(Recomendable leer antes la Parte 1) en este mismo blog de fecha
27/6).
…/… Si realmente se quiere evitar un estancamiento total y la
imposición de unas condiciones tremendas de recortes, hambrunas y penuria para
las masas, que lastran e impiden el desarrollo pleno de las fuerzas
productivas encorsetadas bajo el capitalismo latifundista, la lucha por un
nuevo modelo se hace imprescindible.
Al no existir partidos socialistas o comunistas que llamen a la
transformación social, con suficiente fortaleza que tengan apoyos de masas
dinámicos y en acción, ni en los países más pobres ni en los capitalistas
industrializados que sirviesen de polo de atracción para la clase trabajadora,
a la vez que no existe ni un estado obrero socialista sano, con democracia
social que sirva de polo de referencia, los levantamientos de las neo-colonias
se han desarrollado de forma distorsionada, carentes de direcciones correctas,
quedándose el proceso más bien en tablas, cuyo ejemplo es el mundo árabe, pero
también Venezuela y demás países de América latina, donde el proceso al
socialismo está atascado, dado que bajo el capitalismo no hay salida,
pero el imperialismo tampoco tiene fuerzas para aplastar a las masas como
hiciese en décadas pasadas apoyando dictaduras sangrientas y acude a su único
recurso de fomentar el rearme, la carrera bélica y los genocidios.
El estancamiento de la Revolución Cubana que siguió los
parámetros, similares al estalinismo aunque con algunas diferencias, así como
la deriva hacia el capitalismo de la poderosa Revolución China, que se
desarrolló en un principio dentro del marco de la correlación de fuerza
mundial, con influencias estalinistas/maoistas siguiendo el modelo de la
extinta URSS, demostraron igualmente la imposibilidad de construir el
socialismo ni en un solo país, ni mucho menos cada cual a su aire y enfrentados,
que fue uno de los mayores errores de la táctica estalinista,
demostrándose que tampoco existe allí ni ha existido nunca lo que la burguesía
llamaba “socialismo real” y ahora renombran en China como “socialismo de
mercado con características chinas”, cuando es una monstruosa mezcla de
Capitalismo de Estado y Dictadura contra el Proletariado.
Todos esos sucedáneos y desviaciones del objetivo de
construir el verdadero socialismo han sido analizados y criticados por diversos
intelectuales. Por ejemplo, la revolución de Cuba, comenzó con una dirección y
objetivos democrático burgueses, pero debido a diversas circunstancias de
presión del imperialismo, errores de la dirección de la revolución y
otras, acabó organizándose de manera bonapartista-proletaria al girar hacia el
estalinismo de Moscú.
Como consecuencia del carácter atrasado de su economía,
así como el bajo nivel de comprensión del auténtico método del marxismo de la
casta militarista del guerrillerismo cubano, (del que El Che y pocos más eran la
excepción al criticar a la burocracia de Moscú), le llevaron a
aceptar el “socialismo real estalinista calcado e impuesto por la URSS” de
quien recibía el apoyo. Pero aquello se convirtió en un sistema dominado por
una casta burocrática militar, de características similares al modelo de Rusia,
China y demás países “estalinizados”, donde hacía tiempo se estaba dando un
termidor burocrático de orientación al capitalismo que luego se recrudeció y
explotó.
Incluso teniendo en cuenta las deformaciones burocráticas de los
países de bonapartismo proletario, la economía de Rusia y China se estaban
desarrollando en aquella época como grandes potencias, pisándole los talones a
EEUU en algunos campos del desarrollo y estaban liquidando el atraso histórico
con una velocidad sin precedentes, por lo que actuaban como un poderoso polo de
atracción.
Pero esa especie de “capitalismo estatalizado”, sin control
obrero y subordinado al imperialismo, con el pacto tácito de impedir las nuevas
revoluciones sociales, se convirtió en un freno para poder desarrollar
las fuerzas productivas, que chocaba con la incapacidad y la ineficacia
de la planificación centralizada estrangulada por la casta burocrática,
que fueron las principales causas, junto con el error de la teoría de “la
construcción del socialismo en un solo país”, cada cual por su lado,
siendo esos los factores fundamentales que influyeron en su
desplome ante los ataques económicos del imperialismo.
Dando la impresión de que habían conseguido una nueva versión del
marxismo que negaba la teoría de la revolución permanente, esa casta de
militares se convirtieron durante un tiempo en los agentes históricos de la
revolución, creyendo que bastaba llevar a cabo la estatización de la economía,
(pero sin control obrero, sin democracia participativa, solo manu militari),
para construir el socialismo, cuyo método falló estrepitosamente, pasando
del sistema estalinista al capitalista como quien pasa de un vagón del tren a
otro.
Es preciso comprender que esos procesos de pasos atrás en la
historia se debían al retraso en la construcción del factor subjetivo
necesario de la revolución socialista en los países desarrollados. Pero
la caída del estalinismo, al representar una desintegración de un sistema, a la
larga también está minando los cimientos del capitalismo mundial, cuando éste
ha entrado en un proceso de declive global y camina hacia una brutal recesión
que podría desembocar en una depresión similar a la de los años 30 del siglo
pasado.
En los procesos vividos durante la desintegración de esos países
“estalinizados”, la mayoría de los gobiernos dictadores que eran regímenes
bonapartistas proletarios, empezaron una lucha por su independencia
nacional, saltando de la sartén al fuego, pues ese era el camino que les llevaba
diametralmente opuesto al socialismo, que debe ser internacionalista o no
es verdadero socialismo, pues se requiere una integración, colaboración,
cooperación, solidaridad y apoyo mutuo en su filosofía de clase.
Las tensiones vividas entre las diversas castas militares de
China, Rusia y demás estados estalinistas fortalecía el poder militarista
de las burocracias, elevándose éstas cada vez más por encima de las masas,
dedicando ingentes recursos a la carrera bélica, detrayéndolo de la economía
que evitaba y cercenaba las atenciones sociales de los pueblos, que junto con
el despilfarro y el robo sistemático de la burocracia a la producción, se
convirtieron en un freno absoluto para el desarrollo real de las fuerzas
productivas preparando el colapso de la economía estaliniana burocratizada,
que necesitaba el control democrático como el cuerpo humano
necesita al oxigeno para limpiar la sangre y para lo cual era necesaria
la revolución política para acabar con aquella casta de burócratas que,
siendo solamente el 3 % de la casta burocratizada, se incautaba del 64 % del PIB en la
extinta Unión Soviética.
Asimismo otros factores influyeron en la degeneración de esos
estados, como el largo auge del capitalismo en los países industrializados, la
degeneración burocrática que también se daba en los partidos obreros de masas
en los países capitalistas desarrollados que interactuaban y reforzaban
la degeneración mutuamente.
Durante toda una época,
esta era la característica fundamental que se daba, lo que representaba
un circulo vicioso que degeneraba el desarrollo del estudio teórico y práctico
del verdadero socialismo marxista, tan necesario para avanzar en la
construcción de organizaciones sindicales y partidarias, que se salvaran de los
dos precipicios fundamentales por los que todos descarrilaban, como son el
oportunismo por la derecha y el sectarismo ultra por la izquierda.
En una situación similar, no existían posibilidades reales de
organizar partidos obreros que no sucumbieran a esas presiones, dado que la II
Internacional socialdemócrata se había diluido en el capitalismo y la III
Internacional había sido destruida y desmantelada por Stalin.
(Continuará con la parte 3) en este mismo blog el día 4 de julio)
COMISIÓN
PERMANENTE:
IZQUIERDA SOCIALISTA
MÁLAGA.
PSOE DE
ANDALUCIA.
Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
(1)
La persona que quiera aportar algún comentario, crítica o petición, puede
remitirla al correo de arriba y si alguien quiere recibir el documento
completo, puede solicitarlo a ese mismo correo y se le remitirá
gratuitamente, poniendo en asunto: MANIFIESTO
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