El Gobierno de Francia está al borde del abismo, por una moción de censura. La Unión Europea descansa sobre un creciente fiasco colectivo, sufriendo fuertes contradicciones económicas y políticas que golpean su ficticia unidad y es incapaz de jugar ningún papel independiente de los grandes asuntos del mundo. Esa posición tradicional como aliado de los EEUU también se está menoscabando. Actualmente hay cinco países donde gobierna la Extrema Derecha: Italia, Hungría, Polonia, República Checa y Finlandia.
La situación en Francia, según informa la prensa el 2/12/24 es bastante crítica pues “ La ultraderechista Marine Le Pen acusa a Barnier de falta de diálogo y anuncia que tumbará el Gobierno francés. La líder de la extrema derecha, la neofascista Marine Le Pen, cuyos 140 diputados son fundamentales para la supervivencia del Ejecutivo galo, ha anunciado que su grupo presentará su propia moción de censura contra el Gobierno de Francia, pero que están dispuestos también a votar la que anunció la izquierda”.
El Gobierno de Michel Barnier ha sido derrotado por dos fuerzas políticas contrapuestas, la coalición de izquierdas y la extrema derecha de Marine le Pen, triunfando el voto de censura, cumpliéndose la esperanza del Nuevo Frente Popular (NFP) que representa a las izquierdas. Barnier contaba con el respaldo de unos 211 diputados —los macronistas, centristas y conservadores— en una cámara de 577 escaños, frente a los 193 de la alianza de izquierdas y los 140 de la extrema derecha, lo que ha propiciado la caída del Ejecutivo, con menos de tres meses después de su nombramiento como primer ministro.
Si la Gran Recesión de 2008 y la crisis del euro en 2014 supuso un punto de inflexión en la Historia de la Unión Europea, tras el Brexit y ante la perspectiva de un periodo de estancamiento, las fuerzas centrífugas que pudieron ser contenidas a duras penas, se están convirtiendo cada día en más incontrolables.
Estamos ante una dinámica que se profundiza también por los conflictos bélicos y la confirmación de bloques enfrentados cada vez más hostiles dentro de Europa. A raíz de la batalla bélica de Rusia y la OTAN, vemos que por un lado se empieza a consolidar un grupo peligroso de Extrema Derecha frente a otro grupo liderados por Francia, España y algunos más, porque ante el debilitamiento de Alemania que no puede llevar a cabo el papel hegemónico en estos momentos, que antes pudo jugar, la situación se complica.
Las consecuencias del error de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, sigue proporcionando a la clase burguesa dominante británica, resultados contrarios a los esperados. La marcha en torno a dos millones de trabajadores comunitarios, el desabastecimiento que llegaron a sufrir numerosos sectores por la ruptura de las cadenas de producción y distribución, junto a la escasez de muchos conductores, han afectado duramente a la economía de la isla.
El “cisne negro” que se alió con el Brexit, cuando los precios del gas y otros productos agravaron el desabastecimiento en el Reino Unido, rompieron las previsiones de los Dirigentes que pronosticaban que con el Brexit jugaría un papel como acto solitario en el comercio internacional, pues la previsión del Gobierno era salir de la situación con una economía fuerte y pujante pero se equivocaron. Pues lo que no pudieron calcular ni imaginar era que las estanterías de los supermercados terminaran vacías y desoladas, debido a la falta de camioneros para llevar mercancías y que las industrias agrícolas, ganaderas o de la alimentación, no pudiesen contar con la suficiente mano de obra para resolver con urgencia la cuestión.
Lejos de corregir los errores de la crisis anterior, las políticas de la Unión Europea los sigue aumentando y está generando otros nuevos. La Deuda Conjunta de la U.E. que en 2008 se encontraba en el 60 % del PIB comunitario, ha escalado al terminar 2023 por encima del 88,6 %, siendo las siguientes las Deudas Públicas de los 5 países de la Unión Europea en 2023: Grecia: 161,9 %. Italia: 137,3 %. Francia: 110,6 %. España: 107,7%. Portugal: 99,10 %. Pero en lugar de una respuesta común, nos encontramos con diferencias crecientes internas en Europa con una guerra en Ucrania entre Rusia y la OTAN y el desastre genocida de Israel contra el pueblo de Palestina.
Como en anteriores fases recesivas, se han escuchado los cantos de sirena sobre las bondades de la Unión Europea y desde altos cargos de la clase política, no se ha dejado de insistir sobre la necesidad de la Solidaridad en Europa e incluso pedir el Alto el Fuego a la carrera bélica, pero en realidad, con poca contundencia y menos resultados.
Algunos políticos con cargos de dirección, se alegraban con los acuerdos alcanzados respecto a los fondos europeos, hasta el punto a atreverse a afirmar, que iban mucho mejor que lo que habíamos sufrido en la última década. Ha habido y sigue habiendo demasiada demagogia para cegar a la clase trabajadora, que no es tonta y no asume como verdad del asunto, las palabras que luego no se cumplen.
En realidad, muchos de esos fondos están destinados a favorecer a los capitalistas europeos y están condicionados a que se aprueben nuevas medidas de austeridad fiscal y contrarreformas sociales, como exigen las derechas y las patronales, en detrimento del estancamiento de los niveles de vida de las masas.
Una cosa son las buenas y bonitas palabras y otra distinta es la Clase Burguesa dominante, que nunca estarán dispuestos a contribuir puntualmente, para que sus banqueros puedan conceder créditos, aceptando cargar con las deudas de la clase trabajadora que no puede alcanzar un nivel de vida digno, porque los capitalistas, nunca dejarán de proteger a sus empresas, en esa lucha encarnizada por alcanzar los máximos beneficios, que representan en realidad, las plusvalías que les hacen ser millonarios.
En ese sentido, podemos afirmar que esa “Unión Europea humanitaria y democrática”, con la que se llenan la boca muchos políticos, tanto de derechas como de centro e incluso de izquierdas, no se cortan un pelo en cerrar sus fronteras contra miles y miles de personas que huyen del hambre y la guerra o como están haciendo desde Italia, por orden de su Presidenta Meloni, enviar a campos de concentración en condiciones infrahumanas, para mandar lejos a los migrantes, para ocultar esas oleadas de refugiados frutos de los conflictos bélicos que los mismos Capitalistas desatan y sus ejecutivos de los Gobiernos los ejecutan.
Es la clase burguesa dominante quien alimenta y legitima esos procesos inhumanos y reaccionarios, porque lo único que hace la ultraderecha es defender sin tapujo todo los horrores que esa “burguesía que se llama democrática”, pero que no lo es porque antepone sus beneficios a las vidas de las personas, con lo que contribuyen a que los ricos sean cada vez más ricos y los trabajadores sean cada vez más pobres.
El avance de la derecha y la extrema derecha, como vemos en nuestro país con PP, VOX y sus nuevos socios, junto al resto de toda Europa, con tendencias cada vez más autoritarias y bonapartistas, es una condena de la visión que tiene una gran parte de la opinión pública de derechas sobre el capitalismo en Europa, donde también crece el nazi-fascismo, que es un peligro que solamente la clase trabajadora unida y en lucha podemos derrotar.
COMISIÓN PERMANENTE.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCÍA
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