Saludamos
positivamente cualquier medida en ese sentido, de defensa del Medio Ambiente
que anuncie nuestra Dirección a través del Secretario General, pero consideramos que no
solo “llega tarde” la desastrosa política reaccionaria que ha aplicado el
Gobierno PP en ese sentido y en lo referente a la política de recortes y
ataques al Estado de Bienestar, sino que
es también la Dirección de nuestro partido la que ha estado y sigue estando
bastante lenta y “llegando tarde” a entender la realidad y plantear soluciones
urgentes a la enorme cantidad de problemas que produce la crisis del sistema
capitalista a la clase trabajadora y a los sectores sociales menos favorecidos
a los que el Partido se debe, por lo que necesitamos dotar al partido de un
verdadero programa de izquierda, genuinamente socialista que ofrezca las
respuestas que la clase trabajadora y los colectivos afines están reclamando.
Baste
recordar la poca atención prestada por el ala oficial del Partido a las tesis
que hemos venido defendiendo desde Izquierda Socialista de Málaga, fruto de los
acuerdos tomados en la II Conferencia que sobre Cambio Climático, Ecología y
Medio Ambiente, celebramos en Torremolinos
y que presentamos al Partido y a la clase trabajadora en cada uno de los Foros, Asambleas y
Congresos donde hemos participado en los últimos años, sin que el Partido asuma
nuestros planteamientos. Incluso en cada
Comité Provincial y en cada lugar donde nuestra corriente ha estado presente,
hemos ofrecido a la militancia la Revista que editamos en el 2010, de la que insertamos un pequeño resumen del
capítulo IX que dice textualmente:
IX.- ES MÁS NECESARIO QUE NUNCA UN
CAMBIO DE MODELO DE SOCIEDAD PARA FRENAR EL CAMBIO CLIMÁTICO.
El
capitalismo, por su propia naturaleza es incapaz de dar soluciones definitivas
a un problema como el que se plantea del Cambio Climático, debido entre otras
contradicciones, a los intereses entre los capitalistas agravados por la actual
recesión económica mundial. Algunos delegados (…) describían la situación como
de confusa y desesperada por ser incapaces de llegar a ninguna posición de
acuerdo común progresivo.
La
demanda de los países pobres era que las potencias capitalistas avanzadas
donasen un 5 % de su P.I.B. para dedicarlas a medidas de protección del clima.
Pero la dificultad surgía porque las principales potencias no estaban
dispuestas a donar nada, porque han gastado ingentes recursos en tratar de
salvar del colapso a sus sistemas bancarios.
Como
consecuencia de ello han acumulado enormes déficit que tienen que sacar de los
bolsillos de los contribuyentes y tienen miedo a atacar al movimiento obrero
demasiado porque temen las convulsiones y las explosiones sociales que podría
provocar. Los capitalistas necesitan hacer recortes profundos en sus
presupuestos de gastos públicos, para intentar restaurar la tasa de beneficios
de sus complejos empresariales. La recesión mundial del capitalismo no permite,
con su modelo actual, ni siquiera mantener los niveles de gastos que venían
efectuando. No están dispuestos a invertir en mejoras sociales a medio y largo
plazo, que es lo que representan los gastos para mejorar el Medio Ambiente,
sino, que su objetivo es recuperar beneficios a corto plazo atacando a la clase
trabajadora, pero encuentran cada vez más resistencia entre las masas.
Existen
suficientes recursos, tanto humanos como materiales, tanto en ciencia y
tecnología como en capacidad industrial instalada, para combatir la polución y
los efectos desastrosos del sistema capitalista sobre el planeta en que
vivimos. Pero, el verdadero problema es que esos recursos son utilizados para
beneficiar a los ricos, que se niegan como siempre a recortar sus riquezas y
tesoros acumulados en paraísos fiscales y defienden con uñas y dientes sus
sacrosantos beneficios. El capitalismo se ha convertido ya, dialécticamente, en
un modelo de desarrollo destructivo que amenaza nuestras vidas y que pone en
peligro incluso la supervivencia de la vida humana sobre el planeta.
Albert
Einstein dijo una vez: “No podremos resolver los problemas que tenemos hoy
pensando de la misma manera que pensábamos cuando los provocamos”. Por tanto,
la solución a estos graves problemas ecológicos provocados por la aplicación
del “pensamiento capitalista” del lucro privado, no podrán venir nunca
aplicando el mismo modelo anárquico de la “libre empresa”.
