El bochornoso espectáculo ofrecido en el Parlamento esta semana ha sido un insulto a la democracia, a la política y en definitiva a la ciudadanía, que se ha visto horrorizada con el comportamiento de algunos que dicen que nos representan. En vez de debatir claramente explicando cómo solucionar los problemas sociales, territoriales y medioambientales, se dedican al insulto y a la provocación. Esto demuestra también el bajo nivel de los Parlamentarios y la crispaciòn de la derecha capitalista desde que ha perdido el Gobierno. Nosotros vamos a intentar hablar de la verdadera política, del capitalismo que con sus crisis cíclicas, recesiones y "libre explotación" es la causa de todos los males.
El capitalismo imperialista como sistema mundial global ha alcanzado sus límites y necesita un cambio. He terminado de cumplir su misión esencial como era el crecimiento de la producción y elevar la potencia de la riqueza en la humanidad. Pero el sistema se encuentra estancado y ha entrado en decadencia agónica, entre una crisis que dura ya más de diez años y otra que se avecina a pasos agigantados.
La sociedad no puede seguir estancada en el peldaño alcanzado y en declive como la clase dominante pretende y por tanto, es necesario un poderoso empuje que pueda continuar desarrollando las fuerzas productivas que están frenadas por la gran concentración de las riquezas en un polo representado por las 200 empresas multinacionales muy poderosas que dictan la política económica mundial. Ese capitalismo belicoso somete a gobiernos y ejércitos a su servicio, siendo ése el Poder Antidemocrático que mueve los hilos del planeta, rodeado de otro polo de pobreza desigual y creciente donde 3.500 millones de pobres pasan necesidades.
Necesitamos un modelo de organización más justo, un modelo planificado, que distribuya la producción de forma racional y solidaria, es decir, socialista y democráticamente, que pueda asegurar a toda la población un nivel de vida digno y que consiga proferirnos a todas y a todos el sentimiento precioso de libertad, justicia, igualdad y solidaridad, valores que el capitalismo niega en su creciente agonía con su explotación, opresión y guerras.
Los propios estrategas del capitalismo están alarmados porque algunos de sus eminentes economistas llegan a la misma conclusión que Marx cuando pronosticó que el sistema implantado por la burguesía para reemplazar al feudalismo, a largo plazo no puede tener salida y que el socialismo será su sepulturero.
Los defensores de Adam Smith y su mano invisible que decían, que ésta por sí sola, regularía la economía, llevan años y años intentando descubrir un modelo alternativo al sistema “liberal” pero siempre que buscan y rebuscan algo como alternativa, cuando la crisis produce su colapso, echan manos del Estado para salvarlos porque aparece el “fantasma” del Socialismo.
Este sistema de producción en masa que es el capitalismo, en su fase imperialista multinacional, genera cada vez más contradicciones que se muestran a las claras en sus crisis cíclicas, pues se enfrentan al carácter social que ha adquirido la producción de mercancías, productos y servicios, llevado a cabo por el gran ejército de los asalariados y el carácter privado de la apropiación del fruto de ese trabajo que llaman beneficios empresariales y que no es ni más ni menos la parte del salario que el empresario deja de pagar al trabajador.
Frente a la crítica moralista del socialismo reformista y utópico, existe una corriente crítica del socialismo marxista y democrático, entre las que se encuadra Izquierda Socialista y otras, que se sitúa crítico y como alternativa real, entre el Estalinismo Dictatorial ya periclitado por la Historia, y la Socialdemocracia Claudicante que fracasa siempre que se somete al capitalismo sirviéndole de muleta.
Estas corrientes que nos reclamamos del socialismo científico contraponemos el análisis crítico junto a la defensa firme del Programa Genuinamente Socialista, Profundamente Democrático y Participativo, planteando que debe ser llevado a cabo por la clase trabajadora desde la base junto a las demás capas partidarias del progreso y el Cambio. Ello requiere llevar a cabo un plan de producción que supere los niveles alcanzados por este capitalismo mafioso y agónico, que nos podría llevar a la catástrofe.
La corriente Izquierda Socialista viene haciendo una campaña y así lo reclama también a la Dirección del PSOE para hacer un llamamiento a la clase trabajadora con el fin de avanzar hacia la reorganización y la lucha, que cuente con todas y todos los que no estén aún organizados en partidos, organizaciones y sindicatos democráticos, para debatir y explicar nuestras posiciones programáticas y organizativas.
El objetivo debe ser que podamos conseguir un gobierno fuerte que favorezca a las clases sociales menos favorecidas y poder avanzar con audacia hacia la transformación socialista de la sociedad por vías democráticas, como única forma de frenar el proceso de surgimiento de las derechas neofranquistas del PP y C’s y neonazifascistas crecientes en el mundo.
Las izquierdas debemos tener claro que nuestros objetivos es poner en primer lugar siempre la defensa de los intereses de los pobres y la clase trabajadora y las capas menos favorecidas por delante del lucro privado de banqueros y multinacionales que están siendo dominados por potentes grupos mafiosos, por lo que la división de las izquierdas, si no armonizamos nuestra orientación para un entendimiento, no podremos conseguir derrotar al PP y C’s que están apoyados por la banca y el gran capital, por lo cual necesitamos explicar y comprometernos que seguiremos luchando por avanzar hacia la unidad en la acción para conseguir un Gobierno fuerte que favorezca al mundo del trabajo.
Somos partidarios de la unidad de las izquierdas para conseguir un Gobierno Fuerte, en Andalucía, a nivel Federal y Europeo que acometa las soluciones de los problemas sociales que afectan a la población, pero para ello debemos profundizar en la democracia y en la participaciòn en las organizaciones, partidos y sindicatos de izquierdas, para cambiar la orientación de la economía y producir para la abrumadora mayoría de la ciudadanía que está compuesta por la clase trabajadora, los pobres, la juventud, los pensionistas y demás capas medias que han sido empobrecidas por la crisis y por la nefasta política de los recortes y la austeridad impuesta por anterior gobierno de Rajoy, que ahora la pretenden reproducir en Andalucia, los candidatos de PP y C's, Bonilla y Casado, pero que en realidad lo que se necesita es un cambio profundo con un giro ha la izquierda que tendrá que venir de las luchas sociales y también del voto consciente de la clase trabajadora en las urnas a las cuaesl estamos llamados el próximo día 2 de diciembre. En la Unidad, la Organización y la Lucha encontraremos la Victoria. Tu voto cuenta pero no podemos confiar solo en el voto cata cuatro años, sino que la organizaciòn y la lucha por la Democracia, la Libertad y nuestros Derechos es más necesario que nunca. ¡¡Para frenar a la reacción, Voto, Lucha y Organización¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A
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