La polarización en líneas de clase está generando un agudo cuadro de
inestabilidad política con radicalizaciones a derechas e izquierdas, con una
ofensiva brutal de la reacción neofascista representada por VOX y PP, agitando
y esparciendo el odio y la confrontación contra todo lo que huela a izquierda.
Está aumentando el descrédito de las instituciones de la democracia
burguesa, que podría producir un recrudecimiento de la lucha entre las clases
sociales en el corto plazo.
El incremento de las desigualdades, provocado por la agudización de la crisis
económico/sanitaria, es más que probable que genere convulsiones de grandes
movimientos sociales de masas que pasarán a la acción, buscando recuperar lo
perdido, luchando por un giro a la izquierda en el proceso molecular de toma de
conciencia de amplios sectores de la clase trabajadora, la juventud y capas
medias empobrecidas por la desestabilización de la pandemia.
Para la inmensa mayoría de la ciudadanía, esta crisis representa una lenta
agonía marcada por el deterioro muy grave de las condiciones de vida de
trabajadores asalariados, autónomos y
capas medias, que deja un reguero de empleo precario, que se extiende como una
gangrena, con niveles salariales hundidos, sobre/explotación, paro, miseria y
jornadas prolongadas, que han alcanzado cotas nunca vistas.
La lucha por el Socialismo es ahora más necesaria que nunca, porque tras el
abandono de las raíces de esta ideología que proviene del marxismo, como
defendían los fundadores del PSOE hasta el XXVII Congreso, sin unas raíces
sólidas, el Partido se ha venido marchitando tras el giro a la derecha del
felipismo, que produjo las actuales llamadas “baronías”, que intentaron
derrocar a Pedro Sánchez con métodos antidemocráticos.
En el XXVIII Congreso, que representó
el intento de la militancia de mantener el socialismo marxista, la historia
narra que ganó el sector marxista, pero ante la renuncia de Felipe de gestionar
el programa del socialismo democrático genuino, dimitió y se formó una Gestora
que propició el triunfo del giro hacia la moderación del XXIX Congreso, viraje que
todavía no se ha corregido, por la debilidad de la corriente Izquierda Socialista,
que insiste en formar nueva Alternativa, actualizando el Socialismo Científico,
pero con Democracia Participativa y Ética (*), continuando en el debate con esta breve
síntesis, para los que quieran
profundizar en algunas definiciones:
SALARIO: Es el valor de cambio o precio de la fuerza de trabajo.
Durante el tiempo en que el asalariado trabaja para el capitalista
produce una determinada magnitud de valor.
Parte de este valor generado por el asalariado
se le devuelve en forma de salario. De resto se apropia el capitalista (Ver
plusvalía).
La magnitud del salario está determinada por el valor de los medios de
subsistencia del asalariado y de su familia, vale decir por el precio de
aquellos bienes que el asalariado y su familia deben consumir para
sobrevivir.
PLUSVALÍA: Es la parte
del valor generado por el trabajo del asalariado, por la utilización de su
fuerza de trabajo, que queda en poder del capitalista dentro del análisis
marxista.
La fuerza de trabajo es una particular mercancía cuyo valor de cambio
(salario) es menor que el valor que aporta al producto.
La diferencia entre el salario pagado al asalariado y la parte del valor
que éste aporta al producto (valor) se llama plusvalía.
De acuerdo con el marxismo, la fuerza de trabajo es la única fuente de
plusvalía, (El trabajo es la fuente de todo valor) la única creadora de
nuevo valor.
Las materias primas y maquinarias utilizadas sólo transfieren su valor al
nuevo producto. No lo incrementan.
Siendo así, durante la jornada de trabajo el asalariado debe crear valor
para cubrir su salario, y la plusvalía que corresponde al capitalista.
El tiempo que tarda en crear su salario es el tiempo de trabajo socialmente
necesario, en tanto que el que corresponde a la plusvalía, es el tiempo de
trabajo excedente que se apropia el burgués.
CLASE ASALARIADA: La clase de los trabajadores asalariados, que privados de
medios de producción propios deben vender su fuerza de trabajo para poder
subsistir.
RELACIONES DE PRODUCCIÓN: Las que se establecen entre aquellas personas que
de una u otra forma participan en el proceso productivo y los medios de
producción.
