El saqueo de los
recursos de los países empobrecidos por las multinacionales, es la causa
principal de la miseria, el hambre y la explotación que sufren los pueblos. En países pobres las multinacionales abusan del
trabajo del obrero e incluso infantil
para producir lo que nos venden, obteniendo
con ello unas enormes plusvalías manchadas de sangre humana. Los datos son
aterradores: más de un millón de niños
asesinados, seis millones de heridos, decenas de millones de refugiados, a causa de guerras de rapiña capitalista. Ese es el sombrío panorama que ofrece este
modelo en el llamado Tercer Mundo, que ya ha empezado a llegar a éste,
donde la situación alcanza también aquí situaciones
de pobreza realmente alarmante donde existen en nuestro país en torno a 13
millones de personas abocadas a la pobreza y algunos pasando hambre, en torno a 6 millones de parados con
un 27 % de tasa de desempleo.
Las condiciones
objetivas para el genuino socialismo existen desde hace tiempo, pero las
direcciones de las izquierdas no están a la altura de las circunstancias y se
niegan a encabezar una lucha firme contra este modelo capitalista caduco,
corrupto y degenerado. Pero los
trabajadores estamos entendiendo que la socialdemocracia ha gestionado este
sistema, pero no es Socialismo, como tampoco lo era el modelo burocrático y
dictatorial de la URSS.
La propia clase
dominante está dividida entre Halcones y
Palomas desde hace tiempo. Los
duros “halcones” ultra-liberales insisten en seguir recortando y atacando a los
trabajadores y los estrategas más inteligentes les advierten que por ese camino
se producirán levantamientos y explosiones sociales. Por otra parte los
“palomas” prefieren una política de incentivos a la producción de tipo
keynesiana, pero eso les lleva a déficit impagables, poniendo en riesgo la
economía, con posibles explosiones de nuevas burbujas que se producirán, que
también acarrearán desestabilizaciones, luchas y explosiones sociales. Las dos alas del capitalismo tienen razón,
porque en realidad hay poco margen de salida de la recesión ya que el modelo
está agotado y la lucha por el socialismo estará a la orden del día.
Ante este panorama, los
sindicatos mayoritarios que están
secuestrados por el poder, siguen intentando infructuosamente el pacto social
siendo casi imposible, si no se someten a los dictados de la Troika. Atrapados entre las imposiciones de la
patronal y la fuerza de la clase trabajadora, que lucha contra los ataques y
recortes, porque la experiencia aconseja
que la forma de parar esa ofensiva patronal y gubernamental debe hacerse a base
de luchas y con voluntad decidida de transformar el sistema, de acuerdo con la
experiencia histórica.
Debido a las presiones
en todos los países, la Confederación Europea Sindicatos (C.E.S.) exige el fin de la austeridad y
convoca movilizaciones entre el 7 y el 15 de junio. Con una situación de paro masivo y estructural
de la juventud en torno al 55 % es imposible resolver el problema del desempleo
bajo el capitalismo. El enemigo del
trabajador y de su lucha, no es solamente la Patronal y el Gobierno de derechas
del PP, sino que algunos comentaristas se aprovechan de los errores de la socialdemocracia y el
estalinismo para ensuciar el nombre del socialismo, lo que está provocando una
peligrosa apatía en cuanto a la capacidad de organizarse por parte de las
masas.
La escasez, el paro, el bajo consumo, el hambre y la miseria
creciente en los sectores menos favorecidos es el resultado del reparto injusto
de la riqueza creada bajo el sistema capitalista, que la socialdemocracia en
sus épocas de gobierno fue incapaz de resolver definitivamente. Los estrategas
más conscientes y honestos del capitalismo, aunque sea por puro egoísmo, avisan del peligro de la desintegración social
del modelo burgués si se continúa por el camino de la pauperización creciente
de las masas.
Esta es la prueba más
concluyente de que, en términos evolutivos, bajo el capitalismo, el llamado
Estado de Bienestar está en quiebra y necesita un recambio global, que no puede
ser otro que el Genuino Socialismo. Por otra parte el "Estado de
Malestar" y de cabreo no afecta ya solamente a la clase obrera y los
pobres, también afecta de forma
progresiva incluso a las clases medias y a la propia clase dominante, que se desesperan ante la
falta de alternativa a corto plazo. El
problema es el capitalismo que empobrece a las masas, esclaviza a la infancia y
la juventud, aumenta la explotación y la pobreza a la vez que prepara con la
experiencia adversa de la clase trabajadora, un aceleramiento del proceso
molecular de toma de conciencia de las masas.
