27 de junio de 2024

UN REPASO HISTÓRICO A LA SITUACIÓN DE LA IZQUIERDA PARA QUE LAS BASES DEL PSOE NOS PREPAREMOS PARA LO QUE VIENE. (Parte 1 de 6)

 

Existe en la izquierda una enorme cantidad de grupos sectarios y oportunistas que se reclaman del socialismo en todas sus variantes, pero la mayoría de ellos, están dirigidos por compañeros   que desconocen, han olvidado o han tergiversado el método, las ideas, la estrategia y la táctica que puede conducir a la clase trabajadora a la toma del poder y construir una nueva sociedad genuinamente socialista, como alternativa global al sistema capitalista.

 

La burguesía insiste en la muerte del marxismo,  pero para algunas corrientes críticas, el materialismo dialéctico representa una herencia preciosa que debemos seguir desarrollando  a la vez que animamos a los jóvenes y a la clase trabajadora en general a que  lean a los clásicos, no como un dogma, sino como una guía para la acción y la comprensión.

 

Es necesario reconocer que debido a las desviaciones del estalinismo y a la deriva hacia la derecha del reformismo  socialdemócrata, los verdaderos socialistas marxistas,  quedaron prácticamente aislados en pequeños grupos diseminados, siendo atacados principalmente por el capitalismo, pero también por el estalinismo y la socialdemocracia.  

 

Remontándonos en la historia se observa que terminada la II Guerra Mundial, salieron fortalecidas las corrientes estalinistas y en cierta medida la II Internacional socialdemócrata también, pues ante el miedo de la burguesía a la revolución,  infiltró y utilizó a los dirigentes reformistas para que actuasen de cortafuego,  otorgando algunas mejoras a los trabajadores para contrarrestar los avances que experimentaba la URSS que se había convertido en un polo de atracción para los obreros del mundo.

 

Pero ni los estrategas del estalinismo ni los reformistas socialdemócratas fueron capaces de comprender los acontecimientos internos y las luchas sociales que el proceso histórico hizo imparables e inevitables, incrementándose el desarrollo de los Estados “estalinizados” en el Este de Europa, que se convirtieron en estados bonapartistas obreros deformados y degenerados, que la burguesía empezó a llamar del “socialismo real”, cuando en realidad se estaba dando desde hacía años una contrarrevolución que caminaba hacia el capitalismo, si no se producía una revolución política donde los trabajadores interviniesen implantando el control obrero y la planificación democrática, pero el proceso se produjo a la inversa asumiendo la burocracia corrupta el modelo capitalista del que estaban más cercano.

 

        Mucho antes de esa implosión, las revoluciones que ocurrieron posteriormente a 1944 con los acontecimientos de Grecia, las Revoluciones en  China y Cuba, junto con otros cambios similares que se estaban dando en otras zonas e incluso en el Mayo francés del 68, no fueron previstas por ninguna fuerza política con garantías de llevarlas a buen puerto, por la incapacidad burocrática de sus direcciones y su sumisión al capitalismo, en el abrazo del oso que representó la guerra fría, donde los estalinistas y los socialdemócratas negaban la posibilidad de avanzar al verdadero Socialismo Científico, basado en la Democracia Participativa y Ética desarrollando la autogestión de los recursos productivos.

 

La confirmación más clara de la bancarrota de la dirección estalinista se dio en la Revolución de los  claveles de Portugal, donde el Partido Comunista Portugués,  que tuvo todo el poder en sus manos, fue incapaz de desarrollar un plan que concediese el poder y la autogestión de las empresas a los trabajadores, y colaboraron en deshacer  la reforma agraria que se había llevado a cabo en la práctica por las propias masas  de los campesinos y jornaleros,  y con la participación activa de la dirección del PCP procedieron a la devolución de los latifundios y de las empresas a los capitalistas.

 

En los textos de los clásicos del marxismo la interrelación entre el llamado factor subjetivo y los factores objetivos ocupan bastantes libros. Una de las principales conclusiones es la necesidad de una Internacional marxista, debido a la disolución de la I Internacional de Marx y Bakunin,  al sometimiento de la II a sus burguesías respectivas aprobando los créditos de guerra  y la práctica disolución de la III Internacional sometida al nacionalismo Gran Ruso por Stalin, y al abandono del “internacionalismo proletario”,  que hace comprender a la clase trabajadora que está a merced de direcciones endebles y desconfían de sus dirigentes porque han conseguido llevarles a una derrota tras otra.  

 

El abandono de la teoría, del método dialéctico, que es el mejor que puede ayudarnos a clarificar las contradicciones que se producen en el proceso de lucha para alcanzar la transformación social, supuso un  verdadero desastre y un drama angustioso para las masas bajo la bota del imperialismo capitalista.  

 

El capitalismo mundial, en esta fase imperialista multinacional que hemos sufrido más aceleradamente  durante las últimas  décadas, ha desarrollado todo su potencial y posibilidades que quedaban como sistema progresista, no solamente en los países desarrollados, sino en todo el planeta por la expansión total de los mercados en la llamada “globalización”, que dialécticamente ha tocado sus límites.  

 

El aumento de la producción alcanzó antes de la crisis de 2008,  las cotas más altas jamás conseguidas por ningún otro sistema, creando productos nuevos que superaban en su fase de capitalización bursátil, al menos 10 veces el valor del  Producto Interior Bruto Mundial, superando los 500 BILLONES de dólares.

 

Debido a la elasticidad de los créditos e hipotecas, incluso a dos vidas,  los capitalistas consiguieron artificialmente que el sistema liberal burgués  tuviese una aparente y relativa estabilidad, lo que, por una parte fortaleció a la burguesía que acumuló enormes beneficios en el proceso de concentración acelerada del capital,  y por otra,  jugó el papel de crear falsas ilusiones en los trabajadores, que alentados por las direcciones reformistas, tragaron el anzuelo de la lógica del capitalismo que empezó a decir que se había llegado al fin de la historia y que el capitalismo había superado las crisis cíclicas, lo cual se ha demostrado un craso error, como así habían previsto los analistas marxistas que aplicaban correctamente el materialismo dialéctico como el mejor método de análisis de la realidad.

 

La descomposición de los países más empobrecidos y la aceleración de la carrera bélica en Ucrania, en Palestina y en otras zonas,  indica que la revolución colonial inacabada se sigue manifestando tomando formas peculiares y con maneras distorsionadas, que se debe fundamentalmente a la correlación de fuerzas que ejercen los problemas sociales que no pueden ser resueltos por las burguesías respectivas, ni por métodos dictatoriales ni por métodos democráticos, ni por métodos bélicos, lo que confirma la Teoría de la Revolución Permanente, que algunos mal interpretaron como “automática”, que era una tergiversación de esa teoría.

 

La problemática social que debe ser abordada,  como la cuestión agraria de los latifundios y de la producción industrial, son necesidades urgentes que no pueden ser resueltas, por lo que se necesita proceder a la transformación de la sociedad,  ya que  no pueden ser abordadas a favor de los ciudadanos  bajo líneas de propiedad privada capitalista…/…

(Continuará con la Parte 2 el próximo día 1 de Julio en este mismo blog). _

COMISIÓN PERMANENTE: 

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

(1)       La persona que quiera aportar algún comentario,  crítica o petición,  puede remitirla al correo de arriba y si alguien quiere recibir el documento  completo, puede solicitarlo a ese mismo correo y se le remitirá gratuitamente, poniendo en asunto: MANIFIESTO

 

 

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