19 de agosto de 2011

EL DETERIORO DE LA ECONOMÍA ACELERARÁ EL OTOÑO CALIENTE.

Batacazo de las bolsas en otro jueves negro. El pánico a una nueva recesión hace que se desplomen las bolsas mundiales. El Ibex-35 se hunde un 4,7 %. La bolsa italiana pierde un 6,15 %. Paris cae un 5,48 %. El Dax alemán cierra con unas pérdidas del 4,98 %. Londres pierde un 4,49 %. Las bolsas asiáticas sufren caídas hasta un 6,22 %. En Nueva York, índice Dow Jones sufrió una catastrófica caída de 419,63 puntos, lo que representó un cierre negativo del 3,68 %.

Es preciso prestar atención a los análisis tanto económicos, como sobre los efectos que estos tienen en la psicología de las masas, que tenemos la obligación de examinar permanentemente, sobre los acontecimientos que están ocurriendo, porque se producirán puntos de inflexión en estos procesos, donde se podrán abrir cauces de enfrentamientos entre el mundo del capital y el mundo del trabajo cada vez másvirulentos.

Todas estas caídas se trasladarán más temprano o más tarde a la economía real, produciendo cierres de empresas y mandando a los trabajadores al paro, aumentando las hambrunas y empeorando las condiciones de vida de las masas, por ello, nosotros seguimos aplicando los mejores métodos para intentar analizar con la mejor aproximación a la realidad las consecuencias de esas catástrofes financieras que expresan la bancarrota del capitalismo.

Existe una distorsión bastante arraigada en el pensamiento normal de la gente, sobre la filosofía del materialismo dialéctico, que intenta explicar, que bajo este modelo no existe suficiente lugar para la libertad del individuo a la hora de elegir su propio destino. (Pero la realidad es que el desarrollo de las fuerzas productivas está en retroceso a escala mundial).

Esa distorsión es más bien una caricatura porque la concepción materialista de la historia, no dice en exclusiva, que todo queda reducido al proceso de desarrollo de las fuerzas productivas, aunque sí es evidente que eso determina bastante el grado del nivel de vida y desarrollo en un momento dado.

En realidad, bajo el capitalismo observamos a los seres humanos que son vistos como agentes dominados por las fuerzas económicas y que en realidad, a veces parecemos marionetas danzando al compás de la partitura que nos marcan fuerzas ajenas a nuestras esferas políticas democráticas.

La democracia aparente en la que vivimos está siendo cuestionada desde las bases, al notar que ésta no es tal, y que en realidad ha habido un golpe de estado financiero internacional y todos los gobiernos se han sometido a lo que han dado en llamar “los mercados” que en realidad están representados por la dictadura financiera del capitalismo en su fase imperialista.

Existe un punto de vista mecanicista del proceso histórico, que es el determinismo económico, que en realidad no tiene nada que ver con la interpretación que ofrece la filosofía del materialismo dialéctico, que lleva siendo atacada, tergiversada y calumniada desde hace más de 150 años, con escasos resultados porque las masas no se han enterado que Carlos Marx está muerto y enterrado e insisten en rebelarse contra el capitalismo y sus efectos.

La concepción del materialismo histórico parte de una elemental proposición de que los seres humanos producen su propia historia, no obstante al contrario que la concepción idealista de la humanidad, que considera al individuo como un agente absolutamente libre, el materialismo dialéctico, explica que los seres estamos limitados por las condiciones materiales impuestas por la sociedad a la que cada uno pertenece.

Generalmente las condiciones de vida están moldeadas por el nivel de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas, que en última instancia, es la base sobre la que descansa, la religión, la política, en definitiva la cultura. Ahora bien, eso no está determinado directamente por el desarrollo económico, sino que puede tener una vida propia y de hecho la tiene. A veces existen avances del capital contra las fuerzas del trabajo, a veces ocurre todo lo contrario.

Todo tiene sin embargo, un carácter dialéctico, pues las relaciones son muy complejas porque intervienen distintos factores que en sí, también están interrelacionados de forma dialéctica, porque las personas no eligen libremente las condiciones en que nacen y viven sino que más bien éstas les vienen dadas por las circunstancias.

