Una República Catalana
aislada del resto de la clase trabajadora y fuera de Europa, es inviable y sus
dirigentes la han llevado al fracaso, aunque la conciencia del pueblo que ha
luchado de forma pacífica y masiva ha salido reforzada. Muchos sectores continúan sintiéndose de esa Izquierda Republicana, en el resto del
Estado y a escala internacional y ven con simpatía ese esfuerzo de lucha cuando
millones de personas han tomado calles y plazas una y otra vez, de forma
admirablemente pacífica exigiendo un Referéndum
Democrático pactado donde se les permitiera votar.
Como casi siempre ocurre
en la historia, son las direcciones de los Partidos las que llevan a la clase
trabajadora a la derrota por sus errores y políticas nefastas. En bases
capitalistas, la “Unidad de Europa es una utopía reaccionaria” máxime si plantea
la lucha aislada en términos nacionalistas. Hace falta mucha unidad y mucha
fuerza para conquistar incluso reformas, que solo serán posibles en estos
momentos, con métodos masivos y revolucionarios, avanzando hacia el apoyo y la
simpatía de las masas en acción.
Para conseguir apoyos es
necesario ganar la confianza de la clase trabajadora, no solo de Cataluña, también del Estado español y los del resto de
Europa. Eso sería posible si en realidad,
para las masas que están despertando a
la lucha, fuese a significar un cambio real en la vida y las
condiciones de trabajo de la mayoría de los asalariados y sectores oprimidos
por el modelo capitalista. No es posible
basarse solo en un programa “nacionalista” para lograr la independencia
catalana en líneas burguesas, sino que es preciso presentar y defender un
programa que termine con la pobreza, que acabe con el paro forzoso y la
discriminación que sufren las clases asalariadas, los pobres, la mujer trabajadora y la juventud: Es decir,
un programa socialista genuino con un método de lucha implacable por la
Democracia Social, para arrebatarle el Poder a la Burguesía corrupta.
El intento revolucionario
en líneas pequeño burguesa y
nacionalista en Cataluña, bajo una dirección nefasta, ha sido descarrilado por los poderes fácticos,
llevando al pueblo al desengaño pero no se siente derrotado, sino engañado. Necesitamos poner a debate la elaboración del programa
de clase que permita a los trabajadores enfrentarse a la “reacción nacionalista
españolista”, cuyos gérmenes patógenos del franquismo siguen incubando, y explicando que la lucha tiene que elevarse en
líneas de clase. Los trabajadores de forma organizada y unida, tendrá que
enfrentarse a ambas clases explotadoras de las burguesías “catalanistas y españolistas”, que
son los verdaderos responsables de la situación actual, de la crisis económica,
los recortes y la austeridad.
Necesitamos poner freno a este desaguisado, a la vez que encontrar el camino de
salida. Cada vez más trabajadores han
comprendido que el “veneno nacionalista” no
puede ofrecer una alternativa a la problemática social y tienen miedo a
las consecuencias de esa “independencia fallida”, que pone en peligro sus
puestos de trabajo y los medios de subsistencia.
La clase trabajadora de
todo el Estado necesitamos un programa socialista y una dirección combativa que represente la
base de la unidad y la recuperación de organizaciones de masas potentes, políticas y sindicales, que unifiquen las
luchas de los trabajadores catalanes y el resto del estado español, tomando
conciencia que el enemigo común es el capitalismo mafioso de casino que ampara el
Gobierno PP, permisivo con corrupciones
de “gürteles y pujolismos”.
La idea de una República
Catalana, ha iniciado un proceso contradictorio entre los trabajadores y las
izquierdas, que se reclaman del socialismo, del comunismo y del anarquismo,
junto a muchos otros que se reclaman solamente progresistas, que lejos de sentir
la lucha vivida por el pueblo catalán como un problema y recibirlo con cierta
hostilidad, ha inspirado a muchos trabajadores que quieren un verdadero cambio
de modelo de sociedad. Eso sería posible luchando todos unidos por avanzar
hacia cambios que representen una palanca para avanzar hacia la República
Federal y Socialista en la Península Ibérica, pero para ello se necesita una
unidad real de las izquierdas que luchen por ese objetivo común, junto con los
sindicatos de clase y los sectores sociales más avanzados, para contrarrestar y
derrotar el foco reaccionario y “nazi-fascista” que existe incrustado en el
aparato del Estado que impide una verdadera democracia sana, porque apoyan y
defienden este modelo actual de “democracia
corruptiva” que todo lo contamina.
Un cambio de orientación
de las direcciones de las izquierdas es más necesario que nunca. Necesitamos
abrir la posibilidad de una unidad real y duradera de los trabajadores del
Estado español que promueva el cambio mediante una lucha implacable contra la corrupción
y los despilfarros. Debemos exigir votar en todas las zonas del Estado,
mediante un referéndum ganado por todas las fuerzas de las izquierdas, para
formar una Federación donde cada cual, de forma libre y voluntaria, elija su destino y los contenidos del
programa a desarrollar, siempre que estén orientados hacia el progreso y el
socialismo, utilizando la Democracia y rechazando la Represión, pues ésta es incompatible
con aquella.
Algunos dirán que la
aspiración legítima de la clase trabajadora de todos los pueblos para conseguir
una sociedad socialista es una utopía, pero la realidad es que la verdadera utopía
es un sistema capitalista, corrupto y degenerado que es incapaz de dar
respuestas a los dos problemas fundamentales que padece la humanidad, como son
la cuestión de las “nacionalidades”, que
produce enfrentamientos y guerras por las fronteras, y la “problemática social”, que produce
desigualdad, paro, miseria y desesperación.
Solo una clase trabajadora
unida en la lucha por una república socialista, que vincule al movimiento
obrero en la gran batalla por el cambio social a escala internacionalista,
podrá hacer frente a la represión y rechazar la opresión que sufren los
pueblos, para abrirse el camino hacia el Cambio Social en el Estado español, en
Europa y el resto del planeta, porque bajo el capitalismo NO hay salida a largo
plazo para la Humanidad.
José Martín Rodríguez.
Área de Comunicación.
Izquierda Socialista de Málaga-PSOE-A.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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