Este es el
título que lleva el apartado 2.g) del documento aprobado tras el debate de la
Asamblea General de I.S. de Málaga, celebrada en Torremolinos el 11 de Mayo de
este año 2018, que reproducimos para información de simpatizantes y afiliados
que estén interesados.
Es la
continuación de un apartado anterior que refleja nuestra posición rotundo con
un “No a las guerras imperialistas y NO
al terrorismo individual y de Estado” (*)
“”Ambos
modelos económicos alcanzaron una recuperación al nivel más alto posible, de
conformidad con sus estructuras internas, pero una vez se demostró la
inviabilidad del sistema de bonapartismo proletario estaliniano con la caída
del muro de Berlín agotada la fase del auge del capitalismo posteriormente
hemos entrado en un nuevo período que representa el comienzo del crepúsculo del
capitalismo mundial y muchos estrategas coinciden que es urgente buscar una
salida alternativa, que no puede caber dentro del modelo actual de capitalismo
mafioso de casino, sino que debe recoger los valores del auténtico socialismo, con democracia, planificación,
participación, autogestión, con aplicación de los nuevos descubrimientos, la
robótica y las nuevas tecnologías, para poner los frutos del trabajo que ya
se realiza socialmente al servicio de la Humanidad y bajo su propio control
social, democráticamente ejercido, para evitar los robos, la explotación y los
despilfarros.
Algunos
interesados y mercenarios del capital siguen insistiendo que el socialismo es
una utopía, pero nosotros lo vemos como una necesidad, porque a pesar del auge
y en cierta medida, como expresión de la crisis estructural de sobreproducción,
la vitalidad del capitalismo mundial sigue disminuyendo, lo que expresa la gran
contradicción de que sobran mercancías, en bases capitalistas, cuando tantas
personas tienen necesidades alimenticias que podrían ser satisfechas, podrían
vivir en casas confortables, tener un trabajo decente y bien remunerado, así
como disfrutar de una buena calidad de vida, con un ocio cultural y no
embrutecedor, pudiendo acceder, en caso de adversidad o enfermedad, a un
salario social universal y a una jubilación digna.
La
cuestión del Cambio Climático y el constante deterioro del Medio Ambiente, con
escándalos permanentes de contaminación atmosférica, la decadencia de la moral
burguesa, la rebelión de la juventud que exige un puesto de trabajo, el giro a
la izquierda de los estudiantes con protestas masivas por los recortes en los
presupuestos de Educación, y las movilizaciones de los trabajadores de la Sanidad, Pensionistas,
Feministas y de otras ramas, son también factores que expresan la necesidad de
cambios estructurales de fondo, pues dichos factores son indicadores de la
crisis de esta sociedad burguesa que ha llegado a sus límites desafiando la
existencia misma del modelo capitalista, que se encuentra obsoleto, agotado y
senil.
Estamos
sumidos en un estancamiento profundo y universal, que ha sacudido los cimientos
del propio modelo capitalista demostrando su incapacidad de proseguir
desarrollando las fuerzas productivas. La plaga del paro masivo en la mayoría
de los países y la recesión están manteniendo hasta cierto punto controlada la
inflación, pero en cuanto ésta empiece a repuntar, y lo hará debido a las
potentes inyecciones recibidas en el torrente sanguíneo de la economía bancaria
capitalista, el sistema se verá atrapado entre el paro y la inflación que
provocará violentas oleadas de agitaciones sociales, luchas, levantamientos,
huelgas y protestas masivas.
El
despertar de la conciencia del movimiento obrero, que está iniciando su
recuperación, a pesar de la superioridad técnica y militar de la burguesía, que
se sigue preparando para la represión, hará inservible todos los artilugios que
quiera emplear, porque la necesidad y el
hambre serán superiores a todos los obstáculos que siempre ha querido poner en
frente la clase dominante. Una vez que las masas se pongan en movimiento y se
doten de un programa adecuado para marchar resueltamente en pro del socialismo
y con una firme dirección que saldrá desde las mismas entrañas de la lucha del
movimiento obrero, todo lo que hagan por sofocar los anhelos de las masas de
lograr un cambio radical que abra el camino para un mundo mejor, será inútil
para la burguesía.