La
humanidad necesita y depende del desarrollo tecnológico. La emancipación del
ser humano significa pasar del reino de la necesidad al reino de la libertad,
como dijo Marx y esto se logra inventando nuevos recursos técnicos que
reemplacen cada vez más tiempo de trabajo humano. Pero el desarrollo técnico
debe ser planificado y conducido de manera armónica y amigable con la
naturaleza.
Esto
lo entendieron perfectamente Marx y Engels, que desarrollaron el materialismo
dialéctico cuando las ciencias estaban dando sus primeros pasos, pero que ya
intuyeron los problemas a los que la humanidad se tenía que enfrentar. Marx, a
quien todos asociamos con la economía, estaba también preocupado por el
desarrollo de la agricultura. En El Capital, tomo I, denuncia cómo el ciego
afán de beneficio había agotado el suelo de Inglaterra lo que provocaba tener
que abonar los campos con guano importado de Perú.
Por
otro lado, el concepto que usaba para definir la relación del hombre con la
naturaleza a través del trabajo, era el del metabolismo: "El trabajo es,
antes que nada, un proceso que tiene lugar entre el hombre y la naturaleza, un
proceso por el que el hombre, por medio de sus propias acciones, media, regula
y controla el metabolismo que se produce entre él y la naturaleza. Se enfrenta
a los materiales de la naturaleza como una fuerza de la naturaleza. (...) A
través de este movimiento actúa sobre la naturaleza exterior y la cambia, y de
este modo cambia simultáneamente su propia naturaleza...".
Pero también Marx nos advierte en otra parte:
Pero
no nos alabemos en exceso por nuestras humanas victorias sobre la naturaleza.
Por cada una de ellas se toma la naturaleza su revancha contra nosotros. (...)
Se nos recuerda así a cada paso que en modo alguno dominamos la naturaleza como
domina un conquistador un pueblo extraño, como alguien que estuviese fuera de
la naturaleza; sino que con nuestra carne, sangre y cerebro pertenecemos a la
naturaleza, existimos en medio de ella, y toda nuestra supremacía consiste en
el hecho de que tenemos la ventaja, respecto a todas las demás criaturas, de
ser capaces de aprender sus leyes y aplicarlas correctamente".
La
mejor forma, sino la única de empezar a resolver el drama del calentamiento
global, es cambiando la forma de organización social y económica. La solución a
los acuciantes problemas del mundo sólo se puede lograr con un sistema
socioeconómico que esté bajo el control consciente de la gente. El problema no
es que haya un límite inherente al desarrollo, sino un sistema de producción
caduco y anárquico que despilfarra vidas y recursos, que destruye el medio
ambiente y que impide el pleno desarrollo del potencial que existe en la
ciencia y la tecnología.
La
lucha por el socialismo es también una lucha por el respeto al medio ambiente.
Nosotros defendemos que el movimiento obrero organizado en sus sindicatos de
clase y partidos de izquierdas tenemos que coger con nuestras propias manos la
lucha para poner fin a la destrucción del medio ambiente a la que nos arrastra
el sistema capitalista, corrupto, degenerado y decadente.
Consideramos
que la mejor alternativa es la lucha por una sociedad libre de toda opresión,
donde la producción esté planificada democráticamente por los propios
trabajadores, para resolver la cuestión social y los problemas de la humanidad,
pero para ello la economía debe estar dedicada no para aumentar los beneficios
de una minoría que son los capitalistas, sino para satisfacer las necesidades
de la mayoría que representamos la clase trabajadora y los pobres.
Con
una planificación científica podríamos utilizar de una manera racional y
apropiada los recursos de la naturaleza en beneficio de la humanidad en su
conjunto. Entonces sería cuando la ciencia y la tecnología encontrarían su
mayor campo de desarrollo aplicando todos los enormes avances conseguidos en
los últimos decenios.
