El
sistema capitalista es un modelo de producción y reparto que se basa
principalmente en la explotación de los seres humanos. Su objetivo es el lucro
privado de los dueños del capital. El socialismo tendrá como objetivo “la
satisfacción de las necesidades humanas”.
El capitalismo en su fase juvenil fue revolucionario porque necesitaba
luchar por superar al sistema medieval. Aunque
en algunos países su surgimiento pudo ser algo menos violento y espontáneo a
partir del desarrollo de las fuerzas productivas, en la mayoría de los países
se implantó de forma violenta a través de revoluciones burguesas, golpes de
estado, invasiones y demás atrocidades.
El
sistema capitalista no requiere necesariamente la intervención consciente y
planificada del sistema de producción, sino que actúa de forma anárquica para
regular la oferta y la demanda de productos y servicios que se realiza por
tanto deforma traumática a través de una feroz competencia. La forma de
funcionamiento es similar a un hormiguero, es decir que actúa de forma ciega y
automática. Esto se lleva a cabo de forma caótica y a veces convulsiva, con
crisis cíclicas constantes cada vez más profundas y peligrosas para los
trabajadores, que son producidas por la competencia de intereses de los
diversos propietarios, que desembocan en ataques sociales, confrontaciones
comerciales, guerras y enfrentamientos
sangrientos.
Este
método de producción se vuelve cada vez más inhumano, derrochador, ineficiente e
injusto para la clase trabajadora, creando paro y miseria estructurales que
provocan gran sufrimiento para los seres humanos que son explotados. El capitalismo, en su fase imperialista
multinacional en la que se halla, No es capaz de superar las contradicciones
principales en las que se encuentra inmerso, siendo las fundamentales la
propiedad privada de los grandes medios de producción y las fronteras
nacionales, por lo cual, se ve forzado a actuar fuera de control, como un auto
que marcha pendiente abajo sin frenos y sin conductor.
Para
que las fuerzas dislocadas del capitalismo actúen no hace falta ningún plan, ni
control, ni comprensión, ni discernimiento, según la doctrina liberal a la que
se somete, solo implica confiar en aquella “mano invisible” de la que habló
Adam Smith, que significa “dejar hacer y dejar pasar” y con eso y atacando a
los más pobres, quieren arreglarlo todo,
pero en realidad lo que produce son grandes catástrofes cuando las crisis
cíclicas se precipitan hacia el abismo de la recesión y se corre el grave
peligro de entrar en una depresión económica.
Por
el contrario, una sociedad socialista, democrática, moderna, avanzada y
planificada científicamente, donde se ponga como objetivo el bienestar de los
seres humanos y la satisfacción de sus necesidades, ese nuevo sistema socialista sería
diametralmente diferente a este capitalismo decadente y senil que está provocando
una enorme insatisfacción en el género humano.
Como
hemos dicho, este modelo de socialismo democrático, a diferencia del brutal
modelo opresor y explotador que significa el capitalismo, requerirá el control
y la administración consciente de los procesos productivos por parte de la
clase trabajadora organizada en sindicatos de clase, asociaciones sociales y
partidos políticos que defiendan de forma mayoritaria claramente un programa de
transición que supere al capitalismo, erradicando la idea utópica que mantienen
algunos reformistas de que es posible realizar el socialismo “dentro del
capitalismo”.
El
socialismo, como quedó demostrado en los antiguos países de la extinta URSS y
similares, aquella economía estatalizada
quedó deformada y era gestionada
burocráticamente; no funcionó ni podría
funcionar sin la intervención democrática y consciente por parte de la clase
trabajadora que debe controlar y administrar los procesos productivos. La democracia obrera, la democracia social,
económica y política es totalmente imprescindible para avanzar hacia el
socialismo.
La
transición al socialismo es cualitativamente diferente a la transición de una
dictadura a una democracia burguesa, porque solamente podría llevarse a cabo a
través de una lucha masiva del movimiento consciente de la clase trabajadora,
que requiere direcciones firmes y claras que tangan perspectivas y proyectos
programáticos correctos, adecuados y que sean asumidos, defendidos y
llevados adelante en beneficio y por los propios trabajadores.
El
socialismo es democrático, solidario, internacionalista y humano o no es nada
más que una ilusión. Durante el período
de transición entre el sistema capitalista y el inicio de la base hacia la
construcción del socialismo, es necesario la nacionalización y gestión de la banca, la industria pesada y
sectores claves de la economía, junto con los grandes latifundios, así como el
control del Estado que deben descansar firmemente en manos de la clase
trabajadora organizada, unida y bajo su control democrático.
Es
preciso para ello un alto grado de participación de las masas en las tareas de
administración y control del Estado, eliminando los secretos bancarios y
empresariales para erradicar la corrupción y los despilfarros. El control
obrero de la gestión debe ser permanente porque solo de esa manera será
posible acabar e impedir que surja o que
se reproduzca el surgimiento de una casta burocrática, por lo que es necesario
implantar la rotación de cargos públicos y un sistema de igualación de los
salarios que no deberían ser más de cuatro veces a uno, como quería Pablo
Iglesias, para iniciar ese movimiento
hacia la igualdad para avanzar hacia el genuino socialismo, que deberá
representar una forma superior de sociedad que satisfaga las aspiraciones
legítimas de la clase trabajadora y sus necesidades, que se caracterizará por
la lucha contra la explotación, la coerción y la opresión y donde se alcance la
extinción y superación del modelo monstruoso que ha llegado a ser en la
actualidad el sistema capitalista.
¡¡Organízate
y lucha por un mundo mejor¡¡
¡¡Por
la democracia obrera y el socialismo genuino¡¡
¡¡La
lucha sirve, la lucha continúa¡¡
ÁREA
DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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