Como imaginan los idealistas, tampoco es posible que los seres humanos impongan su voluntad sobre la sociedad, bien sea por su estatus, su voluntad y capacidad intelectual sobre la sociedad, bien sean estos Reyes, Presidentes, Ministros u otras autoridades.

Esa teoría asumida por la generalidad de la sociedad según la cual la historia la hacen “las grandes personalidades”, es una falsificación que no se sostiene, pero que sirve a los poderes fácticos para entretener y mantener a raya a los ciudadanos mientras que puedan, para defender los intereses de la clase burguesa dominante.

Esos métodos tienen el mismo valor científico que las complejas teorías de la conspiración que se sacan de cuando en cuando, donde los poderes y su prensa atribuyen a “agitadores” revolucionarios de perversas ideas e influencias los males de las convulsiones sociales que están ocurriendo.

La clase trabajadora sabe que las huelgas son provocadas por las malas condiciones de trabajo, por el empeoramiento del nivel salarial y por la caída real de los niveles de vida, como el paro y la precariedad. La conflictividad laboral e incluso las huelgas, contrariamente a lo que nos quieren transmitir a través de algunos medios de comunicación dominados y al servicio de la clase burguesa dominante, no son hechos normales, sino que cuando un conflicto estalla, es por que las causas se han hecho ya insoportables para la clase obrera.

La clase trabajadora no hace huelga por deporte. Podemos analizar los procesos tal como los que vemos en una fábrica o sector que pueden estar durante años en un estado de relativa calma y que incluso los trabajadores no reaccionen ante ataques o pérdidas de derechos y vemos cómo empeoran momentáneamente las condiciones salariales que han sido atacadas sin que aparentemente pase nada.

En condiciones como las actuales, donde la amenaza del paro es una realidad, eso a veces, se convierte en un hecho concreto, pero llegados un momento, incluso si los propios dirigentes sindicales no se ponen a la cabeza de la lucha, los conflictos saltan por encima de las cabezas de sus propios dirigentes porque la gota ha colmado el vaso.

Los debates y las luchas dialécticas entre la propia clase trabajadora cuando tienen que tomar una decisión de saltar a la lucha y enfrentarse al patrón y al Estado, desmoraliza en principio a algunos hasta que la masa crítica empujada por la necesidad se impone al miedo y se rompen todos los tabúes.

De todas formas, en el transcurso de la lucha, se sacan conclusiones contradictorias y a veces equivocadas entre una parte y otra de los propios trabajadores, pues a veces los que parecen más atrasados, los que están en precario, sobre todo la mujer… que parece en principio que son los más remisos a la lucha y que no van a hacer nada, sufren un salto cualitativo en la toma de conciencia y se ponen en la vanguardia, siendo los más arrojados, heroicos y conscientes en la lucha por sus derechos y reivindicaciones.

De un día para el siguiente todo cambia, porque por debajo de la superficie de tranquilidad aparente se habían estado produciendo cambios moleculares acumulativos, aunque imperceptibles, en la toma de conciencia. Los miles y miles de incidentes diarios, de injusticias, de ofensas comparativas, de agravios, han ido dejando gradualmente su poso en la conciencia de la clase trabajadora.

Ese proceso molecular en la vida del trabajador es el equivalente al efecto que produce en un laboratorio químico el llamado Efecto Gibbs. Es el equivalente a la energía que se produce en una reacción química, por lo que tanto en ese proceso molecular, tanto en la vida real del ser humano, como en química, aunque tarden un tiempo en surtir sus efectos, se producen las reacciones. Lo que sí es cierto es que ningún científico se puede quejar nunca de que la reacción que espera se produzca demasiado lentamente. Se dará siempre en su momento adecuado.

Así pues, y siguiendo las leyes de la dialéctica, de la misma forma, en un momento dado, el descontento que se acumula en el cerebro del obrero en una fábrica, taller o puesto de trabajo, más temprano o más tarde estalla, si sus aspiraciones no se ven satisfechas. Si las explosiones son aisladas, por fábricas o sectores, pueden ser rebeliones con poco alcance, pero si los estallidos se generalizan y el sistema capitalista no encuentra respuestas económicas a las exigencias que se plantean, se convierten en procesos pre-revolucionarios que pueden derivar en auténticas revoluciones, o incluso, como vimos desde primeros de año en el Norte de África, pueden surgir revoluciones espontáneas que se extienden como un reguero de pólvora.

