No podemos engañarnos. Nuestro partido no está canalizando el malestar social generalizado que existe. Pero lo preocupante es que desde la calle, desde los barrios, la movilización, desde la base social del partido más importante de la clase trabajadora de este país, existe un descontento profundo hacia el gobierno y hacia el PSOE.
La militancia socialista se basa en priorizar, ante todo, las necesidades y objetivos políticos de la clase trabajadora. Esto implica mirar la realidad tal cual es, analizar concienzudamente. Y extraer de ahí las conclusiones y las tareas necesarias. Y, lo más importante de todo, tomarse en serio esos objetivos.
La crisis capitalista.
Rechazamos la propaganda demagógica de la derecha. Los mass media culpan de todos los males habidos y por haber al gobierno progresista y al presidente Pedro Sánchez,obvian concienzudamente el contexto mundial de crisis del sistema capitalista. Este contexto de parálisis de la economía productiva tensiona enormemente las relaciones entre naciones y clases. Los países más poderosos, tejiendo alianzas entre afines, pugnan por controlar grandes zonas de influencia y poder tener amplios mercados que revitalicen el comercio y la actividad económica.
Esta rivalidad, llevada a su máxima expresión, condujo a la carnicería humana que supusieron las guerras mundiales en el siglo pasado.
Hoy, los choques entre los bloques imperialistas de la Unión Europea y EEUU por un lado, y Rusia y China por otro, amenazan con llevarnos a la destrucción, y como señaló Rosa Luxemburgo, la barbarie.
En el polo económico, nos encontramos con que la dinámica de buscar el máximo beneficio y más rápido por parte de los grandes empresarios y lobbies ha abierto una ofensiva contra la mayoría social, contra la clase trabajadora, basada en recorte de salarios, inflación, subida de alquileres, etc.
Con su gran poder político, económico y mediático, estos poderosos presionan para que el Estado tome partido, y garantice sus intereses a través de recortes en servicios públicos, privatizaciones, contrarreformas y demás políticas de carácter capitalista.
Enfado y radicalización.
La crisis capitalista tiene un impacto evidente en la vida cotidiana de cualquier familia trabajadora. Y especialmente, golpeando a los y las más jóvenes. No podemos olvidar que fue este enfado, junto con el rechazo masivo al Partido Popular, lo que permitió a nuestro partido cosechar diferentes victorias electorales, derrotando al bloque reaccionario de la derecha, de PP y Vox (y los olvidados Ciudadanos).
El Gobierno se constituyó con un mandato claro. Echar atrás las políticas del PP y revertir una situación de crisis social. Ahora, tras seis años de mandato del presidente Sánchez, es momento de hacer un balance serio, a pesar de avances en pensiones, SMI, derechos laborales, porque las condiciones de vida son peores.
Por la derecha, como viene siendo común, y aprendiendo de los Abascales del mundo como Donald Trump, la demagogia, la hipocresía, los bulos y la mentira se han convertido en el común. Todo vale, todo es útil, no hay escrúpulos con tal de golpear al gobierno progresista.
Esto ha sentado las bases para que, conjugando el enfado con el odio y la mentira de la derecha, el apoyo electoral a la extrema derecha y a la derecha crezca muy significativamente. Los últimos resultados electorales municipales, autonómicos y generales están ahí. No son buenos para nuestro partido.
Volver a nuestras bases.
Más allá de estos sectores que, empujados por la desesperación individual y por los bulos y las mentiras apoyan coyunturalmente a las derechas, existe una enorme capa social entre la juventud y la clase trabajadora que no está, en absoluto, contenta con el Partido y con el Gobierno.
Feudos históricos del PSOE como Dos Hermanas en Sevilla, Carretera de Cádiz en Málaga o el Cinturón Rojo de Madrid han pasado a ser el caladero de voto de la derecha y de Ayuso. En gran medida, de la mano de la abstención electoral, que sabemos bien que es un voto consciente, pasivo, de desaprobación al sistema legislativo y parlamentario.
Dicho esto, sentémonos, preguntémonos. ¿A qué se debe que cientos de miles de personas, especialmente jóvenes, salgan a las calles en manifestaciones con un contenido de izquierdas, pero claramente contrarias al gobierno? ¿Acaso no es la labor histórica del PSOE ser el cauce de ese descontento y no su diana? No podemos hacer como si las manifestaciones en solidaridad con el pueblo palestino o las movilizaciones por la vivienda que han aglutinado a masas no hubieran pasado.
Hemos hecho una contribución a este debate abierto desde la Izquierda Socialista de Málaga, a través del documento sobre: DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y ÉTICA y hemos colaborado en un PROGRAMA MÍNIMO DEL SOCIALISMO CIENTÍFICO” (*), que recomendamos consultar, ya que el lector entenderá que no podemos ir más allá en estas líneas.
Sin embargo, debemos empezar a ir un poco más allá, y avanzar en la autocrítica. La corriente interna del PSOE Izquierda Socialista nació en un momento histórico clave para nuestro país, nuestro partido y nuestra clase. Los debates en torno a cómo encarar la Transición y la construcción de la Democracia Parlamentaria tras la larga noche del franquismo dieron a luz a la Izquierda Socialista. Si bien decíamos que la labor histórica del PSOE es encarnar y dirigir las aspiraciones de nuestra clase, y organizar a los obreros, estudiantes, campesinos, autónomos, etc., más conscientes políticamente, la corriente de opinión Izquierda Socialista tiene también una función histórica importante.
Dentro del Partido, nuestra corriente tiene que ser el motor de la defensa del auténtico socialismo, herederos de Pablo Iglesias Posse, y de nuestra heróica militancia y base social, que ha estado siempre al pìe del cañón.
Asumiendo esto, viendo la realidad ante nuestros ojos: ¿La Izquierda Socialista está asumiendo su tarea?. Ese es el debate que nos lanzamos a abrir, y en el que iremos ahondando en nuestras próximas publicaciones. Invitamos a toda la militancia y simpatizantes socialistas a, si lo desean y consideran oportuno, aportar a este intercambio de ideas y opiniones tan necesario en nuestros días.
COMISIÓN PERMANENTE.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCÍA.
(*) Cualquier persona de izquierda, sea simpatizante, afiliado o militante que se interese en participar en el debate para fortalecer la Democracia Participativa y Ética y colaborar en el Programa Mínimo del Socialismo Científico, que nuestra corriente de opinión defiende, puede ponerse en contacto con nosotros en el correo de abajo, solicitando el documento a debatir y le será remitido gratuitamente, para poder aportar las Enmiendas, comentarios o críticas que estime conveniente:
Solicitar poniendo en asunto: DEBATE ABIERTO.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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