4 de octubre de 2013

MENTIRAS “RADIACTIVAS” DE RAJOY:

Desde Fukushima (Japón) el Presidente Rajoy nos bombardeaba ayer jueves 3 de octubre,  con otra andanada de “mentiras radiactivas” declarando que “el temor sobre la zona es infundado” y que “confía en que su visita contribuya a disipar esos miedos”, lo cual no se ajusta a la verdad como demostraremos si continúas leyendo.   

Las palabras pronunciadas por Rajoy chocan contradictoriamente, cuando al mismo tiempo, la EMPRESA TEPCO que es la operadora en la catástrofe de contaminación radiactiva de Fukushima, anuncia otra nueva fuga de agua radiactiva que contiene una concentración de sustancias contaminadas por radioactividad de 200.000 becquereles por litro, cuando el límite legal permitido es de 30 becquereles por litro.

La nueva filtración contaminante se ha producido porque el tanque de almacenamiento del líquido utilizado para enfriar los reactores está colocado en pendiente, lo que facilitó su desbordamiento, después de que los empleados que se juegan la vida para intentar aminorar el impacto medioambiental, lo utilizaran equivocadamente por los errores de planificación de los Jefes, que actúan de forma descabellada sin encontrar soluciones definitivas.

El peligro está siendo enorme y se complica  cada día mas, dado que los últimos informes explican que de los 1.000 contenedores aproximadamente con los que cuenta la empresa TEPCO en esa central, para almacenar el líquido radiactivo derramado por la catástrofe, existen 350 de ese modelo defectuoso que fueron fabricados de forma precipitada y más económica, sellados con resina para unión de juntas en vez de con soldaduras resistentes como debiera haber sido, por la precipitación cuando se produjo el accidente nuclear de 2011.

Como explicamos a través de la Revista  “Cambio Climático” editada por nuestra corriente Izquierda Socialista, cuyas tesis fueron debatidas y aprobadas en la Conferencia de Torremolinos: (1)  “ Viene existiendo una lucha implacable de intereses que son defendidos por las grandes empresas responsables de estas centrales, que  impiden que otras formas de energías alternativas como la solar o la eólica, más limpias y baratas, se puedan desarrollar con la celeridad que las nuevas tecnologías lo puedan permitir. Hay estudios serios de especialistas independientes que indican que la energía eólica, la solar, la mareomotriz y la producida a base de hidrógeno podrían ya producir casi la totalidad de la electricidad mundial, pero los grandes monopolios y las multinacionales petroleras  presionan  y condicionan las políticas energéticas de los gobiernos para que no inviertan recursos en el desarrollo de esas fuentes energéticas alternativas.
                    
                          
Hemos visto recientemente la expansión en el Estado español de las centrales térmicas de ciclo combinado, que son también altamente contaminantes como las de carbón, responsables de un 98% de las deposiciones atmosféricas de mercurio y otros residuos contaminantes.  Se continúan fomentando los proyectos de construcción de centrales de gas que también son contaminantes y que demuestran la falta de una planificación científica de los recursos energéticos y una clara apuesta por disponer en el menor plazo posible de una  utilización de energías alternativas no contaminantes, (…) que en el fondo existe un freno del capital privado  que demuestra la subordinación de cualquier gobierno por muy progresista que se precie, a los intereses del capital que favorecen en materia energética los intereses de las grandes compañías del sector y perjudica a los ciudadanos.


Esto quedó demostrado, como un ejemplo cruel, en el accidente producido en Aznalcóllar, el 25 de Abril de 1998, cuando una enorme riada de lava tóxica inundó el valle del Río Guadiamar y contaminó parte del Parque de Doñana.   La empresa sueca Boliden ha estado años litigando con la intención de no pagar un euro, para eludir el pago de los daños, que por otra parte son realmente incalculables, pues la balsa, que albergaba millones de litros de barro con un contenido alto de metales pesados y elementos tóxicos, causó uno de los desastres ecológicos más grandes de la historia de Andalucía. Más de 80 kilómetros de cauces quedaron afectados y cerca de 5.000 Ha de terreno de los municipios colindantes fueron envenenadas. Más de siete millones de metros cúbicos de lodos, que contenían zinc, cadmio, arsénico, cobre y otros productos contaminantes fueron retirados, así como una mortandad de más de 30 toneladas de animales muertos se dieron como saldo aproximado en los primeros momentos.


