Aquella maravillosa tarde de verano de sol y cielo azul, recibo una llamada inesperada que me sobresalta. Me comunican que cuatro jóvenes integrantes del Movimiento 15-M que estaban concentrados frente al Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga (CIE), que querían impedir la deportación inminente y repatriación de un inmigrante argelino, han sido detenidos por la policía. El joven argelino, - me dicen, - es un refugiado político que está perseguido por las autoridades de Argelia y si se le retorna va a una muerte segura porque se le aplicará la pena de muerte.
La situación se hace muy confusa, de repente veo policías y soldados por todas partes. Un montón de fuerzas de seguridad de todas clases, guardias civiles, policías nacionales y locales incluso un convoy militar entero con vehículos todoterrenos y camiones del Ejército de Tierra. Soldados que se sacuden el polvo por la calle como si viniesen de una larga marcha. Bajan hombres y mujeres uniformados con gran rapidez. Todos van fuertemente armados. Está más claro que el agua que algo gordo está pasando.
- ¿Qué es lo que habrá pasado? – pregunta mi mujer. Ella miró por la ventana y observó que en llano de la Ronda Exterior, frente a nuestro piso, las mujeres y los hombres llevaban uniformes de campaña: Me acerco y vemos que llevan botas de cuero, pantalones de camuflaje, camisetas verde olivas con banderas verdiblancas y también banderines rojos. Era como ver en realidad unas fuerzas que parece que vayan a entrar en combate, armados con fusiles, que corrían en dirección a nuestra casa apuntando hacia arriba.
Esa tarde calurosa de un 12 de agosto malacitano, el terral atacaba con fuerza, el calor era insoportable cerca de los 42 grados y el ajetreo y las voces llegaron a los vecinos que se asomaban a las ventanas y balcones; entonces se oyó con toda claridad, por un altavoz:
- ¡¡Vamos a evacuar Málaga, es una emergencia¡¡ Todos los ciudadanos deben abandonar su casa inmediatamente¡¡ Salgan todos en 30 minutos con el mínimo equipaje.¡¡No más de 20 kilos¡¡
Algunos tuvimos la suficiente presencia de ánimo para darnos cuenta de que todos los soldados decían más o menos lo mismo, como si hubiese habido ensayos previos; sus caras estaban tensas y demostraban que no deberían encontrar negativas. Los primeros vecinos empezaron a salir, quejándose y pidiendo explicaciones, pero haciendo lo que se les ordenaba.
- Una vecina se acercó en el corredor de mi bloque y preguntaba asustada - ¿Qué ha pasado? ¿ Por qué hay tantos soldados aquí?. ¡¡Por la Virgen del Carmen¡¡, es que son un batallón; Tengo miedo ¿y vosotros? – Dicen que van a evacuar Málaga. ¡¡Qué barbaridad¡¡ - y arrancó a llorar -
Los vecinos aterrados empezaron a notar todos que los móviles no funcionaban y que los teléfonos fijos no tenían línea. No había televisión en ningún canal. Cuando queríamos llamar para información o a la policía o a algún familiar, solo se oía música de marchas militares. Empezamos a sospechar lo peor y el 23-F empezó a rondar por nuestras mentes. Se empezó a comentar si sería un golpe de Estado. ¿Otro loco atacando al Parlamento?. Pero ¿qué ha pasado? ¿Por qué el Ejército está en la calle?. Si es un golpe..¿Con quién están, con los golpistas, con el Rey o con la III República?
Los vecinos empezaron a arremolinarse asustados fuera de los bloques, a la vez que expresaban en voz alta los mismos pensamientos que se agolpaban en nuestras mentes:
- ¿Qué ha ocurrido? ¿Quién ha dicho que tenemos que irnos? ¡Queremos una explicación de por qué nos van a evacuar? – dijo un hombre muy mayor- ¡Explíquemelo aquí mismo, soldado, o sino me pega un tiro de inmediato. ¿Lo oye usted soldado? , que soy demasiado mayor para salir corriendo otra vez. Yo no puedo repetir la carretera de la muerte.
Se nos informó que había un golpe de Estado en Madrid, que habían cortado todas las comunicaciones, que el Ejército solamente recibía instrucciones. Que había una lucha interna muy fuerte y no se sabía si triunfaría el golpe o no, pero que se quería proteger a la población. (Nos sonaba extraño).
A lo lejos, fuera, sonó un disparo de fusil que produjo un sonoro y relampagueante estallido. Se oyó nítidamente el cornetín de órdenes que tocó alerta a la tropa . Por megafonía empezaron a dar instrucciones: - ¡¡ Atención, ciudadanos¡¡
De repente, por los altavoces militares se oyó una agradable noticia:
– ¡¡El golpe de Estado ha sido sofocado¡¡…. El Rey ha dimitido…. En Madrid… Euskadi… Cataluña… Zaragoza… Valencia… Galicia… y Andalucía, se ha proclamado la III República. Se espera el apoyo inminente de las islas y demás territorios. Se aconseja a los ciudadanos que marchen pacíficamente a las plazas de las ciudades a celebrar este evento. ¡Gritad conmigo¡ ¡¡VIVA LA REPÚBLICA, VIVA LA DEMOCRACIA, VIVA EL SOCIALISMO¡¡¡
En estos momentos se oyó un estruendo enorme, como de una bomba, seguido de ráfagas continuas de tiros por todas partes. (Entonces me desperté. Era el RUGIR ESPLENDOROSO Y MARAVILLOSO DEL CASTILLO DE FUEGOS ARTIFICIALES QUE DABA COMIENZO A LA “FERIA DE MÁLAGA”).
¡ De una u otra forma esto había que celebrarlo¡¡
¡¡Salud y buenas fiestas¡¡¡
JOSÉ PEDRO.
Militante de Izquierda Socialista de Málaga-PSOE-A
13 de agosto de 2011
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