12 de marzo de 2021

¿PRENSA CANALLA o PRENSA ÉTICA?

 

No todo es “prensa canalla” sino que existen periodistas eminentemente combativos reflejando la realidad social, investigando la podredumbre de las Cloacas del Estado e intentando sacar a la luz la verdad, lleven los personajes “Corona de Oro” o de “Espinas”.

Mientras que por otra parte hay empresas mercachifles de noticias que se han convertido en maquinaria de guerra ideológica capitalista putrefacta y degenerada, lo que significa una delación y un fracaso.

El pasado sábado 6 de marzo, en el programa La Sexta Noche, tras un largo espacio de tiempo informando científicamente sobre Sanidad, el Virus, las Vacunas, y demás pormenores de la Pandemia, llevado a cabo por un grupo de excelentes científicos sanitarios, moderado por el presentador Iñaki López,  se pasó pantalla a la Tertulia Política, que cada vez está más polarizada y con tensiones entre la bancada de Derechas y la de Izquierdas.

En la parte derecha de la pantalla aparecen los “fijos de plantilla” como Paco Marhuenda, que dirige La Razón, tertuliano periodista y ex-militante de UCD que luego fue del PP donde llegó a ser miembro del equipo asesor de Mariano Rajoy, por lo que defiende al PP y a las Derechas “con RAZÓN o sin ella”.

Aparece también Eduardo Inda, que fundó OkDiario.es,  tras dejar El Mundo y “también fijo de plantilla” como tertuliano de la Sexta Noche, muy virulento y lenguaraz contra las izquierdas en general, pero con ataques constantes contra el Gobierno y su parte más de izquierda, entrando a veces con poca educación en el debate con ataques furibundos a Pablo Iglesias, demostrando un cierto odio de clase.

Maria Claver cierra el equipo “fijo de plantilla”, muy de derechas y lenguaraz que no deja hablar a nadie sin meter su lengua, colaboradora en su carrera política con empresas periodísticas como Libertad Digital, Es.Radio y con el ultra Jiménez Losantos. El cuarto componente de las derechas es interino que cambia la empresa cuando le parece oportuno.

En la bancada de la Izquierda aparece la periodista Angélica Rubio, que fue asistente personal de prensa del Presidente Rodríguez Zapatero. Dirige ahora El Plural, (sustituyendo a Enric Sopena),  prensa de ideología socialdemócrata y en más de un programa ha tenido fuertes encontronazos verbales con Inda y los demás derechistas.

En esta bancada de la izquierda, no existen “fijos de plantilla”, habiendo rotado periodistas tertulianos como Antonio Maestre, Ignacio Escolar, Jesús Marañas, Elisa Beni, etc., personas honestas y combativas contra las mentiras y la demagogia que emplean las derechas.

Profundizaremos seguidamente en un análisis crítico sobre el incremento de la polarización que se expresa también en los medios de comunicación.

Surgen con gran impulso, nuevos estilos de la  comunicación con conciencia transformadora que están intentando hacer avanzar la sociedad en su conjunto hacia la igualdad, creciente en redes sociales,  con merma de la prensa clásica reaccionaria que conservan el papel como: ABC, El Mundo, La Razón, OkDiario, Libertad Digital,  La Vanguardia, El Confidencial, el País, etc.,  En la Izquierda podemos leer: ElDiario.es, Público.es, ElMilitante.net, ElPlural.com, Infolibre.es, Kaosenlared.net, Luchadeclases.org, anticapitalistas.org, etc.

La clase burguesa dominante tiene en su poder la mayoría de grandes medios de Prensa, Radio y TV, que dominan a su antojo, pero  manipule o no los hilos de la información, la lucha de clases no se detiene en la puerta de los periódicos de derechas, la mayoría propiedad del capital pero cada vez más mediocres, corruptos y serviles, pues la batalla contra las Redes Sociales la están perdiendo. 

El PP es un partido condenado por corrupción que se ha mantenido dopado por las mordidas empresariales,  siendo juzgado por cientos y cientos de casos de “presunta corrupción”.

La derecha mediática, al servicio de la “voz de su amo”, parten de la función distorsionada de la realidad, pues lo que debiera servir para informar verazmente a la sociedad, lo han convertido, comprando a plumillas canallas, en un negocio que a su vez sirve para “alienar la mente de las masas”. 

Muchas empresas de la información manejadas por la burguesía dominante, se valen de periodistas apoltronados, como los que salen en la Sexta los sábados noche, expresando su legítima “opinión”, pero a veces,  vendiéndola como “información”, lo cual es mercadería desleal y caprichosa, prostituyendo el auténtico trabajo periodístico.

Reina en la mente de algunos editores,  ese método perverso de una “información deformada”, con el objetivo de utilizar su prestigio de periodistas como un arte, pero son “mercenarios” al comprar y vender su pluma al mejor postor.