            La impunidad con la que actuó la  empresa , produjo un enorme escándalo en la población que rechazaba y no comprendía,  cómo salían absueltos por los tribunales de justicia algunas de las denuncias, que evitaban el pago de sanciones. Los Juzgados de Sanlúcar la Mayor y la Audiencia de Sevilla, archivaron denuncias contra la empresa y los responsables del Ministerio de Medio Ambiente no estuvieron a la altura que el momento requería, porque en situaciones como esas, de claro ataque a la salud de la Humanidad, un gobierno como el de la Junta, que se dice socialista, tendría que haber actuado Políticamente, y no solo Judicialmente, decretando la Incautación de los bienes de la empresa, por ejemplo, para garantizar que la misma no se fuese de rositas, como es lo que  ocurrió, pues la actuación judicial fue confirmada por el Tribunal Constitucional que acabó archivando definitivamente la causa de los dos juzgados mencionados. 


Otro aspecto todavía más increíble es que los tribunales también  desestimaron las demandas civiles que habían sido presentadas por el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía, que exigieron el pago a Boliden de 150 millones de euros, cuando, nada más que en las obras de reparación del desastre, llevaban gastado ya unos 250 millones de euros y algunos técnicos calcularon que se pudo superar los 500 millones, lo que indica un robo descarado al pueblo andaluz, que a través de sus  impuestos está teniendo  que saldar los gastos producido por la negligencia de esa multinacional, dinero que sale del bolsillo de los más pobres.


Tanto este desastre como otros,  (…) ponen de manifiesto de forma clara y meridiana, los abusos o la complicidad que existe entre las grandes empresas y las instituciones estatales, dentro del sistema burgués de los capitales, cuyos gobiernos y la propia justicia, incluyendo todo el aparato legal, respaldan de una manera u otra al capitalista en todos los terrenos, también cuando se producen destrucciones del medio ambiente y no solamente cuando actúan en la explotación directa de la clase trabajadora(…).

El capital privado lleva en la sangre la corrupción y el desprecio por los intereses de la población. Las empresas privadas hacen negocio hasta con las desgracias ajenas.  Todo eso es producto del propio sistema capitalista cuyo fin es el sacrosanto beneficio y que cada día provoca peores resultados para la humanidad. (…)””

A pesar de esas amargas experiencias nucleares que han sembrado de cadáveres inocentes a demasiadas zonas del planeta,  muchos gobiernos, con apoyos de partidos políticos e incluso de algunos ciudadanos, siguen defendiendo la energía nuclear y no se deciden por inversiones fuertes en energías limpias. Esa estrategia tiene una explicación basada en el razonamiento de que las grandes industrias energéticas dependen de los planes que son impuestos por ser dependientes de las políticas marcadas por el Pentágono. Contradictoriamente, el Protocolo de Kioto, que teóricamente trató de prevenir el calentamiento de la Tierra y luchar contra la contaminación,  no había sido firmado por los EEUU, ni se cumple apenas por la mayoría de los países, habiendo sido mercantilizado de tal manera el intento de cumplimiento, que se compran y se venden al mejor postor las cuotas de contaminación que cada país tiene asignada. Lo cual denunciamos como una farsa colosal que pone sobre el tapete la hipocresía de la burguesía (…).


“Los estados empobrecidos, que son la inmensa mayoría, ven violados sus derechos en esa inmensa farsa de “Democracia Burguesa”, dominados por cuatro o cinco superpotencias que solamente representan los intereses del “Gran Capital”, y que dejan reducidos al resto a ser colonias económicas o protectorados políticos nuevamente, no ya de una potencia de Europa o de EEUU en concreto, sino de su personificación colegiada y abstracta del “capital financiero globalizado”, el crudo Capital salvaje.  Se les condena a que no pueden hacer otra cosa, (si sus pueblos no luchan), que ir reduciendo sus posibilidades de vida civilizada y retrocediendo hacia la barbarie. Algunas de sus poblaciones, caen incluso por debajo del nivel de proletarización, viéndose reducidas a la más profunda esclavitud que los hunde en la pobreza extrema.  La Madre Naturaleza, en cuanto a objeto de “ultra-explotación” y depredación sin control, va desapareciendo por medio de la deforestación, la desertificación, la reducción drástica de su biodiversidad, la contaminación y, en todo caso, la incapacidad de aires, suelos y aguas para sostener una vida humana de sus respectivos pobladores en el próximo futuro, con la terrible amenaza de los accidentes y las guerras químicas, bacteriológicas y nucleares con las que nos amenazan, pues el capitalismo, con su voracidad de beneficios está destruyendo el planeta.(…)”” 

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

(1)   Algunos párrafos que siguen son extractos de la Revista mencionada que puede ser recibida gratuitamente por cualquier lector que la solicite a la dirección de abajo, poniendo en asunto las palabras “Cambio Climático”.






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