninguneo y el
silencio de la maquinaria de propaganda del gran capital (con la simpatía de
algunos cuadros del Partido) que han jugado sucio poniendo todo el aparato
mediático al servicio de una feroz campaña contra las ideas del genuino
socialismo y la verdadera democracia, que nuestra corriente viene defendiendo
para mantener los métodos, las ideas y el programa basado en el materialismo
dialéctico y en la lucha intransigente contra la corrupción, la impunidad y la
escasez de democracia que nos ha dejado la derecha de Rajoy en este “doble
bienio negro” de la legislatura que acaba de agonizar.
Es necesario hacer autocrítica, pues el amplio Pacto de
nuestra dirección entre socio-liberales y socialdemócratas mantenido en la
larga deriva hacia el neoliberalismo desde hace decena de años, se ha quebrado
al romperse por el surgimiento de un ala todavía más cercana al liberalismo por
un grupo de compañeros a los que la prensa ha bautizado como “barones y
baronesas”, que retan a la dirección encabezada por Pedro Sánchez, que ha
recibido presiones a través de una potente campaña de prensa,
Radio y TV, (e incluso en el Comité Federal), para
forzar un pacto con la derecha (tanto extrema, como moderada), que impida la
salida por la izquierda por la que las bases y nuestra corriente vienen
apostando, orientado a favorecer el giro a la izquierda mediante el rechazo a
las derechas.
La crisis económica, con su prolongada recesión, ha
desatado esta profundización de la crisis política, al quedarse el capitalismo
sin paradigma válido para ofrecer una salida digna para la clase trabajadora y
los sectores más empobrecidos de la sociedad. Recordemos que
cuando se produjo el colapso de la URSS, tanto los defensores del capitalismo,
como incluso la mayoría de los sectores socialdemócratas entonaron una marcha
triunfal, tragando el anzuelo del fin de la historia y de las bondades del
“liberalismo”, con la entrada en la Unión Europea de los Mercaderes, el
crecimiento económico continuo y la posibilidad de llevar a todo el planeta
hacia un horizonte de prosperidad y paz, habiendo resultado todo ello un
fracaso o una enorme estafa para la mayoría social pues ha ocurrido todo lo
contrario, pero los grandes estrategas del desaguisado nunca lo reconocerán.
Todos los crímenes del capitalismo, con sus guerras,
desfalcos, corrupciones, ataques al nivel de vida de las masas y otras barbaridades
han querido ser ocultadas tras las bambalinas y no pocos intelectuales, economistas
y estrategas a las órdenes de la burguesía entre los que destacan algunos con
históricas credenciales de líderes de izquierdas en su juventud, siguen
contribuyendo con entusiasmo a la causa a favor de la “Patria”, la
“Civilización Occidental” y el “pensamiento único”, empujando hacia un gobierno
de Concentración Nacional, (tome el nombre que le quieran aplicar),
anteponiendo una vez más los intereses del capital a los del trabajo.
Las corrientes socialdemócratas y socio-liberales
sucumbieron a las presiones del capitalismo, asumiendo la hoja de ruta que les
marcaba la Troika y fueron mayoría los que aceptaron desde la izquierda, de
forma acrítica, el discurso liberal, pensando que la lucha de clases ya no
existía, pero las movilizaciones del 15-M y su posterior cristalización en las
fuerzas emergentes, lo han refutado a través del voto el 20-D, trastocando el
mapa bipartidista derrotando sus teorías. Incluso algunos líderes de la
“izquierda emergente”, con la osadía propia, tal vez debido a ímpetus
juveniles, tal vez por ignorancia, tal vez por oportunismo, no han dudado en
enterrar una vez más el programa inicial del cambio, negándose a reconocerse
como de izquierdas o de derechas, confundiendo a la gente con los eufemismos de
“arriba y abajo” y el ínterclasismo, lanzando contra las ideas de la izquierda
acusaciones que entorpecen el necesario diálogo para avanzar en el
entendimiento de un programa común que dificulta el panorama para formar
gobierno.
Pese a toda la propaganda de los medios de comunicación,
insistiendo en que “España es la locomotora económica de Europa” y otras
entelequias, las masas y el número de parados y pobres creados por la política
de Rajoy, niega que el capitalismo sea el mejor de los mundos posibles, sino
que cada vez más gentes está llegando a la conclusión que este sistema
corrupto y degenerado tiene que ser sustituido por otro, si queremos conquistar
para la humanidad una vida para los trabajadores, que merezca la pena ser vivida
con dignidad, porque en realidad, el sueño utópico de los “reformistas sin
reformas” sobre el avance hacia el Estado de Bienestar dentro de un capitalismo
de rostro humano, se ha convertido en una cruel pesadilla, ante la situación de
desigualdad alcanzada y la cantidad de migrantes y refugiados que huyen del terrorismo
y las guerras ínter-imperialistas que causan millones de muertos, en esa
confrontación bélica por la hegemonía mundial de los imperialistas.
Más que nunca es importante una vez más que las ideas
del genuino socialismo, de la democracia obrera, de la autogestión, sean asumidas por una capa nueva de
jóvenes y trabajadores para luchar por una vida mejor. El arsenal teórico del
materialismo dialéctico de diferentes grupos de la izquierda, entre los que nos incluimos algunos sectores de la corriente Izquierda
Socialista, a pesar de las mentiras, distorsiones y calumnias del aparato de
propaganda de la burguesía, queriendo confundirnos con aquella caricatura que supuso
el estalinismo, nos hace luchar por el socialismo pues mantiene su vigencia y
necesita ser defendido por los trabajadores que luchan por el cambio social.
Nuestra corriente Izquierda Socialista hemos llegado
hasta aquí contando con el apoyo de unos pocos miles de adheridos y simpatizantes, que, con su entusiasmo,
abnegación, tenacidad e incluso pagando por luchar por nuestros ideales, hemos
hecho posible continuar en la lucha, reorganizando grupos de nuevos adheridos
allá donde hemos podido, aunque también ha existido una importante fuga hacia
organizaciones más a la izquierda, ante los errores cometidos por nuestras
direcciones.
Ahora ha llegado el momento de movilizarnos y pasar a la
acción, pues la situación favorable nos lo exige, dado el debate entre las
diferentes corrientes internas, (estén o no algunas declaradas), para apoyar y defender
con fuerzas el giro a la izquierda por el que venimos luchando.
Por todo ello hacemos un llamamiento a que te adhieras a
nuestra corriente y colabores en nuestras luchas y actividades por fortalecer
el ala izquierda del PSOE, entrando a formar parte de la corriente Izquierda
Socialista, para defender las ideas de la transformación socialista de la
sociedad. La lucha por el socialismo, sobre todo en momentos cruciales como los
actuales, no puede ser solo tarea de unos pocos dirigentes, sino que requiere
la participación activa de todos los trabajadores que nos consideremos
socialistas, para defender la profundización de la democracia y el genuino
socialismo como la mejor forma de garantizar que nos debemos a los trabajadores
y no al capitalismo. Nuestra lucha es claramente por el giro a la izquierda en
defensa del socialismo. Queremos contribuir entre todos, con un debate claro,
al rearme ideológico del Partido y avanzar hacia la unidad de la izquierda en
general, tanto política, social, económica, ecologista y cultural, porque otro
mundo no solamente es posible, sino más necesario que nunca.
(*) (Este
documento ha sido aprobado por la Asamblea General de Izquierda Socialista de
Andalucía celebrada en Huelva el pasado 12-3-16, junto con otros materiales y resoluciones: Seguiremos
informando).
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