Se distinguen las relaciones técnicas de producción (que se refieren al
control o no control) de las relaciones sociales de producción (que implican
propiedad o no propiedad sobre los medios).
El artesano del siglo XVIII debía hacer gala de habilidad personal para
elaborar sus productos. De la pericia con que manejara sus instrumentos de
trabajo, tijeras y agujas, por ejemplo, dependía la calidad de lo que entregaba
a sus clientes.
Tenía, por tanto, control absoluto de los medios de producción y era al
mismo tiempo su propietario.
En la sociedad capitalista, donde la producción se encuentra altamente tecnificada,
la tarea del obrero se reduce, en muchos casos, a apretar botones para que la
máquina trabaje.
No tiene control sobre los medios de producción ni es tampoco su
propietario.
A diferencia de las fuerzas productivas, las relaciones de producción tienen
un carácter estático.
Nacen cuando una nueva sociedad nace y son su esencia. Duran lo que esa
sociedad dura.
De esta forma, cuando se destruyen las relaciones de producción de la
sociedad esclavista, surgen nuevas relaciones de producción (feudales) que dan
origen a la sociedad feudal.
Así también, las relaciones de producción feudales son desplazadas por los
capitalistas, dando origen al capitalismo; y las relaciones de producción
capitalistas serán reemplazadas por las socialistas dando origen al socialismo.
El que las personas entren en determinadas relaciones de producción, no
depende de su conciencia, sino de las condiciones materiales de vida.
Depende, en última instancia, del nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas.
El conjunto de las relaciones de producción de un sistema es lo que se
llama Base o Infraestructura económica.
VALOR: El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo
socialmente necesario para producirlo.
La cantidad de trabajo que un bien encierra se mide por el tiempo de
trabajo que se gastó en producirlo.
Esto no significa (advierte el marxismo) que las mercancías encierran tanto
o más valor cuanto más holgazán o más torpe sea el hombre que las produce o, lo
que es lo mismo, cuanto más tiempo tarde en producirlas.
Por ello se habla de tiempo de trabajo socialmente necesario, o sea aquel
que se requiere para producir una mercancía cualquiera, en las condiciones
normales de producción y con el grado medio de destreza e intensidad de trabajo imperantes en la
sociedad.
La magnitud del valor de una mercancía permanece constante mientras no
varíe el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción.
Pero éste varía al cambiar la
capacidad productiva del trabajo, la cual depende de diversos factores, entre
los que se cuentan: grado de destreza medio del asalariado, progresos de la
ciencia y de sus aplicaciones técnicas, volumen y eficacia de los medios de
producción y las condiciones naturales.
Así, por ejemplo, la misma cantidad de trabajo que en años de buena cosecha
arroja 8 sacos de trigo, en años de mala cosecha sólo arroja 4, aumentando al
doble el valor de cada saco.
El rendimiento obtenido en yacimientos minerales con una misma cantidad de
trabajo, variará según se trate de yacimientos más pobres o más ricos.
Los diamantes son raros en la corteza de la tierra; por eso su extracción
supone, por término medio, mucho tiempo de trabajo, y ésta es la razón de que
representen, en dimensiones pequeñísimas, cantidades de trabajo enormes.
Un objeto puede ser útil sin ser valor. Así ocurre cuando la utilidad que
ese objeto encierra para el la persona no se debe al trabajo. Tal es el caso
del aire, de la tierra virgen, de las praderas naturales, etc.
Por otra parte, ningún objeto inútil puede ser valor. Si es inútil también
lo será el trabajo que encierra; no contará como trabajo ni representará, por
tanto, valor.
En términos cuantitativos, el valor de un bien se descompone en valor de
las materias primas usadas (evidentemente, este valor está dado por la cantidad
de trabajo invertida en la producción de ellas), valor del monto en que las
maquinarias se desgastan en su producción (depreciación), valor de la fuerza de
trabajo usada (Salario) y (Plusvalía) (beneficio del capitalista) generada por
la fuerza de trabajo.
Si bien el valor de cambio es la expresión formal del valor, no siempre
ambos tienen la misma magnitud.
El valor de cambio, o precio, oscila por la presión de distintas fuerzas
del mercado como la oferta, demanda, etc., pero siempre en torno a la magnitud
del valor.
VALOR DE CAMBIO: Proporción en que se cambian mercancías de una clase por
mercancías de otra y que varía con los lugares y los tiempos.
