24 de abril de 2013

LA LUCHA IDEOLÓGICA, ECONÓMICA Y SOCIAL.



El saqueo de los recursos de los países empobrecidos por las multinacionales, es la causa principal de la miseria, el hambre y la explotación que sufren los pueblos.  En países pobres las multinacionales abusan del trabajo del obrero e incluso  infantil para producir lo que nos venden,  obteniendo con ello unas enormes plusvalías manchadas de sangre humana. Los datos son aterradores: más de un  millón de niños asesinados, seis millones de heridos, decenas de millones de refugiados,  a causa de guerras de rapiña capitalista.  Ese es el sombrío panorama que ofrece este modelo en el llamado Tercer Mundo, que ya ha empezado a llegar a éste, donde  la situación alcanza también aquí situaciones de pobreza realmente alarmante donde existen en nuestro país en torno a 13 millones de personas abocadas a la pobreza y algunos pasando  hambre, en torno a 6 millones de parados con un 27 % de tasa de desempleo. 



Las condiciones objetivas para el genuino socialismo existen desde hace tiempo, pero las direcciones de las izquierdas no están a la altura de las circunstancias y se niegan a encabezar una lucha firme contra este modelo capitalista caduco, corrupto y degenerado.  Pero los trabajadores estamos entendiendo que la socialdemocracia ha gestionado este sistema, pero no es Socialismo, como tampoco lo era el modelo burocrático y dictatorial de la URSS.  

La propia clase dominante está dividida entre Halcones y  Palomas desde hace tiempo.  Los duros “halcones” ultra-liberales insisten en seguir recortando y atacando a los trabajadores y los estrategas más inteligentes les advierten que por ese camino se producirán levantamientos y explosiones sociales. Por otra parte los “palomas” prefieren una política de incentivos a la producción de tipo keynesiana, pero eso les lleva a déficit impagables, poniendo en riesgo la economía, con posibles explosiones de nuevas burbujas que se producirán, que también acarrearán desestabilizaciones, luchas y explosiones sociales.  Las dos alas del capitalismo tienen razón, porque en realidad hay poco margen de salida de la recesión ya que el modelo está agotado y la lucha por el socialismo estará a la orden del día.  

Ante este panorama, los sindicatos mayoritarios  que están secuestrados por el poder, siguen  intentando infructuosamente el pacto social siendo casi imposible, si no se someten a los dictados de la Troika.  Atrapados entre las imposiciones de la patronal y la fuerza de la clase trabajadora, que lucha contra los ataques y recortes,  porque la experiencia aconseja que la forma de parar esa ofensiva patronal y gubernamental debe hacerse a base de luchas y con voluntad decidida de transformar el sistema, de acuerdo con la experiencia  histórica.

Debido a las presiones en todos los países, la Confederación Europea Sindicatos  (C.E.S.) exige el fin de la austeridad y convoca movilizaciones entre el 7 y el 15 de junio.  Con una situación de paro masivo y estructural de la juventud en torno al 55 % es imposible resolver el problema del desempleo bajo el capitalismo.  El enemigo del trabajador y de su lucha, no es solamente la Patronal y el Gobierno de derechas del PP, sino que algunos comentaristas  se aprovechan  de los errores de la socialdemocracia y el estalinismo para ensuciar el nombre del socialismo, lo que está provocando una peligrosa apatía en cuanto a la capacidad de organizarse por parte de las masas.

La escasez, el  paro, el bajo consumo, el hambre y la miseria creciente en los sectores menos favorecidos es el resultado del reparto injusto de la riqueza creada bajo el sistema capitalista, que la socialdemocracia en sus épocas de gobierno fue incapaz de resolver definitivamente. Los estrategas más conscientes y honestos del capitalismo, aunque sea por puro egoísmo,  avisan del peligro de la desintegración social del modelo burgués si se continúa por el camino de la pauperización creciente de las masas.

Esta es la prueba más concluyente de que, en términos evolutivos, bajo el capitalismo, el llamado Estado de Bienestar está en quiebra y necesita un recambio global, que no puede ser otro que el Genuino Socialismo. Por otra parte el "Estado de Malestar" y de cabreo no afecta ya solamente a la clase obrera y los pobres, también  afecta de forma progresiva incluso a las clases medias y a la propia  clase dominante, que se desesperan ante la falta de alternativa a corto plazo.  El problema es el capitalismo que empobrece a las masas, esclaviza a la infancia y la juventud, aumenta la explotación y la pobreza a la vez que prepara con la experiencia adversa de la clase trabajadora, un aceleramiento del proceso molecular de toma de conciencia de las masas.

