El pasado miércoles 16 de Mayo los sindicatos UGT y CCOO de
Málaga, como en el resto del Estado, habían convocado una nueva
concentración de protesta en defensa de
Pensiones dignas. La acción consistía en rodear el Banco de España, la cual estuvimos
llevando a cabo a partir de las 12 horas, realizando una cadena humana marchando desde el Parque hacia el edificio
del Banco, dado vueltas a su alrededor
exigiendo al Gobierno pensiones dignas porque “Ahí está la cueva de Alí
Babá”.
Como
los pensionistas tenemos mucho tiempo, tomé el bus desde mi barrio y a eso de
las 11 ya habíamos llegados algunos cerca del Ayuntamiento de Málaga, dónde
también nos hemos concentrado en otras ocasiones, que está junto al edificio
del Banco de España. Allí estaban también los trabajadores en lucha de FCC
donde unos cientos de trabajadores contratados para Parques y Jardines estaban
en huelga por sus derechos, por lo que, muchos de los que íbamos llegando nos
íbamos solidarizando con ellos.
Como
una protesta era a las 11 horas y la otra a las 12, se fueron solapando por la
proximidad, pero las direcciones sindicales, en vez de hacer un llamado a la
unidad, quedaron cada cual por su lado, lo que expresa la errónea política
sindical de atomización de las luchas, cuando desde el punto de vista de los
propios trabajadores, lo mejor es buscar la unidad de acción, para golpear
todos juntos. Se han dado casos de que
la Plataforma de Pensionistas convocan una acción y los sindicatos aparte por
otro lado, lo cual es contraproducente y desanima a los participantes, que
siempre se quejan de que deberíamos ser más como en Bilbao, tal cual comentaban
algunos en la concentración.
Esos
errores tácticos de las direcciones de CCOO y UGT han significado un colapso de
la autoridad ganada en las luchas de los años 70 y tienen miedo a luchar, porque han perdido poder de convocatoria, pero
las direcciones se niegan a rectificar. Desde las huelgas de 2012 las
direcciones sindicales han venido representando un baluarte de la paz social,
admitiendo e incluso firmando acuerdos lesivos para los trabajadores a los que
representan, aceptando topes salariales y el brutal aumento de la precariedad y
bajos salarios, con cuya política sindical, tanto el PP como la Patronal se
sienten muy a gusto. Por ello, la caída de la afiliación ha sido muy grave y
sobre todo, la pérdida de la credibilidad ante los ojos de millones de
trabajadores, que merecen una reflexión y un cambio de modelo, dejando los
despachos y pasando a la acción reivindicativa.
Ha
llegado la hora de movilizar y dar participación a los trabajadores acompañando
las grandes movilizaciones activamente y
poniendo el sello del sindicalismo obrero, porque el ambiente está cambiando y
en el interior de los sindicatos se empiezan a ver procesos de diferenciación
interna, como GanemosCCOO o Izquierda
Socialista de UGT así como el crecimiento de plataformas y sindicatos más a la
izquierda, como CGT, SAT, S.E. Libres y Combativas, las Mareas de todos los colores y demás luchas.
Ha
sido un error fomentado por un cierto burocratismo que abandonó la defensa de
los sectores jóvenes, dejando a su
suerte al nuevo “precariado” de forma
escandalosa, porque los sindicatos se han basado principalmente en su base de
apoyo que fundamentalmente ha venido estando en las grandes empresas, donde
todavía se conservan los mejores grupos de afiliados. Pero las medidas del PP
con su contra-reforma laboral, ha dejado a los jóvenes sin protección sindical.
Y sin savia joven, la vida interna
sindical está monótona y la participación de los delegados y la militancia no
se fomenta con fuerza por parte de las direcciones, porque el discurso sindical
es muy poco atractivo.
El
mejor método para desbloquear esa situación y abrir la senda en defensa de los
intereses de la clase trabajadora, debería consistir en el cambio radical de
táctica, abandonando el “método del pacto por el pacto” sin contenido, y
basarse en las Asambleas de base devolviéndoles la democracia al movimiento obrero
que debería pasar por una ofensiva unitaria de las movilizaciones que se
están dando muy atomizadas, concentrándolas
todas en una Huelga General, mediante una campaña previa y firme con
llamamientos para la afiliación, la reorganización y la lucha.
Debido
al incremento en el nivel de las movilizaciones sociales, es necesario y
tendrán que acabar en defender de forma contundente, los intereses de la mayoría social y que se
hagan sentir en los representantes políticos y sindicales de la izquierda, porque
tenemos la necesidad de acabar con este Gobierno del PP y su escudero C’s que
tanto daño están haciendo a nuestra clase.
El
Frente Único para la unidad de acción de las fuerzas de izquierdas en todo el
Estado, entre los sindicatos y las plataformas de Pensionistas, Feministas, y
otros colectivos en lucha deberían centrarse en esa necesidad. Ese sería el
camino para sentar las bases de una fuerte recuperación de la ofensiva de los
movimientos sociales que ponga fin al bloqueo político y podría poner sobre la
mesa, a su vez, la posibilidad de
conquistar un Gobierno de las lzquierdas que defienda los intereses de las
trabajadoras y trabajadores para aplicar políticas sociales profundas, que son
las únicas que pueden revertir, como lo están haciendo en Portugal, las medidas
de ataques y austeridad aplicadas por Rajoy y su gobierno y sacar a la sociedad
de la pesadilla que hemos sufrido en el período de crisis brutal que nos ha
llevado a ser el tercer país de Europa en DESIGUALDAD, por detrás de Rumanía y Bulgaria.
Con
elecciones o sin elecciones, la lucha y la movilización de masas del movimiento
de base, es esencial para las tareas de
la izquierda y hacemos un llamamiento a la reorganización y el encuadramiento
en alguna de las plataformas de luchas que se han abierto, estemos afiliados o no a partidos de
clase y sindicatos obreros, luchando por alcanzar las siguientes
reivindicaciones mínimas:
1.-Por la revalorización de
las pensiones de forma automática de acuerdo con la subida de la cesta de la
compra y recuperar los atrasos desde 2011.
2.- Por el mantenimiento
del Sistema Público de Pensiones y NO a su privatización.
3.- Por una Pensión mínima
de 1.000 euros mensuales acabando con la brecha de género y con las
desigualdades.
4.- Derogación de la contra-reforma
laboral del PP y de las reformas de pensiones restableciendo la jubilación a
los 65 años con contrato de relevo para dar cabida a la juventud.
5.- Por el destope de las pensiones altas para
que paguen también el IRPF los más ricos que cobrar sueldos abultados. Eliminación
de pago de IRPF a los pensionistas, por ser un salario diferido por lo que su
doble tributación representa una ilegalidad.
6.-Por un empleo digno con
salario mínimo de 1.100 euros mensuales para incrementar las cotizaciones y
recuperar la Hucha de las Pensiones.
¡¡La
lucha es lo único que sirve… la lucha continúa…¡¡
Pepe Martín. (Afiliado a Unión de
Jubilados y Pensionistas-UJP-UGT Málaga y miembro de Izquierda Socialista-PSOE).
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