Han asumido el peregrino criterio que es útil para los partidos de derechas, con cuya ideología comulgan, que no les importa hacer el ridículo, mercadeando la sinceridad, camuflándola con falacias y recurriendo a la demagogia más vil para adular a los partidos burgueses y a los ricos, insistiendo en su “falsa objetividad” y en el “sentido común”, que como bien sabemos, no es más que el “sentido común” entre la clase dominante burguesa.

Esos jefazos de la prensa actúan con mucho descaro, pero algunos redactores a sus órdenes,  muchas veces sufren sus imposiciones,  estando ese noble oficio cada vez más  deformado y esclavizado, con personas explotadas y mal pagadas que se ven obligadas a violar su conciencia sobre la realidad tanto en aspectos individuales como colectivos, porque se les exige por el patrón/editor, renegar de la realidad, sobre todo sobre la lucha entre clases.

Potentes empresas periodísticas tratan a sus trabajadores como mercancía barata, con salarios de miseria, sometidos a las feroces leyes de la lógica capitalista de abaratar costes y aumentar sus beneficios, que está llevando el costo de reproducción de la mano de obra en general, por debajo del mínimo límite de supervivencia.

Ocurre también en otros sectores esa realidad que genera la vida, cultural, artística, social, económica, política y medioambiental,  pero más temprano que tarde las masas intentarán recuperar lo que les roban, a partir de la lucha entre clases que es el motor de la historia, que no debiera ser ignorada por esas maniobras “mercantilistas” que  confunden y pervierten los intereses del capitalista y de la clase trabajadora, dando de matute “opiniones engañosas” a la ciudadanía, ofreciéndolas como información veraz.

La sociedad está dividida en clases, pero la ciudadanía está cada vez más formada e indignada y además de requerir análisis científicos, también requiere capacidad de relato clarificador, emancipador, creativo y veraz.

La izquierda debe empujar para que la información contribuya a elevar el nivel de conciencia social y que también esté orientada a contribuir a la expansión del nivel de conciencia democrática y colectiva incluso aportando conocimiento para resolver problemas sociales e individuales, mientras la derecha empuja en sentido contrario.

La información periodística, además de ser una praxis ética cotidiana en una democracia,  debería también ser un trabajo analítico y tener utilidad como  trabajo organizador para transformar el mundo al servicio de la  sociedad.

Personas honestas y valientes lo han venido haciendo así, durante la historia,  poniendo su vida en  peligro como reporteros de guerra, investigando la corrupción, o sufriendo cárcel y represalias, sobre todo en la Dictadura de Franco que la derechas reaccionarias del PP y la ultraderecha de VOX se niegan a condenar. 

Vemos con estupor que se viven desfalcos informativos  similares a  desfalcos bancarios, en contra del sentido común que humilla a la inteligencia de la ciudadanía honesta y a los asalariados de la información, sometiéndolos a principios y fines empresariales corruptos, mediocres y a veces delictivos.

Han salido a la luz arbitrariedades cometidas por algunos grandes capos de la información. Por Ley debiera estar regulado, que en las cabeceras de prensa se declarase la línea editorial, bien de centro, de izquierda, de derecha,  ecologista, religiosa, científica o  cualquier otra materia, como ocurre en algunos países europeos avanzados. 

Muchos jóvenes periodistas (algunos no tan jóvenes) que no encuentran trabajo en los grandes medios de comunicación, lo intentan en las Redes Sociales donde vemos actuaciones heroicas que dignifican el trabajo periodístico como un reto social grandioso, entendiendo perfectamente que no se resuelven problemas  ocultándolos de manera gremialista, como ha ocurrido durante años,  con las “anomalías” del Rey Juan Carlos I y sus “presuntos desfalcos reales”, recibiendo un trato de cortesía, cuando lo que se debe contar es la verdad aunque a algunos les duela. 

Debemos aplaudir la audacia y ética de algunas personas que entienden la profesión o el oficio, como mecanismo para controlar esa política atascada en el pantano de la corrupción y contra la guerra ideológica y mediática burguesa que está colaborando con los corruptos,  perjudicando al pueblo trabajador cuyo grado de desigualdad se hace insoportable.

Hay que seguir denunciando y sacando información veraz, sea de la Corona, de la Banca, de las Multinacionales o de la Prensa,  sean quienes sean, pues “la verdad es la verdad, la diga Agamenón o la diga su porquero”, como dice el refrán.

Somos cada vez más personas los que anhelamos dignificar la definición y la función de la profesión periodística que comprende diversos factores.

Habría que partir de una base concreta luchando contra el “trabajo alienante” y también contra las condiciones de insalubridad ideológica extrema, que se desarrolla bajo el capitalismo como cualquier otro sector de la  sociedad.