Tenemos
algunas discrepancias con algunos sectores “ecologistas” cuando plantean que la
defensa del medio ambiente entra en contradicción con el desarrollo de las
fuerzas productivas. Esa falsa idea de que es preciso un modelo social
“austero” está calando y es aceptada por algunos “progres”, algunos
“reformistas”, algunos “social liberales” que han tragado el anzuelo del
discurso de la clase dominante. Pero para los que seguimos luchando por el
bienestar social, por el aprovechamiento de la ciencia y del conocimiento, así
como para que la economía sea puesta al servicio de la humanidad, el mundo de
la abundancia es posible, pero superando el sistema capitalista y poniendo las
bases para la transformación socialista.
Con
los recursos económicos socializados y gestionados democráticamente al servicio
de todos, el crecimiento de la producción, la introducción de la ciencia y la
robótica en las empresas de economía social y democráticamente gestionadas,
podrían resolverse los problemas del conjunto de la población del planeta,
incluyendo una defensa científica del medio ambiente, a condición de que nos
liberásemos del sistema que busca el máximo beneficio para unos pocos.
En
un sistema de economía socialista planificado democráticamente, el crecimiento
del bienestar económico y social iría estrechamente vinculado a la defensa de
los recursos del medio ambiente y a la conservación y regeneración de la
naturaleza.
Por
desgracia vemos que algunos partidos que se dicen “verdes”, que dicen defender
los principios del ecologismo y que dicen actuar para combatir la degradación
del medio ambiente, en la medida que son defensores del libre mercado, que se
quedan dentro del marco capitalista aceptando sus reglas, se convierten
irremediablemente en colaboradores necesarios y agentes directos o indirectos
de la burguesía, sean conscientes o no de este hecho.
Hemos
visto ya a demasiados partidos “verdes” que han sucumbido y renunciado a su
programa ecologista en beneficio del realismo político. Por ello, tenemos que
sacar una conclusión clara: “La lucha por la defensa del medio ambiente, por el
ecologismo y contra el cambio climático y contra la aniquilación de la
humanidad a manos del capital, es la lucha por un programa auténticamente
socialista, que ponga los recursos al servicio de la Humanidad”.
Para
ello, desde Izquierda Socialista de Málaga-PSOE, te invitamos a que te unas a
la lucha colaborando con nuestra corriente de alguna forma y nos comprometemos
a seguir luchando, junto con las propuestas y programas que hemos reflejado en
la Revista que editamos, donde se recopilan como documento a debate que hemos
presentado con el título, “ALTERNATIVA PARA LA CLASE TRABAJADORA ANTE LA CRISIS
CAPITALISTA” (*), las propuestas que plantean la lucha por un programa
auténticamente socialista que sirva para salir de la crisis por la izquierda a
la que aportamos las que defendemos a continuación, para seguir luchando
“Contra la destrucción del medio ambiente”:
1)
Fuerte
incremento de los presupuestos destinados a financiar fuentes de energías
alternativas.
2)
Nacionalización,
sin indemnización salvo en casos de necesidad comprobada, bajo control obrero
de los grandes monopolio energéticos.
3)
Plan
anticontaminación estatal para eliminar la contaminación producida por la
industria. Las inversiones a cargo de los propietarios y, en caso de que se
nieguen, nacionalización bajo control obrero.
4)
Control
de todos los planes de urbanización y obras públicas por parte de
organizaciones obreras y ecologistas para evitar la destrucción del medio
ambiente.
5)
Programa
estatal que, en fases sucesivas, a corto (cinco años), medio (diez años) y
largo (veinte años) plazo planifique una masiva transformación del entorno
natural, concretado en una repoblación forestal basada en estudios científicos,
regeneración total de las aguas, etc., observando un esfuerzo especial en
aquellos temas más acuciantes: especies en peligro de extinción, zonas
desérticas.
6)
No
a las centrales nucleares! ¡Cierre inmediato garantizando un empleo alternativo
a sus trabajadores! No al pago de compensaciones por la moratoria nuclear”(…).
(*) NOTA: Cualquier
persona que quiera recibir gratuitamente los textos de la Revista mencionada, donde
se plantea a debate, no solo estas medidas de los 6 puntos del Capitulo IX sino
incluso un programa genuinamente socialista por el que merece la pena seguir
luchando, puede solicitarla al correo de abajo poniendo en asunto las palabras
“Cambio Climático”:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
El capitalismo, es cierto que nunca a dado solucion a nada salvo a la iglesia,banca,empresarios y cuerpos represivos, pero los socialistos tampoco han hacho nada por la clase obrera.
ResponderEliminar