En el plano
medioambiental y ecológico, en su loca carrera por el lucro privado, las multinacionales
están poniendo en peligro la vida humana porque se encaminan a arrasar el
planeta, donde empezamos a observar las primeras consecuencias del “Cambio
climático”. La recesión está sirviendo a la clase
dominante imperialista y al PP en el Estado, de coartada para incrementar el
grado de explotación a través de campañas de miedo y exigiendo resignación pero
no lo consiguen, porque el hambre y el paro son malos consejeros.
Las masas están ejerciendo
sus músculos en la lucha social y están dando ejemplares batallas masivas y No
Violentas, con el 15-M, el 25-S, el 14-N,Las Mareas, la PAH y otras plataformas, demostrando que podemos organizar la sociedad
de otra manera, más democrática, más participativa, más humana, buscando el bien común y no los insultantes
beneficios de un puñado de banqueros y especuladores. Queda sobradamente
demostrada la disposición de los trabajadores a luchar por defender nuestros
derechos, pero falta una dirección firme,
unida y mejor organizada que ofrezca confianza en la victoria.
A través de la
experiencia de las luchas las masas aprenden que los derechos de la clase
trabajadora se conquistan a base de luchas y con voluntad decidida de
transformar y modificar progresivamente (o con saltos bruscos) las condiciones de vida, de trabajo e incluso
el propio sistema que ya no sirve. La
idea que nos vende el PP de que no se puede hacer otra cosa es falsa de
principio a fin. SI SE PUEDE, la fuerza
está en la calle, pero se necesita organizar un fuerte movimiento de oposición
social desde abajo para dar la batalla por cambiar este capitalismo corrupto y
degenerado.
Existen millones de
razones para luchar: es preciso coordinar las movilizaciones, realizar campañas
informativas, preparar bien las huelgas,
debatir propuestas económicas, plantear
reivindicaciones sociales claras y participativas, hay que explicar que la
lucha sirve y que debe ser sostenida en el tiempo y unificadas masivamente. Los trabajadores conscientes debemos oponernos
con todas nuestras fuerzas a los ataques del PP. Si no preparamos pronto la Alternativa, la
posibilidad de revueltas de masas, demasiado inquietante para los ricos, pero
con un cierto peligro si las padecemos con una dirección incorrecta, será un hecho que tendremos que tener
previsto porque no tenemos todo el tiempo del mundo.
La batalla se va a dar
inevitablemente en el aspecto sindical, pero también en el político. Existe una
apatía hacia los sindicatos y partidos mayoritarios
porque muchos afiliados han perdido la confianza en sus direcciones. Se puede
dar la batalla en los dos frentes, el externo y el interno. Nosotros los afiliados a los sindicatos
clásicos que queremos un giro a la izquierda para que las direcciones hagan un
sindicalismo más firme, de lucha, democrático, participativo y combativo, debemos dar la
batalla en el seno de UGT y CCOO para transformar ese sindicalismo de “paz
falsa”, por el que necesitamos en estos
momentos la clase trabajadora.
Necesitamos un nuevo
modelo sindical basado en la movilización, en la democracia desde la base y en la defensa
firme de un programa que unifique a los trabajadores y la juventud y vincule,
ante el Primero de Mayo que celebraremos la próxima semana, el rechazo de todas
esas “mareas” en contra de los ataques, abusos, recortes y contra-reformas del
gobierno del PP y la patronal, pero que nos indique el camino para acabar con
el capitalismo, como la causa de todos los males que padece la clase
trabajadora. En el plano político es preciso dotarnos de un proyecto que marque
claramente la orientación para la transformación socialista de la sociedad y
avancemos decididamente hacia el genuino socialismo, con un verdadero programa
donde se nacionalicen y planifiquen las grandes palancas de la economía, con el
objetivo de satisfacer las necesidades de los trabajadores, garantizando a
todos un trabajo digno, educación, sanidad, servicios sociales y demás derechos
democráticos que, hay que decirlo claro,
no caben dentro del margen estrecho del capitalismo, por lo que la lucha
por el Socialismo ya no es una utopía, como falsamente nos quiere hacer creer
la clase dominante sino que se ha convertido en una necesidad imperiosa para la humanidad.
¡¡ ORGANÍZATE Y LUCHA POR UN MUNDO MEJOR ¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y
FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE.A
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