En el plano medioambiental y ecológico, en su loca carrera  por el lucro privado, las multinacionales están poniendo en peligro la vida humana porque se encaminan a arrasar el planeta, donde empezamos a observar las primeras consecuencias del “Cambio climático”.   La recesión está sirviendo a la clase dominante imperialista y al  PP  en el Estado, de coartada para incrementar el grado de explotación a través de campañas de miedo y exigiendo resignación pero no lo consiguen, porque el hambre y el paro son malos consejeros.

Las masas están ejerciendo sus músculos en la lucha social y están dando ejemplares batallas masivas y No Violentas, con el 15-M, el 25-S, el 14-N,Las Mareas,  la PAH y otras plataformas,  demostrando que podemos organizar la sociedad de otra manera, más democrática, más participativa, más humana,  buscando el bien común y no los insultantes beneficios de un puñado de banqueros y especuladores. Queda sobradamente demostrada la disposición de los trabajadores a luchar por defender nuestros derechos, pero falta una dirección  firme, unida y mejor organizada que ofrezca confianza en la victoria.

A través de la experiencia de las luchas las masas aprenden que los derechos de la clase trabajadora se conquistan a base de luchas y con voluntad decidida de transformar y modificar progresivamente (o con saltos bruscos)  las condiciones de vida, de trabajo e incluso el propio sistema que ya no sirve.  La idea que nos vende el PP de que no se puede hacer otra cosa es falsa de principio a fin.  SI SE PUEDE, la fuerza está en la calle, pero se necesita organizar un fuerte movimiento de oposición social desde abajo para dar la batalla por cambiar este capitalismo corrupto y degenerado.

Existen millones de razones para luchar: es preciso coordinar las movilizaciones, realizar campañas informativas, preparar bien las  huelgas, debatir propuestas económicas,  plantear reivindicaciones sociales claras y participativas, hay que explicar que la lucha sirve y que debe ser sostenida en el tiempo y unificadas masivamente.  Los trabajadores conscientes debemos oponernos con todas nuestras fuerzas a los ataques del PP.  Si no preparamos pronto la Alternativa, la posibilidad de revueltas de masas, demasiado inquietante para los ricos, pero con un cierto peligro si las padecemos con una dirección incorrecta,  será un hecho que tendremos que tener previsto porque no tenemos todo el tiempo del mundo.

La batalla se va a dar inevitablemente en el aspecto sindical, pero también en el político. Existe una apatía hacia los sindicatos  y partidos mayoritarios porque muchos afiliados han perdido la confianza en sus direcciones. Se puede dar la batalla en los dos frentes, el externo y el interno.  Nosotros los afiliados a los sindicatos clásicos que queremos un giro a la izquierda para que las direcciones hagan un sindicalismo más firme, de lucha, democrático,  participativo y combativo, debemos dar la batalla en el seno de UGT y CCOO para transformar ese sindicalismo de “paz falsa”,  por el que necesitamos en estos momentos la clase trabajadora.  

Necesitamos un nuevo modelo sindical basado en la movilización,  en la democracia desde la base y en la defensa firme de un programa que unifique a los trabajadores y la juventud y vincule, ante el Primero de Mayo que celebraremos la próxima semana, el rechazo de todas esas “mareas” en contra de los ataques, abusos, recortes y contra-reformas del gobierno del PP y la patronal, pero que nos indique el camino para acabar con el capitalismo, como la causa de todos los males que padece la clase trabajadora. En el plano político es preciso dotarnos de un proyecto que marque claramente la orientación para la transformación socialista de la sociedad y avancemos decididamente hacia el genuino socialismo, con un verdadero programa donde se nacionalicen y planifiquen las grandes palancas de la economía, con el objetivo de satisfacer las necesidades de los trabajadores, garantizando a todos un trabajo digno, educación, sanidad, servicios sociales y demás derechos democráticos que, hay que decirlo claro,  no caben dentro del margen estrecho del capitalismo, por lo que la lucha por el Socialismo ya no es una utopía, como falsamente nos quiere hacer creer la clase dominante sino que se ha convertido en  una necesidad imperiosa para la humanidad.  

¡¡ ORGANÍZATE Y LUCHA POR UN MUNDO MEJOR ¡¡

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

is-psoe.malaga@terra.es



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