30 de enero de 2015

LA MUERTE DEL MILITAR MALAGUEÑO: ¿HOMICIDIO O ASESINATO?

 

El funeral del cabo malagueño, Francisco Javier Soria,  que murió  en el bombardeo ordenado por el gobierno sionista de Israel, pese a pertenecer a las fuerzas de interposición de los “Cascos Azules”,  se celebra hoy en Córdoba. Nuestras condolencias a la familia por tan trágico percance.  La ONU informa de la muerte,  sin señalar ni condenar al autor y sigue tolerando permanentemente el incumplimiento por parte del Gobierno israelí de las resoluciones emitidas,  una vez y otras violadas en su guerra permanente no declarada contra el pueblo de Palestina.

El antimilitarismo es una de las características del socialismo marxista que defiende nuestra corriente Izquierda Socialista, como ya hemos demostrado históricamente y en la actualidad desde el NO a la OTAN hasta la condena permanente de la carrera armamentista y las intervenciones bélicas, aunque se enmascaren como “en son de paz”,  porque entendemos que las guerras son inherentes a la defensa del sistema capitalista, donde los “trabajadores uniformados” son los primeros en perder la vida para que los burgueses sigan robando a los pueblos desde sus ocultas madrigueras.

Capitalismo significa guerra y la economía capitalista se encuentra en una profunda crisis en el conjunto del planeta, con una disputa interimperialista con saña y violencia bélica por la hegemonía de las energías y las materias primas, donde el mundo de los negocios obtienen enormes beneficios. Detrás de cada guerra se encuentran  los intereses enfrentados de las distintas potencias, que no dudan en organizar o continuar guerras, amenazas, chantajes o Golpes de Estado para poner o someter a gobiernos dóciles, que les garanticen la defensa de los intereses del gran capital y sus rutas comerciales de este colonialismo económico que todavía prevalece como modelo mundial.

Nuestro deber como socialistas es seguir señalando los distintos intereses de clase que intentan ocultar con las guerras, detrás de cuyas acciones esconden una avalancha de mentiras y tergiversaciones que tratan de cerrar los ojos de la clase trabajadora, para que asumamos de buen grado esas monstruosidades bélicas; las más peligrosas mentiras consisten en vendernos unas supuestas operaciones “humanitarias”,  cuando en realidad,  son “intervenciones bélicas” clásicas de las coaliciones burguesas pro imperialistas.  Recordemos los casos de guerras en Irak, Kosovo, Siria, Libia, Oriente Medio… donde la actitud del Imperialismo USA, con inversiones en presupuestos de guerra anuales de más de 700.000 millones de dólares, está siendo descarada, ahora atascados en su propio fango del Estado Islámico, escisión del fundamentalismo de Al Qaeda,  cuyo socio fundador había sido socio colaborador de los imperialistas hasta su ruptura, y que es el remanente de la guerra contra las “armas de destrucción masiva” que nunca existieron, excusa del Trio de las Azores” para la barbarie contra el pueblo de Irak.  

No podemos dejarnos engañar por la propaganda burguesa ya que el imperialismo y sus capitalistas siguen jugando hoy como ayer el mismo papel;  necesitan la guerra para subsistir y la utilizan para hacerse con los recursos claves como el petróleo, oro, diamantes y demás materias primas,  para cuyo objetivo, la clase dominante a las órdenes de sus potentes monopolios de la energía y del complejo militar-industrial, no dudan en provocar desestabilizaciones y mantener guerras permanentes, pero ahora están muy preocupados porque no podían imaginar que, tras la derrota del estalinismo,  sus nuevas aventuras en el mundo árabe y en otras zonas como en Ucrania, iban a provocar un movimiento contra la guerra de millones de personas en todo el planeta, que demuestra las enormes fuerzas de la juventud y de la clase trabajadora cuando se moviliza en contra de las matanzas bélicas.

El socialismo marxista es antimilitarista, si, pero nos enfrentamos a las guerras con un punto de vista político y de clase, denunciando y rechazando, como históricamente hacía el “Abuelo Iglesias” cuando la guerra de Marruecos, que estamos a favor de la paz, pero explicamos claramente que la guerra es la continuación de la política burguesa por el método de la violencia, que no tiene nada que ver con la verdadera democracia, porque la mayoría del pueblo condena y rechaza la guerra, pero ellos anteponen la defensa de sus intereses a la voluntad de paz de los pueblos. 

Lo primero que debemos destacar es que, este sistema capitalista es el responsable de tanta violencia contra millones de jóvenes, trabajadores y pobres del mundo, donde cada vez más niños y adultos mueren de hambre cada día, donde el paro y la miseria se extiende como un reguero de pólvora aumentando la pobreza, la desigualdad y la desesperación; los Derechos Humanos son violados sistemáticamente con un desprecio brutal a la vida y a la dignidad de la persona,  por eso, nuestra aproximación al análisis de la situación de la guerra es exigir el cumplimiento del derecho a una vida digna para cada ser humano, avanzando hacia la igualdad y no hacia la barbarie que representa esa “violencia” venga de donde venga, sea del terrorismo individual, sea del terrorismo estatal.  

Los ejércitos son las armas que siempre tienen en la reserva la clase dominante, cada vez más privados y a su servicio, con grupos auxiliares de mercenarios bien pagados, para defender sus intereses capitalistas cuando las vías políticas y diplomáticas se ven agotadas, pero se niegan en esos casos a someter a referéndum y consultar a los pueblos democráticamente si quieren ir a la guerra o prefieren la paz, lo que explica que bajo el sistema burgués imperialista no puede existir la verdadera democracia plena donde el pueblo decida su destino.

Los fracasos de aquellos que confiaban en que la ONU ofrecería solución a las guerras está cada día más claro, porque ese organismo se ha convertido en la tapadera del imperialismo USA movido por el grupo de presión financiero sionista, manejada por el grupo intransigente de los 5 que mantienen el derecho antidemocrático de veto, por lo que debemos seguir explicando que la lucha contra las guerras en la que nos meten los capitalistas es una tarea de los trabajadores y la juventud que tiene que ser llevada a cabo permanentemente en defensa de un programa socialista que ponga la economía al servicio democrático de la sociedad, planificando la producción para satisfacer las necesidades humanas y marchar hacia la igualdad, la solidaridad y la fraternidad para acabar con las guerras.

Con esta pequeña introducción al debate no se agota ni mucho menos el mismo, sino al revés,  consideramos que es la continuación porque es nuestro deber profundizar en ello ya que es evidente que son los hijos de la clase trabajadora los que más papeletas tienen para formar parte de esos nuevos modelos de ejércitos profesionales y privados, que son la carne de cañón que están utilizando los capitalistas para mejor defender a costa de la sangre de los más pobres, los intereses del capital, mientras ellos dirigen las operaciones desde lujosos despachos y encima quieren evadir sus responsabilidades, por lo que habría que hacerse la pregunta con la que damos título a este breve comentario:  ¿ La muerte de nuestro paisano Francisco Javier Soria ha sido un homicidio o un asesinato ¿  Estas son nuestras reflexiones y tu tendrás que sacar tus propias conclusiones.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE ANDALUCÍA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com


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