21 de octubre de 2013

DEMOCRACIA, SI; PERO… ¿ES ESTO DEMOCRACIA?

La “democracia burguesa” prostituye el concepto de la verdadera democracia porque es un procedimiento que procura legitimar la lógica de la clase dominante con el objetivo de que, las organizaciones políticas, con su estructura de poder al servicio del lucro privado del capitalista, pueda continuar funcionando de forma tal, que las multinacionales imperialistas sigan explotando en beneficio de una ínfima minoría, al pueblo trabajador.

Mientras que exista el capitalismo, la lucha de la burguesía por incrementar sus beneficios, aumentando el grado de explotación, bien prolongando la jornada laboral o los ritmos de producción del trabajador y éste viéndose forzado a hacer lo contrario será una constante que agudizará  la lucha entre las clases.

La revolución científico-técnica con los adelantos de la robótica perfeccionada, los complejos de máquinas herramientas automatizadas y el desarrollo de la productividad, han creado un paro estructural crónico que Engels llamó “ejército industrial de reserva de mano de obra” que empuja a la baja los salarios.

Eso provoca que en la sociedad capitalista la falta de trabajo sea una de las causas más claras, con el paro y la miseria que genera la ociosidad forzosa, que causa una degeneración y deformación incluso intelectual, con desequilibrios mentales por el estres y la amargura de no encontrar trabajo.

La tortura del paro se abate sobre el trabajador que se ve incapaz de encontrar un puesto de trabajo donde poder ganarse el sustento. El paro se ha convertido en la mayor tortura que impone el capitalista contra la clase trabajadora, por lo que, los trabajadores no podemos ser “imparciales” porque formamos  “parte”  de la clase que es explotada por este sistema que ampara y defiende al grupo de los ricos y poderosos de la que la burguesía forma la otra “parte”.

Algunos teóricos, cuando comenzó la crisis empezaron a hablar de la necesidad de un capitalismo de “rostro humano”, pero eso se ha demostrado totalmente imposible porque el capitalismo no admite reformas que perjudiquen sus intereses, ya que la lógica del capitalismo es explotar a los asalariados, que es la clase donde obtiene las plusvalías que son sus ganancias y no puede hacer girar la rueda de ese engranaje al revés.

Incluso los estrategas de la burguesía, con su gran capacidad de conocimiento en economía de los sesudos premios Nobel y numerosas universidades produciendo un torrente de licenciados en gestión empresarial, gerentes, comercio internacional y otras especializaciones económicas, comprueban con gran zozobra que el capitalismo es como un barco a la deriva, cuyas crisis cíclicas ponen al modelo, una vez y otra, al borde del abismo, como hemos visto a EEUU varias veces desde la crisis del 2007, donde el libre mercado colapsó.

El capital financiero se ha separado del capital industrial y comercial productivo, se ha subido sobre los hombros de la pequeña y mediana empresa que se sustenta en las piernas del obrero y no cumple la función principal como debiera ser aportar financiación a la economía real, pasando toda la riqueza al plano especulativo, como demuestran los datos que a continuación se detallan:  Solamente 737 entidades bancarias y financieras a escala mundial controlan más del 80 % del valor de las 43.000 multinacionales más potentes: y un reducido grupo de 147 entidades controlan el 40 % del valor económico financiero de toda la riqueza del planeta.

En el Estado español el número de ricos creció en 2012 un 5,4 % siendo ya 144.600 individuos los que se consideran multimillonarios, mientras que el paro está en torno a los 6 millones y el número de pobres ronda los 12 millones de personas.  Las rentas del capital suben 3,6 puntos mientras que las rentas del trabajo caen un 5,2 %, (PIB) cuando el mentiroso del Ministro Montoro sigue insistiendo en que los salarios están subiendo.

Al mismo tiempo, la ofensiva del PP y la CEOE contra el pueblo es inaguantable librando una batalla constante para eliminar derechos laborales conquistados por la clase trabajadora. Esos derechos lo han conquistado nuestros padres y abuelos mediante una dura lucha obrera y así tenemos que defenderlos nosotros, por dignidad de clase, porque la única moral actual de la burguesía es el egoísmo y el ansia del lucro privado que exigen los capitalistas, que solo hablan para que sigan los recortes salariales y presupuestarios que llevan nuestro poder de compra a situaciones ruinosas.

Cada vez más ciudadanos, incluidos los propios votantes del PP, han comprendido ya que la política económica del PP beneficia y está al servicio de los banqueros privados que han sido los culpables de la especulación y la corrupción  galopante sobre la que cabalga la desbocada economía liberal-capitalista.  Al gobierno de Rajoy no le tiembla el pulso para tomar decisiones crueles de recortes, como los recientes en sanidad, que acortan la vida a los enfermos  de cáncer, mientras groseramente su bancada aplaude esas medidas inhumanas.

Con esas medidas las instituciones burguesas están cada día más desacreditadas ante la clase trabajadora que tendrá que luchar por una alternativa, ya que el gobierno del PP  está al servicio y recibe órdenes desde los despachos de los fondos de inversiones, la Troika  y de los Consejos de Administración de la gran banca, despreciando olímpicamente los intereses del pueblo.

La cruda realidad de esta crisis capitalista niega con tozudez las supuestas maravillas del libre mercado que suena como una machacona mentira en boca del PP y sus voceros, que nos intentan sacar de la crisis a base de repetir hasta el infinito, la mentira de que estamos saliendo de la crisis, cuando en realidad es la Banca la que aumenta sus beneficios un 67 % y el IBEX-35 que crece un 19 %, o sea los grandes capitalistas, los que se siguen forrando con la especulación y el pago de intereses astronómicos, que representa un trasvase colosal del bolsillo de los trabajadores, la pequeña burguesía y los menos favorecidos  a las arcas de los poderosos y ricachones.

Para un trabajador, un parado, un ciudadano con rentas bajas como los pensionistas, la vida se consume en una actividad o falta de ella que le ofrece poco sentido a la vida, porque en la mayoría de los casos se convierte en un tormento.  Si eres un asalariado, el producto de parte de tu trabajo te es arrebatado por otra persona, para la cual tú no eres más que un factor más de la producción y sientes en realidad que estás sobre-explotados mientras otros se reparten los “sobres extras” del dinero que la clase trabajadora produce, mientras que cada vez hay menos trabajo.

Para que haya trabajo para todos es necesario repartirlo, racional y científicamente, planificando la economía al servicio de los trabajadores y eso la lógica del capital lo impide, existiendo un modelo alternativo al sistema que es la democracia obrera y el genuino socialismo.

Cuando la clase trabajadora abandone la apatía y la “alienación mental” en la que nos ha sumido la propaganda de la clase burguesa dominante  y se levante masivamente con toda su fuerza, entonces, bajo la lucha masiva, unitaria y bien organizada de la clase trabajadora y con una dirección firme que nos marque el camino en defensa de un programa genuinamente socialista, para nacionalizar la banca y las palancas fundamentales de la economía y ponerlos  al servicio de la mayoría que es la clase trabajadora, bajo un nuevo modelo de “democracia obrera”, la verdadera democracia del pueblo trabajador, el capitalismo tendrá los días contados.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com






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