La solución a los
problemas sociales más acuciantes que sufre la clase trabajadora y los pobres
se podrían encontrar con un nuevo modelo más democrático y genuinamente
socialista, donde se pongan los intereses de las personas por delante de los
intereses de los banqueros y especuladores. Las masas empiezan a entender que
esta sociedad injusta y corrupta, de capitalismo mafioso de casino, está muerta
aunque sus defensores nunca lo admitirán.
El modelo del político
burgués es el de arrogante, arribista, trepa, codicioso y ladrón que llega
hasta donde haga falta con tal de medrar, escalar puestos y robar al
pueblo. Ese capitalismo parásito,
especulativo y chupasangre, en vez de ayudar a la población, para desarrollar las fuerzas productivas
reales, incrementar la producción y distribución de servicios y mercancías para
el bienestar de los ciudadanos y la creación de puestos de trabajo, están al servicio de los grandes magnates cuyo
objetivo es la acumulación de plusvalías y saquear al pueblo, es decir, el
máximo beneficio para la minoría y la explotación para la mayoría, por lo que
ese modelo es de por sí ANTI-DEMOCRÁTICO.
Ese capitalismo
financiero, monopolista y especulativo de los grandes tiburones de la economía
que se mueven en las bolsas, es cruel, sanguinario y asesino y nunca tendrá
piedad ni compasión con los sectores más empobrecidos, pero esa política
viciosa, esa “cultura del pelotazo”,
egoísta, codiciosa e indiferente ante el sufrimiento de los pueblos,
dialécticamente está mutando en su contrario. Las masas se están rebelando y
están asumiendo la “nueva cultura” de la solidaridad y la lucha en defensa de
los derechos para los seres humanos y exigen un cambio.
El capitalismo
considera a la persona como una mercancía más de la que se puede prescindir,
tirándola a la basura arrumbada en las oficinas de paro, sin darse cuenta de
los sentimientos y las necesidades básicas a las que todo ser humano tiene
derecho. Para un ser humano que pierde
el puesto de trabajo y acaba con el subsidio de desempleo, es como si le
quitaran la vida, cayendo en la miseria material e intelectual viéndose inmerso en una especia de proceso depresivo.
La dialéctica explica
el hecho de que las sociedades capitalistas, al enfrentarse ante conflictos
insuperables para el desarrollo social de las fuerzas productivas que se
desarrollan en un momento dado de la agudización de las crisis recesivas, la
clase dominante tiende a la represión con el intento, mediante la política “del
palo”, la censura y otros mecanismos, de ocultar las protestas y discrepancias
de las masas cuando ya no pueden tolerar por más tiempo la pérdida de
condiciones de vidas alcanzadas anteriormente y cuestionan abiertamente el
modelo capitalista y pierden el miedo a protestar libremente.
La burguesía, a través
de los poderes fácticos, fuerza sus fines represivos contra la clase
trabajadora y el pueblo en su conjunto; también incrementa su campaña de propaganda
para intentar habituar a los trabajadores a que “es peligroso luchar y
arriesgarse”, por lo que ellos insisten
en que las alternativas que se presentan son todas
“utópicas”, cuando en realidad es el fruto de una “necesidad social”.
El desarrollo de la
ciencia confirma la importancia del método dialéctico para un correcto análisis
de la realidad concreta, tanto de la economía, la sociedad, la cultura o
cualquier otro campo del conocimiento humano. El Presidente Rajoy tiene la
desvergüenza de insistir en que ya hemos salido de la crisis, sin distinguir
que se trata de los banqueros y los grandes capitalistas los que recuperan sus
tasas de ganancias de forma escandalosa, pero no el pueblo, que sufre las consecuencias
de esa política antisocial de su gobierno que ha sumido a millones de personas
en condiciones de escasez y miseria.
En Andalucía el número
de pobres ha aumentado un 11 % en 2014. Y más de 115.000 malagueños malviven
con ingresos considerados por debajo del
salario mínimo. En Málaga, más de 13.000
familias han sido desahuciadas de sus viviendas desde que comenzó la crisis y
un número similar de hogares sufren pobreza extrema. Todo este agravamiento de las cuestiones
sociales, tanto en Andalucía como en el resto del Estado, es el resultado de la
política liberal y antisocial del gobierno Rajoy que también ha producido un
saqueo de las arcas públicas, una devastación social y una deuda estatal
impagable, cuyos fondos se han fugado a Paraisos Fiscales amparados por los
propios Gobiernos, al servicio de las mafias del capital.
Por todo eso, el PP
está en caída libre encontrándose atrapado en ese enorme lodazal de la
corrupción y según algunos analistas, podría entrar en descomposición como le
pasó a la UCD de Suárez, en cuanto que pierdan el pegamento de los “sobres” del
poder. En esos tres últimos años de
Gobierno Rajoy, el auge de la lucha de clases, con las protestas de las mareas
de todo color, y con algunos Ministros como Wert, derrotados por el sector de
la Enseñanza aunque no lo quieran reconocer, han abierto un agujero en el casco
del buque del gobierno, que puede provocar su inminente hundimiento. Esa vía de agua se hará mucho más visible
cuando el torrente de votos el próximo día 22-M en Andalucía sentencien lo que
millones de ciudadanos están deseando: El inicio de las derrotas del PP que les
llevará antes de final de año al basurero de la historia. Pero como venimos insistiendo, ¡votar solo no
basta; Vota y organízate para luchar por un mundo mejor, más democrático,
solidario y justo¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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