Sumamente
significativo es que la potencia imperialista más fuerte, los Estados Unidos, y
los países más débiles como los del cuerno de África, se encuentren en un
callejón sin salida, la potencia fundamental especulando con los alimentos,
para su acaparamiento en grandes almacenes, que provocan las consiguiente subidas
artificiales de los precios y los otros, con
hambrunas terribles por falta de una migaja de pan que llevarse a la
boca. Algunos pueden tacharnos de “demagógicos” cuando comentamos estas
cuestiones, pero nosotros deberemos llamarlos simplemente “asesinos” si nos
quieren impedir que digamos, con
total libertad, nuestros puntos de
vista, sobre estas cuestiones sociales,
económica, políticas y medioambientales.
Pero
nuestras críticas no deben ir solamente al sistema capitalista, que aunque
nuestro Pablo Iglesias decía que “el capitalismo es la causa de todos los males
que padece la clase trabajadora”, que es cierto, algo tienen que ver también
los errores de las direcciones sindicales y políticas de las organizaciones de
la izquierda, que están obligadas a aprender de la historia para corregir el
rumbo. Porque si el capitalismo sigue todavía vigente en Europa, se debe
fundamentalmente al pesimismo, pusilanimidad, cobardía, ceguera y estupidez
absoluta, junto con la falta de perspectivas, táctica correcta, ideales limpios
y estrategia adecuada y correcta de las direcciones de la izquierda, cuya
autocritica asumimos con la alícuota pequeña parte que nos corresponda, como
corriente crítica minoritaria que somos.
Asimismo
es preciso reconocer que las bases nunca pueden ser culpadas de los errores,
corrupciones, desviaciones y demás desaguisados que cometan las direcciones.
Hablando claro, la confusión y desorientación de los dirigentes sindicales y
políticos, han conseguido que las masas pierdan confianza en ellos, pues se han
elevado por encima de la clase acercándose al modelo burgués y algunos de ellos
miran a los trabajadores con un cierto despotismo e incluso desprecio, le temen
a las Asambleas de base porque no quieren escuchar las críticas y por tanto,
insisten en seguir buscando compromisos con la burguesía, para continuar siendo
vistos como grandes “hombres de Estado” que algunos se creen.
Los
propios estrategas de la burguesía comprenden mejor que ellos el periodo al que
nos enfrentamos, debido a las contradicciones latentes en las profundidades del
movimiento obrero, que está sufriendo un acoso terrible, con pérdidas de
derechos y niveles de vida que nos retrotrae a tiempos de la posguerra. La
pequeña burguesía está deprimida y tienen malos presentimientos ante los
futuros problemas sociales, huelgas, protestas, enfrentamientos y convulsiones
que se están dando y se van a agravar entre los trabajadores y el capital de
todos los países; Muchos autónomos y pequeños empresarios están sufriendo un
proceso de proletarización y están llegando a la conclusión que para ellos
tampoco el capitalismo ofrece salidas, por lo que, más temprano o más tarde,
estarían dispuesto a seguir a una dirección potente de izquierdas, una
Coalición de Izquierdas, que surja del
movimiento obrero y les ofrezca un futuro con más garantías de las que les da
el propio modelo capitalista que les ha llevado a la ruina.
Las
contradicciones se han ido acumulando durante las últimas décadas y una de las
más peligrosas de resolver es la que existe entre el poder de la clase obrera y
la inservible política de las direcciones sindicales y políticas actuales,
porque éstas no se quieren dar cuenta de las posibilidades objetivas que se
están dando para poder apartar al capitalismo de la escena de la historia y
empezar a construir el socialismo, pero estas tareas que son las clásicas para
las que fueron fundadas estas organizaciones de clase pondrían una vez más a
prueba a las organizaciones tradicionales de la clase obrera, que si no giran a
la izquierda y asumen el nuevo rumbo que los trabajadores les exigen como
necesidades imperiosas, serán cambiadas en el fragor de la batalla o seremos
llevados a la derrota. Debemos tener confianza en la clase obrera, pues como
decía un clásico marxista, “Desde dentro de sus filas, entre los mejores
luchadores de la clase obrera y la juventud, saldrán las fuerzas dirigentes del
GENUINO SOCIALISMO, porque fuera de las organizaciones de masas, no se creará
nada que pueda resistir la fuerza del tiempo”.
ÁREA DE
COMUNICACIÓN.
IS PSOE
MÁLAGA.
(*) La persona
que quiera leer este apartado o recibir el documento completo que se titula “EN
DEFENSA DEL GENUINO SOCIALISMO Y LA DEMOCRACIA PLENA”, puede pedirlo
gratuitamente al correo de abajo poniendo en asunto las palabras “Documento
Asamblea”:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario