A lo largo de estos tres años de crisis moral, institucional, política y del modelo económico capitalista, nuestro partido al igual que le mayor parte de los partidos
social demócratas europeos, han sido incapaces de proponer alternativas económicas y sociales coherentes con la ideología socialista a la cual dicen pertenecer.
IS de la Agrupación del PSOE en Bruselas desde su constitución como corriente, viene denunciando sistemáticamente la política liberal y de derechas de la UE, elaborada paso a paso durante años de construcción europea, tanto con mayorías de gobiernos conservadores como socialdemócratas.
La historia de la social-democracia europea desde la constitución del Mercado Común en 1957 ha venido marcada por una serie continuada y sistemática de claudicaciones ante la creación de una estructura capitalista y liberal, si bien durante los primeros años el crecimiento económico permitió una mejora sustancial del bienestar de la clase trabajadora, haciendo creer que a la vez se consolidaban las bases, los instrumentos y las estructuras para construir una sociedad más igualitaria y un mejor reparto de la riqueza.
En realidad con la pantalla y el mito de Europa, los poderes económicos han estructurado un sistema a su medida, acorde con sus intereses y objetivos, de tal forma que se han hecho lo suficientemente fuertes para imponerse en las Instituciones europeas con normas, legislaciones y acuerdos, que ignoran las prioridades y los intereses de los ciudadanos. Es así que la clase política se ha transformado en la mayoría de los casos en vasallos obligados de los intereses económicos, encadenados por una normativa que consciente o inconscientemente han contribuido a establecer.
La propuesta de reforma de la Constitución, no es en sí mas que una consecuencia más de las sucesivas claudicaciones, que no desde la crisis, sino desde la creación del Mercado Común y en especial desde el Tratado de Maastricht han permitido consolidar una Europa que no responde a las aspiraciones de sus ciudadanos, ni a una sociedad más justa y equitativa.
Creemos en una Europa federal al servicio de sus ciudadanos y en la necesidad de reformar profundamente los elementos que actualmente estructuran este edificio que no es nuestra casa.
Siendo la Constitución la declaración básica de toda una sociedad, el introducir elementos ajenos al bien común, consagrando la primacía del mercado frente al ciudadano y el sometimiento de la política a la economía liberal, consideramos la propuesta una traición a los valores socialistas y al ciudadano
IZQUIERDA SOCIALISTA.
Bruselas
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