13 de diciembre de 2012

ITALIA: CRISIS POLITICA QUE EMPUJA A EUROPA HACIA LA DEPRESIÓN.



 
Poco más de un año ha durado el Gobierno “Tecnocrático” impuesto en Italia por la dictadura financiera de la Troika al servicio del imperialismo.   La crisis política de la clase dominante, consecuencia de la recesión económica  sin salida, enfrenta a la burguesía italiana que no ofrece más alternativa que recuperar a Berlusconi, continuar con el fracasado Monti o potenciar a Bersani, el nuevo lides del Partido Democrático de la Izquierda,  que van a disponer de algo más de dos meses para enfangar la campaña electoral, desestabilizando la situación europea que va a estar muy pendiente de lo que suceda, porque corren el peligro de que consigan un país ingobernable con subidas de nuevas fuerzas anti-sistema. 

En Italia, al igual que en toda Europa, existe ya un ambiente de contestación social muy profundo, alimentado no solamente por los terribles efectos de la crisis sobre las masas, sino por el carácter particularmente reaccionario de los gobiernos corruptos e incluso antidemocráticos, tanto en el periodo de Berlusconi como en el de Monti, que están bastante apartados del sentir del pueblo.

La dura ofensiva de la patronal que llegó a romper unilateralmente los convenios colectivos de algunos sectores, es un castigo fortísimo que está sufriendo la clase obrera y que ha iniciado ya el proceso de rebelión social con luchas y convulsiones muy virulentas, donde cientos de miles de trabajadores italianos inundan las calles con protestas, convocados por las centrales sindicales, principalmente la  CGIL,  la potente Federación del metal FIOM y demás fuerzas sociales.

Es preciso señalar que uno de los rasgos más interesantes de la situación sindical en Italia ha sido la rapidez y claridad con la que se ha desarrollado el procedo de diferenciación interna en la CGIL, enfrentándose por una parte el sector que defiende el “sindicalismo de pactos y consensos”  con la burguesía, burocratizado y de despacho, y otro sector más luchador y combativo que se radicaliza y se aglutina en torno a la Federación FIOM, que apuesta por un claro giro a la izquierda para luchar contra la ofensiva patronal.

Sin embargo, la dirección de la CGIL quiere evitar a toda costa que se presente ese escenario de enfrentamiento radicalizado y masivo que le puede producir un gran desgaste, como ha ocurrido anteriormente en Francia. Por ello intentan contener lo inevitable, pero el empuje hacia luchas cada vez más extensas y radicalizadas es una tendencia imposible de parar que podría desembocar e movilizaciones similares a las del 14N en toda Europa.

La situación política  y social en Italia es extremadamente volátil, porque, al igual que las demás burguesías europeas, la italiana se ha lanzado a un ataque frontal contra el movimiento obrero pero tiene el inconveniente que la clase dominante tiene una maquinaria dividida, obsoleta y bastante desprestigiada, debido a los años de deterioro de la extrema arrogancia, chulería y situaciones provocativas de Berlusconi,  que sus votantes vieron como cedió ante la imposición del tecnócrata Monti, que nadie lo había elegido y ahora desconfía del intento de Berlusconi de volver al ruedo en busca de poder para, posiblemente, salvarse de la quema, pues la Justicia le pisa los talones.

En los ciudadanos se nota un ostensible menosprecio hacia esos elementos desgastados por sus problemas internos y su incapacidad de dar una respuesta a las aspiraciones de las masas y a los problemas de paro, la inflación, la crisis y los recortes constantes, lo que indica que la democracia burguesa está en un terrible dilema y un declive constante, alimentando la compra-venta descarada de puestos y saqueando a los ciudadanos que tienen que rascarse el bolsillo, con abultados impuestos para satisfacer el ansia de beneficio de la corrupta clase dominante.

Importantes sectores de la burguesía muestran su preocupación por el panorama cada vez más deteriorado que se presentará, si cono parece que pueda darse si ninguna fuerza obtiene una mayoría suficiente para gobernar.  Están barajándose muy seriamente la articulación de una alternativa de Gobierno de coalición o de  Concentración incluso incorporando al Partido Democrático, de centro izquierda,  punto central para tratar de dar mayor estabilidad a la burguesía, que les permita tener alguna oportunidad para llevar adelante los planes contra la clase obrera italiana, pero eso podría llevar a situaciones similares a la de Grecia.  

Incluso en ese caso, tampoco puede decirse que quedaría resuelto el problema de fondo, como es la brutal crisis sistémica del capitalismo y de la clase dominante, sino que se agudizará por la dinámica de la recesión, abriéndose la puerta a un proceso de mayor enfrentamiento entre las clases y el resurgimiento de un fuerte polo obrero que busque una alternativa por la izquierda favorable al movimiento sindical y político por fuera del sistema.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALSITA DE MÁLAGA-PSOE-A
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