Si con un saco de salitre podemos obtener dos de harina, fijaremos el valor
de cambio de un saco de salitre en dos sacos de harina.
Asimismo, si podemos obtener una cajetilla de cigarrillos sacrificando 5
euros, diremos que el valor de cambio de dicha cajetilla es de cinco euros.
Este valor de cambio, o precio, si bien oscila de acuerdo con el juego de
las fuerzas de mercado, lo hace siempre en torno al valor.
De esta manera, el valor de cambio de una mercancía no es una relación
cuantitativa meramente casual; el valor de cambio es una expresión del valor.
VALOR DE USO: Capacidad de un objeto
para satisfacer necesidades humanas, de cualquier tipo que ellas sean.
La madera adquiere valor de uso en la medida en que con ella podemos hacer
muebles, construir casas, etc., y de madera porque ésta tiene características
materiales que lo permiten.
Por esto Marx afirma que el valor de uso de un objeto es la materialidad del
mismo.
Importa destacar que el valor de uso de un objeto sólo toma cuerpo cuando
éste presta utilidad, en decir, en el momento del consumo.
LUCHA ENTRE CLASES: Enfrentamiento que se produce entre dos clases
sociales antagónicas cuando luchan por sus intereses estratégicos de largo
plazo.
Por ejemplo, el interés estratégico
a largo plazo de una clase dominante consiste en perpetuar su dominio, el de
una clase dominada en destruir el sistema de dominación y el enfrentamiento que
se produce entre ambas clases constituye la lucha de clases proclamada por el
marxismo.
Marx y Engels afirman: "La Historia de todas las sociedades que han
existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases".
“Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos,
maestros y oficiales, o sea, en términos marxistas, opresores y oprimidos se
enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada algunas veces y
otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación
revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes.
Los marxistas señalan que las huelgas, manifestaciones callejeras, las
tomas de fábricas, terrenos y fundos, etc., sólo pueden ser consideradas
insertas en el contexto de la lucha de clases que sostiene el proletariado con
la burguesía, en la medida en que el proletariado visualice como su objetivo
final la superación del sistema económico burgués, que se basa en la
explotación y la opresión para iniciar la construcción de un nuevo modelo Socialista.
El Socialismo Genuino será un nuevo modelo económico y social, basado en la
filosofía del materialismo dialéctico, que abarca una amplia gama de sistemas
socioeconómicos, que se caracterizará por la propiedad social o común de los
medios de producción.
El modelo del Socialismo Científico, basado en la más amplia Democracia
Participativa y Ética, (*) tiene por
aspiración la autogestión de las empresas por parte de los trabajadores e
incluye teorías políticas de movimientos asociados en diversos niveles.
La propiedad social podrá ser pública, colectiva o cooperativa, aunque se
respetará la propiedad de bienes individuales y personales durante el proceso de avance hacia la Igualdad.
El Socialismo Genuino es la política económica que propugna la propiedad y
administración de los grandes medios de producción por parte de las clases
trabajadoras, para ponerlas al servicio de la sociedad, como Banca,
Energéticas, Latifundios y Monopolios, con el objetivo de lograr una
organización de un nuevo modelo económico/social en el cual exista un alto
grado de bienestar, produciendo para satisfacer las necesidades humanas de la
MAYORÍA y no para el lucro privado de una MINORÍA.
El Estado Socialista, tanto en los aspectos económicos, sociales,
sindicales, políticos y culturales, debe
asumir como urgente y prioritario la aplicación y cumplimiento de los Derechos
Humanos de toda persona, garantizando la Libertad de Expresión plena, la
atención a la ciudadanía por el Estado para
evitar la corrupción y satisfacer las aspiraciones de las personas, que se
encuentren más desposeídas y desprotegidas, avanzando hacia los bienes comunes
en un mayor grado de igualdad, colaboración, apoyo mutuo, garantizando la
Sanidad, Educación, Vivienda, Trabajo y demás Servicios Sociales necesarios
para disfrutar de una vida digna que cualquier ser humano se merece y a la que
tenemo Derecho.
EQUIPO DE COMUNICACIÒN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-
PSOE DE ANDALUCIA.
(*) Si todavía no tienes el borrador de Ponencia Política que estamos
debatiendo, puedes solicitarlo al correo de abajo, poniendo en asunto: “Debate
de Ponencia”: ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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