En estos momentos de efervescencia, la situación cambia radicalmente en días o en semanas y si existen activistas preparados, si la clase trabajadora tiene buenas organizaciones sindicales y políticas bien entrenadas, si el movimiento no les pilla con la guardia baja, ppudiesen ocurrir tomas de poder por la clase trabajadora relativamente pacífica. O darse procesos lentos de toma de Plazas, acampadas y movilizaciones No Violentas, como está ocurriendo con el 15M y Democracia Real ya, que está animando a los ciudadanos a buscar otro modelo donde se tengan en cuenta las peticiones y los deseos de las masas en acción. Por ahora, las reivindicaciones son una mejora de la democracia, en lo social, económico, político y cultural pero la situación puede dar un salto cualitativo.

Las cosas, de acuerdo con las leyes de la dialéctica, se transforman más temprano o más tarde en su contrario. Muchas veces lo hemos visto en la historia, pero en el corto tiempo de unos meses, el proceso de derrumbe de dictadores y regímenes “amigos” de los imperialistas ha sido una constante, empezando por Túnez y estando ahora la situación atascada en Siria, sin olvidar Libia y demás zonas, donde la situación de lucha no ha terminado.

Hemos observado cómo grandes capas de trabajadores, que parecían muy atrasadas y pasivas en el mundo árabe han pasado directamente de golpe a primera línea de fuego. Incluso en Israel ha habido manifestaciones de más de 300.000 personas y en la flemática Gran Bretaña, la juventud saltó en estampida poniendo en un aprieto al sistema. El proceso molecular de la toma de conciencia se ha desarrollado en saltos bruscos y repentinos.

Esto puede verse también a pequeña escala en cualquier huelga. En cada huelga se puede estudiar a pequeña escala los mismos procesos que se dan a gran escala en un proceso revolucionario, aunque claro está, en estado embrionario de su desarrollo.

Las situaciones antes descritas explican que la necesidad, como dijo Engel, se expresa a través del accidente y en presencia de una minoría consciente y audaz, ésta puede jugar el papel del catalizador en una reacción química, produciendo el mismo efecto Gibbs que hemos relatado, pero el catalizador social que debe estar representado por el factor subjetivo en el movimiento obrero está todavía en estado embrionario, por lo que, a corto plazo, no podrá jugar el papel que está destinado a llevar a cabo.

Porque en las cuestiones sociales y políticas, tenemos que hablar de algo en concreto, de preparación, previsión, análisis correcto de perspectiva, estrategias, tácticas, ritmos así como de las habilidades de las personas que se quieran considerar dirigentes. Ese es el verdadero drama de la clase trabajadora en los momentos claves como los actuales, la debilidad de sus direcciones para encauzar la salida de la crisis por la izquierda. Estamos hablando de una lucha de intereses entre fuerzas vivas de la sociedad y no de una simple ecuación matemática o un ensayo químico.

Debemos prestar atención a los análisis que tenemos la obligación de hacer permanentemente, sobre los acontecimientos que están ocurriendo, porque se producirán puntos de inflexión en estos procesos, donde se podrán abrir grandes oportunidades en los próximos meses, como corriente Izquierda Socialista, en las Conferencias Provinciales y Estatales que se van a llevar a cabo.

La cuestión fundamental va a ser mantener el programa y la táctica alternativas que venimos proponiendo, a la vez que dotarnos de más habilidad y audacia para aprovechar las oportunidades de crecer que se nos van a presentar, para continuar fortaleciendo nuestra corriente, lo que a su vez nos va a situar ante nuevas posibilidades de desarrollo, porque la línea socialdemócrata que venía manteniendo nuestro partido está agotada y solamente con un giro a la izquierda, en la lucha por una alternativa verdaderamente socialista, podremos ir consolidando las bases para en su momento, ofrecer la alternativa de luchar por un programa que supere al capitalismo, porque bajo este decrépito y corrupto sistema liberal burgués, la humanidad no tiene futuro.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

Is-psoe.malaga@terra.es

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