Necesario es dignificar el trabajo periodístico que implica emprender, permanentemente, una revolución de la conciencia y la acción que fije a la producción informativa su alma rebelde, su poder como herramienta emancipadora de conciencias, que implica fortalecer el periodismo combativo de izquierda,  sus brújulas y sus responsabilidades en el camino de la transformación de la sociedad.

Para ello es necesario unas exigencias programáticas, organizativas y disciplinarias, que no pueden eludir la lucha de clases y cuya praxis debe marchar al lado de las luchas emancipadoras de los trabajadores y los sectores empobrecidos que sufren las consecuencias de esta brutal recesión económico-sanitaria.

Necesitamos una lucha firme contra la corrupción, con TOLERANCIA CERO, para evitar los saqueos a las arcas públicas, las mordidas y favores del empresariado que compran a políticos y periodistas.

Hay que acabar con tanto robo de esos  ladrones de guante blanco que se refugian en la impunidad,  favorecidos por la maraña legislativa burguesa que les protege mediante largos procesos, cuyos delitos prescriben tras 5, 10 y más largos años, demostrándose que esas leyes están pensadas adrede para que la clase dominante pueda delinquir impunemente.

Aquella famosa frase del gremio periodístico que dice que perro no come carne de perro, que es una aberración, debe ser superada, porque existen dentelladas y navajazos de unos grupos editoriales contra otros, siendo preciso desenmascarar a los corruptos.

Es intolerable que cualquier energúmeno publique  una  Fake News, bulo  o canallada que convenga a sus intereses o al de sus “amos”, bajo cualquier método y medios, aunque se haga llamar periodista a costa de degenerar la verdad que pertenece a los lectores que compran prensa. 

Urgente es frenar esas vilezas, necesitando implicarnos en un desarrollo científico y político para conquistar un poder profesional capaz de ponerse al servicio de la regeneración y la catarsis.

Aunque en una situación de desventaja, es lo que  están haciendo bastantes grupos de periodistas honestos, en redes sociales o jugándose el tipo en defensa de un periodismo crítico, serio, de investigación auténticamente ético.

Es muy necesario potenciar generaciones nuevas de trabajadores del periodismo, emancipados de la lógica del mercado informativo capitalista putrefacto, lo  cual no es nada fácil pero completamente necesario, como hacen grupos autogestionarios, como El Militante, Libres y Combativas, Sindicato de Estudiantes, Sindicalistas de Izquierda, Lucha de Clases,  Público, Diario 16 Mediterráneo, etc., que practican un periodismo valiente. 

La ciudadanía que nos reclamamos de izquierdas estamos asqueados por la desfachatez y la impunidad con que exhiben sus ruindades los amos y sus vasallos periodísticos de las derechas reaccionarias que en programas y tertulias defienden a sus “amos” Capitalistas o a sus defensores como PP, C’s o Vox, en vez de denunciar sus anomalías y renunciar a la  apología del franquismo.

En situaciones graves como las que sufrimos, cuando la náusea nos sacude y la irracionalidad del mercado informativo se transmuta en comando golpista y magnicida, las izquierdas debemos organizarnos de manera más democrática, plural y combativa buscando la unidad y la acción estructurada desde abajo como causa ética suprema, para frenar el fascismo que de nuevo amenaza la convivencia.

En la actual situación dramática,  donde se alían las mafias mediáticas formando su ejército de periodistas “mercenarios” que permanentemente bombardean con misiles de injurias y mentiras, a los partidos de izquierdas y al Gobierno de Coalición, tachándole de “ilegítimo, corrupto, bolivariano, comunista y terrorista”, con una ofensiva contra los  trabajadores, los sindicatos y las organizaciones sociales, debemos apoyar a los periódicos más combativos y de izquierdas, para caminar hacia un frente riguroso en sus principios éticos, adaptándolos cada cual en su organización, pero con el objetivo de sumarnos abiertamente  en un conjunto de todas las fuerzas de la comunicación emancipadora, unidos y en defensa del resto de la clase trabajadora. 

No nos cansaremos de condenar la corrupción y su causa principal, como es la lógica perversa del lucro privado del capitalismo, que ellos la anteponen  por encima del bien común.

Sabemos que algunos voceros y voceras son verdaderos títeres de la tiranía mafiocrática, que son los que se complotan y defienden a la clase dominante en contra de los intereses de la ciudadanía.

Eso es una perversión antidemocrática intolerable, por lo cual hay que continuar el combate para quitarles la careta de farsantes y mercenarios, defendiendo la profesión, pero de un Periodismo Riguroso y Ético,  dotándonos de las herramientas creativas de la “información veraz y rigurosa” al servicio de un nuevo modelo de sociedad basado en la Democracia Participativa y Ética para avanzar hacia el Socialismo Científico por el bien de toda la Humanidad, pues la lucha por un mundo mejor es ahora más necesaria que nunca.

 

EQUIPO DE COMUNICACIÒN.

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 ispsoeandalucia.malaga@gmail.com 

 

 

 

 

 

 

 

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